Somos una comunidad de Asociaciones de fieles del Oratorio Mariano Madre del Pueblo de Dios. Cada una de éstas, según el Derecho Canónico, es una Asociación Pública de Fieles. Cuidamos primordialmente de un importante Movimiento laical. 

Nuestra Obra cuenta con cuatro Asociaciones Públicas de Fieles erigidas canónicamente y con sus respectivos estatutos aprobados:

  • Asociación Clerical de Sacerdotes y Religiosos.
  • Asociación de Hermanas Apostólicas.
  • Asociación de Hermanas Misioneras.
  • Asociación Femenina Secular (para señoras o señoritas).

El número de Consagrados es de 45, de los cuales 10 son ya sacerdotes y uno es diácono transitorio. El Movimiento laical se aproxima a las 1.500 personas.

Estamos erigidos canónicamente en cuatro diócesis de Chile y dos en el extranjero: Córdoba, Argentina y Santa María en Brasil.

El 15 de marzo de 1978 se inicia la primera experiencia de vida en comunidad, que luego constituirán una Asociación Pública de Fieles, con sus primeros sacerdotes y Hermanos consagrados. La comunidad se estableció el año 1979 en San José de la Mariquina, actual Región de los Ríos, acogidos por Monseñor Sixto Parzinger, Vicario Apostólico de la Araucanía.

En enero de 1989, nuestro Padre Fundador, P. Sergio Mena González, es nombrado párroco de la Parroquia de San José de la Mariquina. A los pocos meses, el  22 de abril de 1989, es la: Ordenación sacerdotal de los primeros Hermanos del Oratorio, Padres Martín Donetch y José Miguel Curutchet.

El 8 de diciembre de 1991 nacen las Fundaciones de las Asociaciones Públicas de Hermanos y Hermanas Apostólicas aprobadas canónicamente por Monseñor Bernardo Cazzaro,  Arzobispo de Puerto Montt.

El 24 de septiembre de 1993 tenemos la visita del Cardenal Carlos Oviedo Cavada al Oratorio Central de la Obra, en Santiago, donde celebra la Eucaristía con los Padres y fieles del Oratorio.

El 15 de agosto de 1995, Monseñor Bernardo Cazzaro, da la aprobación canónica a la Comunidad de Hermanas Seculares.

El 22 de febrero de 1996 se funda la Parroquia Madre del Pueblo de Dios en Puerto Montt, en el sector de gran pobreza, Villa Artesanía, Las Industrias y Chile Barrio, Cayenel.

En el año 1997 recibimos la primera escuela propia del Oratorio Mariano en un sector pobre de Puerto Montt. Es lo que ahora se denomina Colegio Santa María.

El año 1999 está marcado por los trabajos en Santiago, en varios Liceos y por la alegría de contar con un sitio en Maipú, donde se asentó el Oratorio Mariano.

El año 2.000, el Año del Jubileo: Ordenación sacerdotal del P. Iván Leng en Puerto Montt, Ordenación sacerdotal del P. Raimundo Mena, incardinado en Santa María, Brasil. También se da inicio a una Cdd. de Hermanas Misioneras, con el carisma de llevar el Oratorio a todos los lugares del mundo. Se bendice el Internado de la Parroquia de San José de la Mariquina. Se funda el primer grupo mariano de señoras en Alemania.

El año 2001: Inicio del trabajo en la diócesis de San Bernardo. Santuario de la Virgen de Chena. Nuestro padre Fundador asume la parroquia del Hospital en San Bernardo.

En el año 2010 somos erigidos canónicamente en la diócesis de Valparaíso, por Monseñor Gonzalo Duarte.

El año 2011 se da inicio al Liceo Mater Populi Dei, en San José de la Mariquina.

 Año 2014, empieza Misión en Tucumán, Argentina. Construcción de casa en Rapel de Navidad, Chile.

Año 2015, se realiza una Misión en Chicago, Joliet y Philadelphia, USA. Se inicia la primera Misión en Philadelphia, USA.

Año 2018: Argentina: bendición del Oratorio en Tucumán y terreno en La Rioja. Comienza la Misión en Newark, Delaware, USA.

Paralelamente, se fueron fundando misiones en Argentina, Brasil, Colombia, México, donde viven Hermanas del Oratorio Mariano. Varias de ellas ya tienen reconocimiento oficial de la Iglesia, con los decretos episcopales correspondientes. En las demás diócesis se está buscando ese reconocimiento.

En Puerto Montt contamos con un Centro de Atención para niños con problemas familiares, alrededor de 70 niños de muy escasos recursos y una Escuela Primaria con 380 niños.  En San José de la Mariquina, hemos abierto un Policlínico y un Jardín infantil en un sector de alto riesgo social, además de la emisora Radio María, para atender las necesidades de la gente del campo. Ahora último también un Liceo de Enseñanza Media. En Santiago, Maipú, un pequeño Policlínico dental. También estamos presente en sectores de extrema pobreza en Argentina (Córdoba, La Rioja, San Luis, Tucumán, Catamarca, Salta y Rosario); Colombia (Soacha), Brasil (Santa María) y México (Guadalajara y Michoacán)

Tenemos el anhelo de vivir esta Misión en forma universal. Nuestro Padre Fundador nos ha dado la tarea de “yo los envío, vayan e incendien el mundo”.

Los Valores son la forma en que tenemos que desarrollar nuestra Misión. La primera pregunta es ¿cómo llevar a personas con múltiples problemas sociales a la práctica de la vida cristiana y de la búsqueda de la santidad? La respuesta es:

  • Poniendo a la Santísima Virgen, como Madre que crea un ambiente de familia y de amor. Nadie se convierte sin amor.
  • Fundando grupos marianos que sea una estructura social donde las personas se sientan “parte de algo”, parte de una familia, la del Oratorio Mariano.
  • Creando una estructura gradativa, para que el crecimiento sea “paso a paso”, para conseguir verdaderos cambios que se vayan haciendo duraderos en el tiempo.
  • Haciendo resaltar que toda persona tiene grandes cualidades. Que la gran tarea de la vida es corregir las cualidades malas y desarrollar las buenas. Es una forma de entender la autenticidad, que me lleva a valorizarme a mí mismo, hasta descubrir cuál es mi tarea en esta vida, como una forma de responder a mi vocación en Cristo y la Iglesia, que se traduce en una búsqueda apasionada por la santidad.
  • Utilizando todos los medios para formar personas, pero permaneciendo en una forma sencilla y humilde, para que los pobres se sientan “en casa”.

 

LOS FRUTOS DE LA PRESENCIA DE MARÍA EN SU ORATORIO

     El Padre Sergio, nuestro Fundador, convencido de que la Virgen quiere llevar a la santidad a sus hijos, ata con Ella un nuevo Desafío, el 3 de noviembre de 1972: “Quédate Madre en el Oratorio, pero el día en que no haya nadie del Oratorio que aspire sinceramente a la santidad y a entregarte la llave de su vida, te pedimos que te vayas de nuestro Oratorio”. De ahí en adelante, se sucederán hechos que sólo se explican porque Dios quería la obra: compromiso de los jóvenes y florecimiento de muchos grupos tanto en Santiago como en el sur de Chile. La casa central del Movimiento estará en la calle Sazié, a dos cuadras de la Alameda, y que hoy es el Oratorio Central donde se conserva la imagen original de la fundación. 

Allí decide servir al Señor y a la Virgen, y dirá: «Hasta las últimas consecuencias, pero nunca fuera de la Iglesia» (Paso de Pirque, 23 de abril de 1956).

     Entre los años 1974 y 1978 la vida del Movimiento se desarrolla calladamente y consistentemente. La presencia de la Virgen Madre del Pueblo se hace día a día más fuerte en su Oratorio. Poco a poco se iba formado la Rama Femenina, la de Matrimonios y la de Señoras.

     Fruto del trabajo del Padre Sergio como profesor de religión en el Colegio de los Sagrados Corazones de Alameda y como párroco en la Parroquia San Saturnino, los jóvenes marianos eran más de 120, formando varios círculos de asesores que se comprometen con la Santísima Virgen para autoeducarse e incluso buscar seriamente la santidad.  De entre aquellos jóvenes algunos deciden consagrar su vida a la Obra. Eran las primeras vocaciones sacerdotales. También la autoeducación mariana popular daba sus frutos entre los laicos que mostraban entrega heroica, como es el caso del testimonio de la partida de un joven de un grupo de novios, en 1978: Juan Carlos Pacheco. Luego vendrán otros marianos que han dejado una huella indeleble por la forma ejemplar con que llevaron su vida iluminada por la Virgen, hasta su paso al encuentro del Señor: Bernardita Correa, René Urrutia, Rubén Cárcamo, Oscar Acuña, Marta Labra, Irene Márquez, Marcelita Paz, entre otros.

     Bernardita fue miembro de la Rama de matrimonios en Santiago. Falleció el 7 de abril de 1983 de leucemia. Su gran testamento fue la frase:

“Hemos descubierto que el sufrimiento redime”

     Fue heroica en su entrega; en dos oportunidades los médicos en España la presionaron mucho para que se hiciera un aborto por motivos terapéuticos. En ninguna de las dos ocasiones se dejó arrastrar. Bernardita Correa es una esposa que nos dio testimonio de la alegría, que el Espíritu Santo da a los que se dejan tocar por El, incluso ante el peligro de muerte. Ofreció todos sus sufrimientos por el cambio de vida de un familiar.

     Rubén Cárcamo Mundaca (1970 – 1985), en la escuela de la Virgen María aprendió a decir: “Sí, Madre, sí”, ante el dolor tan fuerte y prolongado, asumido con entrega admirable. Conoció tempranamente el Movimiento del Oratorio Mariano, al cual se integró con entusiasmo, en la localidad cordillerana de Liquiñe, ubicada en el Sur de Chile, casi en la frontera con Argentina. Tuvo una niñez normal, destacándose por su solidaridad con los amigos y su sensibilidad ante ciertas situaciones delicadas.  A los 13 años comenzó su calvario que se fue dando en más de un hospital, impresionando a los mismos médicos por su entereza ante estas pruebas. Tomaba mucha fuerza de la Comunión que recibía con gran alegría todos los domingos.  “Mucha paz y fuerza interior”, según sus mismas palabras, recibía de la conversación con religiosos y sacerdotes, cosa que recomendaba también a sus compañeros de hospital, deprimidos por la enfermedad.

     Su mamá recuerda que estas conversaciones con los sacerdotes y religiosos que lo visitaban, lo ayudaron a crecer en su fe en Dios y en la Virgen. En los días en que se sentía mejor, pedía que lo sacaran afuera y hasta jugaba a la pelota, con otros chicos, apoyado en sus muletas. Incluso cuando su vida se iba apagando, conservó su ánimo afable, a pesar de una fuerte crisis que le sobrevino, donde ofreció sus dolores por su familia, su pueblo y las vocaciones de nuestro Oratorio Mariano.

     Ese día Rubén había estado con ataques toda la noche. Su mamá manda llamar al padre Sergio, que iba a trabajar pastoralmente una vez al mes en ese lugar. Rubén le recibe como si nunca hubiera estado enfermo. Hablan largamente, como 2 horas. El P. Sergio le cuenta la vida y el sacrificio de Bernardita Correa. El niño se entusiasma. Es un momento de gracia muy especial. Finalmente, el P. Sergio le propone ofrecer todos sus sufrimientos por 3 cosas: su pueblo, su familia y las vocaciones sacerdotales del Oratorio Mariano. El niño acepta. Después de despedirse del padre Sergio, la Sra. Elisa quiere saber el resultado de esta conversación. Sin muchos rodeos pregunta a su hijo: “¿qué hablaste con el padre Mena?”. El niño responderá: “¡¡Son cosas de hombre, mamá!!”  Más que una respuesta machista, Rubén no quiso hacer sufrir a su madre. Él había comprendido la profundidad de su entrega, que lo llevaba a ofrecer su vida. Ella no supo hasta después de su muerte que el niño había ofrecido su vida.

     Volvió a la Casa del Padre Dios el 21 de noviembre de 1985, día de la presentación de María en el Templo y en pleno Mes de María. Delicadezas de la Madre para con este su hijo predilecto.

LA VIDA CONSAGRADA Y CONSOLIDACIÓN DEL MOVIMIENTO EN LA IGLESIA

Invitados por Monseñor Sixto Parzinger, Obispo Vicario Apostólico de la Araucanía, a comienzos de 1979 el Padre Sergio se va al Sur de Chile para constituir la Comunidad con los primeros Hermanos que estudiarán en el Seminario Mayor San Fidel de San José de la Mariquina. Comenzará un período de años de una consolidación más grande de la tarea que le correspondía al Oratorio Mariano, poniéndose los fundamentos que se llamarán las Piedras Fundacionales de la Obra, todo lo cual se fortalecerá con la ordenación sacerdotal de los primeros miembros en 1989. Pero junto a ello, vendrán las necesarias dificultades propias de la historia de una obra nueva en la Iglesia, y de las cuales siempre saldrá victoriosa la Virgen que ha querido fundarla. Así es como gracias al apoyo eclesiástico de Monseñor Bernardo Cazzaro, de la Orden de los Siervos de María y Arzobispo de Puerto Montt, se fundarán en su sede canónica en Puerto Montt, la Comunidad de los Hermanos y Padres del Oratorio Mariano en 1991 y en los años sucesivos las demás Comunidades de Vida Consagrada: Hermanas Apostólicas, Hermanas Seculares, Hermanas Contemplativas y Hermanas Misioneras. 

Por la solidez de la formación y su fuerte sentido de respeto y obediencia al Magisterio de la Iglesia, en  unión con el Santo Padre y los Obispos,  el Oratorio Mariano es acogido oficialmente en el año 1993 en Santiago, en 1994 en Córdoba, Argentina, en 1996 en Santa María, Brasil, y el 2001 en San Bernardo, Chile. La presencia de los sacerdotes, de los hermanos y hermanas en estos lugares, darán a las diferentes Ramas de la Familia del Oratorio (Matrimonios, Jóvenes, Niñas Jóvenes, Señoras, Niños preadolescentes) la seguridad de asesoría y acompañamiento espiritual, en el camino de la autoeducación mariana, cuya meta es la santidad heroica en la vida diaria, conforme a la vocación específica de cada uno.

Ese mismo día nació el himno del Oratorio que resume la vivencia de los años anteriores en búsqueda de fidelidad al Señor.

     Frente al sentimiento de una llamada especial por el trabajo con los más pobres, el Padre Sergio siente que debe invocar a la Santísima Virgen, bajo la advocación de la Madre del Pueblo con una imagen propia, que tome posesión de los grupos ya constituidos. Así es como el 29 de junio de 1971, en el contexto de su séptimo aniversario sacerdotal, llama a la Virgen con  palabras que atarán un Desafío fundándose el Oratorio Mariano Madre del Pueblo: «Querida Madre: te ruego que te establezcas acá, que derrames tus gracias especiales (léase: así como en Schönstatt y en Pompeya, así como en Lourdes y Fátima…) como Madre del Pueblo. Pero el día en que no haya ningún grupo mariano que se esfuerce por su autoeducación, entonces te pido que te vayas del Oratorio, porque ya no tendrá razón de ser que te quedes con nosotros. (Para eso están los otros santuarios marianos)”

LOS FRUTOS DE LA PRESENCIA DE MARÍA EN SU ORATORIO

     Convencido de que la Virgen quiere llevar a la santidad a sus hijos, el Padre Sergio ata con Ella un nuevo Desafío, el 3 de noviembre de 1972: «Quédate Madre en el Oratorio, pero el día en que no haya nadie del Oratorio que aspire sinceramente a la santidad y a entregarte la llave de su vida, te pedimos que te vayas de nuestro Oratorio». De ahí en adelante, se sucederán hechos que sólo se explican porque Dios quería la obra: compromiso de los jóvenes y florecimiento de muchos grupos tanto en Santiago como en el sur de Chile. La casa central del Movimiento estará en la calle Sazié, a dos cuadras de la Alameda, y que hoy es el Oratorio Central donde se conserva la imagen original de la fundación. 

BREVE CRONOLOGÍA DEL ORATOTIO

  • Mediados del siglo XIX: Vida y obra de San Vicente Pallotti, Sacerdote italiano fundador de una congregación misionera (Pallottinos) y de la Confederación Apostólica Universal, CAU, que busca el compromiso de los laicos en el apostolado de la Iglesia.
  • 18 de noviembre de 1885: Nace el Padre José Kentenich, sacerdote alemán Pallottino, fundador del Movimiento Apostólico de Schönstatt.
  • 16 de julio de 1937: Nace el Padre Sergio Mena González, fundador del Oratorio Mariano Madre del Pueblo de Dios.
  • Marzo de 1953: Entrada del Padre Sergio al Movimiento Apostólico de Schönstatt.
  • 23 de abril de 1954: Llamada de la Virgen para ser sacerdote. Santuario de Bellavista.
  • 9 de abril de 1956: El Padre Sergio entra al Noviciado de los Padres Pallottinos en Pirque.
  • 23 de abril de 1956: Paso de Pirque.
  • 1957: El Padre Sergio viaja a Santa María, Brasil, para iniciar sus estudios en el  Seminario.
  • 18 de junio de 1964: Ordenación sacerdotal del Padre Sergio.
  • 1965: El Padre Sergio sale de los Padres Pallottinos para ingresar a la Fraternidad de los Padres de Schönstatt.
  • 1966 a 1968: Estudios del Padre Sergio de Licenciado en Teología en Friburgo, Suiza.
  • 1968: El Padre Sergio es nombrado asesor de grupos del Movimiento de Schönstatt en Santiago.
  • 22 de agosto de 1969: Fundación de los Grupos Marianos.
    29 de junio de 1971: Primer Desafío y fundación del Oratorio Mariano.
  • 3 de noviembre de 1972: Segundo Desafío de la Santidad.
  • Marzo de 1973: Primer Campamento de Jóvenes Marianos en Coñaripe, Novena Región.
  • 2 de febrero de 1974: La Imagen de la Madre del Pueblo se traslada a la casa de calle Sazié, que será el Oratorio Central.
  • 28 de diciembre de 1974: Se funda la Rama Femenina del Oratorio Mariano.
  • 11 de febrero de 1976: Tercer Desafío de la Cruz.
  • Marzo de 1976: El Padre Sergio es nombrado párroco de la Parroquia San Saturnino en Santiago.
  • 3 de julio de 1977: Envío Misionero.
  • 6 de enero de 1978: Fallece Juan Carlos Pacheco del Movimiento en Santiago.
  • 15 de marzo de 1978: Fundación de la Comunidad de los primeros Hermanos, que luego constituirán una Asociación Pública de Fieles, con sus primeros Sacerdotes y Hermanos Consagrados. La Comunidad se establecerá el año 1979 en San José de la Mariquina, Décima Región, acogidos por Monseñor Sixto Parzinger, Vicario Apostólico de la Araucanía.
  • 7 de abril de 1983: Fallece Bernardita Correa del Movimiento en Santiago.
  • 3 de marzo de 1985: El terremoto de Santiago deja en malas condiciones la casa del Oratorio Central.
  • 21 de noviembre de 1985: Fallece Rubén Cárcamo en Liquiñe, Décima Región.
  • 14 de enero de 1987: Fallece René Urrutia del Movimiento en Santiago.
  • 23 de diciembre de 1987: Primera parte del Acta de Radicación.
  • Enero de 1989: El Padre Sergio es nombrado párroco de la Parroquia de San José de la Mariquina.
  • 22 de abril de 1989: Ordenación sacerdotal de los primeros Hermanos del Oratorio, Padres Martín Donetch y José Miguel Curutchet.
  • 29 de junio de 1989: Segunda parte del Acta de Radicación en el Oratorio Central.
  • 22 de febrero de 1990: Cáliz del Padre.
  • 27 de agosto de 1990: Fallece Oscar Acuña del Movimiento en San José de la Mariquina.
  • 18 de septiembre de 1991: Fallece Marta Labra del Movimiento en Santiago.
  • 8 de diciembre de 1991: Fundación de las Asociaciones Publicas de Hermanos y Hermanas Apostólicas aprobadas canónicamente por Monseñor Bernardo Cazzaro,  Arzobispo de Puerto Montt.
  • 24 de septiembre de 1993: Visita del Cardenal Carlos Oviedo Cavada al Oratorio Central de la Obra, en Santiago. 
  • 18 de mayo de 1994: La familia permanece unida asumiendo el envío misionero. Séptima Piedra Fundacional. Se inicia la primera misión fuera de Chile.
  • 15 de agosto de 1995: Monseñor Bernardo Cazzaro da la aprobación canónica a la Comunidad de Hermanas Seculares.
  • 22 de febrero de 1996: Fundación de Parroquia Madre del Pueblo de Dios en Puerto Montt.
  • 13 al 14 de enero de 1998: La Madre del Oratorio proclamada Reina del Ecumenismo. 
  • En el año 1997 recibimos la primera escuela propia del Oratorio Mariano en un sector pobre de Puerto Montt, Colegio Santa María.
  • El año 1999 está marcado por los trabajos en Santiago: varios Liceos  y por  ello la alegría de contar con un sitio en Maipú, donde se asentó el Oratorio Mariano.
  • El año 2.000, el Año del Jubileo: Ordenación sacerdotal del P. Iván Leng en Puerto Montt, Ordenación sacerdotal del P. Raimundo Mena, incardinado en Santa María, Brasil. También se da inicio la Comunidad de Hermanas Misioneras, con el carisma de llevar el Oratorio a todos los lugares del mundo. Se bendice el Internado de la Parroquia de San José de la Mariquina. Se funda el primer grupo mariano de señoras en Alemania.
  • El año 2001: Inicio del trabajo en la diócesis de San Bernardo. Santuario de la Virgen de Chena. Nuestro padre Fundador asume la parroquia de Hospital en San Bernardo.
  • Año 2003: Ordenación sacerdotal del P. Tránsito Pérez en Puerto Montt.
  • Año 2011: Inicio de un Liceo en San José de la Mariquina.
  • Año 2014, empieza Misión en Tucumán, Argentina.
  • Construcción de casa en Rapel de Navidad, Chile.
  • Año 2015, se realiza una Misión en Chicago, Joliet y Philadelphia, USA. Se inicia la primera Misión en Philadelphia, USA.
  • Año 2018: Argentina: bendición del Oratorio en Tucumán y terreno en La Rioja. Comienza la Misión en Newark, Delaware, USA.

TODOS LOS CARISMAS PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA

      La palabra carisma viene del griego «kharisma», derivado de «kharis» que significa «gracia», «don sobrenatural» concedido por Dios a un creyente para desempeñar una misión en y por la Iglesia (ver en 1 Cor 12,7 y Ef 4,12). 

Asimismo, dice el Santo Padre Juan  Pablo II en la Exhortación Apostólica «Christifideles Laici» sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo: «Estos pueden (los carismas) asumir las más diversas formas, sea en cuanto expresiones de la absoluta libertad del Espíritu que los dona, sea como respuesta a las múltiples exigencias de la historia de la Iglesia» (n.24).

Es un Movimiento Mariano (carisma mariano) conforme a la devoción mariana como la entiende la Iglesia Católica y lo han enseñado sobre todo los últimos papas. Por medio de la devoción mariana los miembros de la familia del Oratorio lograrán un acercamiento cada vez mayor a Jesucristo, “único mediador entre Dios y los hombres” (1 Tim 2,5), para que haga en nosotros el milagro de las bodas de Caná: una transformación en verdaderos cristianos de la época actual.

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Es un Movimiento en torno a un Oratorio (carisma oratoriano), pues invocamos a la Santísima Virgen a través de su imagen que llamamos «Madre del Pueblo de Dios» (del pintor italiano Ferruzzi) formando pequeños oratorios. Se trata de crear por todas partes oratorios de la presencia de María, en donde ella irradie su clima mariano cuidando que el Evangelio nos penetre, conforme nuestra vida diaria y se produzcan frutos de santidad (ver Documento de Puebla n.290), especialmente en los ambientes populares.

     Es un Movimiento popular (carisma de la pobreza y apostolado popular) , porque el Oratorio Mariano desea que en todo su lenguaje, su expresividad, especialmente los mismos oratorios, estén planteados de tal forma que las clases populares y los más pobres sobre todo se sientan en su propia casa; que el sistema de metas de espiritualidad esté a la altura de los más sencillos para llevarlos a una adhesión personal a Cristo, en un proceso de auténtica liberación. Nuestro método es pedagógico-mariano-popular.

 Es un Movimiento pedagógico con una practicidad gradativa (carisma de la odología; de las palabras griegas: “odos”=camino, logia=estudio como búsqueda), en cuanto que los métodos pedagógicos deben poder llegar al pueblo más sencillo en todos sus niveles de edad y cultura, para que sintiéndose en casa, puedan asumir el Evangelio de modo auténtico. Por eso existen en la Familia del Oratorio Mariano los llamados grupos marianos de autoeducación, destinados a las distintas realidades: matrimonios, jóvenes, señoras, etc., con un sistema de metas de vida y grados que lleven a la maduración de la fe bajo la luz de la Madre del Pueblo de Dios.

Es un Movimiento que busca la autenticidad (carisma de la autenticidad), porque la pedagogía del Oratorio Mariano desea llevar a cada persona a su auténtica realización conforme a su vocación en Cristo. Para ello se insistirá en la libertad de compromiso y en el peligro de la masificación en la vida diaria. La máxima autenticidad siempre alcanzar la santidad con la ayuda de la gracia de Dios.

Las Piedras Fundacionales son los fundamentos espirituales y sobrenaturales que Dios ha regalado al Oratorio Mariano para edificarlo como una obra dentro de la Iglesia. Estos fundamentos han sido mostrados por la Santísima Virgen al Padre Fundador a lo largo de la historia, desde los inicios del Movimiento hasta nuestros días, y mientras el Fundador esté presente en la Obra, aún pueden ser regaladas otras Piedras Fundacionales.

Primera Piedra Fundacional:
«Primer Desafío de la Autoeducación»

Fecha: 29 de junio de 1971, fiesta de San Pedro y San Pablo.

Signo: El corazón, signo de que le consagramos nuestra vida a la Madre para el camino de la autoeducación.

Significado de fe: Llamado a que la Madre se quede en su Oratorio, pero respaldamos esta presencia con la existencia de grupos marianos que se esfuercen por su autoeducación.

Segunda Piedra Fundacional:
«Segundo Desafío de la Santidad»

Fecha: 3 de noviembre de 1972

Signo: La llave, signo de nuestra disponibilidad para que la Madre pueda abrir o cerrar puertas en nuestra vida.

Significado de fe: Llamado a que la Madre se quede en su Oratorio, pero respaldamos esta presencia con la búsqueda de la santidad de al menos de un miembro del Oratorio.

Tercera Piedra Fundacional:«Tercer Desafío de la Cruz»

Fecha: 11 de febrero de 1976, memoria de la Virgen de Fátima.

Signo: La cruz, signo del llamado de Cristo a seguirlo tomando la cruz de cada día, con todo lo que eso significa.

Significado de fe: Llamado a que la Madre se quede en su Oratorio, pero respaldamos esta presencia con el hecho de que al menos un miembro del Oratorio esté dispuesto a pedir y tomar la cruz.

Cuarta Piedra Fundacional:
«El Envío Misionero»

Fecha: 3 de julio de 1977

Signo: El Cáliz del Envío con la grabación: «Ego mitto te, ite et incendite mundum» (Yo te envío: vayan e incendien el mundo). El Cáliz es como una herencia que se pasa de unos a otros con el compromiso misionero que lleva dentro: todos beben del mismo cáliz de elección…

Significado de fe: Creemos que, por las tarjetas que escribió el Padre José Kentenich (Fundador del Movimiento de Schönstatt) a nuestro Padre Fundador el año 1965, cuando éste le visitó en Milwaukee, USA: «Ego mitto te, ite et incendite mundum» (Yo te envío: vayan e incendien el mundo) y “Misit me evangelizare omni populo” (“me envió a evangelizar todo el pueblo”) fueron proféticas. Nuestro Padre Fundador lo ha visto de esa manera y él mismo las ha regalado a nuestro Oratorio, muestra que la Madre quiere para su Obra una tarea universal: el Oratorio debe llegar a todo el pueblo extendido por todo el mundo.

Quinta Piedra Fundacional: «La Radicación»

Fechas: 23 de diciembre de 1987 cuando sale la Imagen de la Madre del Pueblo desde el Oratorio Central que sería demolido por los daños del terrremoto de 1985; y 29 de junio de 1989 cuando la Imagen vuelve para quedarse allí para siempre.

Signo: El frontis del Oratorio Central en calle Sazié que ha sido restaurado. Es signo de la estabilidad de la presencia de la Madre a través de su Imagen en ese lugar.

Significado de fe: Se le ha pedido a la Madre del Oratorio que se radique definitivamente en el lugar santo del Oratorio y a su vez, cada miembro de nuestra Familia espiritual se ha de esforzar por volverse un Oratorio vivo.

Sexta Piedra Fundacional: «El Cáliz del Padre»

Fecha: 22 de febrero de 1990, Fiesta de la Cátedra de Pedro.

Signo: El Cáliz del Padre Fundador que se encuentra en el Oratorio Central.

Significado de fe: Por ser la fiesta de Cátedra de Pedro, Dios ha querido regalar a la familia del Oratorio un principio de unidad: el Padre Fundador, pero en cuanto él mismo esté unido al Santo Padre y los Obispos en comunión con él.

Séptima Piedra Fundacional: «La Familia Unida y Misionera»

Fecha: 18 de mayo de 1994.

Signo: La cruz que en encuentra sobre la Imagen de la Madre en el Oratorio Central y sus réplicas.

Significado de fe: La Familia del Oratorio es fuente de gracia y permanece en la unidad en la medida que cumple el mandato misionero de Cristo, haciendo de la obra un Oratorio Misionero.

Octava Piedra Fundacional: «María, Reina del Ecumenismo»

Fecha: Del 13 al 14 de enero de 1998.

Signo: La Corona puesta en la Imagen de la Madre del Pueblo, signo de la realeza de la Santísima Virgen sobre todo el mundo, especialmente sobre los que creen en Cristo.

Significado de fe: La Virgen logrará un día a que se cumpla el deseo de Jesús respecto de los cristianos: “que todos sean uno” (Juan 17,11). Miramos con admiración la vida y mensaje de beata María Gabriela de la Unidad, quien oró toda su vida por la restitución de unidad de los cristianos, sentido del verdadero ecumenismo.

Novena Piedra Fundacional: «La Esclavitud mariana»

Fecha: 7 de junio de 2004.

Signo: Las cadenas, signo de la entrega total a la Santísima Virgen de todos nuestras posesiones espirituales y temporales.

Significado de fe: La Virgen nos muestra el camino de la verdadera libertad que nos hace libres, cf. (Juan, 8, 32) haciéndose la “Esclava de Señor”,  (Lucas 1, 38).

Décima Piedra Fundacional: «Maria Reina de la Eucaristía»

Fecha: 31 de enero de 2007.

Signo: Una custodia hecha con el Cáliz del Padre, portando el Santísimo Sacramento. Que lleve alrededor la siguiente frase: “Con María corramos alegremente a la Eucaristía.”

Significado de fe: La Virgen es nuestra Madre, desde la Eucaristía que nos recuerda la Última Cena, la entrega de ella por Madre al Discípulo y la Resurrección. Sólo en una vida Eucarística plena podemos ser marianos en plenitud.

Undécima Piedra Fundacional: «San Jose, Patrono de nuestras cruces»

Fecha: 17 de octubre de 2009

Signo: Imagen de San José, junto al Niño, la cruz y el Rosario misionero.

Significado de fe: Nos encomendamos a San José, patrono de la Iglesia y por tanto del Oratorio, en la lucha por llevar nuestra cruz en el espíritu del Tercer Desafío.

Duodécima Piedra Fundacional: «Ya no soy quien vive, sino Cristo y Maria quieres viven en mi»

Fecha: 15 de agosto de 2010

Signo: Manos unidas en oración.

Significado de fe: La oración es el fundamento de nuestro vínculo con Jesús a través de la Madre, hasta el punto de ser verdaderos Oratorios vivientes, en donde habiten Cristo y María. Está en el espíritu del texto de la Carta de San Pablo a los Gálatas (2,20): “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Decimotercera Piedra Fundacional: «El martirio, «Ave Maria, los que van a morir te saludan»

Fecha: 24 de septiembre de 2011

Signo: Imagen de San Lorenzo junto a la parrilla en que fue martirizado y dos hojas de palma.

Significado de fé: Debemos prepararnos día a día, hasta estar dispuestos a dar la vida por Cristo, asumiendo nuestros sufrimientos y pequeñas cruces como “los mil alfilerazos de la vida diaria”.

Decimocuarta Piedra Fundacional: «La minoridad, Jesús, María y José, humildes servidores al señor y nosotros como ellos felices servidores»

Fecha: 22 de diciembre de 2012

Signo: Niño Jesús

Significado de fe: buscamos la humildad, la minoridad, como María que por su pequeñez llegó a ser Madre de Dios, como San José, custodio dócil y humilde del Redentor y como Jesucristo, Dios encarnado que se abaja hasta morir en la cruz por salvarnos.

En el Oratorio Mariano le llamamos Vertientes de Gracia a aquello a lo cual los marianos acuden para recibir del gratuito amor del Señor ayuda sobrenatural para vivir según la vocación específica de cada uno recibida dentro de la obra de la Madre. Acercándose a estas vertientes o fuentes de gracia, los marianos vivirán en sintonía con la espiritualidad propia del Movimiento.

Primera Vertiente: MARÍA, MADRE DEL PUEBLO

La presencia de la Virgen Santísima, Madre del Pueblo de Dios, es lo fundamental del Oratorio, en cuanto Ella nos une a Cristo Salvador. María debe estar en el corazón de cada uno de los marianos y a Ella le consagramos nuestra vida en un permanente: «Sí, Madre mía, Sí, lo que quieras, Madre mía, sí». La presencia de la Madre de Dios estará claramente expresada en sus oratorios, en las oraciones, cantos, conversaciones e ideales de vida.

Segunda Vertiente: EL LUGAR DE LA PRESENCIA DE MARIA

Lo propio del Movimiento es el constituir pequeños oratorios, diseminados por todas partes y en todos los ambientes. Cuando la Imagen de la Madre del Pueblo logra establecerse en un lugar, y se da el respaldo de la autoeducación mariana, entonces ese espacio comienza a ser «un pedacito de cielo», porque Ella da forma al clima mariano: acogida, llamada al cambio, transformación hacia una vida de fe más auténtica y una paulatina irradiación apostólica.

Tercera Vertiente: EL FUNDADOR DEL ORATORIO

El Fundador del Oratorio Mariano es el instrumento que la Virgen ha elegido para fundar y dirigir su obra. Esta gracia él la conserva con gran humildad, cuidando que los miembros de esta Familia espiritual sean fieles a la Iglesia con la coloración propia que les da a su vidas el carisma del Movimiento. Unirse en fidelidad al Fundador y a sus orientaciones es una fuente de bendición para toda la Familia en general y para cada uno en particular..

Cuarta Vertiente: LA FAMILIA DEL ORATORIO

Nadie debe aislarse del conjunto de la Familia del Movimiento, pues, como en toda familia, la unidad y la permanente vinculación de los miembros fortalece el sentido de pertenencia y la espiritualidad propia da más frutos. La transmisión de los dones, enseñanzas, ideales y valores comunes dentro de la Familia tienen una gracia y una bendición especial de parte de la Madre que la guía.

LAS 5 GRACIAS DE LA IMAGEN DE LA MADRE

Acogida

Es el sentir la presencia de María como tierna madre que nos cobija, nos acoje, nos hace sentir que estamos en un pedacito del cielo, en casa.

Cambio de Vida

Esta acogida se traduce en cambios de vida, a la conversión, volver nuestros ojos a Dios, buscando vivir como auténticos cristianos. Nunca podremos olvidar la palabra clave: autoeducación. Es el deseo que parte desde nosotros mismos.

Llamadas divinas

El cambio va acompañado de la llamada de Dios a dar lo mejor de nosotros mismos por el bien del Oratorio, es la vocación a la entrega generosa en el estado de vida de cada uno, seamos laicos o consagrados.

Irradiación apostólica

La alegría y la paz que nuestra Madre del Oratorio nos concede se debe traducir en acción, en compartir con otros lo que hemos visto y oído, nos volvemos misioneros para nuestro Oratorio.

El Acompañamiento

Frente a nuestra gran labor de construir el reino de María nunca vamos a estar solos, junto a nosotros está nuestra Madre que nos acompaña y con ella toda nuestra familia espiritual que es el Oratorio.

Los Milagros, ¿una sexta gracia?

Ante tantos milagros que ha ido obrando nuestra Madre desde su imagen de Madre del Pueblo, tanto en los Oratorios, como por medio de la Virgen Peregrina, nuestro Padre Fundador ha hablado de que éstos milagros pueden ser una sexta gracia que emana la imagen de nuestra Madre.