«Ponerme silicona fue un tremendo error»

Martes 12 de Abril de 2011

Testimonio de Soledad Morales

Los problemas comenzaron desde el principio: el doctor que me operó me puso más de lo que yo había elegido. Había escogido unas siliconas más pequeñas, de 250 centímetros cúbicos, pero en el momento de la operación, cuando estaba con anestesia general, decidió ponerme implantes de bastante mayor volumen. Durante la operación me probaron ambos tamaños, y el doctor eligió las más grandes, según él porque yo tengo los hombros anchos, porque esas iban a quedar más acordes con mi cuerpo. Porque era usual que sus pacientes eligieran prótesis más pequeñas y después se arrepintieran de no haberse puesto más grandes. Cuando desperté y vi que tenía un busto enorme, me dijo que era normal, que estaban hinchadas, que iban a disminuir su volumen con el tiempo. Que siempre ocurría. No fue así. Nunca disminuyeron de tamaño.

Mi caso es completamente distinto al de las pacientes habituales de este doctor: yo quería ponerme, pero poco, algo sutil. Quería un busto pequeño. Nunca quise esto: caminé agachada y con los brazos cruzados durante un año completo, antes de poder comenzar a asumir mi nuevo cuerpo. Me sentía -y me siento- rara. Me veía -y me veo- rara, porque no soy alta. Saludo a la gente como de lejos, porque no puedo abrazar.

La verdad es que yo no tenía ninguna razón de peso para ponerme silicona. Era muy delgada, y muy plana, pero me veía bien, elegante. Fue simple y pura tontera.

Uno tiene que estar satisfecho con lo que es, aunque suene a frase cliché. Yo ahora lo pienso y estaría feliz como era antes. Una de las cosas que siempre pienso es que mis amigas francesas, a quienes voy a ver dos veces al año, a pesar de vivir en el centro de la moda mundial, nunca se han operado. …  Son más naturales, en todo sentido. Sí son muy preocupadas de las cremas, del dermatólogo, lo que considero natural para tener una linda piel. Las miro y se ven lindas, aunque sean mayores, con sus cuerpos delgados, con sus arrugas. La vida es la vida, pero es algo que yo sólo pude aprender después de que me puse implantes.

Viví diez años en Francia. …  En ese tiempo, a principios de los años 90, estaba de moda operarse. De hecho, todas las supermodelos acentuaban las curvas: hablemos de Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Stephanie Seymour.

Cuando alguien me pregunta por qué me puse silicona, irónicamente respondo que la culpa la tienen ellas, porque en el tiempo en que viví en Mónaco era más joven e influenciable, y vivía en el mismo edificio de Claudia Schiffer. Incluso éramos conocidas, salíamos a comer juntas con un grupo de personas.

Llegué a Chile el año 1996 y siempre seguí trabajando en el mundo de la moda. Y aquí, después de haberle dado vueltas mucho tiempo, como había un boom y muchas de mis conocidas se estaban operando, yo también lo hice, en 1998. Hasta hoy me arrepiento. Ojalá pudiera retroceder el tiempo. Pero en mi caso ya no hay vuelta atrás. Después de tantos años con prótesis, y de todos los problemas que he tenido, la mejor alternativa que tengo es cambiarlas por unas más pequeñas, que es la próxima operación a la que me voy a someter, la tercera en dos años.

Nunca me pude acostumbrar a mi nuevo cuerpo, aunque durante diez años todo anduvo relativamente bien. Pero no me podía quejar sobre una decisión que nadie me había obligado a tomar. No habría sido justo para las personas que me quieren y que me rodean. También pienso que yo no tenía la personalidad para acarrear con implantes tan grandes. Por algo uno es como es, por algo uno nace con el cuerpo que nace. Me acuerdo que un peluquero antiguo muy amigo mío una vez me dijo que nunca había podido entender a las mujeres, porque siempre querían ir en contra de la naturaleza. Porque si tenemos el pelo liso lo queremos crespo, y nos pasamos la vida tratando de encresparnos el pelo y nos dura lo que nos demoramos en salir de la peluquería. Uno tiene que usar lo que tiene a favor de uno, y punto. Lástima que yo lo aprendí tarde.

Digo que estuve relativamente bien durante diez años porque siempre sentí dolores. ¿Qué sucede cuando tu cuerpo rechaza una prótesis? Alrededor del implante el cuerpo fabrica una especie de caparazón, un tejido duro que te tienen que extraer si no mejora con masajes o radiofrecuencia. Te abren, te sacan este tejido, te limpian y te vuelven a cerrar. Esto fue precisamente lo que me hizo el médico: me abrió, me sacó el tejido malo, pero en vez de cambiarme el implante por uno nuevo como corresponde cuando ocurre un encapsulamiento, limpió el que tenía y me lo volvió a instalar. Cuando desperté no lo podía creer. Muy choqueada le pregunté por qué no me había puesto una silicona nueva. -Es que tú no querías gastar plata -me contestó.

Tiempo después, se me rompió la prótesis derecha y me volvió a operar. En esta segunda operación sí me la cambió por una prótesis nueva, pero se encapsuló. Y hace dos meses, de nuevo comencé con problemas: me sometí a una resonancia magnética y nos dimos cuenta de que el implante está roto. ¡El antiguo, el que el doctor debiera haber cambiado por uno nuevo, está roto! Por eso yo digo que en mi caso hubo una negligencia médica grave, que no he querido denunciar porque es demasiado el dolor que todo esto me ha causado.

¿En qué estoy ahora? A mediados de abril voy a entrar a pabellón por tercera vez en dos años. Lógicamente que con un doctor nuevo, quien me da mucha confianza. Después de conversar con él, pude dormir tranquila después de meses sin poder hacerlo. Pero sólo pensar que de nuevo me tengo que someter a una anestesia general, a que me vuelvan a abrir… prefiero no pensar.

Siempre he sido una mujer sana.

No fumo. Hacía mucho deporte. Lamentablemente, después de operarme tuve que cambiar mucho mi estilo de vida, así como mi manera de vestir. Toda la vida me gustó correr, desde muy joven. Incluso corrí los 42 y medio kilómetros de la maratón de Nueva York. Me fascina correr. Pero lo tuve que dejar. Nunca más pude hacerlo, por el dolor, las molestias. Después hice yoga, porque me gusta y me acomodaba por el tema de la silicona. Pero cuando empecé con los problemas, también lo tuve que abandonar. Hace dos años y medio que no puedo hacer deporte, justamente porque es incompatible con las operaciones, los dolores, las molestias.

¿Qué es lo que más me da pena? Mi mamá no sabía que me iba a operar, porque yo no le había querido contar: sabía que me iba a armar un escándalo. Pero justo llegó a mi casa cuando yo iba saliendo a la clínica. Le tuve que contar. Me miró y me dijo: -No puedo creer lo que estás haciendo, te vas a arrepentir para el resto de tu vida. Fue exactamente lo que sucedió.

Pero, además de verse afectada mi vida diaria, de haber tenido que cambiar mi estilo de vida, psicológicamente también ha sido complicado para mí. Hace dos años y medio que no tengo pareja, no porque tenga silicona, porque ya está, pero con la cicatriz, las molestias, las durezas, las inflamaciones: para mí sería muy raro. Si tuviera un novio desde hace mucho tiempo, que me hubiera acompañado en todo esto, quizá este proceso no habría sido tan grave, quizá no me habría importado tanto. Pero, así, en estas condiciones, no veo la posibilidad de una relación. Uno se para de una manera diferente frente al resto de la gente, frente a los hombres. Las personas ven el exterior, que no está mal, pero no saben lo que hay en el interior. Tengo una cicatriz muy fea, y ahora me van a volver a operar por ese mismo lugar. No tiene sentido que me hagan otro tajo en otra parte.

No. Soy una persona normal, tengo que trabajar, mi ex marido no me da un peso, vivo por mí misma. Pero de igual forma uno puede tener una vida relativamente sana, y no tienes por qué envejecer mal. Uno puede hacer cosas buenas por su cuerpo y su cara sin tener que violentarlo con una cirugía plástica. Esto es lo que me gustaría que las jóvenes supieran, y también sus padres, porque sé que hay niñitas de 17 años que se están operando, que hay padres que les regalan los implantes de silicona para su graduación. Esto es una operación, una operación que muy pocas necesitan realmente y que conlleva riesgos. Yo no le deseo a nadie que viva lo que yo he vivido.

«Hay niñitas de 17 años que se operan, papás que les regalan los implantes. Pero esto es una operación que muy pocas necesitan y que conlleva riesgos. Yo no le deseo a nadie que viva lo que yo he vivido».

Es un boom: según la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, cada año crecen entre un 10 y un 15% las operaciones de implantes mamarios. Pero algunas se arrepienten, como Soledad Morales.

PREGUNTAS.

¿Qué concepto tienes sobre la “masificación”, es decir, hacer las cosas porque otros las hacen?

¿Cuál es la visión general que te genera esta mujer? ¿Tiene fe? ¿Es casada? ¿Tiene dinero? ¿Qué amistades tiene? ¿Qué relación tiene con su mamá? ¿Practica deportes? ¿Hace yoga? ¿Es peleadora? ¿Es “centrada”?

¿Por qué la mayoría de las personas no se aceptan como son y luchan toda la vida contra su naturaleza?

¿Por qué las personas se hacen tatuajes o se ponen objetos en su cuerpo?

¿Qué opinas de ese dicho: “Dios, siempre perdona. Los seres humanos, perdonamos a veces. La naturaleza, no perdona nunca”?

NUESTRA MIRADA DE FE.

El problema de la mujer actual es que ha perdido la referencia a Dios. ¿Es importante separarse de Dios? Lógico. ¿Por qué? Por algo muy sencillo. Dios nos ha creado y nadie mejor que Él sabe lo que nos hace bien o lo que nos hace daño.

Acercarse a Él y aprender a vivir sus enseñanzas produce una plenitud total. Es el caso de nuestra Madre la Santísima Virgen.  Ella aprendió a escuchar al Señor. Claramente  lo vemos en ese pasaje de la Anunciación. Escucha y obedece. Ahora la vemos Asunta, en el Cielo, intercediendo por nosotros.

¿Se imaginan la vida de la Virgen en el cielo como algo aburrido?  Imposible. La alegría más grande de una persona es dedicar la vida para servir a los demás.

Pero esto es todo lo contrario que lo que nos dice la gente, la “masa”. Nos llenan de necesidades que son irreales. Nos hacen soñar con la mentira, la falsedad. Nos hablan de “felicidad” y nos entregan tristeza, amargura y muerte. ¿Cuántas niñas abortan en el mundo? No quiero que me engañen más. Me aburre el sólo pensar que voy a hacer cosas que hacen daño por el sólo hecho de que otros lo hacen. Lo peor es que muy poca gente se atreve a reconocer que “la han embarrado” y buscan sustitutos increíbles.

En el Oratorio queremos aprender a autoeducarnos, conociendo el gran MODELO de nuestra vida, la Virgen María, nuestra MADRE. Intuimos, que si la amamos mucho, vamos a cambiar.

Llegó la hora de hacer algo nuevo de nosotros. Llegó la hora de aprender a amar de verdad, de conocernos a nosotras mismas y de comprometernos por los demás.

Necesito comprometerme con mi Grupo Mariano. No quiero vivir de chispazos en mi vida. Quiero algo sólido y fuerte, para nunca más andar en la oscuridad.

Amores enredados por internet

No se que nombre usar, ponganmelo ustedes:

27 septiembre, 2008 en 7:50

hola,

…..en oct del año pasado conocí a un tipo de México el cual me encantó por su forma de hablar y su sensibilidad, debo anotar que ya hacía unos meses hablaba con otro mexicano del cual estaba perdidamente enamorada, pero sabía que me mentía mucho, pero igual lo seguía amando, aunque negaba fervorosamente sus mentiras (mentiras comprobadas, como que era casado, hablaba con otras tipas, en fin).

A este segundo mexicano nunca le dije que tenía un novio. El pobre se enamoró perdidamente de mi, aunque era divorciado, vivía en la misma casa con su familia incluyendo su ex- pero entre ellos no existía nada, también comprobado, pues le hablaba su teléfono fijo y en ocasiones me contestaba su ex que inmediatamente lo pasaba, diciéndole “te llama tu novia”….

Este tipo de 42 años me dijo que vendría a mi país a conocerme y a casarse conmigo, la verdad no le creí por ser tan rápido, solo habían pasado tres meses de conocernos. Pero así fue. Dos meses después me dijo que al día siguiente llegaría a mi país. Me confirmó la hora en que debía recogerlo en el aeropuerto.

Yo solo lo había visto una sola vez por cámara y tenía como tres fotos de él. La verdad su físico no me gustaba pero interiormente me encantaba, jamás me habló de cibersexo ni nada de esas cosas (con mi novio si pasaba eso y aparte de eso también tiene muchas fotos mías en ropa interior, baby dolls y vestido de baño; y yo también tengo muchísimas fotos del mismo tipo) …. pero de éste solo tres fotos del rostro y él mías varias pero en reuniones y fiestas, la verdad no sé porque nunca le dije que se pusiera a la cam, después de esa sola vez que no fue más de 5 minutos, ni él me pidió a mi ponerme a la cam tampoco…

Ay, amigas, cuando yo vi ese tipo en el aeropuerto quise tener alas para volar!!!!!!!, lo que tiene de lindo por dentro, lo tiene de feo por fuera…..la verdad lo llevé a un hotel, luego salimos a almorzar y a mí las lagrimas me rodaban solas. Sentía mucho dolor por lo que le había hecho, no debí aceptar que viniese sin antes conocerlo mejor y aparte de eso estando tan enamorada de este mentiroso….que entre otras cosas , seguimos la relación……basada en una mentira, pero este condenado corazón no me hace caso.

Éste pobre tipo le tocó regresarse a su país con el corazón destrozado. Me dolió tanto cuando entre lágrimas me decía que por favor me casara con él y nos fuéramos a su país. 

Me dolió verlo arrodillado frente a mí, diciéndome que había cambiado todo por mí: su familia, su hija que es su adoración; todo lo dejó por mí, porque cuando ellos se dieron cuenta que él venía a buscarme le

dijeron que escogiera…. o ellos o yo…..y adivinen a quien escogió él?….

Les digo que de verdad me dolió mucho verlo así, pero no podía, no me gustaba ni un ápice.

Fui una irresponsable, estúpida que no pensé más que en mí Creía que todo sería perfecto y que por fin mandaría al mentiroso a “freír monos al África.” Pero no fui capaz ni siquiera de darle un beso…..nunca le dije los motivos de mi cambio de decisión, ¿qué le podía decir?…..

Él tuvo que verse dado cuenta por mi actitud hacia él desde que lo saludé en el aeropuerto Tendría que ser ciego y tonto para no haberse dado cuenta, pero igual nunca me lo dijo …. y les cuento lo peor…. su corazón también es bien terco…. aún me AMA!!!!!!! y dice que no se resignará a perderme, que en cuanto le llame vendrá por mí y me llevará con él y seremos felices para siempre, porque él sabe que yo lo amo, solo que estoy confundida….

Si, amigas….él también le echa mentiras a su corazón. Igual que yo le echo mentiras al mío, con respecto al otro tipo…. esta es la vida…. daría tanto para que este hombre fuera el hombre que yo amo con todas las fuerzas de mi corazón y que me hace sufrir inmensamente.

PREGUNTAS.

¿Qué te parece la actitud de esta niña?

¿Por qué algunas mujeres “juegan” a tener varios amores?

¿Crees que el internet te mete en un mundo irreal? ¿Es peligroso?

¿Crees que algunas personas se atreven a hacer en internet lo que no se atreverían en el mundo real, como, por ejemplo, mandar fotos provocativas, decir cosas íntimas, mentir, mostrarse, incluso, tener ciebersexo?

¿Has tenido alguna experiencia de amores o amistades por Internet?

¿Es inmaduro hacer viajar a personas que no se conocen? ¿Es inmaduro que a los tres meses de conocerte en internet te vengan a buscar’ ¿Es todo esto una estupidez en grado mayúscula?

¿Por qué hay personas que se ilusionan tanto y viven prácticamente en una gran mentira?

¿Cómo podemos superar cualquier tipo de adicción a internet?

 

 

NUESTRA MIRADA DE FE.

“He conocido al hombre de mi vida.”  ¿Suena hermoso? Sí, es hermoso y,  además, si los dos sienten lo mismo o así se lo quieren creer.

No podemos negar que el amor es necesario e indispensable en nuestra vida, ¿pero qué queremos de ese amor? ¿Es suficiente con verse por unas horas a través de la cámara? ¿Será posible que la tecnología, además de útil sirva para hacer el milagro de encontrar el amor?

Existe un pequeño inconveniente aunque el amor sea “profundo” por parte de los dos, es que es un amor a distancia, amor que está en la red. Pero no importa, hay planes para conocerse, ahora existe una esperanza de ser feliz, de comenzar una nueva vida al lado de ese amor que habita en el corazón enamorado, pero también habita en la red.

Aun así, esas promesas son la fuerza para seguir en la dulce espera del momento anhelado del encuentro. La fecha se acerca y un día te escribe un mensaje diciendo que es necesario aplazar el viaje, por motivos de trabajo. Vuelves a esperar y así se va aplazando la fecha tan esperada

Por fin el sueño se hace realidad, te llama, dice que necesita verte, pero quiere verte en otro lugar más cerca al tuyo para que no tengas que viajar hasta su país. Pero haces lo imposible por viajar junto a él, y llegas, se encuentran y todo es muy hermoso. Pero te llegó el momento de volver a la realidad, debes regresar con la promesa de estar juntos muy pronto para no separarse más…

De pronto descubres que tu príncipe azul cambió de color, has alcanzado las nubes con tus manos y ahora se te derrumban. Descubres que tu amor ya tenía otro amor en la red, y de paso, tiene un amor real, un amor con quien convive, un amor a quien también le mintió para poder estar contigo. Y así, sin un “perdóname” se pierde en una maraña de alambres que un día te atraparon.

Poco a poco comienzan a escasear los mensajes, ya no te llama, ¿qué pasó con ese amor tan grande que dijo tenerte? Te desesperas y lloras, extrañas las noches de chat, de palabras hermosas que te hacían sentir viva. Ese amor ahora se ha convertido en algo destructivo para ti, te quedas buscando respuestas en la red que te atrapa entre los recuerdos y los lamentos de haber entregado todo a cambio de nada…

¿Qué viene después? ¿Dolor, verdad?

Creo que siempre llega el momento de encontrar el “cable a tierra”. La realidad es mejor que la ilusión, aunque sea doloroso.

En nuestro grupo mariano vamos a prender a conocernos y apoyarnos, no la “virtualidad”, sino en cada una de nuestras reuniones y en nuestras oraciones.

El mundo de Dios es de una realidad tan grande que puede transformar a cualquier persona en forma extraordinaria. ¿Cuántos santos y santas han vivido esta experiencia?

 

Hay que ser valiente, hay que rescatar ese corazón que diste a pedacitos y reconstruirlo de nuevo. Acércate a tu familia, a tus grupos mariano, a las Hermanas, a la Eucaristía, a la oración de todos los días y verás cómo empiezas a salir adelante.

No te olvides, en el Oratorio queremos aprender a autoeducarnos, conociendo el gran MODELO de nuestra vida, la Virgen María, nuestra MADRE.

Hoy me comprometo con mi Grupo Mariano. He encontrado el lugar donde voy a cambiar.

Atracción al Mismo Sexo

 “Estaba experimentando una lucha interior entre el Espíritu Santo y la esclavitud del pecado.”

“Es sólo una fase” decíamos mi madre, mis dos hermanas mayores y yo, durante mi primer año de escuela secundaria. Estaba enamorada de la chica más bonita y más popular de la escuela. Poco sabíamos que esa era la primera de muchas veces en mi adolescencia que comencé a experimentar sentimientos homosexuales.

Durante mi año final de la secundaria no lo podía soportar más. Sentía como que un día esos sentimientos homosexuales estarían a punto de estallar incontrolablemente fuera de mí. Asumí que mi familia no entendería así que escribí una nota anónima al club “gay & lesbian” de la escuela pidiendo ayuda. Entonces me di cuenta que una profesora de la que estaba enamorada era bisexual. Arreglé una cita para almorzar con ella y terminó comprándome una novela lesbiana de ficción para ayudarme a “emerger”.

Pronto me enteré sobre grupos “emergiendo” (“coming out”) en la ciudad y comencé a asistir a ellos regularmente. Empecé a ver a una consejera lesbiana. Ella no hizo mucho sino confirmar mis sentimientos. Después empecé a ver a una psicóloga, a quien me refirieron, que enseñaba en mi escuela. Ella trató de empujarme dentro del estilo de vida lesbiano. Sus palabras exactas fueron “¿Cuándo dejarás de vivir tu vida en el limbo?”. El “proceso” estaba alargándose tanto conmigo porque muy dentro de mí sabía que algo andaba mal. Sabía cómo se sentía mi familia. Asistí a la Iglesia regularmente y oraba para saber el camino correcto a tomar, a pesar de eso continuaba buscando ayuda en todos los lugares equivocados.

En medio de todo esto en realidad conocí a un hombre en el que me interesé. Él era todo lo que yo podría haber buscado en un novio, pero tuve que terminar con él después de tres meses porque los sentimientos homosexuales continuaban trepando sobre mí. Esto me empujó aún más dentro del estilo de vida lesbiano.

Cuando mi mamá trajo a colación la religión yo me desahogaba diciendo que no había tal cosa como el infierno. Yo estaba recitando todas las mentiras de Satanás. Justificaba mi estilo de vida a mi hermana diciéndole que yo podía tener toda la diversión que quería y no preocuparme del control natal o de quedar embarazada. Incluso encontré una monja que me aseguró que a Dios no le importaba si yo perseguía relaciones lesbianas. Cuando mi conciencia me incomodaba hablaba a esta monja quien me afirmaba en el camino que estaba tomando.

Mi familia me dio un ultimátum: deja la escena “gay” o múdate. Dispuse mi mente para mudarme con mi “novia”. Pero el Espíritu Santo tenía otros planes. Me enteré que justo el día siguiente una de mis hermanas mayores quería verme y hablar conmigo. “Muy bien”, pensé, “ahora podré realmente darle a ella cada pieza de mi mente.” En lo profundo yo estaba temerosa e infeliz por lo que estaba haciéndole a mi familia, pero a pesar de todo fui a ver a mi hermana, armada de todos mis libros pro-gay y preparada para refutar lo que sea que tuviera que decirme. Yo estaba lista para la batalla.

Las cosas no ocurrieron como yo lo había planeado. Mi corazón se abrió cuando mi hermana amorosamente habló acerca del corazón y la voluntad de Dios y cómo ella y el resto de la familia realmente me amaban. Ella estaba dispuesta a trabajar conmigo y me pidió que por lo menos le diera seis meses para tratar. Dijo que yo tenía que cortar de inmediato mis amistades lesbianas. Dijo que tenía que confiar en ella. Sorpresivamente me encontré a mí misma diciéndole “Sí”. Realmente estaba diciéndole “Sí” al Espíritu Santo.

Lloré todo ese día. Estaba helado y lluvioso. Me encontraba en un desorden emocional y sabía que tenía un camino difícil por delante. A pesar de ello nunca había sentido el amor derramarse sobre mí como esa vez. Estaba experimentando una lucha interior entre el Espíritu Santo y la esclavitud de Satanás. Más tarde me enteré que mi hermana había estado orando por mí desde su corazón y que ella ni siquiera sabía lo que estuvo diciendo. Con la ayuda de Dios puse fin a mis ataduras lesbianas dentro de los siguientes dos días.

Los siguientes seis meses ciertamente no fueron fáciles, pero un completo nuevo mundo estaba abierto para mí. Mi literatura “gay” fue reemplazada por literatura religiosa. Empecé a asistir regularmente a reuniones de oración y estudios de Biblia. Decidí escuchar la radio cristiana y a ver televisión católica. También empecé a asistir a grupos de apoyo espiritual diseñados para ayudar a personas como yo.

Hubieron muchas noches en que extrañé a mi “novia” y estuve tentada de ceder y llamarla. Doy gracias al Señor que me salvó en el momento perfecto, antes de que ella se volviera mi “amante”. Él ciertamente sabe cuánto sufrimiento necesitamos para volvernos maduros y completos, cuánto podemos soportar. No me ayudó el que ella dejara un mensaje en mi máquina contestadora diciéndome que me extrañaba terriblemente. Hubieron días y noches que lloré y lloré. Una noche fui al patio trasero, miré al cielo y estaba alegando con Dios para que me dijera por qué. Mi hermana siempre estuvo ahí para mí. Aprendí cómo encargarme de la tentación. Cada momento de debilidad me hizo más fuerte. Cada evento era un cambio radical. Vivía apoyándome en citas de la Biblia. Jesús con certeza me tenía agarrada.

Mayores aspectos de mi sanación tomaron lugar cuando comencé a rezar el rosario diariamente, ir a Misa diaria y pasar tiempo con Jesús en el Santísimo Sacramento tan a menudo como era posible. Mis tentaciones homosexuales declinaron.

Aún soy amiga del hombre que conocí hace más de tres años. Le hablé sobre mi pasado y de mi decisión de dejar al mismo atrás. Él estaba muy orgulloso de mí. Sentimientos heterosexuales están gradualmente comenzando a surgir hacia él y quizás un día Dios nos una en matrimonio, si Él piensa que estoy lista para ello. Es algo por lo que ahora estoy orando.

Lo importante es mi compromiso a una vida de castidad en unión con Cristo. Aún tengo tentaciones ocasionalmente pero no las dejo molestarme o que interfieran con mi vida porque creo que “¡Él que ha comenzado Su buena obra en mí, la continuará hasta el día de Jesucristo!”

PREGUNTAS.

¿Es normal la homosexualidad?

¿Es verdad que los sentimientos no se pueden controlar?

¿Por qué esta niña empezó a meterse en el mundo del lesbianismo? ¿Qué la detenía?

¿Crees que la familia actuó bien, o debería haberla apoyado en sus inclinaciones lesbiánicas?

¿Por qué lloraba tanto?

¿Cómo salió de su vida de lesbianismo?

¿Por qué la posteadora Magui vive en un infierno?

¿Por qué se dan sentimientos enfermos en las relaciones homosexuales?

¿Qué te pareció el posteo “MENSAJE DE DIOS, PARA UNA JOYA QUE SE LE HA EXTRAVIADO” COMO LAS LESBIANAS, PROSTITUTAS, HOMOSEXUALES, GAY. TRAVESTIS, EN LA PORNOGRAFÍAS, Y MUCHO MÁS.”?

¿Por qué el internet puede destruir tu vida?

 

 LIBRE DEL LESBIANISMO GRACIAS A MI PADRE CELESTIAL

Hola, este es mi testimonio, nunca lo he dado, porque realmente me ha dado como pena, pero realmente quiero decir de donde Dios me saco.

Todo empezó cuando estaba pequeña, me gustaba ver pornografía, y en mi casa había un niño como de 12 años, con el tuve mi primer experiencia sexual, y fue por mi gusto, él no me obligó, yo tenía como 10 años, luego fui creciendo, y me gustaba masturbarme, no podía pasar un día sin que me masturbara, luego según yo me habia arrepentido de eso, era católica, y me confesé con el sacerdote.

Pero siempre tuve el deseo de ver películas pornográficas, y me masturbaba más cuando miraba a dos chicas teniendo relaciones, esto fue como a los 17 años, yo realmente no quería aceptar lo que me estaba pasando, yo siempre decía que eso estaba mal, porque por eso Dios creo al hombre y a la mujer.

Pero después en internet me metí a una página, para encontrar novio, y no fue eso lo que encontré, encontraba amigos casuales, nos poníamos de acuerdo, quedábamos de vernos en un lugar, y luego nos íbamos a un motel, pero solo quería sentir el placer de la carne.

Luego me di cuenta que las chicas me gustaban más y más, aunque nunca lo quise aceptar, siempre tenía ese temor, luego de que había tenido muchos novios, y todos porque yo no me di mi lugar, solo querían acostarse conmigo, y me decepcioné más, cuando estuve a punto de casarme y el chico me dejó.

Luego de eso, ingrese de nuevo a la página de internet, ya realmente era por curiosidad, ingrese a buscar chicas lesbianas,( a todo esto ya tenía 22 años, y tenía mi novio), y efectivamente encontré a una chica, yo nunca había estado con ninguna chica, pero me llamaba la atención.

Entonces nos comunicamos, y ella fue por mí a la universidad, nos quedamos en un hotel esa noche, cuando tuve relaciones por primera vez con ella, y fue la última vez que estuve con ella, ya no quería estar con ella, yo misma me daba asco por lo que había hecho.

Después mi novio me propuso matrimonio, y nos casamos, nuestra vida sexual pues era buena, pero siempre me daban ganas de volver a estar con una chica, y luego de eso, volví a la misma página a buscar chicas, encontré a una mucho mayor que yo, que me doblaba la edad a todo esto yo tenía ya 24 años, bueno casi me doblaba la edad ella tenía 40.

Con ella estuve más veces, pero sólo nos reuníamos para tener sexo, a todo esto mi mamá tenía unos problemillas en estados unidos, y ahí fue cuando ella acepto a Cristo, incluso cuando me casé, ella ya había aceptado a Jesús. Me decía que aceptara, pero yo como «buena católica», no quería.

Mi esposo y yo empezamos a tener problemas, yo me sentía mal porque no quedaba embarazada, y de igual manera me llamaban la atención las chicas. Al fin asistí con mi mamá a la iglesia, y fui por compromiso, sólo para que dejara de insistirme.

Sentía que Dios no me perdonaría, que si lo confesaba a un sacerdote, que vergüenza.
Pensé: «Por qué las cosas del mundo las haces rápido, y por qué no aceptas a Cristo en tu corazón, él te puede perdonar todos tus pecados».

Me abrí al amor de Dios y me amparé en la Virgen, mi madre del Cielo y desde entonces, si he tenido tentaciones, pero ya no es el deseo que tenía antes. Hace más de un año que yo ya no tengo relaciones con chicas, y ya no pienso tenerlas, porque yo he nacido de nuevo.

NUESTRA MIRADA DE FE.

En nuestro Oratorio vas a conocer la palabra ODOLOGÏA. ODOS = Camino y LOGOS = estudio. Significa estudiar el camino para ir cambiando.

La gracia va a ser justamente la odología, ese camino que hay que buscar, que parta desde el «soy como soy» hasta llevarnos al «cómo debo ser», a la plenitud, a la santidad. Es la misma persona, que evoluciona hacia su perfección.

Todo  nuestro Movimiento está influido radicalmente por esta practicidad gradativa (odología), en el plano pedagógico particularmente. En la práctica descubrimos que la forma de poder llegar al pueblo sencillo, tenía que ser extraordinariamente práctica y muy gradativa. Si no tomábamos esta postura, el joven, la niña, la señora, el matrimonio, no podían sentirse en casa, que les fuera verdaderamente auténtico el mundo del Evangelio.

Lo importante es hacer un camino concreto desde uno mismo se encuentra, no desde donde se encuentran los demás. Respalda esta pedagogía un sistema de grados, de compromisos, de programas de vida espiritual, de modelos, etc., que aseguran un crecimiento desde el corazón mismo de las personas, hacia una madurez de vida cristiana.

Padre escribe carta a su hija para animarla a que disfrute de su sexualidad

El escritor estadounidense Ferret Steinmetz publicó en su página web una columna que se ha hecho viral y que, de seguro, generará debate.

«Amo el sexo. Es divertido. Y porque amo a mi hija, quiero que ella tenga los mismos placeres de la vida que yo tengo, y ojalá más».

Las palabras son de Ferret Steinmetz, un escritor estadounidense que motivado por una carta titulada «10 reglas para salir con mi hija» que durante semanas ha circulado por internet, decidió escribir la propia para animar a su hija a que disfrute libremente de su sexualidad.

Y aunque reconoce que no desea escuchar mayores detalles para no imaginarse cosas en su cabeza, Steinmetz alienta a su hija a «salir y jugar»

«Porque el sexo consentido no es algo que los hombres tomen de ti; es algo que tú das. Dar placer a alguien no es algo que te rebaje. Menos te degrada tener placer tú misma. Y cualquiera que lo vea de otra manera es un hombre que seguro tiene un concepto muy pobre de las mujeres», dice.

 

En su carta, el escritor manifiesta que no desea ver a su hija encerrada en una jaula de cristal, para evitar que otros le hagan daño y le rompan el corazón. Por el contrario, su opinión es que debe salir y experimentar.

«Tú no eres yo. Tampoco eres una extensión de mi voluntad, así que necesitas salir a cometer tus propios malditos errores, a aprender cómo ponerte en pie después de caer, a aprender dónde están los vendajes para cerrar tus propias heridas. Yo te ayudaré», sostiene.

«Ama la música que yo detesto, mira las películas que me aburren. Conviértete en una mujer fuerte que sabe lo que le gusta y sabe dónde encontrarlo», agrega.

Eso sí, Steinmetz advierte a su hija que probablemente va a resultar herida, a veces incluso con su consentimiento. «Pero no te diré que el sexo es malo o que eres mala por querer tenerlo, o que otras personas sean malas por querer obtenerlo de ti, siempre y cuando estés de acuerdo en proporcionarlo», le aclara.

«Eso es lo que quiero para ti, querida. Una vida plena de grandes errores y gigantescos triunfos. Ahora sal y busca todas esas cosas que amas», finaliza.

 

PREGUNTAS.

¿Qué opinas de la moralidad de ese papá?

¿Es correcto enseñar de esa manera?

¿Si el fuego te puede carbonizar, es bueno aconsejar a tus hijos que se quemen, para que aprendan?

¿Cómo enseñar con valores y con cierta libertad?

¿Por qué hay gente que apoya a este papá?

¿La mentalidad del papá refleja una persona esclava de la sexualidad desordenada? ¿Cuándo una persona se hace esclava?

¿A pesar de la juventud, se puede vivir una sexualidad ordenada?

¿Tú crees que la gracia de Dios puede hacer algo importante en la forma de vivir la sexualidad?

 

NUESTRA MIRADA DE FE.

Es difícil entender que la sexualidad  está al servicio del amor y de la vida. No es un mero vehículo para el placer egoísta del hombre. Qué fácil es acostumbrarse a un tipo de trato con la mujer, o con el hombre, desordenado.  Son frecuentes las conversaciones de doble sentido y de “la cintura para abajo”. “Las minas”, “los minos”, como les gustaba llamarse, desfilan por la vida, pero nunca una amistad que valga la pena. La morbosidad y el trato chabacano es lo común. Todo esto alimentado por un ambiente fuertemente erótico en el cual la pornografía golpea fuerte en sus vidas.

Para nosotros en el Oratorio la sexualidad tiene que ver con los tres planos del hombre auténtico

+ con el plano corporal-instintivo

+ con el plano sicológico o del alma: el instinto está subordinado a la inteligencia y voluntad y está al servicio del amor entre varón y mujer

+  con el plano sobrenatural: la sexualidad es redimida y transfigurada por la gracia y en el sacramento del matrimonio es elevada a signo del amor de Dios

El instinto sexual es tridimensional, es una tendencia que tiene tres direcciones:

* la tendencia corporal: la mutua atracción física, a las caricias y la unión

* la tendencia del alma: a la unión espiritual, al encuentro personal y afectivo entre  varón y mujer, a la complementación mutua de valores, al servicio del amor

* la tendencia creadora: a proyectarse y ser fecundo al servicio de la vida. Por eso repercute en la actividad, el trabajo (deporte, alegría en la carrera o trabajo: el fracasado tiene problemas en lo sexual) y en la fecundidad del amor personal entre varón y mujer: el amor no se encierra, se proyecta, quiere dar fruto, un día en los propios hijos. Amarse no es mirarse a los ojos, sino mirar juntos a una misma meta. 

En la adolescencia van apareciendo los tres aspectos o dimensiones con distinta acentuación:

  1. Pubertad (12-14): más acentuadamente el cambio físico, la dimensión corporal de la sexualidad [Genitalidad]
  2. Adolescencia (14-18): se acentúa además la dimensión afectiva- espiritual en el encuentro con las chicas [Afectividad]
  3. Juventud – vida adulta (desde los 18): se agrega con más fuerza la dimensión creadora, fecunda [Amor oblativo]

En la vida de muchos jóvenes aparece claramente que para él la sexualidad es puro sexo, instinto, pero no hay nada que la trascienda. Para muchos jóvenes la tentación es la misma, y el resultado será el mismo, la soledad.

La caricia es auténtica si expresa realmente el amor que los une. De lo contrario es un signo falso, una mentira. El signo se vacía de su verdadero significado y no expresa amor sino egoísmo («atracar», “andar” prostitución, violación). Una caricia sin amor es una palabra vacía, un cheque sin fondos, es como un cadáver – un cuerpo sin alma -. Una caricia que sólo busca el placer egoísta es una mentira y falsificación del amor.

Si toda caricia debe expresar y corresponder al amor de pareja, la unión sexual – máxima expresión exterior del amor – debe corresponder al amor más grande posible entre varón y mujer, para lo cual ha de ser un amor:

* total: entrega mutua total

* exclusivo: sólo y todo para tí

* definitivo: para siempre

* fecundo: que quiere dar fruto

* responsable: que asume el futuro y sus consecuencias

Precisamente un amor así, por definición, es el matrimonio.

Por eso la unión sexual es el signo más grande y más sagrado del amor y de la vida. Es el signo propio del matrimonio: no hay matrimonio sin unión sexual y no debe haber unión sexual fuera del matrimonio.

Fuera de él la unión sexual está vaciada, sin aval de amor, es un engaño, y por eso, cuando se realiza a «medias» se desvirtúa y no llega a su plenitud.

Es muy importante tener claridad en los principios morales y en los ideales:

– si no se vive como se piensa se termina pensando como se vive

– se cede a las costumbres del ambiente y se hacen concesiones a la debilidad.

En el Oratorio hemos ido aprendiendo que el trato con  el sexo opuesto es algo importante, porque toda mujer  representa a María, y todo hombre representa a Jesucristo, aunque haya algunas que son como una imagen empañada o encharcada.

Tiene que haber en nosotros un profundo respeto, como parte de nuestra formación, no permitirnos empañar la  imagen de María y de Jesús, y  no dejar que otros lo hagan.

En el segundo grado se nos presentan dos metas que van en este sentido, no tener relaciones sexuales antes y fuera del matrimonio. La razón de esto es justamente lo que explicábamos anteriormente, porque fuera de él está vaciada, sin aval de amor y por lo mismo es una mentira. Si hay algo que es inaceptable para un joven es justamente el engaño y la mentira. La otra meta es no ver pornografía, porque la pornografía envilece a la mujer y también al hombre que se deleita en esa imagen erótica hecha artísticamente para  excitar.

María, como mujer nos enseña y nos educa a respetar a la mujer y al varón. El Oratorio es una escuela maravillosa donde se forman los grandes santos de nuestro tiempo.

Es tanto lo que vemos de sexo a través de los medios de comunicación que, en general, tendremos a sobrestimar la proporción de jóvenes que tienen relaciones premaritales y de adultos que tienen relaciones extramaritales.

No es raro que al preguntar tanto a jóvenes como a adultos cuál creen ellos que es la proporción de jóvenes sexualmente activos, tiendan a sobrestimar con creces esta relación. Son muchos los que piensan, erradamente, que las relaciones premaritales constituyen un fenómeno abrumadoramente mayoritario. Un estudio reciente muestra que hoy, en Chile, el porcentaje de jóvenes entre quince y diecisiete años que reconocen haber tenido al menos una relación sexual es de un 30,6%.

El problema es que esa situación a futuro puede cambiar, especialmente si muchos estiman que tener relaciones premaritales es algo que hace “todo el mundo”, y además ello se conjuga con un esquema infantil de pensar que “si la mayoría lo hace, está bien” o, peor aún, “si lo hago yo está bien”. Una muestra de éste último criterio, vale decir “si lo hago yo está bien”, queda evidenciado en la respuesta a una entrevista periodística hecha a un estudiante y dirigente universitario, quien señaló textualmente:

“Si me preguntan, Arturo ¿crees en las relaciones prematrimoniales? Contesto sí. ¿Y por qué? Porque yo las tengo”.

Hay un porcentaje de jóvenes, y de adultos también, que parecen estar convencidos de que lo que ellos hacen está siempre bien, analizan su realidad en términos egocéntricos y no se cuestionan sus alternativas ni sus decisiones. Sin embargo, hay decisiones frente a las cuales corresponde plantearse con seriedad, realismo y evaluando los riegos que ellas implican.

En el caso de la actividad sexual se advierte que priman los modelos que las promueven. Los mensajes que incitan a la actividad sexual vienen de múltiples  vertientes, desde inocentes entrevistas de perfil humano de estudiantes hasta las canciones de moda. Es indudable que tanto jóvenes como adultos nos vemos inundados por estímulos eróticos a granel. Mientras que en la época de nuestros abuelos las películas terminaban con un beso y el resto quedaba a la imaginación del espectador, hoy en día las películas parten con los protagonistas en la cama: la relación sexual se ha vulgarizado al punto de que ya no representa un signo de la intimidad más profunda entre un hombre y una mujer. Se han construido imperios de millones de dólares rebajando la sexualidad a un bien de consumo masivo. El problema es que va contra la naturaleza de los seres humanos el vivir la sexualidad despersonalizada a la que nos empujan los medios de comunicación,  a través de mensajes equívocos. Y los más susceptibles a dejarse llevar por esos mensajes, que engañosamente hablan de placer sin costo, son algunos adolescentes.

Es indispensable que nuestros grupos permitan que nazcan y crezcan verdaderas personalidades juveniles que venzan la masa. Desde el 3º grado hemos conversado lo importante que es ser hermanables sin masificarse. Participar del grupo mariano a la altura del 3º y 2º grado significan salir de la masa, sobre todo en este punto que es tan susceptible para los jóvenes. De una buena decisión dependerá prácticamente tu vida futura. Un joven masificado es un joven que anda a la deriva, nosotros queremos formar un joven lleno ideales grandes, y para eso es importante que te vayas acostumbrando a llevar una vida espiritual consecuente con este ideal. La misa dominical es fundamental, ya que sin vida eucarística no se puede vencer al hombre masa que se deja llevar solamente por los instintos. La bitácora y el ADP son herramientas esenciales ya que te permiten analizar tu vida y profundizar en las cosas que haces, de lo contrario te quedas en la superficie de las cosas. La reunión semanal de grupo y el ASG. Pero todo esto debe estar guiado por un fuerte amor a María en el Oratorio ¿cuántas veces has ido al Oratorio Central este año a visitarla?

Viernes 20 de marzo de 2015

«Mujer criada por lesbianas escribe carta a comunidad gay: “Sus hijos están sufriendo”»

“Les estoy escribiendo porque me estoy permitiendo a mí salir del clóset: No apoyo el matrimonio gay”, dice parte de la misiva. Su posición genera debate en la web.

“Comunidad gay: soy hija de ustedes. Mi mamá me crió con su pareja del mismo sexo en los 80 y 90 (…) Amé a la pareja de mi madre, pero otra mamá jamás podría haber reemplazado al padre que perdí”. Estas son las palabras de Heather Barwick, una mujer hétero, de Estados Unidos, casada y con hijos, y, tal como ella lo indica, que creció en un hogar con dos mamás.

Barwick explica su caso, diferente al que podría tener un menor concebido de forma artificial hoy en día, pero que expone un tema no menor, como lo es ser criada por una pareja del mismo sexo en el hogar: Su mamá siempre fue lesbiana, pero en los años que corrían, no se sintió con la libertad de asumir su orientación sexual, sino que se casó y tuvo a Heather. Cuando ella tenía unos dos o tres años, su mamá decidió salir del clóset, se separó y se atrevió a darse la oportunidad de tener una relación con alguien que de verdad amaba, y que era otra mujer. Desde entonces, el padre biológico de Heather decidió desaparecer de la vida de su hija.

La autora de la carta, continúa la misiva, comentando que terminó siendo criada por su madre biológica y la pareja, que la trató siempre como si fuera su propia hija, y que vivían en una casa de los suburbios norteamericanos, en un entorno gay y liberal. “Aprendí mucho de uds., a cómo ser valiente, sobre todo cuando es más difícil.

Me enseñaron a ser empática, a escuchar, a bailar, a no tenerle miedo a las cosas que son diferentes, y a ponerme de pie por mí misma, incluso si eso significa quedarme sola (…) Les estoy escribiendo porque me estoy permitiendo a mí salir del clóset: No apoyo el matrimonio gay”.

Quería desesperadamente a un papá

Heather, una asidua a las marchas pro derechos gay, continuó su misiva: “Los niños necesitan de una madre y un padre (…) Es ahora que viendo a mis hijos amando y siendo amados por su papá, todos los días, que puedo ver la belleza y sabiduría que hay en un matrimonio y paternidad tradicional”.

“Crecí rodeada de mujeres que decían que no necesitaban ni querían a un hombre. Sin embargo, siendo una niña, quería desesperadamente a un papá. Es extraño y confuso ir con este inextinguible y profundo dolor por un padre, por un hombre, en una comunidad que dice que los hombres son innecesarios”.

“No digo que ustedes no puedan ser buenos padres (…) Sabemos que existen muchas maneras diferentes en las que una familia puede quebrarse o hacer sufrir a un niño: divorcios, abandonos, infidelidad, muerte, etc. pero en general, la estructura familiar más exitosa ha sido una en la que los niños son criados por un padre y una madre (…) El matrimonio gay no solo está redefiniendo el matrimonio (de hoy) sino que también la paternidad (…) Negándonos (a los hijos) algo precioso y fundacional”.

“¿Por qué los hijos de la gente gay no puede ser honesta? (…) los hijos de padres divorciados tienen permitido decir: ‘oye, mamá y papá, los amo, pero el divorcio me destruyó y ha sido muy duro.; rompió mi confianza y me hizo sentir que todo era mi culpa. Y es tan difícil vivir en dos casas distintas (…) Pero a los hijos de padres del mismo sexo no se les ha dado la misma voz (…) Muchos de nosotros estamos asustados de hablar de nuestra herida y nuestro dolor, porque por alguna razón, sentimos que no nos escuchan (…) o que nos califican como enemigos”.

“Sé que ustedes se han sentido odiados y que realmente los han herido. Yo estaba ahí, en las marchas, cuando otros llevaban pancartas que decían ‘Dios odia a los mar#$%’ y ‘El sida curó la homosexualidad’. Lloré y ardí de rabia junto a ustedes en las calles. Y esa gente (que los odia) no soy yo, no somos nosotros. Sé que esta es una conversación difícil. Pero necesitamos tenerla. Si alguien sabe lo que es hablar de cosas difíciles somos nosotros. Ustedes me enseñaron a hacerlo”.

 

PREGUNTAS.

¿Es justo “odiar” a los homosexuales?

¿Es esta señora agradecida de sus “padres” (mamá y mamá)?

¿Por qué los niños necesitan de padre y madre?

¿Por qué los niños de “padres” gay no tienen voz?

¿Por qué es difícil juzgar al papá biológico de esta señora?

¿Es verdad que la falta de padres produce niños carentes y con frustraciones?

 

NUESTRA MIRADA DE FE.

Hoy es muy difícil enfrentar la prepotencia del Lobby Gay, que llegan a los países hablando de amor, e igualdad, respeto a a la diversidad, pero funciona como a aplanadora con las creencias religiosas, se burlan de los cristianos e imponen a costa de mucha violencia sus ideas.

Son unos lobos vestidos de oveja: primero, buscan como sea legitimar en la primera infancia la homosexualidad; después que existe más de dos inclinaciones; después que los niños no deben jugar con autitos y muñecas…. y siempre tienen atrás un circo que se parece al romano, enfervorizados con el amor, la diversidad. Felicitémonos por no pertenecer al circo.

La Iglesia considera el servicio a la familia como una de sus tareas esenciales.

Sabemos que el concepto de familia no nos pertenece, sino que lo hemos recibido de Dios: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre se unirá a su mujer y serán una sola carne” (Gen 2,24).

Con estas palabras se nos manifiesta una gran verdad: el matrimonio es el fundamento de la familia. La realidad del mutuo don de sí de los esposos es el único fundamento verdaderamente humano de una familia. Se ve  la diferencia específica con cualquier otro pretendido “modelo de familia” que excluya de raíz el matrimonio.

De igual modo, el matrimonio que no se orienta a la familia, conduce a la negación propia del don de sí y a la negación de su propia misión recibida de Dios, para sustituirla con un equivocado plan humano.

Nuestro Señor se eligió una familia. A la Virgen como madre y a san José, como padre adoptivo. ¿No te dice mucho que nuestro Dios, hecho hombre, respetara su propia visión de familia?

¿Cómo vivir la castidad?

Por: P. Jürgen Daum

 Quien hace la opción de vivir la castidad porque entiende que es lo mejor para él y para la mujer a la que ama, que ese es el camino para crecer y madurar en un amor auténtico, se encuentra ante una gran pregunta: ¿Y cómo vivo la castidad en lo práctico, en lo cotidiano? ¿Qué implica concretamente?

Para vivir la castidad lo primero es quererlo con firmeza. Desearlo con convicción y encontrar la motivación apropiada son fundamentales para la adquisición de la virtud de la castidad. En ese mismo sentido es importante que entiendas y estés convencido de que sí se puede vivir la castidad. Quien dice que es imposible, es porque no lo ha intentado seriamente o porque ni siquiera quiere intentarlo, y no porque él no quiera o no pueda, quiere decir que los demás tampoco pueden. En esto de intentar vivir la virtud de la castidad también se aplica aquello de que “querer es poder”.

La castidad ciertamente no se alcanza de la noche a la mañana, con solo quererlo y decidirlo. Requiere lucha y perseverancia en esa lucha. La castidad es una virtud, y nadie llega a ser un virtuoso sin esfuerzo, constancia, sacrificio, entrenamiento y mucha paciencia. No te desanimes jamás si fallas al primer intento, al segundo o al tercero. Lo importante es seguir intentando siempre de nuevo y nunca darte por vencido, nunca quedarte con la última experiencia de derrota.

Teniendo la decisión y con la convicción de que sí se puede, toca entrenarte. Como en las artes marciales, solo se puede alcanzar su perfecto dominio mediante técnicas, con un maestro que te enseñe y con la repetición diaria de ciertos movimientos y ejercicios. Recuerda que como en todo lo que requiere entrenamiento, también en el dominio de los propios deseos e impulsos sexuales por medio de la castidad, la repetición de actos virtuosos y la perseverancia son fundamentales.

Perseverar es nunca darse por vencido. Perseverar es ser un porfiado: si me caigo, ¡me vuelvo a poner de pie y vuelvo a la batalla! ¡Nada de quedarse tirado en el suelo luego de una caída! Perseverar implica ver la caída no como un fracaso, como la derrota final, sino como una oportunidad para aprender, para ser más inteligente en adelante y no cometer los mismos errores. Una caída no hace el final de la carrera. Es tan solo eso: un tropezón en el camino. Aunque falles, ¡el Señor siempre te ofrece una nueva oportunidad! Solo te pide que con humildad aceptes tu fragilidad, que aprendas de tus caídas y que vuelvas a la lucha apoyado en su fuerza.

El fracaso no consiste en una caída, sino en no querer levantarse nuevamente, en la decisión de abandonar la lucha. Aunque vuelvas a caer “siempre en lo mismo”, jamás debes ceder al desaliento, al desánimo. Siempre se puede volver a intentar de nuevo. Si siempre te vuelves a poner de pie, poco a poco, con el tiempo, con paciencia, verás que puedes ir adquiriendo un mejor dominio de ti mismo.

Ten en cuenta que por más buena intención que tengas en un momento de mucho entusiasmo, las caídas en el caminar son parte de la vida. Como me escribió un joven acongojado:

«He pecado, caí en la tentación, perdí mi castidad, mi segunda oportunidad para volver amar de verdad… me siento horrible… siento que decepcioné a todos los que me aman y sé que si no me quieren perdonar me lo merezco… en mi mente aún tengo como prioridad seguir amando a Dios y encontrar la felicidad, aunque por lo que hice diga todo lo contrario a todo lo que siento. Me siento mal conmigo mismo, me siento asqueroso, siento que no tengo cara para mostrársela a Dios. Yo quiero vivir en paz, he estado asistiendo a misa todos los domingos y entre semana también, pero sin embargo fallé. Necesito consuelo porque siento que iba bien y fallé y mandé todo al drenaje en un momento. Quiero vivir en paz y amar a la que algún día será mi esposa, ayúdeme, ayuden a este pobre pecador que implora redención, paz interior y seguir el camino de Dios».

También una joven me escribió luego de caer:

«Le cuento que caí, me siento avergonzada y triste, pensé seguir en la lucha constante, pero no pude. Ahora me doy cuenta de que es una lucha muy fuerte, que no pude seguir, pero me levanté, miré de frente. Pero ahora tengo más miedo que antes, me dejé llevar, me puse a tomar, tuve la oportunidad de dejar de tomar y no lo hice, y terminé casi cediendo a tener relaciones sexuales con un chico que supuse que era mi amigo. Me siento mal, no me porté bien, pero no me dejaré vencer por esta caída así que iré a confesarme para retomar mi lucha».

¡De eso se trata! De levantarse nuevamente, de pedir perdón, de aprender de los errores, de volver a intentarlo con más humildad y prudencia.

Como aquellos jóvenes que cayeron a pesar de haberse propuesto vivir la castidad, tú también puedes caer en medio de tus luchas. En ese momento podrás experimentar frustración, amargura, tristeza, vergüenza, podrás sentir que has decepcionado a Dios o a quienes confiaron en ti, o a ti mismo, y que ya no mereces ser perdonado. A pesar de ello el Señor no te dirá jamás «hasta aquí no más», «ya no mereces ser perdonado». No dejes jamás que la decepción de ti mismo te aparte de Dios o de quienes están allí para ayudarte a levantarte si caes y alentarte a seguir caminando. Por tanto, si caes, ¡pide inmediatamente perdón a Dios, levántate y vuelve a la batalla! ¡El Señor siempre te da la posibilidad de levantarte y empezar de nuevo!

Ahora bien, en nuestra opción por vivir la virtud de la castidad para amar de verdad es fundamental poner medios proporcionados. Un “medio” es algo que me permite alcanzar un fin. Así por ejemplo un medio para llegar a un lugar es un bus, un automóvil o una bicicleta. Pero un medio “proporcionado” es aquel medio adecuado que me permite llegar al fin deseado. No todos los medios son suficientes o apropiados. Por ejemplo, si quiero ir a un país que queda en otro continente no lo puedo hacer a pie o en automóvil únicamente. Debo hacer uso de otro medio de transporte: un avión o un barco. El automóvil, aunque sirve para movilizarse, no me sirve para cruzar el mar. No cualquier medio me permite alcanzar un fin deseado. Para alcanzarlo debo usar un medio proporcionado al fin que espero alcanzar.

Finalmente, lo que parece imposible, con Dios se hace posible. Los cristianos creemos que además de ser una virtud moral, la castidad «es también un don de Dios, una gracia»[1].

En cuanto tal, hay que pedirla insistentemente a Dios. Decía San Agustín: «Creía que la continencia dependía de mis propias fuerzas, las cuales no sentía en mí; siendo tan necio que no entendía lo que estaba escrito: que nadie puede ser continente, si tú no se lo das. Y cierto que tú me lo dieras, si con interior gemido llamase a tus oídos, y con fe sólida arrojase en ti mi cuidado».

El Señor en el Evangelio nos dice: «Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán» (Jn 15, 7), y también: «Yo les digo: Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá» (Lc 11, 9). Así pues, la oración para pedir pureza y castidad es indispensable en nuestra lucha diaria.

Además de la oración, la fuerza para luchar y el amor que queremos vivir los encontramos en los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación. Acudir a los sacramentos es fundamental. En la Eucaristía nos nutrimos de quien es el Amor mismo, de Cristo. De ese modo podemos crecer día a día en un amor verdadero, el mismo amor que Cristo nos tiene, el amor que Él nos manda vivir. Él, además, es fuerza para nuestra debilidad. Necesitamos de Él para amar más, para amar verdaderamente y para poder ser cada día más fuertes en nuestro empeño de vivir la castidad. Por otro lado, en el sacramento de la Reconciliación nos encontramos con el amor y la misericordia de Dios, que nos acoge cuando nos caemos, nos perdona, nos alienta y anima a ponernos de pie y volver a la batalla, cura nuestras heridas y nos fortalece en todas nuestras luchas con una gracia particular.

Comprometerse a vivir la castidad es entrar en una lucha dura. Quien entra en combate es muchas veces herido, a veces con gravedad. Comprometerse a vivir la castidad no es comprometerse a “nunca caer”, sino a luchar, día a día, y si en medio de la lucha caes, es tomar la decisión de ponerse nuevamente de pie para volver a la batalla. Si caemos, necesitaremos ser perdonados y curados, una y otra vez. Si te caes, acude al Señor a pedir perdón. Él te espera para perdonarte, para curar tus heridas, para alentarte a ponerte nuevamente de pie y seguir en la batalla. De eso se trata: no de nunca caer, sino de levantarnos SIEMPRE, y levantarnos CUANTO ANTES, sin consentir en la tristeza que nos hunde en el desaliento, en la desesperanza, que quiere hacerte creer que “no puedes”, que “siempre es lo mismo”, que “nunca podrás superar tu debilidad”. ¡Nada de eso es verdad! El Señor nunca te va a decir: “es verdad, tú no puedes”. ¡Jamás! El Señor nunca te va a rechazar. Nunca te condenes a ti mismo cuando el Señor te está esperando en su sacerdote para perdonarte «setenta veces siete» (Mt 18, 22), es decir, sin límite, sin medida.

Dicho esto, pasemos ahora a revisar las distintas situaciones que ponen en riesgo nuestra castidad, todo aquello que hemos de tener en cuenta para ser prudentes y para crecer en la virtud de la pureza. Sugeriremos también algunos medios que pueden parecer exagerados, pero que son muchas veces los medios necesarios para romper con situaciones pasadas que nos han llevado a la impureza. Hay momentos en los que sencillamente debo dejar de hacer cosas con ciertos “amigos” o apartarme de ciertas personas o lugares si es que quiero vivir la castidad, “recuperarme” y fortalecerme en el dominio de mis impulsos sexuales, a fin de orientarlos al amor verdadero.

  1. Cuida tu mirada

Los sentidos son como ventanas o puertas por donde entran los mensajes que despiertan la sensualidad, la imaginación, la fantasía, los pensamientos y deseos que finalmente nos llevan a la acción en contra de la castidad. Para vivir la castidad, debes aprender a purificar y cuidar tus sentidos, empezando por la mirada.

Los hombres somos “visuales”. Esto tiene una explicación desde la fisiología del varón. Con el inicio de la pubertad, la testosterona empieza a circular en mayores cantidades y esta influencia hormonal genera cambios químicos y anatómicos en el cerebro; las áreas responsables de la agresión y el sexo se hacen más grandes (2.5 veces más) en el cerebro masculino que en el femenino, por eso el hombre no solo piensa más en el sexo, sino que es más sensible (que la mujer) a los estímulos visuales y ello contribuye a que empiece a experimentar un interés inusual por las chicas. Por eso, mirar a las mujeres produce un placer inmediato, y mientras más muestra la mujer, mayor es el placer. El hombre ha sido diseñado así, para que las mujeres le llamen la atención y lo atraigan. Es algo natural. Todo esto es parte de cómo Dios nos ha diseñado. Si el sexo opuesto no atrajera nuestra atención y el sexo no fuese tan apelante, seguiríamos como en la escuela corriendo detrás de una pelota sin hacer caso de las niñas, o solo nos gustaría ir a la aventura.

Pero la distorsión viene cuando desde pequeños somos bombardeados por imágenes que nos estimulan continuamente, mostrándonos a mujeres hermosas, sensuales, provocativas, con muy poca y apretada ropa o con ninguna. Desde pequeños se nos “programa” a los hombres por medio de la publicidad, televisión, cine y demás a mirar a las mujeres como un león hambriento mira a una gacela herida.

Es importante que entiendas ahora lo que hace mucho entienden personas que se aprovechan de ese conocimiento para obtener algo de ti. Solo así podrás hacer algo al respecto. En una ocasión la doctora Reisman explicó ante el Congreso de los EE.UU el efecto que producen sobre el cerebro del niño las imágenes de mujeres seductoras (no tienen que ser explícitas). ¿Qué dijo?

  1. El cerebro de niños y jóvenes está siendo expuesto a material sexualmente sugestivo, que produce una respuesta emocional.
  2. En solo tres décimas de segundo la imagen pasa por la retina al cerebro y ocurre un cambio químico. Esta reacción automática ocurre mucho más rápido de lo que puedan pensar racionalmente, antes de que la mente consciente pueda decidir cómo responder.
  3. La parte cerebral que ayuda a pensar en las consecuencias de sus actos todavía no se ha desarrollado plenamente, ni lo hará hasta una década después. Es decir, se trata de “estímulo y respuesta” en su más pura esencia. Esta exposición a las imágenes altera su cerebro sin su conocimiento ni consentimiento.
  4. Estas imágenes causan una reacción emocional en el niño, y de este modo se inicia en ellos un patrón de adicción:
  • Con el tiempo estas imágenes seductoras se convierten en algo común y ya no causan el mismo estímulo que ocasionaron la primera vez que las vio.
  • La “desensibilización gradual” reclama imágenes cada vez más fuertes para poder experimentar la misma intensidad de sensaciones de la primera vez. Es un hecho que la mayor parte de nuestra sociedad ha sido desensibilizada por la cantidad de violencia y sexo que ven en TV. Ya todo nos llega a parecer “normal”.
  • Los deseos por una cada vez mayor estimulación se vuelven cada vez más exigentes y fuertes, y no hay nada que los satisfaga. Sin embargo, se filtra la idea de que “el siguiente nivel te traerá la satisfacción que buscas”.
  • Cuando las imágenes ya no bastan el cerebro “le grita” al adolescente que para quedar satisfecho tiene que EXPERIMENTAR aquello que está viendo, ya sea mediante la masturbación o buscando experiencias sexuales cada vez más intensas con mujeres o con hombres.

¿Qué pasa en nuestro cerebro y a nuestro cuerpo cuando vemos una imagen o mujer seductora? Estudios revelan que cuando miramos a una mujer atractiva o tan solo una foto de ella, nuestro cerebro reacciona inmediatamente —en un tercio de segundo—. En el instante que vemos algo erótico, el centro del placer es estimulado liberando dopamina, esta hace que te sientas bien; al mismo tiempo el hipotálamo hace que se dé una excitación fisiológica y se genera el sentimiento de placer. Con pequeñas cantidades de dopamina el hombre se siente bien, pero si los estímulos y las descargas de dopamina son abundantes y continuos, se producirá un efecto mayor de placer. Este mismo efecto es el que experimentan las personas que usan drogas como cocaína, anfetaminas, marihuana y heroína. Por este motivo la pornografía es catalogada como una DROGA VISUAL.

Tener el centro del placer estimulado suena divertido y ciertamente lo es. Sin embargo, cuanto esto sucede repetidas veces el sistema se desequilibra: el centro del placer se vuelve insensible a la dopamina (la persona se ve más necesitada del estímulo) hasta llegar al grado de la tolerancia (el sentimiento del placer se vuelve cada vez más difícil de conseguir). Con el tiempo, la excesiva estimulación en el cerebro crea una disminución de dopamina dando origen a una variedad de problemas y sensaciones no placenteras (distrés psicológico). Para empeorar la situación, la disminución de la dopamina reduce la capacidad emocional de tomar decisiones, por eso las personas adictas a la pornografía tienen dificultad para resistirse a la misma y ello crea un comportamiento serio a largo plazo (interfiriendo con la vida de pareja porque muchas veces buscan solo la autocomplacencia).

A los cambios químicos se le suman los cambios anatómicos: erecciones y con ello la masturbación. Sin embargo, las frecuentes eyaculaciones en los adictos a la pornografía producen la liberación de dopamina y prolactina y ello exacerba el problema significativamente, puesto que además se produce ansiedad y desesperación cuando cesa la actividad (ver pornografía y/o masturbarse).

Gary Lynch, neurocientífico de la Universidad de California en Irvine, revela en su libro The Brain and Nervous System (El cerebro y el sistema nervioso):

«Cada evento que dura medio segundo, entre cinco a diez minutos ha producido un cambio estructural que en algunos casos es más profundo que los cambios vistos en aquellos que tienen daño cerebral (…).  Una pequeña señal, que en tu cabeza es una señal eléctrica de tan solo pocos segundos, puede dejar rastro en tu cerebro y durar por años».

Ahora bien, Internet permite que podamos acceder a todo tipo de material pornográfico con solo hacer un “clic”. En un instante un niño puede entrar a ver “algo”, y en una mezcla de temor y excitación, tener una “dosis” que le produce una explosión de sensaciones. Lo que ve queda profundamente grabado en su memoria, de modo que no lo olvidará por años. Además, la primera vez despierta el deseo de una segunda vez, pues la experiencia fue tan intensa y emocionante que se queda “con la miel en la boca”. Así un niño o adolescente queda “enganchado”, tanto incluso que no dejará de ver eso aunque tenga que pasar vergüenza o reciba un duro castigo. Lo único que se logra con la represión es que la próxima vez sea más cuidadoso para evitar ser descubierto: toda droga genera dependencia y adicción, y la pornografía hace lo mismo.

No solo los niños, casi todos los hombres y cada vez más mujeres han descubierto como “obtener esta dosis” de químicos con tan solo un “clic”. Hay quienes pasan horas de horas mirando pornografía, y no se dan cuenta que el tiempo pasa. Mirar pornografía lleva a abusar de estos químicos producidos por nuestros propios cuerpos. El cuerpo se acostumbra tanto a recibirlos que cuando el nivel habitual en el sistema corporal desciende, se empiezan a sentir decaídos. El cuerpo reclama una nueva “dosis” para subir los niveles nuevamente, y el cerebro produce deseos fuertes que llevan a buscar ver nuevamente imágenes pornográficas para disparar una dosis de químicos en el torrente sanguíneo. Por el proceso de desensibilización del que hemos hablado ya, cada vez se necesitan dosis más altas, haciendo que los deseos sean cada vez más intensos.

¿Ya entiendes por qué, si has intentado dejar la pornografía o la masturbación, de vez en cuando “no resistes más” y vuelves a lo mismo? Has sido condicionado desde pequeño, ¡y salir de eso no es nada fácil!

Un joven me escribió en una ocasión:

«Mi debilidad se muestra a través de la pornografía. Siento a veces un «impulso» tan fuerte o ganas de hacer cosas impuras que se calman luego de ver películas pornográficas y masturbarme. El hecho es que estoy cayendo con frecuencia y ya me cuesta mucho ver con pureza a las chicas que me gustan. Inclusive, luego de rezar he caído aparatosamente. Por otro lado, este vicio se alimenta de los muchos años que estoy sin enamorada. También de las frustraciones que llevo en mi corazón por las muchas veces que he sido rechazado por las chicas que me interesaban. Actualmente, también es una fuga perfecta para mi fastidio por no tener trabajo hace meses. En estas condiciones, quisiera afrontar con más éxito mi lucha contra la pornografía. Está lacerando mi corazón de manera que aparecen ideas cada vez más pervertidas dentro de mi cabeza, aunque el fuerte grito de mi conciencia hace que solo se queden en fantasías. Pero sé que si sigo en esta senda llegará el momento en que no seré capaz de dominarme».

Las consecuencias de mirar pornografía[2] son graves, van llevando poco a poco al descontrol de uno mismo. Como me decía una vez un joven de dieciocho años, que ya había recibido tratamiento psicológico a los quince por adicción a la pornografía:

«Te jala a un agujero oscuro, cada vez más profundo, ¡y te chupa el alma!».

Mirar pornografía no es broma, no es un juego, no es algo “divertido”. La pornografía tiene un mecanismo perverso que te destruye lentamente, como un cáncer. Una vez que empiezas, es muy difícil dejar de verla. Por ello te aconsejo: si nunca has visto pornografía, ¡NO LO HAGAS! Si te da curiosidad mirar alguna de esas imágenes seductoras que aparecen en tu pantalla sin que la hayas buscado y te invita a hacer “clic”, ¡NO LO HAGAS! Parece algo sin importancia, pero no lo es. Una vez que hagas “clic”, será el inicio de muchos otros “clics” y puede que nunca puedas parar y termines destruyéndote a ti mismo y destruyendo a muchas personas en el camino. Esto es algo que debes tener en cuenta: ¡muchos matrimonios se quiebran por culpa de la pornografía!

¿Y si haces “clic” “solo por esta vez”? Pues al principio experimentas que te da una satisfacción que no trae mayores consecuencias. Acaso sientes que te estás saliendo con la tuya, por un tiempo. Sin embargo, antes de que te des cuenta, el daño ya está hecho: has quedado enganchado en un vicio del que ya no podrás liberarte fácilmente: has mordido el azuelo debido a la “apetecible carnada”. Te dirás: «si ya vi una vez, qué importa una segunda; además, ¡no me ha pasado nada! ¡Me hace sentir bien!». Volverás a hacer “clic” cada vez con más frecuencia, buscarás “dosis” cada vez más altas, te pasarás incluso horas ante la computadora sin darte cuenta que el tiempo pasa y te encontrarás dependiendo de la pornografía como quien depende de la droga.

Junto con la pornografía viene la masturbación y —cuando la tengas— vas a querer hacer con tu enamorada o novia aquellos mismos actos que ves en la pornografía. Entonces harás de la persona a la que amas tu propia fuente de placer, tu propia “conejita”, terminarás usándola para satisfacer tus propias fantasías sexuales, terminarás perdiendo tu capacidad de amar de verdad. El hombre que ve a la mujer como una presa que ansía devorar terminará destruyéndose a sí mismo, y rebajando a muchas mujeres en su dignidad. Si no me crees, lee este testimonio de un joven de veintitrés años:

«Yo empecé a ver pornografía como a los catorce años más o menos. Esto fue porque entré en una gran depresión, y se empezó a convertir en mi vicio. Era muy atractivo, poco a poco fue aumentando el deseo por ver más y más. Veía videos de ese tipo, después me metía a páginas de chat erótico y platicaba con chavas y les decía tantas cosas pervertidas… en verdad me sumergí en un vacío inmenso, tanto que cuando veía a una chica solo pensaba en hacerle lo que veía en los videos. Deseándolas sexualmente, con mi mirada casi hasta las desnudaba.

»Después de unos años dejé de ver por un tiempo. Confesé lo que hice y en verdad me ayudó porque dejé los chats eróticos, pero aun así volvía a caer en la pornografía, de vez en cuando, en medio de la lucha.

»Yo sé lo que es estar atrapado por la pornografía. Por propia experiencia puedo decirles cómo el ver porno te deforma la mente y la mirada, de modo que llegas a ver a la mujer solo como un objeto para tu satisfacción sexual. Conozco el hoyo oscuro y vacío en el que toda esa actividad te sumerge. Por eso es que quiero ayudar en esta labor de ayudar a jóvenes como yo y alentarlos: ¡NO se dejen arrastrar por la pornografía que envenena y carcome el alma! ¡Jóvenes! ¡NO CEDAN por más llamativo o atractivo que sea! ¡No se dejen atrapar por las garras de la pornografía, es muy difícil que te suelte una vez que te atrapa! ¡Cual araña con su presa, te paraliza, te envuelve en su telaraña y luego te succiona lentamente la vida! ¡En esta lucha contra la pornografía verdaderamente te juegas la vida, tu futuro, y el futuro de tu futuro matrimonio, el de quienes serán tus hijos y tu esposa!».

Considera además que la pornografía ¡es pura fantasía! Como le dijo una señora a su esposo psicólogo que le mostró una revista pornográfica requisada a un estudiante de trece años en el colegio en el que enseñaba: «La calidad del papel es extraordinaria, los colores son fabulosos, la fotografía impresionante… ¡pero esto NO ES REAL!» Ninguna mujer o escenas en la vida real llegará a ser tan “perfecta” como son mostradas en la pornografía, porque lo que aparece allí es un montaje para crear un mundo de ilusión y fantasía que te mantendrá esclavo de la pornografía de por vida, por tanto, gastarás dinero en ese mercado. Como en la vida real nunca es igual, siempre volverás a consumir pornografía en busca de aquello que no encuentras en la realidad. ¡Así funciona! ¡Así está pensado y diseñado por quienes se benefician de tu adicción!

Ahora bien, a pesar de las evidencias científicas contundentes hay quienes sostienen en su ignorancia que ver pornografía no hace daño a nadie. ¡Eso no es verdad! Como hemos visto, te hace daño a ti, produce un daño cerebral en ti y afecta tremendamente tu capacidad de amar verdaderamente a una mujer. Por otro lado, hace un terrible daño a las personas, hombres y mujeres, que se prestan a ser fotografiados y filmados para generar ganancias multimillonarias a la industria pornográfica. ¿Es que acaso las estrellas porno son las personas más felices del planeta, según el mito de que «el sexo tipo porno te hará feliz»? NO. Basta echar un vistazo a la vida terriblemente vacía que llevan estas “estrellas”, y que las empuja en muchísimos casos a acabar con su propia vida:

  1. Savannah se suicidó de un disparo, en 1994.
  2. Kristi Lynn se mató en un accidente automovilístico, yendo a 160 km/h.
  3. Chloe Jones murió debido a la falla del hígado, por abuso de alcohol y drogas.
  4. Anastasia Blue se suicidó con una sobredosis de Tylenol en 2008.
  5. Eva Lux murió por sobredosis de heroína el 2005.
  6. Tylor Summers fue asesinada durante el rodamiento de una escena sexual.
  7. Karen Dior murió a consecuencia de cirrosis y SIDA.
  8. Camila de Castro se suicidó saltando al vacío desde un edificio de 8 pisos.
  9. Angela Devi se suicidó por asfixia en 2006.
  10. Susan Britton se suicidó.
  11. Juliet Jett murió por sobredosis de heroína en 2005.
  12. Rebecca Steele sufría de SIDA y murió por sobredosis de droga en 2004.
  13. Celia Young se suicidó en 1992.
  14. Charlie Waters fue asesinada a hachazos por un cliente de prostitución en 1989.
  15. Arcadia Lake murió por sobredosis de drogas en 1990.
  16. Karen Lancaume se suicidó por sobredosis de droga en 2005.
  17. Linda Wong murió por exceso de alcohol y sobredosis de droga en 1987.
  18. Alex Jordan se suicidó por ahorcamiento en 1995.
  19. Bambi Woods murió por aparente sobredosis de droga en 1986.
  20. Lisa de Leeuw murió de SIDA en 1993.
  21. Lisa Bridges murió por sobredosis de heroína en 2002.
  22. Megan Leigh se suicidó de un disparo en 1990.

En fin, esta triste lista[3] es mucho más larga. Si ver pornografía le roba el alma y hunde paulatinamente en un hoyo oscuro y frío a quienes la ven, ¡cuánto más a quienes “trabajan” para esta industria! Son mujeres y hombres para quienes amar y ser amados sencillamente ya no es posible, y eso se convierte tarde o temprano, cuando pasa el efecto de la “droga”, en una angustia insoportable. Según declaró una ex actriz porno que logró liberarse de esa dura esclavitud: «Era como un robot o como una muñeca Barbie de caucho. No tenía sentimientos». Tanta ausencia de amor, tanto dolor, la hizo refugiarse en el alcohol y en las drogas para «adormecer mi dolor, para poder sobrevivir». Como esto no le dio resultado, pasó a métodos más severos, se hizo cortes en el cuerpo e incluso intentó suicidarse varias veces: «Pasé muchas noches solitarias mientras me cortaba las muñecas. Me gastaba toda mi paga en drogas».

Ahora te pido que consideres esto: cada vez que haces “clic”, tú te haces responsable de la muerte de esas mujeres u hombres, tú estás ayudando a esa mujer desgraciada a que jale el gatillo, tú con tu dedo le estás dando el empujón para que se tire por el balcón, tú le estás suministrando esa sobredosis de droga para que acabe con su vida. ¿La pornografía no hace daño a nadie? ¡Claro que hace daño! Te hace daño a ti que miras, le hace daño a esas “estrellas pornográficas”. Por más que digas «soy una gota de agua en el océano», o «ellas lo harán aunque yo deje de mirar», tú no puedes evadir tu responsabilidad personal a la hora de contribuir con tan solo mirar una de esas imágenes, a que la industria pornográfica siga generando ganancias exorbitantes y llevando a la ruina la vida de tantas personas que viven atrapadas en esa industria, por la razón que sea.

Como escribe en la introducción de su libro otra ex estrella porno, que lidera ahora un proyecto llamado Pink Cross para rescatar a estas personas de este submundo:

«Quien quiera intentar escribir un libro sobre su horrorosa experiencia dentro de la industria pornográfica que opera ilegalmente y años de abuso sexual desde la infancia hasta la prostitución, afronta una tarea terrible, y requiere de mucho amor y comprensión por parte de los lectores. Esta es la cosa más dura que he tenido que hacer en mi vida y me tomó años de dolor, preparación y oración antes de poder hacerlo. Pero por la gracia de Dios todopoderoso, lo escribí y ahora necesito que lo leas. Necesito que leas acerca de la explotación y violencia contra mujeres y hombres en la industria pornográfica para que tú puedas empezar a sanar. Necesito que comprendas seriamente que cada vez que haces “clic” para ver un sitio pornográfico estas contribuyendo a la destrucción de vidas humanas valiosas. Necesito que leas este libro de principio a fin y luego inclines humildemente tu cabeza ante el Cielo y con lágrimas te lamentes hasta que la única fuerza que te quede sea para dejar de ver pornografía»[4].

Si estás enganchado, ¡lucha por dejar de ver pornografía! ¡Sé humilde y busca ayuda! ¡No contribuyas a sostener esta “industria” que degrada y destruye tantas vidas!

Finalmente, si estás enganchado no es imposible salir de esta adicción, aunque te costará mucho. Si quieres liberarte de esta esclavitud, te recomendamos leer el libro La Trampa Rota, de Miguel Ángel Fuentes. Lo encuentras acá:

 http://www.teologoresponde.com.ar/adiccion_sexual/La_Trampa_Rota.pdf

  1. ¿Qué escuchas?

Innumerables mensajes entran a diario por nuestros oídos. Los escuchamos y asimilamos de una o de otra manera. Lamentablemente, muy pocos tienen criterios morales y sentido crítico para saber discernir entre lo que es bueno o malo y, en este caso, la música que conviene escuchar o no.

Como ya hemos mencionado anteriormente, hoy está de moda un tipo de música urbana llamada “reggaetón”, cuyo contenido en muchos casos incita al sexo libre y a ver a la mujer como un objeto sexual.

¿Te gusta esa música y la escuchas sin hacer caso a la letra? Pues aunque no la escuches conscientemente, los mensajes se te van quedando y van deformando tu pensamiento. Si crees que puedes escucharlas sin que te afecten, ¿no será que te has hecho insensible al mal y que por eso no te choca algo que es verdaderamente degradante para las personas?

Un chico de dieciocho años me contó en una ocasión que escuchar esta música por radio lo llevaba a tener imaginaciones y fantasías impuras. Finalmente, acababa masturbándose. La letra de este tipo de canciones enciende la pasión y despierta el deseo de “querer hacer lo mismo”, o —si de momento no se da la ocasión— de buscar al menos experimentar el placer mediante el autoerotismo. Al tomar conciencia del daño que le hacía escuchar este tipo de canciones se propuso dejar de escucharlas.

Poco después otro joven de diecinueve años dejó un mensaje en la página de La Opción V[5] diciendo:

«Gracias a ustedes he dejado de escuchar reggaetón (y eso que era muy fanático de aquella música, la escuchaba desde que tenía doce o trece años) y he dejado de hacer varias cosas que me llevaban por el mal camino. Escuchar esa música alimentaba mis pensamientos y fantasías sexuales, y me llevaba a la masturbación. En las fiestas o discotecas me llevaba a tocar y besar a cualquier chica que se prestaba fácilmente para ello. Tener relaciones sexuales con alguna de ellas era solo cuestión de tiempo. Solamente veía a la mujer como un objeto y no como una persona digna de respeto».

El reggaetón con contenido sexual no solo es una música que no conviene bailar, sino tampoco escuchar si es que quieres vivir la castidad.

He aquí otro testimonio de una joven de diecisiete años que hizo la opción por vivir la castidad luego de “tocar fondo”. Comentaba ella desde la perspectiva de quien sin tomar alcohol ve las cosas como son:

«Ayer fui a una fiesta. ¡Me chocó un montón! Yo llegué como a las once y ya mis amigas estaban muy borrachas, y otras bailando malazo. Me quedé una hora con ellas y luego me fui. A mí me daba un poco de vergüenza ajena verlas bailar tipo perreo, mientras que a los chicos que están acostumbrados a tomar hasta emborracharse y usar a las chicas como si nada, les parecía de lo más normal».

Otro gran tema que tiene que ver con lo que escuchas es el de las conversaciones de doble sentido, obscenas o de contenido sexual.

Sobre esto escribía una joven:

«Mi entorno de amigos en la universidad y en el trabajo siempre hacen bromas en doble sentido. Yo, por entrar en el juego, empecé a entender esas bromas. Ahora sé que no me ayudan a guardar mi pureza, y yo ya no quiero eso. Por más que esté en ese ambiente quiero ser capaz de no contaminarme con eso. Lo que ahora en verdad necesito es purificarme».

Hablar de sexo, hacer bromas de doble sentido o faltar el respeto a las mujeres haciendo comentarios obscenos y morbosos se ha convertido en una especie de “tema diario” incluso ya en el colegio, no solo entre hombres sino también en presencia y con participación de las mujeres.

Hablar de esta forma no solo manifiesta una enorme pobreza de espíritu sino también una tremenda falta de respeto hacia las personas. Niégate a participar en los diálogos morbosos entre amigos y amigas del colegio, de la universidad, de tu centro de trabajo o en las reuniones sociales. No te rías ni festejes las bromas de doble sentido u obscenas. Si les faltan al respeto a tus compañeras, ¡defiéndelas como si estuviesen hablando de tu propia madre o hermana! ¡Sé valiente y anda contracorriente!

Muchas jóvenes lamentablemente han adoptado el lenguaje grosero de los hombres. En vez de exigir a los hombres respeto en el hablar, se han rebajado ellas mismas poniéndose “a su altura”. Enséñales a tus amigas que serán tratadas de acuerdo al lenguaje que usen, y que si quieren que las traten con respeto no les conviene hablar con vulgaridad.

En lo que te toca a ti, ¡usa la palabra para edificar![6]. Que de tu boca no salgan bromas de doble sentido, vulgaridades, chistes obsenos, etc.

En cuanto a lo que uno escucha, están también hoy de moda las clases de educación sexual. Me decía una joven que desde los doce años iban a su salón a darles estas charlas, para enseñarles básicamente cómo funciona el cuerpo del hombre, cómo funciona el cuerpo de la mujer, cómo funciona el condón y cómo los métodos anticonceptivos. Con ese discurso le están diciendo ya a los preadolescentes que «tienen permiso para todo, con tal de que “se cuiden” para no quedar embarazadas o contagiarse de alguna enfermedad de transmisión sexual».

Charlas que solo se enfocan en eso despiertan en los escolares el deseo de experimentar los placeres sexuales mediante el autoerotismo o el erotismo con la enamorada o amigas incluso. Los “profesionales” que dan las clases de educación sexual les dicen que todo es “normal”, parte de un proceso de crecimiento natural de la juventud, y que lo único que deben hacer es aprender a usar bien los métodos anticonceptivos para disfrutar del sexo sin las consecuencias indeseadas. Pero, como me decía una joven de dieciséis años, en esas charlas de educación sexual nadie les habla «de lo que pasa dentro, de lo que pasa en el corazón», es decir, de las profundas consecuencias psicológicas, emocionales y espirituales que tienen para los jóvenes iniciarse tempranamente en una sexualidad sin límites ni frenos.

No creas todo lo que te dicen las personas mayores tan solo por ser profesores, psicólogos, psiquiatras, etc. Cuestiona lo que te dicen y prepara argumentos para poder rebatir públicamente los “mitos” y “dogmas” que estos profesores o profesionales repiten como loros. No debes quedarte callado nunca, pues lo único que el mal necesita para avanzar y destrozar vidas es que tú te quedes callado.

 

  1. Lo que tocas…

En busca de experiencias más intensas el hombre siempre busca avanzar. Incluso a pesar de haberse propuesto guardar su castidad y respetar a su enamorada o novia, en un momento de excitación puede llegar a olvidar todos sus buenos propósitos. Por ello es importante que evites “jugar con fuego”, que seas prudente y que cambies la mentalidad —si la tienes— de “avanzar hasta un punto” sin llegar a hacerlo todo.

Evita los besos apasionados. Evita las caricias o besos en zonas llamadas “erógenas”, pues estas caricias van despertando la sensualidad y excitación en ambos hasta que llegue el momento en el que “pierdan el control”. ¡De ninguna manera te permitas manosear a tu enamorada y tocarla en zonas íntimas! Eso solo convertirá tu amor por ella en un deseo de satisfacerte a ti mismo.

Recuerda que a las relaciones sexuales no se llega de inmediato, se va llegando de a pocos, avanzando cada vez un poco más hasta que finalmente se quiebra el último límite. Una vez que esto sucede, te das cuenta que tu mirada cambia, que la amas cada vez menos a ella y que amas cada vez más su cuerpo y el placer que ella te puede proporcionar, es decir, crece tu egoísmo, el querer buscarla y estar con ella para obtener una satisfacción sensual. ¡No dejes que esto te suceda! ¡Domínate a tiempo! ¡No “avances” en el aspecto sexual! Solo quien se domina y se conquista a sí mismo puede hacer madurar y conquistar finalmente el amor verdadero.

Otra cosa: ¡Jamás le pidas a tu enamorada hacer las cosas que son tan comunes en la pornografía! Una sexualidad “tipo porno” solo degrada a las personas y deforma el amor verdadero, haciendo que se usen el uno al otro con un objetivo: producirse el máximo placer.

  1. El autoerotismo o masturbación

Se te dice que la masturbación es algo normal y bueno, pues forma parte de una “autoexploración” de tu cuerpo para conocer cómo se comporta. Pero, ¿es verdad?

«En esta época del SIDA y otras enfermedades transmitidas sexualmente de manera desenfrenada, muchas organizaciones que reciben fondos gubernamentales promueven la masturbación como forma de tener “sexo seguro”. Los centros de planificación familiar están a la vanguardia en este esfuerzo, diciéndole a la juventud en su sitio web, Teenwire, que la masturbación es un “ensayo” para las relaciones sexuales. No solo libera la tensión sexual, dicen los centros de planificación familiar, sino que también permite aprender lo que a uno le excita y por lo tanto puede prepararse mejor para el acto sexual.

»(…) Cuando [la masturbación] se convierte en el modelo que el coito tiene que emular, el resultado es un concepto del sexo centrado en el orgasmo, en el que el cuerpo de uno y el de la pareja se vuelven meros accesorios de las sensaciones genitales.

»(…) El sexo, el cual debería unir a un esposo y su esposa en el amor más intenso que se pueda obtener, queda reducido a una carrera desenfrenada por alcanzar la meta de la mera satisfacción.

»Así que, por medio de la masturbación, me estaba enseñando a ser una compañera sexual egoísta y superficial. ¿Y para qué? Unos segundos de orgasmo, después del cual me sentiría más sola que antes»[7].

El ejercicio de la masturbación o autoerotismo produce una deformación en la manera como me tomo a mí mismo y como tomo o tomaré a las mujeres: como un objeto para alcanzar mi máxima satisfacción sensual.

Esto aumenta por el hecho de que muchas veces la masturbación está ligada a la pornografía: el hombre se masturba mirando no pajaritos, sino pornografía, o fantaseando sexualmente con alguna mujer. Sí, normalmente, uno se masturba pensando en mujeres. Dejar de masturbarse implica, por tanto, un esfuerzo de dejar de mirar a la mujer como un objeto de placer, así como dejar de usarse uno a sí mismo como objeto de placer. Cuando uno hace el esfuerzo de dejar de masturbarse, también piensa en los demás, pero desde una perspectiva totalmente opuesta al egoísmo. Dejas de pensar en otras personas para producirte un placer y pasas a pensar en ellas como personas dignas de respeto, incluso tan solo en tu pensamiento. Esto es muy importante porque las acciones brotan de los pensamientos. Si no respeto a las personas en mis pensamientos —aun cuando ellas no se respeten a sí mismas—, no respetaré a las personas en el trato diario, cotidiano. La masturbación acrecienta nuestro egoísmo, pues nos lleva a estar centrados en nosotros mismos y a priorizar nuestro placer por encima de la dignidad de las personas. En cambio el dominio de sí alimenta el amor verdadero, que se basa en el respeto a las personas, en priorizar a la persona por encima de mi placer y satisfacción sensual.

Finalmente, en los hombres al menos, la masturbación está muchas veces asociada a la pornografía: el hombre se masturba viendo pornografía, para que la excitación sea mayor, para producirse más placer. ¿Es sano? ¿No deforma más aún en el hombre su visión de la mujer y su visión de una recta sexualidad? ¿No buscará luego hacer eso mismo con su novia, usarla como su “conejita” solo para obtener ese placer, o uno mayor? ¿Piensas que porque nadie te ve no le haces daño a nadie masturbándote? ¡Tú te ves! ¡Tú te haces daño al volverte más egoísta! Y luego, en el trato con mujeres, les harás daño porque las mirarás y tratarás de acuerdo a las fantasías que has alimentado en esos momentos de autosatisfacción solitaria. La masturbación va incapacitando al hombre para hacer de la relación sexual una verdadera entrega y acto de mutuo amor, convirtiéndolo en cambio en una masturbación con una muñeca de carne.

A quienes creen que «si no te masturbas te vas a enfermar», les decimos que no es verdad. Si no te masturbas ¡no pasa nada! El cuerpo del hombre tiene maneras naturales para hacerse cargo de la sobreproducción de semen. No te vas a enfermar ni te vas a volver loco si no te masturbas.

Finalmente, la enseñanza de la Iglesia considera la masturbación como una falta a la castidad:

«Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. “Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. “El uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”. Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de “la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero”»[8].

 

  1. ¿Qué pensamientos te permites?

Que aparezcan “pensamientos impuros” en la mente es algo normal, más aún en medio de tantas imágenes que vemos a diario.

Muchos creen que ya “es pecado” el simple hecho de que un mal pensamiento aparezca en la mente, y no es así. Conviene aclarar que si un pensamiento o recuerdo aparece en tu mente, no es ya automáticamente un pecado. Solo es pecado si empiezas a darle vueltas, a pensar, a imaginar, a dar rienda suelta a tu fantasía. Pero si lo rechazas, si con tranquilidad te dices a ti mismo: «no quiero pensar en esto», entonces no has caído. Más bien, de lo que se trata es de eso: la tentación muchas veces aparece de la nada, a través de algo que viste, oíste, de un recuerdo, de algo que alguien dijo. En ese momento tú puedes decir «no», rechazarlo con firmeza y serenidad. Entonces habrás ganado una batalla.

REDES SOCIALES

  1. ¿Qué ves en Facebook?

Facebook (o cualquier otra red social) es el lugar perfecto para ver a tus amigas y otras chicas posando y modelando. No falta alguna que pone sus fotos en bikini para que la vea todo el mundo y la alaben por su cuerpo.

Este es el testimonio que me hizo llegar un día un chico:

«Ayer miré una foto de una amiga mía, vestida de forma muy provocativa… Por un instante dejé de mirarla como amiga, pasó a ser un objeto deseado, despertó mi imaginación, mi fantasía, me deleité en su sensualidad para experimentar un placer interior… ¡Qué pena me da! ¡Por mí y por ella!».

¿Cómo quieres mirar a tus amigas? Tú tienes una responsabilidad sobre ellas: míralas como si fuesen tus hermanas y diles que no les conviene poner esas fotos en su Facebook. No te ayudan a ti y ellas mismas se exponen demasiado.

  1. ¿Cómo son tus conversaciones por chat?

Normalmente a las mujeres no les atrae la pornografía tanto como a los hombres. Pero a lo que sí son proclives a volverse “adictas” es a las conversaciones o “chats” afectivos y emocionales, que luego pueden convertirse también en “chats” sexuales y eróticos.

De maneras inocentes muchas mujeres terminan involucrándose en actividades de “cibersexo”, que implica cualquier tipo de conducta relacionada con el sexo que se lleva a cabo a través de Internet, chat y/o cámara de video. Mientras se producen los diálogos eróticos en los que se expresan fantasías sexuales, se filman y se muestran semidesnudos o desnudos, todo frente a la cámara para excitar al interlocutor.

El “cibersexo” puede darse entre conocidos (enamorados) o desconocidos. Quien se involucra con este tipo de personas desconoce no solo la identidad del interlocutor que está “al otro lado de la pantalla”, sino también sus reales intenciones. Esto favorece los abusos de menores[9] y sitúan a la persona en una posición de alto riesgo prestándose al chantaje por la difusión de sus fotos o videos por la red. Una vez que algo se envía a través de la red, deja de ser privado: lo que subes a Internet, ya no lo puedes borrar nunca más, queda para siempre allí[10].

El “cibersexo” tiene un grave riesgo: facilita que se desarrollen comportamientos adictivos, adoptando actitudes incontroladas que llegan a interferir tanto hasta perder el contacto con el entorno real.

LUGARES A LOS QUE VAS

  1. ¿A qué fiestas o discotecas vas?

Hacer una opción por vivir la castidad no necesariamente incluye no ir a lugares como las discotecas. Divertirse y bailar no es malo, lo malo es cómo muchos utilizan el baile de una manera insana. Hay personas que disfrutan mucho de bailar y pueden acudir a fiestas o discotecas que no interfieren en su opción por vivir la pureza y castidad. Si vas a una discoteca y bailas sanamente, para divertirte y pasar un buen rato con tus amigos y amigas, no tiene nada de malo.

No debemos juzgar y menos condenar a nadie porque decide ir a una discoteca. Como principio básico, no podemos saber lo que sucede en el corazón de cada uno, por más que según nuestros estándares la persona se está comportando de una manera que no nos parece adecuada. No debemos ser jueces y menos verdugos de quienes no se comporten como nosotros esperaríamos que lo hagan, o como lo hacemos nosotros.

No juzgar no quiere decir que debemos permanecer indiferentes. Decir las cosas en las que objetivamente alguien ha obrado mal no es lo mismo que condenar o juzgar a tu amigo o amiga. Si ves que tu amigo o amiga obra mal debes decírselo a solas, en un momento oportuno, con todo el cuidado del mundo, sin que se sienta juzgado por ti.

Ahora bien, si quieres cuidar tu castidad, aquí te ofrecemos algunas consideraciones para que tú mismo veas y decidas si te conviene ir o no…

  1. Si eres menor de edad, debes contar con el permiso de tus padres. No les mientas y diles a qué lugar quieres ir y con qué amigos y amigas. Si te dicen NO, es NO. Si te dan una hora de llegada, es importante que retribuyas su confianza llegando a la hora señalada.
  1. Es importante conocer bien el sitio adonde se va, porque no todas las discotecas y fiestas son iguales. No se debe generalizar. Debes averiguar bien sobre el ambiente que tiene el lugar al cual vas a ir, el tipo de música que ponen o el tipo de espectáculo que habrá. Si va en contra de tus principios y propósito de vivir la castidad, no vayas. Hay discotecas o fiestas a las que definitivamente no conviene ir, ya sea por lo inapropiado de la música, por la forma como se baila, por la gente que va o por las cosas que se ven. Si vas a una discoteca en la que las canciones suelen tener contenido sexual, o se ven parejas bailando de maneras eróticas (como el perreo), o corre mucho alcohol y droga, mejor sería que no vayas a esa y busques otra más adecuada. Si vas a una fiesta o discoteca en la que las cosas se van poniendo feas, no dudes en salir de allí. No tienes por qué quedarte hasta el final.
  2. Es importante conocer bien a las personas con las que vas, y es igualmente importante que la mayoría de amigos con los que salgas sean amigos que tengan los mismos valores que tú, que sean amigos con quienes puedas contar ante cualquier situación complicada. No es bueno que vayas con “amigos” o “amigas” que van a estar presionándote para hacer cosas que no quieres, sino con aquellos que respetan tu forma de pensar y actuar. ¡Déjate cuidar por tus amigos y cuida tú también de ellos!
  3. Hay circunstancias o temporadas en las que es mejor que no vayas, por ejemplo, si estás emocionalmente débil o si eres muy frágil ante la presión social. Tú debes conocerte y saber cuándo no te conviene ir. Quizá has sido de los que van todos los fines de semana a las discotecas y acaban mal, y ahora que quieres hacer las cosas bien te cuesta mucho dejar de ir. Debes entender que es por un tiempo, pero en ese tiempo deberás mantenerte firme en tu decisión, especialmente ante la presión de “amistades” que no solo no te ayudarán sino que te presionarán hasta que vuelvas con ellos a la discoteca a “divertirte” como antes.
  4. Cuando vayas, mantente firme en tus convicciones y no cedas a ningún tipo de presión. Recuerda que tú debes ser coherente con tus principios en todo momento. Tener personalidad es fundamental, debes saber decir NO a lo que va en contra de tus principios.
  5. Elige bien las canciones que bailas y cuida la forma en que lo haces. Hay canciones que no es adecuado bailar por el contenido que estas tienen, como por ejemplo algunas canciones de reggaetón. Si a pesar de ir a una buena discoteca te encuentras con alguna canción que no va de acuerdo a lo que quieres vivir, no la bailes. Si te preguntan por qué no quieres bailar, ¡no tienes que dar explicaciones como si estuvieses en falta! No cedas a la presión, burla o manipulación emocional de nadie. Quédate siempre cerca de tus amigos y amigas.
  6. Lo mejor es no tomar alcohol y si lo haces toma muy poco. Debes ser consciente de los efectos que tiene el alcohol en ti. El alcohol desinhibe y te puede llevar a hacer cosas que no querías. Hoy en día te dicen que si no te emborrachas, no la vas a pasar bien, pero eso es mentira. No necesitas tomar o estar borracho para divertirte. Te puedes divertir mucho sin tomar una gota de alcohol. Cuida especialmente a las amigas con quienes vayas a las fiestas: ¡sé para ellas como un hermano mayor!
  7. No entres en el “juego” de los besos. No porque te guste una chica le tienes que estar buscando el beso. No tienes por qué dárselo tampoco a una chica que por estar tomada o por otra razón quiere que la beses. Dile que no y punto.
  8. Es importante tener el criterio para saber cuándo es momento de retirarse de un lugar. Si en un momento estamos expuestos a que pasen cosas que nos pongan en riesgo o pongan en riesgo a nuestros amigos o amigas, es el momento de retirarnos con ellos.
  1. Lugares a los que no debes ir

Hay lugares a los que, si quieres cuidar tu castidad, no debes ir bajo ninguna circunstancia. Puede parecer obvio lo que te digo, pero mejor dejarlo claro. De ninguna manera debes acudir a un prostíbulo. Si algunos “amigos” te dicen para ir, niégate rotundamente, aunque eso acarree burlas de su parte.

Otro lugar al que no debes ir es a los night clubs, o a lugares en los que se ofrecen espectáculos sensuales, eróticos o sexuales.

Asimismo debes evitar a toda costa ir a “saunas” o “centros de masajes”, así como a hoteles con amigos y amigas a “pasar la noche”.

LA RELACIÓN CON TU ENAMORADA O NOVIA

  1. ¿Cómo llevas la relación con tu enamorada?

En la relación con tu enamorada debes “trazar la línea” y poner los límites claros desde el principio. Si ya tienes enamorada y no lo hiciste en su momento, quizá sea necesario hablar con ella ahora para poner límites claros.

Me escribía un joven:

«Con mi enamorada, cuando recién empezamos nuestra relación, nos pusimos medios concretos que consistían en evitar situaciones como: estar solos en su casa o la mía, ver películas o conversar con la luz apagada, que ella se siente encima mío. Evitando estas situaciones —que al principio nos costaron pero luego se nos hicieron hábito— logramos mantener nuestra pureza».

Quizá esto te pueda parecer muy exagerado o “aburrido”. Pero es mejor eso a que la relación se vaya deslizando cada vez más hacia lo sexual.

Algunos enamorados creen que el límite al que pueden llegar es al máximo placer sin llegar al sexo. Para quien quiere vivir la castidad hasta los besos deben ser castos. Tú sabes o sabrás cuando no lo son, y no lo son cuando se vuelven “demasiado apasionados”, cuando excitan y dan paso a “caricias indebidas” que despiertan la sensualidad y las pasiones que luego arrastran a cosas mayores. El límite debe estar al principio del camino, no a la mitad ni justo antes del final. Quien juguetea con el fuego de la pasión y piensa que puede llegar hasta cierto punto sin perder el control, terminará perdiéndolo. ¡A cuántas he escuchado decir: «quería llegar virgen al matrimonio, pero me dejé llevar por el momento»! Creyeron que podían tener todo bajo control, pero tarde se dieron cuenta de que cuando la pasión se enciende el control se pierde. Como un fuego que se descontrola, todo en un instante queda consumado y consumido.

  1. ¿Qué pasa si mi enamorada quiere saber si ya he tenido experiencias sexuales?

Hoy en día es muy común en el colegio hablar libremente de todo lo relativo a la sexualidad. Es común también que los chicos les pregunten a sus enamoradas si ya han tenido alguna experiencia sexual o no, o ellos les cuenten cuando ya han tenido esta experiencia. En general, existe un interés y curiosidad —tanto del hombre como de la mujer— de querer saber la vida pasada de sus parejas, de cuántas enamoradas tuvo, de cómo era su relación con cada una de ellas. Hablar de esto perturba la mente y afecta la relación en sí misma.

Cuando uno está con alguien no está porque tuvo una o dos enamoradas o enamorados, o porque fue de tal o cual forma, o porque tuvo relaciones con él o ella, sino porque te enamoras de la persona, de sus cualidades, de sus virtudes, de sus valores. El problema está en que en medio de su inmadurez muchas chicas y chicos se enamoran de la imagen que el chico o la chica proyectan y no de la persona que lleva en su interior. Es entonces cuando se vuelve importante saber sobre la vida sexual pasada del enamorado o enamorada.

Si tu enamorada ha tenido relaciones sexuales antes es una pregunta que no corresponde hacer, y es una pregunta que tampoco ella te debe hacer. No es sano iniciar una relación hablando de eso. Esto solo será algo de lo que hablarán en el futuro, si es que piensan seriamente en unir sus vidas para siempre, y siempre y cuando sea prudente y conveniente[11]. Entonces será el momento de hablar, no por curiosidad, sino porque habrá cosas que tienen que saber de su pasado para perdonarse y aceptarse cada cual con su propia historia personal. La transparencia, la aceptación de cualquier error de la vida pasada y el perdón deben ser el criterio para hablar de ese tema con madurez.

  1. ¿Hasta dónde puedo llegar con mi enamorada?

Recuerdas la historia de aquel chico que me preguntó: «¿Hasta dónde puedo llegar con mi enamorada?». Al que le pregunté: ¿hasta dónde quisieras que llegue el enamorado de tu hermana con ella, y de inmediato me dijo: «¡NADA!»?

Es impresionante ver cómo especialmente en esto aplicamos la “ley del embudo”: angosto para ti, ancho para mí. Es decir, a los otros les exijo estándares elevados de comportamiento, pero cuando se trata de mí, rebajo todos los estándares al mínimo.

Si tú quieres que respeten a tu hermana, y si quieres que respeten a tu(s) futura(s) hija(s), ¿por qué no piensas que esa chica que es tu enamorada o novia, es hermana de alguien, es hija de alguien que espera lo mismo de ti, es decir, que la trates con el máximo respeto? El hecho de que te quiera no te da derecho a “avanzar” y aprovecharte de la confianza que te tiene para hacer cosas con ella que no quisieras que otros hagan con tu hermana.

Algunos argumentan que mientras esté de acuerdo, ¿por qué no avanzar? Pues hoy en día muchas chicas tienen miedo de decir «no» a los enamorados por miedo a «herir sus sentimientos» o por miedo a perderlos. Prefieren permitir cosas a quedarse solas. Por eso, tu deber para con ella es protegerla incluso si ella misma quiere avanzar. Enséñale a respetarse a sí misma y a hacerse respetar. Créeme que aunque te diga que «no hay problema», sí lo hay, sí le haces daño, te haces daño a ti mismo y haces daño a la relación. Por ello, trátala como si fuese tu propia hermana. No tienen por qué adelantar las cosas. Si verdaderamente se aman, el sexo puede esperar para cuando estén casados.

Este es el razonamiento que cambió la vida de Eduardo Verástegui, un ex actor de telenovelas mexicano considerado antiguamente un sex symbol y latin lover, y que en un momento hizo la opción por vivir la castidad. Como entenderás, tenía todo lo que el mundo le podía ofrecer:

«Gracias a mi maestra de inglés, Jazmine, cambió mi vida. Ella me veía salir con una niña un día y al siguiente con otra, hasta que me preguntó: “Eduardo: ¿a ti te gustaría tener una familia algún día? ¿Te gustaría tener hijos?” ─ “Sí”. ─ “¿Hijas?” ─ “¡Claro que me encantaría tener muchas hijas!” ─ “¿Y qué tipo de hombre te gustaría que tus hijas encontraran para formar una familia?” Y bueno, yo describí casi un santo: un hombre que dé la vida por ellas, fiel, un hombre honesto, íntegro, trabajador, que las ponga en pedestal como si fueran diamantes, leal, que las respete y bueno, una listota enorme… casi describí a un santo, el hombre ideal, el hombre perfecto. Y ella al final me dijo: “Y tú, ¿eres ese hombre?” Y casi con una lágrima en el ojo, porque me llegó al corazón lo que me estaba preguntando, le dije: “No”. Y me dijo: “¿Entonces por qué exiges lo que tú no das?”».

Él mismo, luego de 10 años de vivir la castidad dijo en una entrevista que le hizo el diario El Comercio en Lima (2012):

«La castidad no es una cuestión fácil. Vas contracorriente todos los días. Aristóteles decía: “no hay conquista más grande que la conquista de uno mismo”. Es una libertad, la libertad de hacer lo correcto… La castidad es un entrenamiento. Le estoy siendo fiel a mi esposa antes de conocerla».

  1. ¿A qué lugares la llevo?

Se ha hecho normal que los enamorados se encierren en el cuarto de alguno de ellos a ver una película, a hacer tareas, a jugar en la computadora, o para echarse en la cama. Algunas veces se quedan solos en casa. Algunos se van a un hotel o motel. ¿Por qué llevar a tu enamorada a tu cuarto, o a un hotel? ¿Por qué quedarte a solas con ella cuando no hay nadie en casa? Muchos jóvenes buscan justamente esas oportunidades y lugares íntimos, solitarios, para poder avanzar con sus enamoradas en temas sexuales. El lugar, la situación, la soledad, la comodidad se presta incluso para quienes no tienen esas intenciones de experimentar de un momento a otro el despertar del impulso sexual que los lleva a ir más allá del límite.

Leamos lo que una joven de veinte años nos comparte desde su experiencia:

«En menos de cinco meses ya jurábamos que nos amábamos, pero grande fue la sorpresa cuando ambos nos dimos cuenta de que no era así. Todo ese tiempo lo único que yo buscaba era agradarle, y confundí “amor” con “consentirle todo”. Sí, llegamos a realizar algunos “juegos” que nunca llenaron mis ansias de amar y ser amada, tan solo me alejaban más y más de mi anhelo de un amor auténtico. ¿Cuándo se daban estas situaciones? Pues cuando estábamos en su sala. Tan tonta yo, no me daba cuenta que todas las veces que íbamos a su casa “a ver una película” terminábamos en eso, porque el lugar se prestaba y nosotros no nos controlábamos. Yo, por miedo, cobardía y bastante inseguridad nunca le dije que eso no me llenaba. Luego de que sucedían estas cosas me preguntaba: “¿de eso se trata el amor?”. No, eso no era amor. Con el tiempo nos dimos cuenta de que en realidad nunca habíamos llegado a amarnos de verdad: ¡SOLO SENTÍAMOS PASIÓN! Fue doloroso reconocerlo, pero era la verdad. Es triste saber que tan buenos momentos se perdieron por consentir esos “juegos” y centrarnos cada vez más en darnos placer».

Como recomendación concreta, nunca estés a solas con tu enamorada en tu cuarto, o en el suyo, o en la casa. Si todos salen de casa, tampoco ustedes se deben quedar allí. No basta con hacer una opción por vivir la castidad, es necesario no exponerse, porque los lugares cerrados y semioscuros ofrecen demasiada intimidad para avanzar en besos y caricias que despiertan la fuerza de la pasión que, de un momento para otro, toman el control sobre nosotros.

¿Y si te lo pide tu enamorada o novia? Eres tú quien debe decirle «no». Así sucedió con un chico de unos veinticinco años, cuya enamorada de unos veintiún años le pidió ir a un hotel a ver televisión, porque no tenían nada que hacer e ir a su casa donde estaba su familia no era opción. «Eso sí —le advirtió ella— no creas que va a pasar algo». Fueron una vez, no pasó nada. Fueron una segunda vez, tampoco pasó nada. Fueron una tercera vez —como que era costumbre para ella— y a él se le fue la mano porque tomó de más. Ella se molestó con él y le terminó. Bien por ella, por hacerse respetar, ¿pero no lo puso ella en esa situación, al ir a un hotel a ver televisión echados en la misma cama? ¿Es que aquella chica no se daba cuenta de todo lo que estaba despertando en aquel hombre? ¿No era ella en gran parte responsable de los excesos del chico? Obvio que sí. En esos casos, eres tú el que debes decir: «¡a un hotel no vamos!».

Es muy importante que entiendas que a veces el «no» debe decirse antes, porque en ciertos lugares, momentos o bajo el efecto del alcohol, no vas a poder decir «no», no vas a poder dominarte, simplemente darás rienda suelta a tus pasiones.

  1. ¿Qué hay del sexo oral?

La práctica del sexo oral se viene incrementando en nuestra sociedad. Hay enamorados que les piden sexo oral a sus enamoradas o chicas que se lo ofrecen a sus enamorados. Este testimonio nos ayuda a entender lo que sucede cuando una mujer cede a tal pedido:

«Llevo tres años con mi enamorado, tengo dieciocho. Nos habíamos propuesto llegar vírgenes al matrimonio. Estos últimos meses las cosas han “avanzado” un poco más allá de las caricias. Hemos llegado masturbarnos y él me pidió tener “sexo oral”. Yo accedí. Desde entonces me siento fatal, no puedo más conmigo misma. Me siento tan avergonzada, trato de convencerme de que es normal, pero no puedo con mi conciencia, me siento sucia, indigna totalmente de Dios, he dejado de rezar, ya no voy a misa. Me pregunto si no soy una más de esas chicas que aparecen en las páginas porno. ¿Y por qué me lo pidió mi enamorado? ¿Por amor? ¿Es eso a lo que lleva el amor verdadero? ¿Es eso lo que tengo que pasar o soportar por amor? Claro, yo también lo he propiciado… soy una estúpida… ¡por encerrarme con él en su cuarto! ¿En qué pensará él cada noche, cada vez que se acuesta en la cama en la que hicimos esas cosas que me repugnan? ¿Cuánto tiempo más pasará para que empiece a pedirme algo más?».

No se trata tan solo de un “sentimiento de culpa por su formación religiosa”. De acuerdo a un estudio hecho por el Instituto Alan Guttmacher y publicado en la revista de diciembre de 2000, Perspectivas de la planificación familiar, «ofrecer sexo oral hace que las chicas se sientan explotadas, pero igual lo hacen porque quieren ser populares o “hacer felices a los chicos”»[12]. Una mujer que se siente explotada y usada, psicológicamente se empieza a desvalorizar ante sus propios ojos y a despreciarse a sí misma.

Y que «el sexo oral no tiene nada de malo» es una creencia equivocada: además de degradar psicológicamente a la mujer, las enfermedades sexuales pueden ser fácilmente transmitidas de los genitales a la boca.

¿Quieres hacer pasar por todo esto a la mujer que amas, “porque todos lo hacen”? ¡Nunca consideres que es algo “normal” en una relación de pareja! ¡No lo es, y no solo en una relación de enamorados o novios, sino tampoco en el matrimonio!

  1. ¿Qué y cuánto tomas?

Entre hombres siempre hay una ocasión para celebrar con una buena borrachera, y si no hay ocasión, se inventa.

En las fiestas el alcohol propicia “agarres” (abrazos y manoseos), “chapes” (besos) y sexo de ser posible. ¿Por qué siempre hay que “beber hasta emborracharse” para pasarla bien? Muchas mujeres al tomar se desinhiben y empiezan a lanzarse en brazos de los chicos mientras ellos se aprovechan de su estado de ebriedad:

«En el cumple de mi amiga salimos con otras amigas a bailar. Ella creo que bebió mucho y no sabemos ni cómo pasó, porque estaba bien. ¡Habíamos hablado justo antes de nuestro deseo de vivir la pureza, pero en ese estado besó como a tres chicos y había como un sofá y estaba ella ahí muy ebria, con un chico que estaba perfectamente bien, aprovechándose de su estado!».

Ten en cuenta que el alcohol es un desinhibidor: suelta todos los frenos. Al tomar alcohol ciertamente nos experimentamos “más libres”, “más sueltos y alegres”, capaces de hacer o decir cosas que no haríamos o diríamos en estado de sobriedad. Tomar nos pone en un estado de euforia primero y, si se sigue tomando, en un estado de absoluto descontrol e inconciencia de uno mismo. Historias como estas se repiten interminablemente, sobre todo en las mujeres, de quienes algunos se aprovechan justamente porque están borrachas:

«Cuando tenía dieciocho años, conocí a un chico y en menos de una semana, perdí mi virginidad de la peor manera posible: estaba borracha, y lo peor, el chico desapareció, y nunca supe qué fue de su vida».

Lo cierto es que

«muchos embarazos indeseados provienen de una noche de copas. Miles de abusos sexuales se planean con la maña de emborrachar a la mujer. Infinidad de jóvenes acaban rompiendo todos sus límites, desinhibidos por el alcohol. Los novios que beben, son varias veces más propensos a tener caricias eróticas profundas y relaciones sexuales. Cuando la mecha está impregnada con alcohol, siempre resulta muy corta para apagarla a tiempo»[13].

Tú puedes tener un propósito muy firme de guardar tu castidad, pero bajo el efecto del alcohol todo puede cambiar. Cuando tomes, hazlo con moderación. No te excedas. Cuida también a tus amigas y enamorada o novia, para que no se excedan en lo que toman y para que, si se exceden, nadie se aproveche de su estado. ¡Sé responsable de ti mismo y de los demás!

Si tus amigos se burlan de ti o te presionan porque no tomas, mantente firme, no cedas, no hagas las cosas tan solo para “no quedar mal”. Hombre no es el que toma mucho, sino el que vive de acuerdo a sus ideales, se domina a sí mismo y tiene la personalidad para resistir a la “presión social”.

  1. ¿Quiénes son mis amigos?

«Con el hombre perverso te pervertirás»[14]. Tan sencillo como eso: si quieres vivir la castidad, tienes que saber buscar y elegir a tus amigos y amigas, porque lo quieras o no, ellos influirán sobre ti, para bien o para mal. Escoge amistades que te ayuden a ser una mejor persona, y a quienes tú al mismo tiempo puedas ayudar a ser mejores.

  1. ¿Viajes con la enamorada?

Se ha vuelto una especie de moda que los enamorados o novios viajen juntos a cualquier lugar de su país o al extranjero, solos los dos, o con otras parejas de enamorados. ¿Es bueno o malo irse de vacaciones con la enamorada o novia? La respuesta en este caso es variada.

Si te invitaron a pasar un fin de semana con la familia de tu enamorada o novia, no vas a rechazar la invitación. Esta invitación puede ser una oportunidad para relacionarte con su familia y de ver cómo se comporta ella en el núcleo familiar, algo que es muy importante para el futuro de la relación. Conocer a la familia ayuda mucho a conocer a tu enamorada o novia y cómo se comportará en el futuro contigo y con sus hijos (en caso se lleguen a casar). En este caso, sí creo que es correcto que vayas y conozcas más sobre ella y su familia. Obviamente, tendrás que evitar estar a solas con ella en lugares cerrados, y si se hospedan en un hotel, no dormirán en el mismo cuarto.

Si vas con amigos, que sea con amigos de verdad, de aquellos que cuidan de ambos. Hay “amigos” que buscan estas vacaciones para poder hacer lo que se les venga en gana. Cuida de las amistades que tienen, rodéate de gente que te ayude a avanzar y que comparta tus mismos ideales y aspiraciones. Si tienen algún plan con amigos, averigua siempre quiénes van, a dónde van, cuáles son los planes del viaje, cuál es el objetivo y opta por lo que no represente una ocasión peligrosa para ti y para tu enamorada o novia.

Si se trata de ir solos, la respuesta es ¡NO! ¡Un NO rotundo y sin excepciones! ¡Ir de vacaciones solos es exponerse demasiado! La clave para responder a esta pregunta es la prudencia. Puede ser que ambos tengan bien clara la idea de mantenerse castos, pero al ir solos a un sitio por muchos días ya están siendo imprudentes, pues aunque no estén pensando en hacer nada y piensen que «no va a pasar nada entre nosotros», la pasión puede encenderse de un momento a otro. Es verdad que esto puede suceder aun cuando no se vayan de viaje juntos, pero también es cierto que el riesgo de que suceda en un viaje es muchísimo mayor. La prudencia en este caso aconseja no exponerse porque sí puede pasar de todo.

Tal vez te preguntes a qué me refiero con “no exponerse”. Es no ponerse en situaciones u ocasiones en las que será más difícil controlar sus expresiones sensuales. Te doy un ejemplo: muchas mujeres no ven nada de malo en quedarse a dormir en la misma habitación e incluso en la misma cama con el enamorado o novio. Para muchas esto no tiene nada de malo, es más, puede parecerles tierno estar simplemente echados juntos en la cama. Pero tomando en consideración nuestra biología, los hombres reaccionamos de manera distinta y para nosotros puede ser una situación muy complicada de manejar. Situaciones como estas (acostarse en la misma cama, acariciarse mucho, besarse mucho) pueden llevarte a cruzar la línea del cariño a la excitación en solo segundos, y si eso sucede, lo más probable es que arrastres también a tu enamorada por ese camino. Así que lo mejor es no ponerse en esas situaciones peligrosas para los dos, o no quedarte a solas con ella en lugares cerrados y/o muy oscuros (una habitación, o en una casa). Si amas a tu enamorada o novia, ¡cuida de ella!

Recuerda que vivir la castidad va más allá de abstenerse de tener sexo cuando todavía no es el momento, es purificar incluso las intenciones. Siempre cuestiónate y cuestiónale a tu enamorada si te lo propone: ¿por qué irse de vacaciones a solas? Cuestionen el lugar donde van a ir y con quiénes van a ir. Si detrás de estas preguntas encuentras una respuesta con una doble intención, es mejor no ir.

Si alguien te dice que es necesario irse de vacaciones con la enamorada o novia para “conocerse mejor”, pues la respuesta es ¡NO! No es necesario tener esas “experiencias” previas de fin de semana o de vacaciones para conocerse o divertirse juntos.

Vivir la castidad exige una conquista diaria. Habrá momentos en tu vida en los que te costará más, pero para poder conquistarla debes poner los medios humanos necesarios en cada caso, y eso muchas veces requerirá huir de las ocasiones y no exponerse a ellas.

Lo que el resto hace no siempre es lo correcto. Tú edúcate en la virtud y en el momento que se presente la situación sabrás actuar correctamente[15].

  1. ¿Robando besos?

Se ha puesto de moda también “regalar” o “robar” besos, especialmente en las fiestas. Hoy en día ya los besos no tienen nada de especial, se han hecho fáciles, es “normal” besarse con quien sea “porque te gusta”. Basta que se atraigan, que se quieran “vacilar” o que tomen un poco para que se empiecen a regalar besos “sin compromiso”, es decir, sin que el beso signifique nada, sin que sea el inicio de una relación formal y seria.

Obvio que a las chicas también les gusta divertirse y disfrutar de los besos, de la sensación que producen. ¡Y para el hombre evidentemente es placentero y genial si las mujeres andan regalando besos! Y cuando no, el reto de robarle un beso es mayor:

«Yo tengo un amigo muy amigo del cole y siempre me abraza cuando me ve. La cosa es que no sé por qué ayer se le dio por abrazarme a cada rato. Se ponía a mi costado, me abrazaba y en una de esas me contó que la semana pasada había ido a una discoteca y se había besado con una chica y me dijo: “así”, y me cogió la cara, se me acercó y yo le dije: “aléjate”. Él me insistió y me dijo: “¡para mostrarte!”, y yo tonta me dejé, se me acercó y me dio un beso. Yo reaccioné y lo aparté. Él se rió y me fui. Pero él me seguía buscando… quería besarme a toda costa, y me decía: “dame un beso en el cachete”, se lo di y me pidió: “otro, otro, otro” y cuando se lo iba a dar volteó la cara y me dio otro beso en la boca (pico) y yo: “¡Contrólate!” (…) Mis amigas me dicen: “¡vive la vida!», «¡no es nada malo!”, “¡eres joven!», y cosas así, ¡y a veces me la creo!».

Enséñale a tus amigas que los besos para una mujer digna también son sagrados, que no se pueden estar regalando a cualquiera, por simple “juego y diversión”. La experiencia de esta joven nos ayuda a entender que algo tan “simple” como un beso, que para un hombre puede significar únicamente un placer, para la mujer es “dar algo de sí” y debe también esperar a cambio un compromiso:

«Hace poco fui a una fiesta y todo estaba súper tranquilo. Al final llegó un chico que me parecía atractivo y empezamos a bailar. Luego nos quedamos hablando un gran rato «conociéndonos», luego me di cuenta que él quería que nos besáramos y por mucho rato no dejé que pasara, pero después me dejé llevar y nos besamos. Al día siguiente me sentía terrible, pues a algo muy pequeño no le había podido decir que no, no huí de la tentación en el momento debido y claro, la culpabilidad me mataba pues no es el ejemplo que debo dar. Además de que es algo que no me hace feliz, más bien sentía que se había llevado algo de mí. ¡No me imagino cómo debe ser cuando las personas se entregan completamente! ¿Por qué cedí? Pues en un momento me dije a mí misma que la verdad él había intentado mucho (obviamente no, ja,ja) y que la verdad podía “aprovechar esa oportunidad”. En ese momento a una se le pueden ocurrir mil excusas y al final creo que no hay ni una sola suficiente como para regalar besos. En serio, después de un beso una quiere tener cierto tipo de unión con esa persona, pero en esas condiciones pasa totalmente lo contrario y por lo tanto terminamos dando algo que no le pertenece a nadie más y no es posible recuperar».

Antes de besar a una mujer que quieres honestamente debes pasar por el riesgo de decirle que quieres comprometerte con ella a algo más serio, es decir, a estar de enamorados. En otras palabras, lo correcto es una declaración formal. Solo si acepta podrás darle un beso como expresión de compromiso, de afecto y de un amor que exige hacer las cosas bien, por etapas, sin apuros.

  1. ¿Y qué hay de los “besos apasionados”?

¿Es correcto besar apasionadamente o no? Y, en caso de ser aceptable, ¿en qué momento hacerlo?

En la vivencia del enamoramiento y noviazgo surgen muchas maneras de expresar el cariño por la persona amada, pero hay que tener mucho cuidado en cómo demostramos ese cariño. Te preguntarás, ¿por qué tener cuidado?

En primer lugar debes tener muy en claro, como hemos dicho, que hombres y mujeres no somos iguales. Hay muchas características que nos hacen muy diferentes. Los hombres somos más apasionados, está en nuestra naturaleza el cortejar; en cambio la mujer es más afectiva, su naturaleza es ser cortejada, conquistada. En el plano biológico el hombre tiende a “prenderse” más rápido que la mujer.

Partiendo del conocimiento de estas diferencias, debemos actuar con cuidado con las caricias que damos y recibimos, y ello incluye los besos. Tanto los besos como las caricias (abrazos, tomarse de las manos) son lícitos (permitidos) siempre y cuando sean moderados y que no busquen provocar la excitación de la pareja.

Moderar un beso es muy difícil, por eso es mejor no meterse en terreno peligroso. La pregunta es si los besos apasionados (entendiendo como besos apasionados aquellos que son largos en duración, o en los que se utiliza la lengua y cosas semejantes) están bien en el enamoramiento o en el noviazgo. Pues la respuesta es contundente: ¡NO! No están bien por las siguientes razones:

  1. En el plano biológico los hombres somos más sensibles y el simple roce del cuerpo, más aún los besos, podrían hacer que te excites en tan solo segundos. Ello no quiere decir que no te puedas contener, pero es más complicado para los hombres que para las mujeres. Por eso es recomendable que no te prolongues en los besos para evitar que se vuelvan apasionados, y que tampoco beses a tu enamorada en zonas que van a despertar su sensualidad.
  2. Un beso prolongado y apasionado puede cruzar fácilmente del plano de ser cariñoso al plano de la excitación.
  3. Es más difícil controlar un beso que se ha subido de tono, ya que muchas veces ese beso no va solo, sino que se acompaña con caricias impropias.

Muchas parejas de enamorados o novios que habiendo hecho un propósito de esperar hasta el matrimonio tuvieron relaciones sexuales se preguntan: ¿cómo es que llegamos a este punto? ¿Cómo nos pudo pasar esto? En casi el 100% de las veces encontrarás la respuesta en un simple beso que se extendió y excedió más allá de lo que podían manejar, un beso que encendió el fuego incontrolable de la pasión. No caigas en la ilusión de que puedes controlar las caricias y besos apasionados si ya los han iniciado. Estos fueron pensados para ser vividos solamente por los esposos.

Entonces, ¿cuál es la solución? La respuesta es simple: evitar la situación, es decir, detente antes de que las caricias y los besos enciendan la pasión.

Se dice: «El hombre llega hasta donde la mujer le permite», pero a veces sucede que la mujer no solo le permite al hombre llegar más lejos, sino que incluso se lo insinúa, lo incita o se lo pide explícitamente en un momento de excitación. Definitivamente la responsabilidad es de los dos, tanto de la mujer como del hombre. A ti te toca cuidar a tu enamorada o novia de los excesos, cuidarte de no besarla demasiado ni muy prolongadamente, y saber decirle «tranquila, para, yo no te quiero para eso», en el caso de que ella “se aloque” o sencillamente quiera avanzar más.

La virtud de la castidad se vive todos los días de nuestra vida, no podemos dejarla de lado cuando estamos con la enamorada o con la novia. Al contrario, es allí cuando más se ejercita: cuando nadie los ve, cuando el cuerpo o la sensualidad quieren imponerse ante la voluntad y compromiso de vivir la pureza y el mutuo respeto en la relación.

¿Cuándo son aceptables los besos y caricias apasionadas? Cuando estés con tu esposa. ¡Antes no! Los besos apasionados antes del matrimonio están fuera de lugar, no te corresponde vivirlos, y la mejor manera de guardar y cuidar tu castidad y la de tu enamorada o novia es evitando ponerse en una situación peligrosa.

Luego de leer esta respuesta, una joven de dieciocho años nos compartía su experiencia y reflexión:

«La verdad es que necesitaba que alguien me aclarase, porque cuando estaba con mi ex enamorado nos besábamos feo, muy apasionadamente. Estuvimos cuando yo tenía diecisiete y él veinte. Al comienzo eran besos normales, pero pronto, a partir de la tercera semana, se volvieron muy apasionados y eso dio pie a otras cosas que no me atrevo a decir. Yo siempre sentía que aunque eran solo besos algo estaba mal, pero cuando le preguntaba a alguien siempre, siempre me respondía que era algo “normal”, que “no tenía nada de malo”. Ahora, gracias a esta respuesta, veo las cosas desde otra perspectiva y entiendo que de haber evitado esos besos apasionados probablemente no habríamos llegado a hacer otras cosas de las que ahora me avergüenzo, y no habríamos perdido la oportunidad de amarnos bien. Aquellos besos fueron la “puerta de entrada” para otras cosas más “fuertes” que también me decían muchos que eran “normales” entre enamorados, pero que definitivamente terminaron haciéndome mucho daño y deterioraron la relación con mi ex».

Un hombre de unos treinta años, gracias a que su enamorada le ha explicado la importancia de la castidad y su deseo de llevar una relación casta, ha empezado a entender este mensaje y a ponerlo en práctica. Por amor a su enamorada está haciendo cambios significativos en su modo de pensar y de aproximarse a ella. Ella me escribía hace poco, contenta por un gran avance:

«Hoy me dio un beso y me dijo que no me besaba mucho rato porque le era difícil luego no querer avanzar. A mí me quedó más claro en ese momento que esa es una clave para no meter la pata yo misma y besarlo mucho, pues sin que sea mi intención, lo puedo complicar a él».

  1. ¿Y los besos y “caricias” en partes íntimas?

Hay muchos que piensan que estas caricias o besos forman parte de la relación de enamorados:

«Llevo ya tres años con mi novio, a pesar de que él está de acuerdo en no tener relaciones, cree que ciertas “caricias” (debajo de la ropa, en las partes íntimas e incluso besos… si es que se les puede llamar así) no están mal y cree que me he vuelto fanática y exagerada al respecto. ¿Están bien esas caricias? Y si no, ¿qué le digo para hacerle entender?».

No es una “fanática exagerada” la mujer que te pide sacar esas “caricias” de la relación. Este sencillo razonamiento y comparación te ayudará a entender por qué debes evitar estas caricias o tocamientos:

Si alguien te roba cien dólares, ¿está bien o está mal? Obvio que vas a decir que está mal, ¿verdad? ¿Y si te roba cincuenta? ¿Varía tu respuesta? ¿Deja de estar mal porque es menor la cantidad? No, ¿verdad? ¿Y si tan solo te roba diez? ¿O cinco? La respuesta seguirá siendo la misma, ¿verdad? ¿O en algún momento tú dices que robar, porque es poco, está bien? ¡No! Seamos honestos: ¡en todos los casos está mal, sea mucho o sea poco! Lo mismo sucede con la castidad: tener relaciones es como robar los cien, y tener esas “caricias” es como robar uno. Pero como el cuerpo siempre te pide más una vez que le das uno, luego robas dos, luego tres, luego cinco y luego un poco más, hasta que —aunque no era tu intención al principio— finalmente le robarás los cien. ¡Pues en ninguno de esos casos está bien que le robes la pureza a tu enamorada o novia, sea cien o sea uno!

Demuéstrale a tu enamorada o novia que de verdad la amas dominándote a ti mismo, renunciando a este tipo de caricias y besos, respetando los límites que se han puesto en vez de rebajarlos con el argumento de «no tiene nada de malo». La respuesta de un hombre de verdad debe ser la respuesta que este hombre ofreció a esta mujer:

«Yo tomé la decisión de mantenerme virgen hasta el matrimonio. Fui a la escuela, a la universidad, entré al mundo laboral, fui considerada por muchos como una mujer atractiva e inteligente, y estaba siempre rodeada de muchos amigos. En la medida que pasaban los años mis familiares, compañeros de trabajo y amigos me repetían una y otra vez que por qué no tenía una pareja, a qué le tenía miedo, que si iba a “vestir santos” o que sería la tía solterona de la familia. Mi respuesta siempre era una sonrisa y les decía: “todo en el tiempo de Dios, Él sabe el día y la hora”. Nadie entendía, porque según ellos dejaba pasar las oportunidades, y me decían que era muy selectiva o pretenciosa. Otros simplemente hacían bromas y me decían que “la virginidad enferma”. A los 25 años conocí a un hombre maravilloso, que fue mi primer y único novio. La única condición que le puse para ser su novia era que respetara mi decisión de guardar mi virginidad hasta el matrimonio. Él me dijo: «no solo la respeto, sino que te ayudaré a cuidarla«. Y así fue, hasta el día que nos casamos, un año y tres meses después. Él cumplió su palabra».

Cuando uno opta por vivir la castidad está más atento a lo que nos rodea, a lo que hacemos y ciertamente nos damos cuenta de que muchas conductas que podrían parecer “normales” entre pareja (de enamorados o novios) no lo son. Las tentaciones están siempre pero ahora quizá las notas más porque tienes más conciencia sobre lo que está mal y buscas evitarlo. En vez de ponerte en una situación en la que vas a estar luchando por controlarte y en peligro de perder el dominio de ti mismo, lo inteligente, lo que debes hacer, es evitar ponerte en esas situaciones. De ese modo evitarás todas las tentaciones y luchas interiores que vienen una vez que te encuentras en esa situación complicada, que te “invita incesantemente” a dejar de lado todo propósito y lucha por vivir la castidad.

La opción por la castidad es una opción radical, no se puede hacer a medias, y ello conlleva a no ceder ni un centímetro en la lucha. No seas iluso creyendo que vas a poder manejar la situación si te expones a la tentación. La mejor forma de vencer es siendo humilde y evitando toda situación peligrosa.

Inmersos en una cultura o rodeados de amistades que nos dicen que están bien ciertas caricias, debemos mantenernos firmes en nuestra opción por ir contracorriente. A nosotros nos toca cambiar nuestra mentalidad y optar por vivir una vida digna de un hombre verdadero que cuida y protege a quien ama. ¡Tu enamorada merece tu respeto!

No dejes de acudir a los sacramentos, Dios da la fuerza pero hay que ir a buscarla. Dios te dará lo que necesites para que sigas firme en esta lucha que es difícil pero no imposible.

Busca la orientación de personas prudentes, rodéate de gente que te ayude a crecer, gente que viva o al menos que esté luchando por vivir tus mismos ideales. Muchas personas que nos rodean y que a veces llamamos “amigos”, no lo son. Un verdadero amigo siempre te lleva a descubrir la verdad, un verdadero amigo te ayuda a que crezcas como persona. Esto no significa que te aísles de las otras personas pero sí significa que seas prudente con lo que compartes.

 

PARA TERMINAR

Quiero concluir estas recomendaciones con el valioso testimonio de un hombre de veintiséis años que estoy seguro te alentará en tu propia opción por luchar y vivir un estilo de vida diferente, contracorriente: el de la castidad, el de la pureza de mente, corazón y cuerpo, con el fin de conquistar el amor verdadero:

«Cuando somos pequeños muchos de nosotros estamos expuestos a una formación familiar o social extremadamente “de machos”. Crecemos queriendo que el tiempo pase muy rápido y hacer cosas de “grandes” sin aprovechar ese tiempo que Dios nos da para disfrutarlo inocentemente, aprendiendo de a pocos, paso a paso.

»A pesar de todas esas cosas buenas que he tenido en mi vida debo decir que crecí con pensamientos muy confundidos acerca de cómo llevar una relación y mi rol como hombre. Considero que nosotros somos más débiles que las mujeres, ellas definitivamente son más fuertes que nosotros en muchos aspectos, pero muchas veces son tan frágiles ante ese “amor” común y desechable que hoy en día les vende la sociedad y convive en el corazón de los hombres.

»Desde pequeño anhelé una relación como la de mis padres. No es perfecta, pero tienen bases muy sólidas: buena comunicación, se conocen bien, se aman, se cuidan entre ellos, van a misa todos los domingos. Siempre quise conocer a una mujer como mi madre: responsable con la familia, que ame a Dios sobre todas las cosas, que me haga crecer en lo espiritual y muchas otras cosas esenciales. »De igual manera me parecía lógico que si yo esperaba eso de una mujer, yo debería ser ese hombre que siga el ejemplo de San José, hombre justo.

»La verdad es que el camino para llegar a ser eso es demasiado complejo, despojarte del día a día, tratar de ser diferente parece imposible, negarte a propuestas “interesantes” de tus amigos es un verdadero reto, decir que NO o parar la mano cuando debías hacerlo, otro tanto complicado.

»Cometí infinitos errores desde que era un niño. Luego, en mi adolescencia, cuando creí conocer por primera vez el “amor”, la fregué varias veces y después, aun cuando fui consciente de esas experiencias erróneas, volví a caer. No sabía hasta cuándo sucedería esto. Puedo resumir que gran parte de mi vida tuvo muchos desaciertos de los cuales he aprendido y que en estos últimos años estoy esforzándome por hacer las cosas bien, como Dios quiere.

»Hoy tengo veintiséis años, llevo una relación de casi cinco años con una mujer tres años menor que yo, mujer que me ha enseñado y demostrado que el amor puro y santo ¡sí existe! La lucha contra la tentación no ha sido fácil, fuimos ingenuos muchísimas veces y de esos malos tratos, por los que sentimos que nos habíamos fallado a nosotros mismos, el uno al otro y a Dios, hemos ido aprendiendo y madurando.

»En honor a la verdad, no fueron fáciles los inicios de nuestra relación, y les puede sonar exagerado lo que les voy a contar. Tenía yo veintidós años cuando la conocí y ella diecinueve, y las reglas que nos habían puesto sus padres eran tan básicas pero a la vez tan complicadas de cumplir: no podía llamarla más de las nueve de la noche, ¡y el primer mensaje de texto que le envié para invitarla a salir no tuvo respuesta sino hasta el siguiente día porque cuando lo hice, eran pasadas las diez de la noche! No pude ir a su casa al principio y peor entrar a ella aun cuando sus padres estaban ahí dentro. Obvio que ella no podía ir a mi casa tampoco. Sin embargo, las cortas horas de permiso que tenía para salir conmigo se volvieron mis mejores amigas. Debíamos respetar la hora de salida y de llegada, ¡ni un minuto más de lo acordado! Si no, sencillamente ¡ardía Troya! Las primeras salidas yo la veía llegar y la veía irse, sus padres eran responsables y muy estrictos. ¡La primera vez que hablé con sus padres recuerdo que fue más complicado que la sustentación de mi tesis cuando me gradué en la universidad! ¡Estuve tan nervioso! Podría seguir contando muchas otras experiencias de este tipo, pero el punto al que quiero llegar es que todos estos detalles —que a los ojos del mundo son “anticuados” o “demasiado tradicionales”— eran la garantía para saber con la clase de mujer con la que estaba, y eso fue lo que me enamoró profundamente de ella: ¡tuve que pasar todo eso para encontrar a la mujer que siempre quise!

»Todo lo anteriormente dicho ha cambiado de cierta forma porque hoy hay flexibilidad, pero siguen existiendo las reglas de sus padres que aún como enamorados respetamos. No fue fácil aceptarlas, tuve que ceder en mucho y renunciar a muchas cosas, puesto que estuve acostumbrado a otras cosas. Ahora comprendo que todo tenía su propósito. ¿Podía encontrar de otra manera a la mujer de mis sueños, si no era sacrificándome a mí mismo y cambiando “las maneras” aprendidas desde pequeño de cómo un “macho” encuentra a su “hembra”? Pues no, este sacrificio era necesario para encontrar el amor puro y verdadero en una mujer excepcional. Hoy no quiero ni pensar qué habría pasado si no hubiésemos luchado y optado por vivir el camino de la pureza, si en vez de corregirnos oportunamente en los excesos cometidos al principio, yo hubiese presionado un poco más o ella se hubiese dejado llevar “por amor”. Sencillamente, habría destrozado el amor profundo y verdadero del que ahora podemos disfrutar.

»El que menos hoy te dice “no sabes lo que te pierdes” cuando haces una opción por vivir la castidad, pero yo les puedo decir a ellos ahora con toda serenidad y verdad: “eres tú quien no sabes lo que te pierdes”. En efecto, muchos por querer “avanzar rápido” y querer disfrutar del “éxtasis” que sin duda produce el placer de un momento, se pierden literalmente el amor verdadero y todo el gozo y paz que este puede traer a nuestros corazones.

»La clave para seguir en la batalla de la castidad ha sido nuestro sueño de esperar al momento fijado por Dios —el matrimonio— para la entrega total. Hemos buscado medios de formación en pareja para lograrlo, que hoy en día existen. A partir de esta opción por vivir la virtud de la castidad mi enamorada y yo tenemos conversaciones muy profundas, basadas en nuevas experiencias compartidas. Así mismo hablamos de la santidad como algo alcanzable. Sin duda alguna debo afirmar que no sirve de nada asistir a miles de cursos si en nuestros corazones —¡los de ambos!— no está cimentado ese anhelo de pureza y santidad. Si uno de los lados no colabora, simplemente ese anhelo se derrumba, pues la tentación está a la orden del día y nosotros debemos ser fuertes para evitarlas, pero fuertes en la gracia.

»Alguna vez un sacerdote me dijo en una confesión: ¿Por qué luchar contra la tentación, si la podemos evadir o evitar? ¡Y es verdad! es muy sabio ese cuestionamiento y muy acertado. La lucha se hace muy fuerte si ambos —como suelen hacer muchos enamorados hoy en día— se meten en sus cuartos y cierran la puerta tras de sí. ¡Te ahorrarás toda esa lucha si sencillamente no te expones!

»Me gustaría cerrar este testimonio invitando a todos los “machos” a que seamos verdaderos caballeros y dignos hijos de Dios, que tengamos a San José siempre presente y que pidamos su intercesión para llegar a ser hombres puros y castos. ¡Solo así podremos ser agentes de transformación en esta sociedad que necesita de cambios urgentes y radicales! ¡Los invito a seguir luchando por vivir la castidad como un estilo de vida! Y ante cualquier caída, ¡los invito a pedir perdón, levantar la cabeza y volver a la batalla! Finalmente los invito a seguir confiando, a buscar el verdadero amor y luchar por él, porque hoy puedo dar fe de que ¡sí existe!».

[1] Catecismo de la Iglesia Católica, 2345.

[2] El juicio moral sobre la pornografía lo encuentras en el Catecismo de la Iglesia Católica, 2354: «La pornografía consiste en sacar de la intimidad de los protagonistas actos sexuales, reales o simulados, para exhibirlos ante terceras personas de manera deliberada. Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual. Atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a otros en la ilusión de un mundo ficticio. Es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico».

[3] Véase http://www.youtube.com/watch?v=r0q_VGacfNk

[4] Shelley Lubben, Truth behind the fantasy of porn. The greatest illusion on the earth, Shelley Lubben Communications, Lexington 2010, prefacio.

[5] Véase https://www.facebook.com/LaOpcionV

[6] «No salga de tu boca palabra dañina, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que te escuchen» (Ef 4, 29).

[7]Dawn Eden, La aventura de la castidad, Grupo Nelson, Nashville 2008, p. 164.

[8] Catecismo de la Iglesia Católica, 2352.

[9] Se recomienda ver la película: “Desconfianza”.

[10] Véase el caso de Amanda Todd, una chica que por estos chantajes y bullying terminó suicidándose a los 15 años en 2012 en Canadá.

[11] Hay historias pasadas que pueden dañar mucho la relación, cuando no hay la suficiente madurez por parte de la otra persona. Si sientes que algo de eso te puede pasar, y tienes miedo de decirle las cosas por las que has pasado a tu novia, lo mejor es que consultes con alguna persona entendida y prudente para que te aconseje si debes hablar de eso o no, o de qué modo y cuanto es necesario decir en su momento.

 [12] Ben Shapiro, Porn Generation, Regnery Publishing, Washington 2005, p. 27.

[13] Carlos Sánchez Cuauhtémoc, Free sex?, Diamante, Ciudad de México 2008, p. 99.

[14] Carta de San Clemente I, Papa, a los corintios, cap. 46, 2.

[15] Respuesta ofrecida por Verónica Ortega de Manning, Doctora en Medicina General y Cirugía.

REFLEXIONES SOBRE UN TEMA POLÉMICO:  El Infierno

 

La doctrina dogmática de la Iglesia se basa en la existencia de un Infierno eterno, de acuerdo con la enseñanza del Nuevo Testamento. En muchas partes se menciona la «condena» de quienes no aceptan a Jesús y sus enviados (Mt 10, 15) o no creen en Jesús «El que no cree en el Hijo, ya está juzgado» (Jn 3,17). Nadie escapará al «juicio de Dios», el cual «juzgará las acciones secretas de los hombres» (Rm 2,3 y 16), puesto que «todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios» y «cada uno dará a Dios cuenta de sí» (Rom 14, 10 y 12). Jesús habla de un lugar de perdición, la Gehenna (Mt 10, 28). San Pablo y San Juan hablan de la «cólera» de Dios atraída por el hombre sobre sí mismo: «El que cree en el Hijo tiene la vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que está sobre él la cólera de Dios» (Jn 3,36) «Pues confor­me a tu dureza y a la impenitencia de tu corazón, vas atesorándote ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, que dará a cada uno según sus obras: a los que con perseverancia en el bien obrar buscan la gloria, el honor y la incorrup­ción, la vida eterna; pero a los contumaces rebeldes a la verdad, que obedecen a la Injusticia, ira e indignación» (Rom 2,5-8).

Jesús habla de una senda «que lleva a la perdición» y otra que «lleva a la vida» (Mt 7, 13-14). San Pablo se refiere a los enemigos de la cruz de Cristo, cuyo «término será la perdición» (Fil 3, 19). La segunda epístola a los tesalonicenses afirma que aquellos que no obedecen al Evangelio «serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder» (2Tes 1,9). En las parábolas del reino de Dios, Jesús emplea la imagen del banquete, del cual algunos son excluidos, «arrojados a las ti­nieblas exteriores», donde «habrá llanto y crujir de dientes» (Mt 22, 13). Por último, Jesús dirá a quienes no han hecho obras de caridad: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles. (…) E irán éstos al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna» (Mt 25,41 y 46).

Así, la revelación neotestamentaria afirma claramente que aquellos que se endure­cen en el mal y no se convierten a Dios, arrepintiéndose de sus pecados y obedecien­do al Evangelio con la fe y la caridad, están destinados a la perdición eterna, a la condena de parte de Cristo, juez de vivos y muertos, a la exclusión del reino de Dios y la vida eterna.

* * *

Pero aquí surge el problema que angustia a muchos cristianos: ¿cómo conciliar la infinita bondad y misericordia de Dios con la existencia de un Infierno eterno? Si Dios es infinito Amor -dicen ellos-, ¿cómo puede condenar al sufrimiento eterno a seres humanos que ha creado por amor y por cuya salvación Cristo murió en la cruz? No hay proporción entre los pecados de los hombres, por graves que sean, y el casti­go eterno de los mismos. Por esos motivos, es decir, para salvar la bondad y la justi­cia de Dios, muchos cristianos niegan la existencia de un Infierno eterno.

Para resolver este problema grave, es necesario aclarar que no es Dios quien condena al hombre al Infierno, sino éste quien libremente se autocondena a la perdición eter­na; no es Dios quien impone al hombre un sufrimiento eterno, sino éste quien se lo inflige al rechazar la salvación que Dios le ofrece.

Dios es siempre únicamente Amor y su actividad es siempre únicamente salvadora. Por consiguiente, Dios no condena ni castiga; sólo desea la salvación de todos y su actividad está dirigida hacia este fin. No le es indiferente que el hombre se salve o se condene, desea únicamente la salvación del hombre. Por este motivo, pone enteramente su sabiduría y poder infinitos al servicio de la salvación de los hombres, do­tándolos a todos ellos de la gracia necesaria para salvarse, gracia que el hombre sien­do libre puede rechazar, con lo cual anula la voluntad salvadora de Dios. En realidad, la salvación no es un hecho automático, es decir, la gracia de la salvación debe acep­tarse y acogerse libremente. Dios no quiere imponer la salvación, obligando al hom­bre a salvarse y por tanto a amarlo, porque la salvación conlleva de parte del hombre un acto de amor a Dios, y Dios no quiere obligar a nadie a amarlo, porque el amor no se puede imponer.

Sin embargo, al rechazar la gracia y el amor de Dios, el hombre se condena por sí mismo a privarse de Él, y en eso consiste precisamente el Infierno. Así, la condenación no es deseada por Él, sino por el hombre que rechaza a Dios, su gracia y su amor. Esta carencia de Dios, deseada libremente por el pecador, tiene como consecuencia inmanente e intrínseca del pecado la llamada «pena del sentido», De hecho no es Dios quien impone esta pena desde fuera por medio de los án­geles o los demonios, como vemos en muchas imágenes de la pin­tura o leemos en la Divina Comedia; es el pecador quien se la impone a sí mismo, porque al rechazar a Dios hace que toda la creación divina se vuelva en su contra: por ser criatura de Dios, ésta reacciona de este modo cuando él se vuel­ve en su contra.

¿Y no podría Dios en su infinito amor -se dirá- constreñir al hombre a evitar el Infier­no desde el momento en que conoce el terrible destino hacia el cual éste se dirige? Si un padre ve a su hijo a punto de lanzarse a un precipicio para morir, ¿no lo sujeta y lo obliga contra su voluntad a llevar a cabo un acto tan insensato? Para responder a esta objeción, es preciso recordar dos cosas que suelen olvidarse.

En primer lugar, Dios no desea de ninguna manera que el ser humano se condene y pone enteramente en juego su omnipotencia para impedir la perdición eterna de una persona; pero, habiendo creado al hombre libre y queriendo que éste elija libremente su destino, por cuanto únicamente una libre elección es digna del hombre, respeta la libertad humana, que es la expresión más elevada de la dignidad humana. En otras palabras, Dios no puede tratar al hombre como si fuera un niño inconsciente o un loco al cual es preciso salvar de un peligro del cual el pobrecillo no se percata. Dios trata al hombre como un ser adulto, consciente de sus opciones. Es la única manera digna de Dios y del hombre de tratar a la persona humana.

En segundo lugar, es infantil pensar que Dios está apuntando con un fusil para herir y mandar al Infierno a quien cometa un solo pecado. La opción contra Dios que conduce a la perdición eterna es totalmente lúcida y consciente y no se produce en forma repentina. Es un proceso que madura a lo largo de toda la vida, pasando por el pecado, el rechazo y tal vez el odio a Dios, para llegar a la elección consciente del mal. Por consiguiente, es una consecuencia del endurecimiento del hombre en el pecado del negarse con pleno conocimiento a llevar a cabo el bien, indicado por la propia conciencia, de despreciar a Dios y a los hombres. Así, nadie se condena por pequeñas cosas, por «bagatelas», sino por el pecado más grave que puede cometer el hombre, el cual es rechazar consciente y libremente el amor de Dios salvador, desear estar sin Dios, desear vivir eternamente lejos de Él.

* * *

¿Pero cómo puede ocurrir semejante cosa? ¿Cómo es posible que el hombre elija cons­cientemente estar eternamente alejado de Dios y su Reino? Aquí estamos abordando el aspecto más misterioso de la condenación eterna. Tal vez pueda aclarar en alguna medida este enorme misterio el hecho de comprender por una parte la verdadera naturaleza del pecado y por otra la verdadera naturaleza de la libertad.

¿Qué es en realidad el pecado? Es preciso distinguir dos cosas en el pecado: 1) la acción pecaminosa, como la blasfemia, el dar muerte a otra persona, el robo o el odio mortal a otro ser humano; 2) el significado de la acción pecaminosa: en cuanto transgresión voluntaria de la ley moral, deseada por Dios para el bien del hombre, ésta constituye un acto de rebelión contra Dios y un rechazo de Dios, su providencia y su amor al hombre. Al mismo tiempo, al transgredir la ley divina, el hombre se coloca en el lugar de Dios, aplicándose la ley por si mismo.

Así, con el pecado grave, consciente y voluntario, el hombre realiza un acto de soberbia y orgullo en cuanto se pone en el lugar de Dios, prefiriéndose a sí mismo y no a Dios, en suma negándolo para autoafirmarse. En realidad, independientemente del terreno en el cual se cometa, el pecado consiste en su esencia profunda en un acto de orgullo, amor a sí mismo y desprecio y rechazo de Dios. Dado este carácter del pecado, el hombre no sólo lo comete, sino «permanece» en él, por lo cual se con­vierte en un «estado», además de un «acto», estableciéndose en la persona, «endureciéndose» en ella, que de «pecadora» llega a ser «pecado».

Con este endurecimiento en el pecado, el hombre se cierra a Dios y no permite en sí mismo la acción de su gracia, que Dios nunca hace que le falte al pecador para con­ducirlo a la «conversión». Se produce así en el hombre una especie de fijación en el mal, que en el momento de la muerte cuando se decide su destino eterno, se convier­te de manera casi natural en un rechazo de Dios. Este rechazo final, al cual conduce el endurecimiento en el pecado y la no aceptación de la gracia de la salvación, es el pecado que determina definitivamente la condenación. Es por eso que no nos condenamos por un solo pecado o por «pecados bagatelas». El drama de la condenación es bastante más serio.

Es un misterio para nosotros cómo esto puede ocurrir, cómo el hombre puede llegar al rechazo radical de Dios y su gracia; pero es el misterio de libertad humana, que puede elegir a Dios y rechazarlo, puede aceptar a Dios como fuente de su propia felicidad, lo cual implica un gesto de humildad, por cuanto de ese modo el hombre reconoce su pobreza y su incapacidad de ser feliz únicamente con sus fuerzas, o pued­e orgullosamente hacer que su felicidad dependa de él mismo. En realidad, la acep­tación de la gracia de la salvación significa depender de Dios para alcanzar la propia felicidad. Y el hombre, en su orgullo, puede no querer depender de Dios, sino ser él «únicamente» quien encuentre en sí mismo -y no en el don de Dios- la causa de su propia felicidad.

Aquí se manifiesta con toda su fuerza la grandeza de la libertad humana, en cuanto ésta determina el destino eterno del hombre. En verdad el hombre es grande por cuanto puede libremente elegir a Dios o rechazarlo. No significa esto que el rechazo de Dios sea un acto de grandeza, puesto que al proceder así el hombre se condena a la infelicidad eterna; pero esta posibilidad muestra la grandeza de elegir a Dios libremente. Así, cuando el hombre elige libremente a Dios, impulsado por su gracia, aceptando su don de salvación, está mostrando que sólo Dios es grande y sólo Dios merece ser elegido por sus criatu­ras y reconocido por ellas como el único capaz de hacerlas eterna­mente felices. La aceptación de Dios, que es la salvación del hom­bre, se convierte de este modo en el reconocimiento de la grandeza única de Dios y por consiguiente en un acto de alabanza a la infini­ta misericordia y al infinito amor de Dios.

* * *

Así, la existencia del Infierno eterno nos muestra la seriedad de la vida humana, ya que en ella el hombre construye su eterno destino de salvación o perdición. También nos muestra la trágica seriedad del pecado, el gran peligro para el hombre no sólo de cometer pecados, sino de permanecer con obstinación en «estado de pecado», rechazando la gracia divina que lo invita a la conversión. El estado de pecado conduce al endurecimiento del corazón y hace sumamente difícil, aun cuando no sea imposible, elegir a Dios en el momento de morir. Quien ha rechazado a Dios conscientemente durante toda la vida, permaneciendo en el pecado, difícilmente lo acogerá en su decisión final, si bien siempre debemos esperar que la gracia salvadora de Dios, que ama infinitamente a sus criaturas, prevalezca sobre la resistencia aun más obstinada del hombre. Por este motivo, por una parte nunca debemos perder la esperanza en la salvación de ningún ser humano, y por otra debemos cultivar, para nosotros mismos y los demás, el «temor» de Dios, del cual hablan San Pablo -«Con temor y temblor trabajad por vuestra salud» (Fil 2,12)- y San Pedro: «Vivid con temor todo el tiempo de vuestra peregrinación» (1 Pe 1, 17). Este temor no es miedo a Dios y sus castigos, sino temor de ser débiles y rechazar la gracia divina.

La perdición es un verdadero riesgo para todos y no debemos pensar que es una amenaza o una posibilidad que para nadie llega a concretarse De ser así, la amenaza de la perdición seria en cierto modo parecida a la idea del lobo feroz, a la cual recurrían los padres para que sus hijos pequeños tuvieran buena conducta. Semejante cosa no sería digna de Dios que trata al hombre como ser adulto y responsable. Con todo, al «temor» de Dios siempre va unida una esperanza mayor y más fuerte de salvación, porque como también afirma San Pablo, donde «abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rom 5, 20). Así, la gracia es infinitamente mas fuerte que el pecado, y el amor y la misericordia de Dios no tienen límites. Por lo tanto, el cristiano debe alimentar la esperanza tanto de su propia salvación como la de todos, pero no tiene certeza alguna en este ámbito en el cual la libertad humana puede ahuyentar la gracia divina. Por consiguiente, el Infierno es siem­pre una «posibilidad real».

Por lo tanto, no es teológicamente aceptable ni pastoralmente útil afirmar que existe efectivamente la posibilidad de perderse, pero el Infierno está «vacío», porque nunca nadie se ha perdido ni se perderá, ya que la misericordia infinita de Dios consigue salvarnos a todos. Con semejante afirmación en oposición con las Sagradas Escrituras, pierde toda seriedad la vida humana, así como el esfuerzo a veces heroico por ser fieles a Dios y no perderlo eternamente con el pecado, y el hombre se adormece en la pereza y haciéndolo todo de prisa y mal: ¿para qué comprometerse en grandes sacrificios si la salvación está ase­gurada para todos, buenos y malos?

* * *

En el tema del Infierno hay un último problema de difícil solución: ¿por qué el hombre, que en el momento de la muerte ha decidido libremente en contra de Dios y se ha perdido, no puede volver sobre su decisión, arrepentirse y de ese modo salvarse?  La respuesta a esta interrogante no debe buscarse en cl hecho de que Dios lo condena al Infierno eterno negándole la gracia del arrepentimiento y la conversión, sino en la naturaleza misma de la libertad. Mientras el hombre está en la vida, la libertad humana es condicionada y limitada, por lo cual está sujeta a cambios, ya sea positivos, bajo la acción de la gracia divina, ya sea negativos, impulsados por la fuerza de las pasiones y el pecado. En el momento de la muerte, cuando se separa el principio espiritual (el alma) del principio material (el cuerpo), la libertad deja de estar bajo todo tipo de influjo restrictivo y por lo tanto adquiere la plenitud de su ser y su capacidad de decisión plenamente libre. Ahora le corresponde al ser espiritual tomar decisiones definitivas, precisamente por tomarlas a plena luz y con plena libertad. El alma por su propia naturaleza, es la «facultad de lo definitivo. Así, con la muerte desaparece para la persona humana la posibilidad de cambiar una decisión tomada a plena luz y con plena libertad. Ella queda fija para siempre en lo que ha decidido. La elección de Dios o elección de uno mismo contra Dios es irrevocable, y Dios nada puede hacer para cambiarla. De lo contrario, destruiría la libertad humana, el don más grande que ha otorgado al hombre al crearlo y mantiene aun cuando éste elija en contra de Él.

De este modo nos parece haber arrojado una pequeña luz sobre el misterio del Infier­no eterno, mostrando que su existencia no se opone al amor y la misericordia de Dios, ya que no es Él quien desea el Infierno, condena al mismo, o -lo que es peor- se «venga» de aquel que lo rechaza imponiéndole horribles tormentos, sino que el hom­bre, contra la voluntad divina, elige libremente el Infierno al rechazar hasta el fin la gracia divina que lo llama a la conversión. Por consiguiente, no debemos buscar la causa del Infierno en la «perversidad» de un Dios injusto y vengativo, sino en la maldad obstinada y el endurecimiento del corazón del hombre. La trágica verdad es que el hombre es quien crea el Infierno: lo «crea» ya en este mundo con las guerras, la destrucción de vidas humanas y bienes de la naturaleza, la opresión de los pobres, la venta de drogas; la explotación de los demás; lo «crea» en la otra vida con el rechazo definitivo de Dios en la hora de la muerte.

Así como Dios, que envió al mundo a su Hijo Jesús para que todos los hombres se salven creyendo en Él, no desea el Infierno, tampoco la Iglesia lo desea. Por ese mo­tivo, a lo largo de toda su historia ha predicado sobre el Infierno precisamente para apartar a los hombres de la perdición eterna. A veces lo ha hecho insistiendo dema­siado en el temor al Infierno, en detrimento del equilibrio del anuncio evangélico, esencialmente un mensaje del amor de Dios a los hombros y su voluntad de que todos se salven, uniéndose en la fe y la caridad a Jesús, el Señor, y participando así en la vida eterna, la cual no obstante incluye también la amenaza de la perdición eterna. Hoy hemos caído en el otro extremo, ya que en la prédica y la catequesis ahora casi no se habla del Infierno, en desmedro del pueblo cristiano, que de este modo ya no considera la tremenda posibilidad real de perderse y por lo tanto no se enfrenta a la necesidad urgente de decidirse por Jesucristo y vivir en conformidad con el Evange­lio, oponiendo resistencia al pecado y el mal, que amenaza el destino eterno. El men­saje cristiano es un mensaje de esperanza, alegría y confianza en el amor infinito de Dios Padre y Cristo Salvador; pero no debemos olvidar que el hombre es débil y pecador y siempre necesita ser llamado a la conversión: «Arrepentíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15). Fue ésta la primera palabra de Jesús, pero también la más decisiva, y la Iglesia debe repetirla sin cansancio para apartar a los hombres del peli­gro de la perdición eterna.

                           (Extracto del editorial de Civiltà Cattolica nº 3578, 17 julio, 1999)

ENTREVISTA CON EL PADRE GABRIEL AMORTH

Extraído de la Revista Catolicismo, Brasil

El Rvmo. P. Gabriel Amorth, de la Pía Sociedad de São Paulo, muy apreciado en  Italia por sus libros sobre la Virgen María y su actividad en la prensa – su programa en la Radio María peninsular cuenta con 1.700.000 oyentes , se tornó mundialmente conocido con el lanzamiento de su obra “Habla un exorcista, en 1990. Tal obra alcanzó un notable éxito editorial en Italia, y en varias ediciones en el mundo. A partir de entonces, la mídia internacional viene focalizando la actuación de este sacerdote, nombrado Presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas.

Solicitadísimo por innumerables personas necesitadas de amparo contra las insídias diabólicas, el P. Amorth ejerce un intenso y extenuante trabajo apostólico. Igualmente dejó un horario  para las mútiples y complejas cuestiones que le presentaron en la substanciosa entrevista que abajo  transcribimos.

 CatolicismoTodas las personas sufren las insídias y las tentaciones diabólicas, sucediendo así que una misma tentación se pueda repetir muchas veces. ¿Podemos decir que tal tentación se vuelve como un estado de persecución del demonio?

 

  1. Amorth – Debemos distinguir la acción ordinaria de la acción extraordinaria del demonio. La acción ordinaria es la de tentarnos. Por conseguinte, todo el campo de las tentaciones pertenece a la acción ordinaria diabólica a la cual todos estamos sujetos y lo estaremos hasta la muerte. A tal punto estamos sujetos a esas tentaciones, que Jesucristo, haciéndose hombre, aceptó ser tentado por Satanás, no sólo con las tres tentaciones en el desierto, sino durante toda su vida, como también ocurrió con María Santísima. Esto, porque la tentación es parte de la condición humana. Ésta es la acción ordinaria del demonio, como decía el Catecismo de San Pío X, “por odio a Dios, [el demonio] tienta al hombre al mal”. O sea, por odio a Dios, el demonio se complacería en arrastarnos a todos para el infierno.

La acción extraordinaria, a su vez, es una acción extraña. Es aquella en la cual el demonio causa disturbios particulares. Por lo tanto, no se trata de una simple tentación. Disturbios particulares que puedan llegar a la posesión diabólica.

 

Catolicismo – ¿Qué tipos de disturbios pueden ocurrir? ¿Podría clasificarlos y, al mismo tiempo, dar las razones de la existencia de tales disturbios?

  1. Amorth – No existen dos casos iguales. Ya hice más de 40 mil exorcismos. quiero decir, no a 40 mil personas, pues en muchas de ellas hice cientos y cientos de exorcismos. Pues librar a una persona del demonio, generalmente, constituye un trabajo MUY lento.

Como escribí en mi libro Habla un exorcista, quedo bastante contento cuando una persona se libra del demonio, después de cuatro o cinco años de exorcismos, con promedio de un exorcismo por semana. Conozco personas que quedaron libres del demonio después de 12 o 14 años de exorcismos seguidos. Por tanto, muchos exorcismos hechos a la misma persona.

Una persona puede llevar una vida normal con sufrimientos, de manera que aquellos con los cuales convive ni se dan cuenta de que está posesa. Sólo cuando sobrevienen los momentos de crisis, entonces ella se comporta de una manera enteramente anormal, no pudiendo cumplir sus deberes de trabajo, de familia, sin excesiva dificultad. En alguno casos, la persona puede ser asaltada por el demonio, digamos, 24 horas al día. En tal caso, la víctima no puede hacer nada. Mas, son casos rarísimos.

Normalmente el demonio apenas en ciertos momentos enviste contra la persona y se manifiesta, sobretodo cuando es obligado a hacerlo durante el exorcismo.

Catolicismo – ¿Cuál es la causa para que el demonio permanezca más o menos tiempo en la misma persona?

  1. Amorth – La expulsión del demonio depende de una intervención extraordinaria de Dios. O sea, cada expulsión del demonio constituye un verdadero milagro. Y Dios puede obrarlo en cualquier momento. Nosotros, los exorcistas, podemos prever, através de algo que nos oriente, cuanto tiempo nos será necesario para expulsar al demonio de una persona. Por ejemplo, un niño. Es más fácil expulsar el diablo de un niño que de un adulto. Lo mismo pasa en relación a una persona que nos procura tiempo después de haber sido poseída, una vez que el demonio ha tenido tiempo de echar raíces en aquella persona. La fórmula del primer exorcismo habla de “erradicar y expulsar el demonio”.

Al contrario, se torna mucho más difícil cuando soy buscado por personas de 50 ó 60 años, y al hacerles exorcismos hablando con el demonio –pues yo hablo directamente con el demonio cuando la persona está endemoniada-, descubro que a veces la persona era niño o aún se encontraba en el propio seno materno cuando sufrió los primeros ataques del Maligno.

Catolicismo – Padre, refiriéndose a la expulsión del demonio de un poseso, dijo que constituye siempre una intervención extraordinaria de Dios…

  1. Amorth – Cierto. La libertación de una persona de la acción del demonio constituye siempre una intervención extraordinaria de Dios. Además, tengo de eso un ejemplo, ocurrido la semana pasada. Un caso muy difícil de posesión diabólica. Yo tenía razones suficientes que llevaban a prever muchos años de exorcismos para libertar aquella alma de las garras del demonio.

Aconteció que tal persona fue al Santuario de Lourdes, en Francia, tomó baño en la piscina, acompañó la procesión con el Santísimo Sacramento, rezó mucho. Resultado: ¡un milagro! Volvió a su casa completamente libre de la posesión.

Catolicismo – Padre, ¿podría darnos una explicación sobre la necesidad del exorcismo y de los exorcistas?

 

  1. Amorth – El exorcismo está constituído por varias oraciones oficiales hechas en nombre de la Iglesia, y Dios oye esas oraciones. En efecto, existen tantas razones para eso. El exorcismo depende en gran medida de las causas que determinaron la posesión diabólica, una vez que estas ejercen mucha influencia sobre el poseído. Les doy un ejemplo simple.

Si una persona se consagró a Satanás e hizo un pacto de sangre con él, es fácil entender que ella practicó un acto voluntario de donación de sí misma al Maligno. Entonces, libertar tal persona se torna mucho más difícil, es  necesario mucho más tiempo del que es utilizxado para libertar un inocente, que fue víctima de un maleficio causado por otra persona.

CatolicismoPor lo que Ud. afirma, el exorcismo no constituye el único modo para cesar la posesión en una persona. ¿Habría otras? Por qué hay tanta dificultad en encontrar exorcistas…

 

  1. Amorth – Se puede libertar de la posesión con un exorcismo, que es una oración oficial de la Iglesia, pero reservada a los exorcistas – poquísimos, casi inencontrables. Otra forma, abierta a todos, son las oraciones de libertación. Las oraciones mas eficazes son las de alabanza y gloria a Dios. Así, nosotros también muchas veces, en los propios exorcismos, recitamos el Credo, el Gloria, el Magnificat, los Salmos, textos de la Bíblia, especialmente el pasaje en que Jesús liberta a los endemoniados. Ellas tienen gran eficacia.

Catolicismo – ¿Los demonios tienen nombres?

 

  1. Amorth – Cuando son obligados por el exorcista a decir sus nombres, acostumbran presentarlos. Los que tienen nombres bíblicos o de tradición bíblica, son demonios fuertes y es mucho más trabajoso exorcizarlos. Continuamente dan nombres como Satanás, Asmodeo, Lilite, denominaciones igualmente importantes. Encontramos frecuentemente un demonio de nombre Zabulon. El nombre Zabulon, lo encontramos en la Bíblia, pero nunca como demonio. Zabulon es uma de las 12 tribus de Israel. Hay um demonio, por ende, que tomó pose de ese nombre y es un demonio fuertísimo.

Encontramos en las Sagradas Escrituras el demonio Asmodeo. Muchas veces me encuentro con él, porque es el demonio que destruye las parejas. Él rompe los matrimonios o los impide. Es tremendo!

Una persona poseída o posesa, in genere, puede estar dominada por muchos demonios. Tenemos un ejemplo en el Evangelio, cuando Nuestro Señor interroga a los endemoniados de Gerasa y pregunta: “Cómo te llamas?” Y el demonio responde: “legión”, porque son muchos.

Me acuerdo el caso de un demonio fuertísimo que poseía una mujer piadosa, una posesión tremenda (a veces, las personas son víctimas que se oferecen por la conversión de los pecadores y sufren esta especie de posesión). Cuando yo le preguntaba el número, me respondía: “Millares!” “Millares!” “Millares!”

 

Catolicismo – La TV, de un modo general, con programas incentivadores de prácticas de magia y espiritismo, bien como disgregadores de las tradiciones cristianas y de la familia, ¿han colaborado ponderablemente para el incremento del satanismo?, ¿Y el rock satánico, ha colaborado para la diseminación del poder del demonio?

  1. Amorth Cuando fue inventada la televisión, el Padre Pío quedó furioso. Y quien le decía que se trataba de una magnífica invención, el respondía: “Verá que uso harán de ella!” En efecto, la TV es muchas veces corrupción de la juventud e igualmente de los mayores! Oso acrecentar: es también la corrupción de religiosos, religiosas y sacerdotes. Con los espectáculos contínuos de sexo, de horror, de violencia… Internet es aún peor, Internet es aún peor, repito.

Cierta vez, al hacer un exorcismo, hablando con el demonio, me decía: “ La televisión , fui yo quien la inventé!” Yo afirmaba: “No! Tú eres un mentiroso! La televisión es una gran invención del hombre. Tú inventaste el mal uso de ella, a fin de corromper a las personas”.

Todos sabemos que existe el nudismo. Todos sabemos que ha habido en distintas partes del mundo manifestaciones impúdicas, grotescas y también manifestación de homosexuales. Una demostración del vício, el pecado que eso representa. Ahí está, no hay duda, la acción del demonio.

En este caso, existe la actividad ordinaria del demonio de tentar al hombre, pero también la actividad extraordinaria del demonio, que se sirve de la ocasión para poseer las personas que promueven esas cosas.

En cuanto al rock satánico, es tremendo. Puede conducir a la posesión diabólica porque enseña el culto a Satanás. Y poco a poco, através del culto a Satanás, se llega a ser poseído por él. Satanás es experto, se introduce sin hacerse nunca sentir. Se puede comenzar con simples juegos de cartas, de tarots, y, a través de los juegos, saber si se va a ganar la lotería, adivinar acontecimentos, horóscopos. Y, poco a poco, se va siendo poseído por el  demonio. El diablo procede así: actúa sin hacerse sentir…

Catolicismo – Las doctrinas marxistas y su aplicación concreta, ¿contribuyen, de modo considerable, para la difusión del satanismo en la sociedad contemporánea?

 

  1. Amorth – Sí. Tengamos presente que así como el demonio puede poseer una persona, puede igualmente poseer una clase de personas, puede asumir el gobierno de una nación.

Ejemplifico. Estoy convencido de que Hitler, Stalin, eran poseídos por el  demonio y que el nazismo – en masa – era poseído por el Maligno. Auschwitz, Dachau: no pueden ser explicadas las atrocidades cometidas en esos lugares sin atribuirlas a una perfidia verdaderamente diabólica. Y no hay ninguna duda de que el demonio influyó bastante en el mundo cultural. El demonio quiere distanciar al hombre de Dios.

Por otro lado, tuvimos por primera vez en la história, un fenómeno profetizado em Fátima – 1917, 13 de julio -, la aparición más importante de la Virgen en Fátima. En esa ocasión, Nuestra Señora hizo ver el inferno, y  entre otras cosas, profetizó: “Si no obedecen mis palabras, Rusia dispersará sus errores por el mundo”. Nunca sucedió que el pueblo hubiese sido instruído para el ateísmo. En Moscú, entretanto, existía una Universidad de ateísmo, en la cual se formaban los participantes del Partido y se les enseñaba como actuar para destruir la religión en una nación religiosa. Jamás, en el pasado de la humanidad, se enseñó el ateísmo. Fue una novedad de nuestro siglo, debido al comunismo que dispersó el ateísmo por todo el mundo.

Catolicismo – ¿La falta de fe sería la principal y la causa más profunda del aumento del poder satánico en el mundo actual?

 

  1. Amorth – Siempre. Es matemático. Examinando toda la história del Antiguo Testamento, la história de Israel, cuando ésta abandona Dios, y se entrega a la idolatría. Es matemático, cuando se abandona la fe, nos entregamos a la superstición. Esto se aplica, en nuestros días, a todos nosotros del mundo occidental.

Tomen las viejas naciones de la Cristandad medieval. La católica Itália, Francia, España, Austria, Irlanda, que una vez fueron naciones cuyo catolicismo era fuerte. Ahora el catolicismo se tornó debilísimo. En Itália, de 12 a 14 millones de italianos frecuentan actualmente sesiones de brujería y adivinación. Hay en el país aproximadamente 65.000 brujos y cartomantes, mucho mas que el número de sacerdotes católicos.

Existen también en Itália de 600 a 700 sectas satánicas. Y 37% de la juventud italiana participa algunas veces de sesiones espiritistas, acreditando ser un mero juego…

Un movimiento espiritista nacido en Europa, enseña a los padres como hablar con sus hijos fallecidos… Esto es espiritismo puro. En otros tiempos el espiritismo se ejercía através de un médium en estado de trance, y el médium evocaba a una persona ya fallecida. El espiritismo consiste en evocar un difunto para interrogarlo y obtener de él, respuestas.

Ahora ya no es necesaria la presencia del médium, pues se practica el espiritismo a través de la grabadora, del televisor y de Internet… Los dos medios más usados son grabadoras y escritura automática. La página más leída de los diarios es el horóscopo… y los lectores no son precisamente analfabetos. Son industriales, políticos, que no toman decisiones sin antes oir un brujo. O sea, siempre que disminuye la fe, aumenta la superstición.

Por ejemplo, se hace un referendum en Itália para la defensa de la familia, y vence el divórcio; se hace un referendum en defensa de la vida, y vence el aborto. Y esto en la católica Itália… No nos espantemos, Satanás es poderoso. Nuestro Señor lo llama dos veces “Príncipe de este Mundo”. San Pablo lo llama “Dios de este mundo”. San Juan dice: “Todo mundo yace bajo el poder del Maligno”. Y cuando el demonio tienta a Nuestro Señor, lo lleva a lo alto de un monte, le hace ver  los reinos de la Tierra, y dice: “Son míos, y los doy a quien quiero y si tú te arodillas delante de mi…” . Jesús no le responde: “Tu eres un mentiroso, todos los reinos son de mi Padre. És El quiem da a quien quiere”. No, no. La Escritura dice: “Te arrodillarás solamente ante tu Dios”. Nuestro Señor no contradice al demonio.

Hoy son tantos los que se postran delante de Satanás para obtener éxito, placer, riquezas – ¡las tres grandes pasiones del hombre! Y el demonio ofrece el éxito, el placer, la riqueza, pero siempre unidos a terribles sufrimientos. Vemos el éxito, vemos el dinero. Imaginamos que aquella persona es feliz. No es verdad, pues el demonio sólo puede practicar el mal. Por consiguinte, las personas que se entregan al demonio tienen el inferno en esta vida y en la otra. Aquí un infierno dorado, enmascarado de éxito, y después… el fuego eterno!

Catolicismo – Cuál es la influencia del llamado progresismo católico en esa decadencia de la virtud teologal de la fe?

  1. Amorth – Hoy, infelizmente, existen teólogos y exegetas que niegan hasta los mismos exorcismos de Jesús. En mi último libro – Exorcismos y Psiquiatras – dedico un capítulo a los exorcistas franceses; apenas cinco de un total de 105 creen y hacen exorcismos, los otros… no creen en ellos. En uno de sus congresos, invitaron para hablar a exégetas que niegan los exorcismos de Nuestro Señor. Afirman ellos tratarse de un lenguaje apenas cultural y que el Redentor se adaptaba a la mentalidad de la época, pero que, en verdad, aquellas personas eran apenas locas y no posesas.

Esas prédicas de exégetas influían en los espíritus de los Obispos, de los Padres etc.

 

 Catolicismo – P. Amorth, ¿qué consejo nos podría dar para precavernos contra eventuales maleficios?

 

  1. Amorth – El consejo número uno consiste en tener fe. Después, vivir en la gracia de Dios. Si se vive en estado de gracia, se está protegido. Es difícil que algún malefício nos afecte. Sin embargo, si se es realmente afectado es necesario recurrir a los exorcismos, a muchas oraciones, a muchos sacramentos y, con la gracia de Dios, será libertado. Pero puede ser que Dios permita que se continúe en estado de posesión, para el bien espiritual de la propia persona. Así, San Juan Crisóstomo afirma que el demonio, acorralado él mismo, es el gran santificador de las almas…

INFORMATIVO ZENIT

ROMA, 18 mar (ZENIT).-  El P. Gabriele Amorth, exorcista oficial de la diócesis del Papa, acaba de publicar en España un libro titulado «Habla un exorcista» (editorial Planeta+Testimonio) donde advierte que para que un cristiano pueda combatir con fortaleza en la fe es necesario reconocer que nuestra lucha también es contra los demonios, como afirmaba san Pablo (Ef 6,12). En esta entrevista para ZENIT el P. Gabriele nos habla de su experiencia.

ZENIT – Según la teología católica, ¿no es ya la máxima posesión diabólica el pecado mortal?

  1. GABRIELE AMORTH – Debemos distinguir bien entre el mal moral hecho para arruinar un alma y hacerla posesión de Satanás, y una posesión corporal. En el primer caso se tiene verdadero mal; puede tener lugar sólo con el consentimiento humano y la salvación llega sólo a través de una verdadera conversión. En el caso en el que el demonio toma posesión de un cuerpo o es causa de maleficios, el alma no da su consentimiento.

De aquí se deduce cuánto debemos temer al pecado que depende de nosotros y es un entregar el alma a Satanás, mucho más que temer los males que el demonio puede causar a nuestro cuerpo.

ZENIT – ¿Por qué el satanismo está por todas partes y, en cambio, el tema de los exorcismos es un tema tabú?

  1. AMORTH – Cuando disminuye la fe, aumenta la superstición. El ocultismo siempre ejerce una gran fascinación. Atrae sobre todo con lo que promete: satisfacer las tres grandes pasiones: ambición (éxito, poder), riqueza (posibilidad de poseer todo lo que se quiera), placer (sexo, gula, todos los vicios). El tema de los exorcismos se ha vuelto tabú porque ya no se cree en la existencia del demonio, como se presenta en la Biblia.

ZENIT – Hablar del diablo, de los exorcismos, de posesiones… ¿no puede crear falsos miedos?

  1. AMORTH – Los brujos, magos y demás son falsos sustitutos de los exorcistas. En la mayoría de los casos son sólo mentirosos. Pero cuando están unidos a Satanás pueden causar fuertes maleficios. Ciertamente no pueden hacer nunca el bien; los que recurren a ellos para ser liberados de sus males, sólo pueden agravar su condición.

ZENIT – Usted que ha tenido experiencias directas con él, ¿posee tanta maldad el diablo como lo pintan?

  1. AMORTH – Su malicia es inmensa porque es espíritu puro, con una inteligencia no condicionada por lazos materiales. La perfidia diabólica es inconcebible para nosotros. Un ejemplo. Mientras hacía un exorcismo a una endemoniada le dije al demonio: «Tú tienes interés en irte porque pagarás con un aumento eterno de pena todo el sufrimiento que causas a esta persona. Y el demonio contestó: No me importa; sólo me importa hacerla sufrir». Vemos la perfidia: el mal hecho sólo por el gusto de hacer mal, aunque sea con daño propio eterno.

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Oración de la plegaria de liberación, que incluye el ritual del exorcismo:

 «Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado. Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda. Amén».

La Reencarnación

 

Más de los que parecían Una conocida actriz, hace no mucho tiempo, declaraba en el reportaje concedido a una revista: “Yo soy católica, pero creo en la reencarnación. Ya averigüé que ésta es mi tercera vida. Primero fui una princesa egipcia. Luego, una matrona del Imperio Romano. Y ahora me reencarné en actriz”. Resulta, en verdad, asombroso comprobar cómo cada vez es mayor el número de los que, aún siendo católicos, aceptan la reencarnación. Una encuesta realizada en la Argentina por la empresa Gallup reveló que el 33% de los encuestados cree en ella. En Europa, el 40% de la población se adhiere gustoso a esa creencia. Y en el Brasil, nada menos que el 70% de sus habitantes son reencarnacionistas. Por su parte, el 34% de los católicos, el 29% de los protestantes, y el 20% de los no creyentes, hoy en día la profesan. La fe en la reencarnación, pues, constituye un fenómeno mundial. Y por tratarse de un artículo de excelente consumo, tanto la radio como la televisión, los diarios, las revistas, y últimamente el cine, se encargan permanentemente de tenerlo entra sus ofertas. Pero ¿por qué esta doctrina seduce a la gente? Qué es la reencarnación La reencarnación es la creencia según la cual, al morir una persona, su alma se separa momentáneamente del cuerpo, y después de algún tiempo toma otro cuerpo diferente para volver a nacer en la tierra. Por lo tanto, los hombres pasarían par muchas vidas en este mundo.  ¿Y por qué el alma necesita reencarnarse? Porque en una nueva existencia debe pagar los pecados cometidos en la presente vida, o recoger el premio de haber tenido una conducta honesta. El alma está, dicen, en continua evolución. Y las sucesivas reencarnaciones le permite progresar hasta alcanzar la perfección. Entonces se convierte en un espíritu puro, ya no necesita más reencarnaciones, y se sumerge para siempre en el infinito de la eternidad. Esta ley ciega, que obliga a reencarnarse en un destino inevitable, es llamada la ley del “karma” (=acto). Para esta doctrina, el cuerpo no sería más que una túnica caduca y descartable que el alma inmortal teje por necesidad, y que una vez gastada deja de lado para tejer otra. Existe una forma aún más escalofriante de reencarnacionismo, llamada “metempsicosis”, según la cual si uno ha sido muy pecador su alma puede llegar a reencarnarse en un animal, ¡y hasta en una planta! Las ventajas que brinda Quienes creen en la reencarnación piensan que ésta ofrece ventajas. En primer lugar, nos concede una segunda (o tercera, o cuarta) oportunidad. Sería injusto arriesgar todo nuestro futuro de una sola vez. Además, angustiaría tener que conformarnos con una sola existencia, a veces mayormente triste y dolorosa. La reencarnación, en cambio, permite empezar de nuevo. Por otra parte, el tiempo de una sola vida humana no es suficiente para lograr la perfección necesaria. Esta exige un largo aprendizaje, que se va adquiriendo poco a poco. Ni los mejores hombres se encuentran, al momento de morir, en tal estado de perfección. La reencarnación, en cambio, permite alcanzar esa perfección en otros cuerpos. Finalmente, la reencarnación ayuda a explicar ciertos hechos incomprensibles, como por ejemplo que algunas personas sean más inteligentes que otras, que el dolor esté tan desigualmente repartido entre los hombres, las simpatías o antipatías entre las personas, que algunos matrimonios sean desdichados, o la muerte precoz de los niños. Todo esto se entiende mejor si ellos están pagando deudas o cosechando méritos de vidas anteriores. Cuando aún no existía La reencarnación, pues, es una doctrina seductora y atrapante, porque pretende “resolver” cuestiones intrincadas de la vida humana. Además, porque resulta apasionante para la curiosidad del común de la gente descubrir qué personaje famoso fue uno mismo en la antigüedad. Esta expectativa ayuda, de algún modo, a olvidar nuestra vida intrascendente, y a evadirnos de la existencia gris y rutinaria en la que estamos a veces sumergidos. Pero ¿cómo nació la creencia en la reencarnación? Las más antiguas civilizaciones que existieron, como la sumeria, egipcia, china y persa, no la conocieron. El enorme esfuerzo que dedicaron a la edificación de pirámides, tumbas y demás construcciones funerarias, demuestra que creían en una sola existencia terrestre. Si hubieran pensado que el difunto volvería a reencarnarse en otro, no habrían hecho el colosal derroche de templos y otros objetos decorativos con que lo preparaban para su vida en el más allá. Por qué apareció La primera vez que aparece la idea de la reencarnación es en la India, en el siglo VII a.C. Aquellos hombres primitivos, muy ligados aún a la mentalidad agrícola, veían que todas las cosas en la naturaleza, luego de cumplir su ciclo, retornaban. Así, el sol salía par la mañana, se ponía en la tarde, y luego volvía a salir. La luna llena decrecía, pero regresaba siempre a su plena redondez. Las estrellas repetían las mismas fases y etapas cada año. Las estaciones del verano y el invierno se iban y volvían puntualmente. Los campos, las flores, las inundaciones, todo tenía un movimiento circular, de eterno retorno. La vida entera parecía hecha de ciclos que se repetían eternamente. Esta constatación llevó a pensar que también el hombre, al morir, debía otra vez regresar a la tierra. Pero como veían que el cuerpo del difundo se descomponía, imaginaron que era el alma la que volvía a tomar un nuevo cuerpo para seguir viviendo. Con el tiempo, aprovecharon esta creencia para aclarar también ciertas cuestiones vitales (como las desigualdades humanas, antes mencionadas), que de otro modo les resultaban inexplicables para la incipiente y precaria mentalidad de aquella época. Cuando apareció el Budismo en la India, en el siglo V a.C., adoptó la creencia en la reencarnación. Y por él se extendió en la China, Japón, el Tíbet, y más tarde en Grecia y Roma. Y así, penetró también en otras religiones, que la asumieron entre los elementos básicos de su fe. Ya Job no lo creía Pero los judíos jamás quisieron aceptar la idea de una reencarnación, y en sus escritos la rechazaron absolutamente. Por ejemplo, el Salmo 39, que es una meditación sobre la brevedad de la vida, dice: “Señor, no me mires con enojo, para que pueda alegrarme, antes de que me vaya y ya no exista más” (v.14). También el pobre Job, en medio de su terrible enfermedad, le suplica a Dios, a quien creía culpable de su sufrimiento: “Apártate de mí. Así podré sonreír un poco, antes de que me vaya para no volver, a la región de las tinieblas y de las sombras” (10,21.22). Y un libro más moderno, el de la Sabiduría, enseña : “El hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto; pero no puede hacer volver al espíritu que se fue, ni liberar el alma arrebatada por la muerte’’ (16,14). Tampoco el rey David La creencia de que nacemos una sola vez, aparece igualmente en dos episodios de la vida del rey David. El primero, cuando una mujer, en una audiencia concedida, le hace reflexionar: “Todos tenemos que morir, y seremos como agua derramada que ya no puede recogerse” (2 Sm 14,14). El segundo, cuando al morir el hijo del monarca exclama: “Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba. Pero ahora que está muerto ¿para qué voy a ayunar? ¿Acaso podré hacerlo volver? Yo iré hacia él, pero él no volverá hacia mí” (2 Sm 12,22.23). Vemos, entonces, que en el Antiguo Testamento, y aún cuando no se conocía la idea de la resurrección, ya se sabía al menos que de la muerte no se vuelve nunca más a la tierra. La irrupción de la novedad Pero fue en el año 200 a. C. cuando se iluminó para siempre el tema del más allá. En esa época entró en el pueblo judío la fe en la resurrección, y quedó definitivamente descartada la posibilidad de la reencarnación.  Según esta novedosa creencia, al morir una persona, recupera la vida inmediatamente. Pero no en la tierra, sino en otra dimensión llamada “la eternidad”. Y comienza a vivir una vida distinta, sin límites de tiempo ni espacio. Una vida que ya no puede morir más. Es la denominada Vida Eterna.  Esta enseñanza aparece por primera vez, en la Biblia, en el libro de Daniel. Allí, un ángel le revela este gran secreto: “La multitud de los que duermen en la tumba se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la vergüenza y el horror eterno” (12,2). Por lo tanto, queda claro que el paso que sigue inmediatamente a la muerte es la Vida Eterna, la cual será dichosa para los buenos y dolorosa para los pecadores. Pero será eterna.  La segunda vez que la encontramos, es en un relato en el que el rey Antíoco IV de Siria tortura a siete hermanos judíos para obligarlos a abandonar su fe. Mientras moría el segundo, dijo al rey: “Tú nos privas de la vida presente, pero el Rey del mundo a nosotros nos resucitará a una vida eterna” (2 Mac 7,9). Y al morir el séptimo exclamó: “Mis hermanos, después de haber soportado una corta pena, gozan ahora de la vida eterna” (2 Mac 7,36).  Para el Antiguo Testamento, pues, resulta imposible volver a la vida terrena después de morir. Por más breve y dolorosa que haya sido la existencia humana, luego de la muerte comienza la resurrección.  Ahora lo dice Jesús Jesucristo, con su autoridad de Hijo de Dios, confirmó oficialmente esta doctrina. Con la parábola del rico Epulón (Lc 16,19.31), contó cómo al morir un pobre mendigo llamado Lázaro los ángeles lo llevaron inmediatamente al cielo. Por aquellos días murió también un hombre rico e insensible, y fue llevado al infierno para ser atormentado por el fuego de las llamas. No dijo Jesús que a este hombre rico le correspondiera reencarnarse para purgar sus numerosos pecados en la tierra. Al contrario, la parábola explica que por haber utilizado injustamente los muchos bienes que había recibido en la tierra, debía “ahora” (es decir, en el más allá, en la vida eterna, y no en la tierra) pagar sus culpas (v.25). El rico, desesperado, suplica que le permitan a Lázaro volver a la tierra (o sea, que se reencarne) porque tiene cinco hermanos tan pecadores como él, a fin de advertirles lo que les espera si no cambian de vida (v.27.28). Pero le contestan que no es posible, porque entre este mundo y el otro hay un abismo que nadie puede atravesar (v.26). La angustia del rico condenado le viene, justamente, al confirmar que sus hermanos también tienen una sola vida para vivir, una única posibilidad, una única oportunidad para darle sentido a la existencia. La suerte del buen ladrón Cuando Jesús moría en la cruz, cuenta el Evangelio que uno de los ladrones crucificado a su lado le pidió: “Jesús, acuérdate de mí cuando vayas a tu reino”. Si Jesús hubiera admitido la posibilidad de la reencarnación, tendría que haberle dicho: “Ten paciencia, tus crímenes son muchos; debes pasar por varias reencarna-ciones hasta purificarte completamente”. Pero su respuesta fue: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Si “hoy” iba a estar en el Paraíso, es porque nunca más podía volver a nacer en este mundo. San Pablo también rechaza la reencarnación. En efecto, al escribir a los filipenses les dice: “Me siento apremiado por los dos lados. Por una parte, quisiera morir para estar ya con Cristo. Pero por otra, es más necesario para ustedes que yo me quede aún en este mundo” (1,23.24). Si hubiera creído posible la reencarnación, inútiles habrían sido sus deseos de morir, ya que volvería a encontrarse con la frustración de una nueva vida terrenal. Una total incoherencia Y explicando a los corintios lo que sucede el día de nuestra muerte, les dice: “En la resurrección de los muertos, se entierra un cuerpo corruptible y resucita uno incorruptible, se entierra un cuerpo humillado y resucita uno glorioso, se entierra un cuerpo débil y resucita uno fuerte, se entierra un cuerpo material y resucita uno espiritual (1 Cor 15,42.44). ¿Puede, entonces, un cristiano creer en la reencarnación? Queda claro que no. La idea de tomar otro cuerpo y regresar a la tierra después de la muerte es absolutamente incompatible con las enseñanzas de la Biblia. La afirmación bíblica más contundente y lapidaria de que la reencarnación es insostenible, la trae la carta a los Hebreos: “Está establecido que los hombres mueren una sola vez, y después viene el juicio” (9,27). Invitación a la irresponsabilidad Pero no sólo las Sagradas Escrituras impiden creer en la reencarnación, sino también el sentido común. En efecto, que ella explique las simpatías y antipatías entre las personas, los desentendimientos de los matrimonios, las desigualdades en la inteligencia de la gente, o las muertes precoces, ya no es aceptado seriamente por nadie. La moderna sicología ha ayudado a aclarar, de manera científica y concluyente, el porqué de éstas y otras manifestaciones extrañas de la personalidad humana, sin imponer a nadie la creencia en la reencarnación.  La reencarnación, por lo tanto, es una doctrina estéril, incompatible con la fe cristiana, propia de una mentalidad primitiva, destructora de la esperanza en la otra vida, inútil para dar respuestas a los enigmas de la vida, y lo que es peor, peligrosa por ser una invitación a la irresponsabilidad. En efecto, si uno cree que va a tener varias vidas más, además de ésta, no se hará mucho problema sobre la vida presente, ni pondrá gran empeño en lo que hace, ni le importará demasiado su obrar. Total, siempre pensará que le aguardan otras reencarnaciones para mejorar la desidia de ésta. Solamente una vez Pero si uno sabe que el milagro de existir no se repetirá, que tiene sólo esta vida para cumplir sus sueños, sólo estos años para realizarse, sólo estos días y estas noches para ser feliz con las personas que ama, entonces se cuidará muy bien de maltratar el tiempo, de perderlo en trivialidades, de desperdiciar las oportunidades. Vivirá cada minuto con intensidad, pondrá lo mejor de sí en cada encuentro, y no permitirá que se le escape ninguna coyuntura que la vida le ofrezca. Sabe que no retornarán.  El hombre, a lo largo de su vida, trabaja un promedio de 136.000 horas; duerme otras 210.000; come 3.360 kilos de pan, 24.360 huevos y 8.900 kilos de verdura; usa 507 tubos de dentífrico; se somete a 3 intervenciones quirúrgicas; se afeita 18.250 veces; se lava las manos otras 89.000; se suena la nariz 14.080 veces; se anuda la corbata en 52.000 oportunidades, y respira unos 500 millones de veces.  Pero absolutamente todo hombre, creyente o no, muere una vez y sólo una vez. Antes de que caiga el telón de la vida, Dios nos regala el único tiempo que tendremos, para llenarlo con las mejores obras de amor de cada día.

Documentos de la Iglesia: Instrucción Pastoral sobre el «New Age»

Por Monseñor Norberto Rivera,
Arzobispo Primado de México

 

Introducción

Se acerca el fin del milenio y, con él, la celebración del gran jubileo de dos mil años de la Revelación viva y definitiva de Dios a la humanidad. La encarnación de Jesucristo, único Redentor del hombre, ha sido, es y seguirá siendo el punto de referencia para vislumbrar el sentido de la historia y para definir la meta final hacia la cual está encaminada toda la creación.

La promesa esperanzadora del Hijo de Dios: «Sabed que estaré con vosotros siempre, hasta el fin de los tiempos» (Mt 28, 20), parece haberse hecho de forma particular para los tiempos actuales que vive el mundo. En nuestros días se levanta algo así como una imploración colectiva al Dios del universo que supera las fronteras de raza, cultura y religión para que él se haga presente entre los hombres; para que él ilumine nuestros pasos y nos libere de la confusión o incertidumbre, de la injusticia y del miedo que oscurecen el horizonte.

¡Con cuánta fuerza se expresa este deseo en nuestra patria hoy día! ¿Acaso en alguna otra época de la historia de México se ha visto más ingente e insuperable el cúmulo de problemas y desafíos que hoy nos afrontan? ¿En qué otro momento hemos tenido tanta necesidad de una esperanza fundada en la providencia de Dios que despeje las hondas preocupaciones de nuestro pueblo? No cabe duda de que la situación actual de nuestro país -social, económica, política, moral y religiosa- exige a gritos una respuesta de la Iglesia fundada por Cristo para orientar a los fieles y restaurar la confianza y la paz en el corazón de todos los hombres de buena voluntad.

En este sentido el Papa, en la carta apostólica Tercio milenio adveniente, se refiere al inicio del año 2000 como un nuevo adviento para la humanidad en el que la figura de Cristo se coloca de nuevo en el centro de las aspiraciones del hombre.1 La Iglesia redobla su esfuerzo para anunciar a este Cristo que «es el mismo ayer, hoy y siempre (Hb 13, 8) y así ayudar a la humanidad a «cruzar el umbral del tercer milenio como umbral de auténtica esperanza».2

El «New Age» y la falsa esperanza

Si el fin del milenio trae consigo un acentuado anhelo de rotura con los profundos males que afligen al mundo, puede también propiciar la difusión de falsas esperanzas y promesas ilusorias. En nuestros días se ha suscitado por enésima vez el espíritu del milenarismo, es decir, la anticipación de una nueva era inminente, de un cambio radical o instantáneo que pondrá fin al presente estado de las cosas.

Quizá la expresión humanamente más atractiva pero, a la vez, más ambigua y cuestionable de esta tendencia milenarista es lo que se llama comúnmente el movimiento del New Age. Al contrario de lo que las sectas de corte adventista prevén para el fin del milenio (un desenlace catastrófico cuyos sobrevivientes serán exclusivamente miembros de su propio grupo), el New Age pregona una edad de oro para toda la humanidad. El New Age es la creencia en el inicio de un mundo cualitativamente diverso y mejor que éste. Este paso evolutivo traerá consigo una iluminación de la conciencia de los hombres. Desvanecerá nuestra percepción fragmentada de la realidad y, supuestamente, veremos el universo entero como es: un todo vivo y único del cual nosotros mismos no somos más que una parte.

Todo el mensaje del New Age se reviste de un optimismo desbordante y resalta lo positivo, lo fácil y lo inmediato de la transformación que propone. No es de maravillarnos, por tanto, que precisamente en estos años, su difusión a nuestro alrededor haya sido tan amplia. Por todas partes observamos que las librerías, las tiendas, los cursos y talleres, los retiros espirituales, las películas y los programas de televisión que promueven los contenidos y valores del New Age se multiplican. Sus ideas, sus campañas de concienciación y su espiritualidad aparecen en los salones escolares de nuestros niños e incluso en la predicación y enseñanza religiosa de instituciones católicas con creciente frecuencia.

Respecto a esto, el Papa Juan Pablo II advirtió claramente a un grupo de obispos hace poco:

«Las ideas del New Age a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia».3

La rápida difusión del «New Age»

No es sólo la cercanía del fin del siglo que estimula este interés generalizado en el New Age. Entre otros muchos podemos señalar cuatro factores que han facilitado su rápida expansión:

  1. El rápido proceso de globalización en todos los campos del actuar humano

Apoyado por los asombrosos sistemas de informática y comunicación, el hombre tiene contacto inmediato con ideas y estilos de vida antes desconocidos. Los contactos y las opciones se multiplican casi al infinito. Las certezas y los valores de la propia cultura corren el riesgo de relativizarse si esta nueva apertura no va acompañada de un discernimiento bien fundado en la fe y en el rigor lógico.

  1. La agresiva comercialización de todos los aspectos de la vida humana

El poder de los mass media de crear la moda y de imponer estilos de vida hace muy vulnerables al hogar y a la sociedad, tradicionalmente fundados en principios humanos y espirituales arraigados en el cristianismo. Todo se cuantifica; se valoran las cosas en función de su utilidad: cuanto más inmediato el resultado, más rentable el sistema, etc. Esta actitud ha invadido el campo del alma humana dando como fruto un supermercado de religiones y de alternativas espirituales, sin mucha preocupación por su veracidad o coherencia intrínseca.4

  1. El destierro de la fe del horizonte del saber humano

Casi tres siglos dominados por diversas formas de racionalismo filosófico, la exaltación de las ciencias empíricas y la difusión de la mentalidad positivista han logrado relegar la fe y la teología al campo del sentimiento o, en el mejor de los casos, de la opinión personal. Lo real, lo objetivo y científico sería lo que se produce en laboratorio o lo que se puede medir con gráficas y estadísticas. La religión termina siendo cuestión de preferencia subjetiva sin ningún lazo esencial con la verdad. Estando así las cosas, todas las religiones y todos los caminos espirituales resultan iguales…, es decir, igualmente irracionales e irrelevantes.

  1. La insaciable sed del ser humano de una trascendencia que dé sentido a su vida

Como reacción contra todo lo anterior, a lo largo de los últimos treinta años, el mundo entero se ha sacudido por una búsqueda de experiencia espiritual sin precedente. Tanto los pueblos que sufrieron largos años el socialismo materialista como las naciones libres, cautivas de un bienestar egoísta, han visto resurgir la eterna tendencia del alma humana hacia la trascendencia. Pero por la confusión doctrinal y moral de nuestra época y el desencanto cada vez mayor ante las formas religiosas tradicionales, el fruto más inmediato del nuevo despertar religioso ha sido la proliferación de las sectas, la fuga a los cultos naturalistas y mágicos, la popularidad de la espiritualidad oriental y el refugio en la religiosidad individual y personalista.

Las creencias del «New Age»

Contra este fondo se alza la sombra del New Age. No es una secta, ni una religión. No es una organización única, ni sigue lineamentos unánimes y universales. No es ni ciencia ni filosofía, aunque se encubre con argumentos pseudo-científicos y discursos confusos que combinan ideas filosóficas y teológicas de cierta originalidad.

A veces se habla del New Age como un movimiento para señalar su naturaleza de red o network de muchos individuos y grupos que coinciden en una cierta visión del mundo y una aspiración común de cambiarlo. Lo que les une no es una estructura organizativa ni un código de doctrinas bien definidas, sino una misma mentalidad y una comunicación muy fluida. En este sentido podemos hablar de ciertas creencias básicas compartidas en mayor a menor medida por los integrantes del New Age. Así llegaremos a describir un fenómeno tan vasto y escurridizo que no permite una definición sintética.

  1. El ecologismo

La ecología se ha colocado a la vanguardia de la opinión pública y como causa preferida de las altas esferas políticas, científicas y económicas. El despertar de la conciencia pública frente a los graves abusos que amenazan la vida del planeta y las campañas para lograr un clima de cooperación responsable entre naciones ricas y pobres son un bien necesario y urgente. La conservación y el respeto a nuestro biosistema son responsabilidad de todos.5

Sin embargo, el New Age ha desarrollado su propia visión de la relación entre el hombre y el planeta, a la que a veces se refiere como la ecología profunda. Se niega la diferencia de fondo entre la existencia humana y la no-humana. Se habla de una igualdad biocéntrica por la cual una montaña, una flor o una tortuga tendrían el mismo derecho a la propia realización que un hombre. Se considera que el cosmos está animado por un espíritu único o guiado por una conciencia universal de la que el hombre es meramente otro participante más. Se fomenta el culto religioso a la naturaleza o a la madre-tierra como si fuera una realidad divina. Se llega a tachar al hombre de intruso y se le considera una maldición para el cosmos y, en el seno del movimiento radical «verde», se presiona para lograr de los gobiernos una legislación que disminuya la población humana y limite el desarrollo tecnológico para sanar el planeta.

  1. El panteísmo

Del ecologismo exagerado nace una especie de espiritualidad planetaria que quiere «animar» toda la realidad cósmica o dotar a la creación de una fuerza mágica. Se pierde la noción de un Dios personal, realmente distinto y superior al mundo creado, en favor de una fuerza divina impersonal que es todo y que está en todo. Este regreso al panteísmo naturalista, que resultó definitivamente superado por el evento de la revelación cristiana, encuentra un apoyo en muchos nuevos movimientos religiosos de origen oriental y en un regreso a las religiones paganas. Por eso, el New Age frecuentemente pinta un cuadra romántico y poco realista de los cultos pre-cristianos y del misticismo oriental como si fueran éstas «más naturales» para el hombre o «más en consonancia con el espíritu cósmico».

  1. El gnosticismo

La tendencia a exaltar la razón humana y a atribuirle poderes extraordinarios no es nada nuevo en la historia humana. En el campo religioso se manifiesta como el gnosticismo y fue una de las primeras amenazas a la pureza de la fe cristiana. Surgido pocos años después de la muerte de Cristo por el encuentro del cristianismo con el ambiente de la filosofía helenista, el gnosticismo decía ver en la Sagrada Escritura un mensaje escondido que sólo ciertas mentes iluminadas podrían descifrar. Los gnósticos en general apelan a una sabiduría superior que sería la verdadera religión y punto de convergencia de todos los caminos espirituales y místicos.

La desviación del gnosticismo, presente en todas las grandes tradiciones religiosas, ha sobrevivido y se ha diversificado encontrando en el New Age un campo de acción privilegiado. La Sociedad Teosófica fundada por Helena Blavatsky a finales del siglo pasado y sus derivaciones u organizaciones afines (la Antroposofía, la Gran Fraternidad Universal, las Ordenes de los Rosacruces, la Iglesia Universal y Triunfante, la corriente de la Metafísica representada en México por autores como Connie Méndez, la Actividad Religiosa «Yo soy», la Nueva Acrópolis y muchas otras) son los precursores ideológicos del New Age y actualmente son sus dedicados promotores. Los símbolos, las ceremonias y los grados iniciativos de la masonería y de las organizaciones paramasónicas también revelan una estrecha asociación de fondo con la gnosis.

Si el gnosticismo quiere abrir la puerta a un intelecto superior, el esoterismo y el ocultismo prometen el pasaje a un actuar sobrehumano. Estas dos corrientes, hermanas del gnosticismo, pretenden por caminos diversos potenciar la voluntad humana echando mano a supuestas fuerzas cósmicas secretas. A través de mil técnicas antiguas y nuevas se abriría contacto con los ángeles, con guías espirituales desencarnados, con supuestas «vidas anteriores» según el mito de la reencarnación, etc.No son pocas las personas y las organizaciones que ofrecen servicios de adivinación y de horóscopo, de hipnosis, de magia, de channeling (médium), de proyección astral y otras actividades igualmente absurdas, provocando un daño duradero a sus clientes que son, las más de las veces, personas vulnerables y desorientadas. En resumidas cuentas, el New Age comercializa lo irracional y lo nocivo para el alma humana y lo vende garantizando la transformación del consumidor.

  1. La pseudo-ciencia

Los promotores del New Age se afanan por comprobar sus ideas y sus técnicas científicamente. Abusan de las observaciones de la física subatómica para sacar aplicaciones a la vida espiritual del hombre. Así, por ejemplo, se empeñan en borrar la frontera entre materia y espíritu, entre vida biológica y conciencia humana, afirmando que todo, a fin de cuentas, no es más que energía irradiada por el mismo cósmos.

La astrología, la ufología (la investigación sobre los ovni) se considerarían «ciencias» lo mismo que la física o la química.Pero los verdaderos expertos científicos se distancian del New Age y generalmente deploran sus conclusiones infundadas.

Pocos campos se han visto tan susceptibles a la manipulación del New Age como la psicología y la biología. A partir de la investigaciones del padre del psicoanálisis Sigmund Freud (1856-1939), y las teorías del «inconsciente colectivo», y de los arquetipos de su discípulo Carl Gustav Jung (1875-1961), ha habido una sucesión muy variada de corrientes en la psicología, que se relacionan en mayor o menor grado con las ideas y las terapias del New Age. En particular, la así llamada psicología transpersonal, fundada por el psicólogo italiano Roberto Assagioli (1888-1974), pretende ir más allá de la experiencia psíquica del individuo en búsqueda de una conciencia colectiva superior que sería la puerta al descubrimiento de un «principio divino» que yace en el fondo de todo ser humano. De ahí nacen una multitud de técnicas típicas del New Age: el biofeedback, la hipnosis, el rebirthing, la terapia Gestalt y la provocación de estados alterados de conciencia, inclusive con el uso de drogas alucinógenas.

Al mismo tiempo, han surgido una serie de terapias alternativas como fruto de una visión más integrada de las facetas biológicas, psicológicas y espirituales del hombre y, también, como reacción contra la mentalidad positivista que a veces caracteriza la práctica de la medicina. Frecuentes son las exageraciones y los abusos del New Age en el campo de la medicina holística, que basa sus métodos de sanación en la interrelación entre cuerpo, mente y espíritu. Así, por ejemplo, se da la cromoterapia o la sanación a través de los «colores», la curación a través de las «auras», o campos energéticos que nos rodean; y el Rei-ki que promete recuperar el equilibrio de energía personal por la aplicación de la energía universal a través de la imposición de manos a diversas partes del cuerpo.

Hay programas de potencial humano de dudoso fundamento científico, como la Dianética, el Método de Control Mental Silva, la Meditación Trascendental y otros que producen una cantidad inverosímil de gráficos y reportes que supuestamente certifican la solidez de sus afirmaciones. Un lenguaje pseudo-científico permea sus libros y discursos para crear la impresión de ser un procedimiento ampliamente comprobado. Puede ser que algunos de sus clientes experimenten un bienestar inicial, logren una mayor tranquilidad, adquieran el hábito de una mayor concentración en su trabajo o lo que se les haya prometido. Pero muchas veces estos programas encubren una visión defectuosa del hombre, del mundo y de Dios. De forma imperceptible, llevarán al participante a afirmar lo que el sentido común y la fe cristiana rechazan.

La incompatibilidad del «New Age» con el Evangelio

La característica más preocupante del New Age, fruto del conjunto de sus creencias, es el relativismo religioso, espiritual y moral.La meta final del New Age es introducir al hombre a lo que llaman sus ideólogos un nuevo paradigma, es decir, una forma totalmente diversa de verse a sí mismo y de percibir la realidad.

Según eso, el hombre, para realizarse plenamente y transformar su mundo, tendrá que darse cuenta de que él es parte de un ser cósmico, único, que está en plena evolución hacia la conciencia perfecta de sí. La conciencia humana, a pesar de su aparente individualidad, no es más que el penúltimo estado evolutivo de la revelación de la conciencia cósmica. El destino último del hombre no es una salvación liberadora de su naturaleza caída, sino el disolverse en el anónimo océano del ser como una gota de agua.

El New Age quisiera convencernos de que «las cosas, como las vemos ahora» (cultura, conocimientos, relaciones familiares, vida, muerte, amistades, sufrimientos, pecado, bondad, etc…), son mera ilusión, producto de una conciencia no-iluminada. El paso de la afirmación de que «todo es dios» a la afirmación de que «no hay ningún dios fuera de sí mismo» es pequeño y el New Age lo da con aires de auto-suficiencia.

Dentro del marco del New Age, la revelación de Dios en Jesucristo pierde su carácter singular e irrepetible. Muchos serían los «mesías» que han aparecido a lo largo de la historia, es decir, maestros especialmente iluminados que se presentan para guiar a la humanidad. Krishna, Buda, Jesús, Quetzacoatl, Mahoma, el Sun Myung Moon, Osho, Sai Baba e innumerables otros serían profetas de una misma talla con un mismo mensaje. El cristianismo resulta ser poco más que un período pasajero de la historia.

No obstante el hecho de que el New Age patrocine un sincretismo religioso confuso y no siempre bien intencionado, ciertas ideas suyas han encontrado una acogida calurosa en algunas personas o instituciones de la Iglesia Católica. La así llamada teología global rastrea las huellas de la revelación divina en todas las expresiones religiosas conocidas, en búsqueda de un común denominador que pueda servir como punto de encuentro para las religiones.

En la práctica, desafortunadamente, esta teología suele olvidar que la revelación es iniciativa de Dios, no invención de los hombres, y que tiene su culmen y su expresión definitiva en la encarnación del Hijo único en la persona histórica de Jesús de Nazaret; de este modo, vacía frecuentemente al cristianismo de su contenido excepcional para «emparejarlo» con otras creencias. Cuando esta corriente aparece abierta o veladamente en la enseñanza de algunos seminarios y centros de estudio católicos, no puede menos que suscitar una honda preocupación en el corazón de los fieles y de sus pastores.

  1. La reencarnación

Entre las ideas básicas del New Age, merece particular atención la de la reencarnación, o la transmigración del alma que se encuentra en la mitología religiosa de algunos pueblos y, en especial, en la espiritualidad oriental. La idea de que el «yo», personal del ser humano vive varias existencias en forma cíclica, cambiando sólo de cuerpo, a lo largo de centenares o miles de años hasta lograr su «iluminación definitiva», es algo totalmente irreconciliable con la fe cristiana.

La creencia de la reencarnación afirma que la identidad personal e irrepetible de cada hombre es una ilusión o, por lo menos, que esta identidad es independiente del cuerpo que tiene cada uno. Manifiesta desdén para el sentido profundo de la corporeidad humana y menosprecia al valor de la libertad y de la responsabilidad moral de cada hombre. Pero lo más preocupante es que la reencarnación es abiertamente contraria a la revelación cristiana:

«Si ése fuera el caso, Cristo habría tenido que morir muchas veces desde la creación del mundo. Pero el hecho es que ahora, en el final de los tiempos, Cristo ha aparecido una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio para quitar el pecado. Y así como todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio, así también Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos» (Hb 9: 26-28).

En la literatura popular de inspiración New Age abundan «testimonios» y relatos que supuestamente comprueban no sólo el hecho de las «encarnaciones previas», sino también de la posibilidad de llegar al recuerdo pleno y consciente de ellas. Los nuevos movimientos religiosos de corte New Age frecuentemente reconocen en sus líderes reencarnaciones de otras figuras históricas o míticas que han vuelto a la vida para seguir con la obra de iluminar a la humanidad. Las terapias alternativas de algunos programas de potencial humano pretenden ayudar a sus clientes a descubrir las raíces de sus problemas presentes en sus «vidas pasadas» a través de la hipnosis y otras técnicas de auto-sugestión. Todo esto ha sembrado la duda en la mente de no pocos cristianos.

Pero es la verdad histórica y esperanzadora de la Resurrección de Jesucristo la que revela el fin último del hombre. No podemos negar la evidencia indiscutible que una y otra vez se presenta a nuestros ojos: la muerte alcanza a todos los hombres como desenlace terminante de su existencia. La vuelta a esta vida no es posible y no se da. A esta vida sigue una transformación total y eterna de cada individuo, no una sucesión de vidas y muertes sin fin y sin sentido. Cristo venció la muerte de una vez por todos y somos partícipes de su victoria.

«Porque sonará la trompeta y los muertos serán resucitados para no volver a morir. Y nosotros seremos transformados… Y cuando nuestra naturaleza corruptible se haya revestido de lo incorruptible y cuando nuestro cuerpo mortal se haya revestido de inmortalidad, se cumplirá lo que dice la Escritura: «La muerte ha sido devorada por la victoria» (1 Co 15: 52-54).

  1. La meditación no-cristiana

Otro fenómeno especialmente desconcertante para los fieles católicos es el inexplicable entusiasmo con el que ciertos sacerdotes, religiosas y personas dedicadas a la enseñanza de la fe han abrazado las técnicas de meditación no-cristiana. Frecuentemente importadas del oriente, formas de ascetismo históricamente muy alejadas de la espiritualidad cristiana se practican en retiros, ejercicios espirituales, talleres, celebraciones litúrgicas y cursos de catequesis para niños.

Estas prácticas han nacido indiscutiblemente como disciplinas espirituales o actos religiosos en el seno de religiones tradicionales (como en el caso del zen el tai chi y las múltiples modalidades del yoga) o en sectas o nuevos movimientos religiosos (como en el caso de la meditación trascendental y la meditación dinámica). A veces se intenta «cristianizar» las formas, como sucedió, por ejemplo, con el centering prayer y el focusing, pero el resultado es siempre una forma híbrida que exhibe poco fundamento evangélico.

Por más que se insista en su valor exclusivo de métodos, sin contenidos contrarios al cristianismo, las técnicas en si no dejan de representar serios inconvenientes para el cristiano:

– En su contexto propio, las posturas y los ejercicios vienen determinados por su específico fin religioso: son, en sí, pasos que orientan al practicante hacia un absoluto impersonal. Aun cuando se realicen en ambiente cristiano, el sentido intrínseco de los gestos permanece intacto.

– Las formas de meditación no-cristiana son, en realidad, prácticas de concentración profunda y no de oración. A través de los ejercicios de relajamiento y la repetición de una mantra (palabra sagrada) se procura sumirse en la profundidad del propio yo en búsqueda del absoluto anónimo. La meditación cristiana es esencialmente diferente en cuanto apertura y relación con Alguien que nos interpreta en un diálogo personal y amoroso.

– Estas técnicas normalmente requieren que el practicante apague su mundo sentimental, imaginativo y racional para perderse en el silencio de la nada. A veces se pretende un estado alterado de conciencia que priva temporalmente al sujeto del uso pleno de su libertad. La oración cristiana, al contrario, exige la participación de toda la persona de manera activa, consciente y voluntaria. La oración de Jesucristo en Getsemaní (cf. Lc 22: 39-44) es un ejemplo del papel tan fundamental que tienen las emociones y la propia problemática existencial en la oración. La meditación cristiana, lejos de ser una fuga de la realidad, nos enseña a encontrar su sentido pleno.

En el fondo, una oración que prescinde de la Palabra de Dios y de la vida y el ejemplo de Jesucristo, una oración que no es diálogo con el Amado y compromiso en la caridad tiene poco lugar en la vida de un cristiano. A propósito de estas observaciones y otras que se deben hacer en torno al tema de la meditación no-cristiana, es muy recomendable una lectura detenida de la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe: Algunas orientaciones sobre la meditación cristiana (18 de octubre de 1988).

Por último, hay que resaltar el hecho de que los promotores de la espiritualidad del New Age suelen afirmar su absoluta compatibilidad con la doctrina y la fe de los católicos. Eso podría ser en algún caso por ignorancia o por superficialidad. Pero en general, por lo menos en México, probablemente nace de un estudio de mercado: siendo el pueblo mexicano mayoritariamente católico se procura no herir la sensibilidad religiosa de los clientes potenciales. No es raro que organizaciones como la Gran Fraternidad Universal y programas como el Control Mental Silva, por nombrar algunos, se revistan de un vocabulario muy «cristiano» y presenten sus contenidos como el complemento ideal del catolicismo, y que, sin embargo, lleven a sus adeptos hacia el panteísmo y la negación de la esencia del cristianismo.

En su reciente libro, Cruzando el umbral de la esperanza, el Papa Juan Pablo II dice:

«No debemos engañarnos pensando que ese movimiento (el New Age ) pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas. La gnosis no ha desaparecido nunca del ámbito del cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a veces bajo la forma de corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es esencialmente cristiano.»6

En este breve análisis del fenómeno del New Age hemos podido aludir a algunos de sus elementos más inconformes con el mensaje cristiano:

  • despersonaliza al Dios de la revelación cristiana;
  • desfigura la persona de Jesucristo, desvirtúa su misión y ridiculiza su sacrificio redentor;
  • niega el evento irrepetible de su Resurrección por la doctrina de la reencarnación;
  • vacía de su contenido los conceptos cristianos de la creación y de la salvación;
  • rechaza la autoridad magisterial de la Iglesia y su forma institucional;
  • relativiza el contenido original, único a históricamente fundado del Evangelio;
  • deforma el lenguaje dando un nuevo sentido a términos bíblicos y cristianos;
  • se apoya falsamente en los místicos cristianos y trastorna el sentido de sus escritos;
  • diluye irremediablemente la practica de la oración cristiana;
  • descarta la responsabilidad moral de la persona humana y niega la existencia del pecado;
  • desorienta a los niños y a los jóvenes en su formación religiosa;
  • divide y explota económicamente a las familias cristianas.

Estos son aspectos negativos que afectan directamente a la vida, las costumbres y la fe de los fieles católicos. Desde luego, sería un error tachar como dañoso todo lo que el New Age aporta y ofrece. Su espíritu de apertura y diálogo, su insistencia en la necesidad humana de una experiencia religiosa profunda, su honda preocupación por la conservación del medio ambiente, su confianza en el poder creativo del ser humano, sus saludables recomendaciones para la dieta y la condición física, y su actitud de optimismo por encima de los graves males que afligen al mundo son sólo algunos de los puntos positivos que vienen espontáneamente a la mente.

Dicho esto, tenemos que reconocer con total honestidad que estas luces se hallan esparcidas en medio de anchas lagunas e inquietantes ambigüedades. La fuerza con que las ideas y actividades del New Age se promueven y la atractiva mercadotecnia que las disfraza requieren del pueblo católico una respuesta clara y contundente a favor de su fe y sus convicciones vitales. Por eso, quisiera cerrar esta carta con unas recomendaciones concretas para la actuación de los fieles frente al New Age.

La responsabilidad de los católicos frente a las desorientaciones del «New Age»

Todos tenemos la obligación de informarnos y educarnos para comprender este fenómeno tan complejo y para discernir entre lo que tiene de bueno, lo que es indiferente y lo que resulta incompatible con nuestra fe.

Los educadores católicos y padres de familia deben vigilar esmeradamente el contacto que tengan sus hijos con las ideas y la moda que promulga el New Age, para evitarles confusiones, dudas o insatisfacciones. En particular, habría que evitar el uso indiscriminado de los medios masivos de comunicación – televisión, radio, cine, música, y los sistemas de informática electrónica como el Internet – por los que el New Age se difunde en mayor escala.

Los fieles con capacidad para influir en la prensa y los medios de comunicación harán un servicio inestimable a los mexicanos y a la Iglesia si difunden información o proponen contenidos que sirvan para orientar y dar criterios de juicio cristianos frente a la confusión que engendra el New Age. Así responderán positivamente a la invitación, muchas veces repetida por el Papa Juan Pablo II, de hacerse partícipes de vanguardia en la tarea de la nueva evangelización, «porque la evangelización de la cultura moderna depende en gran parte del influjo de los medios de comunicación»7.

Además de estar prevenidos, los católicos debemos defender activamente nuestra fe y nuestros valores en la vida real de la sociedad mexicana. Hay formas pacíficas y legítimas de protesta que sirven para presionar a los promotores de los aspectos del New Age que nos perjudican: no participar en las actividades de instituciones y empresas promotoras del New Age, no seguir programación televisiva que difunda sus ideas, no comprar los productos de sus patrocinadores, llamar la atención con cartas y artículos de prensa a las figuras públicas, educadores y políticos que se muestren públicamente a favor de las ideas o prácticas del New Age, etc.

Nuestras parroquias e institutos educativos pueden ofrecer cursos y conferencias sobre los temas más controvertidos de esta corriente; pueden igualmente difundir literatura crítica y presentar bibliografía que esclarezca los términos del problema y de pautas para un juicio bien fundado.

¡Cuánta importancia tienen nuestros sacerdotes, pastores de almas en la tarea de educar, prevenir y defender la fe de nuestro pueblo! Consciente de esto, y con un sincero afán de apoyar y acompañar su esfuerzo por lograr los objetivos prioritarios del segundo Sínodo arquidiocesano, hago mía la invitación reciente del Santo Padre a renovar nuestra acción evangelizadora en vistas de las amenazas a la fe del tiempo presente. Tenemos que revitalizar nuestra predicación, «devolviéndole una fuerza kerigmática capaz de estimular las conciencias de los hombres contemporáneos, a menudo indiferentes, por lo menos en apariencia; o interesados en otros asuntos»8.

El punto de convergencia de todos los esfuerzos pastorales sigue siendo el anuncio de Cristo, Redentor del hombre: «Dios te ama, Cristo ha venido por ti»9. De ahí la urgente necesidad de una predicación valiente, en contacto con los problemas y las dudas reales de nuestro pueblo. Tenemos que conducir a los fieles, con nuestra palabra y con nuestro ejemplo, hacia una vida de oración más profunda, que desemboque en la experiencia vital de Jesucristo. Tenemos que mostrarles la honda verdad de la doctrina que nace de nuestra fe en él y ayudarlos a apreciar las formas litúrgicas que nos unen con él en la familia que es la Iglesia. Asimismo les exhorto a la búsqueda solicita y la escucha paciente de aquellos miembros del Cuerpo Místico mas alejados y más expuestos a la duda o a las interminables asechanzas que el mundo moderno pone a la fe.

Con toda claridad, al inaugurar la IV Conferencia general del Episcopado latinoamericano en Santo Domingo, Juan Pablo II nos indicó:

«A ejemplo del buen Pastor, habéis de apacentar el rebaño que os ha sido confiado y defenderlo de los lobos rapaces. Causa de división y discordia en vuestras comunidades eclesiales son – lo sabéis bien – las sectas y movimientos «pseudo-espirituales» de que habla el Documento de Puebla (n. 628), cuya expresión y agresividad urge afrontar».10

La referencia del Papa a los movimientos «pseudo-espirituales» distintos de las sectas evoca inmediatamente la larga lista de iniciativas nacidas del fondo ideológico y religioso del New Age que hemos considerado en esta carta. La responsabilidad de actuar incisivamente frente a este problema multifacético en nuestra labor evangelizadora cae directamente sobre cada uno de nosotros.

Por tanto, todos estamos obligados a la formación continua para entender el New Age y su atractivo para los hombres de nuestro tiempo. Como el sabio del evangelio que saca de su tesoro lo nuevo y lo antiguo (cf. Mt 13: 52), tenemos que testimoniar y predicar la inagotable riqueza y la penetrante verdad de la fe católica de manera cada vez más accesible y llamativa a todo aquel que nos pida razón de nuestra esperanza. Que los fieles católicos, con nuestra ayuda, descubran que todo lo que anhelan de vida espiritual, de sanación interna, de perdón y reconciliación, de encuentro con el misterio insondable del único Dios verdadero y su designio de salvación está ya presente de modo insuperable en la fe católica en la que fueron iniciados con su bautismo.

Nuestra fe es profunda. Tiene como fuente al mismo Dios que se revela a los hombres en Jesucristo. Durante casi 2000 años, Jesucristo ha guiado a su Iglesia por medio del Espíritu Santo «hacia la verdad completa» (Jn 16: 13) como prometió en la noche de su pasión. El católico que experimenta su fe, que la conoce y la vive en toda su magnitud, jamás sentirá la necesidad de mendigar de las vanas promesas y medio-verdades del New Age.

Por último, permítanme, a manera de exhortación, hacer eco de aquella formidable invitación que el Papa Juan Pablo II hizo al pueblo mexicano desde nuestra catedral metropolitana en su primera e inolvidable visita a nuestra patria: «¡México, sé siempre fiel! ¡México siempre fiel!».11

Sin duda ese será nuestro mayor reto como pueblo mexicano frente al tercer milenio: ser fieles. Ser fieles a nuestra historia, enriquecida con la vida de numerosos santos y la sangre de tantos mártires. Ser fieles a nuestra identidad de mexicanos y de católicos a pesar de las presiones internas y externas que sufre nuestra nación. Ser fieles a Cristo que sigue siendo nuestra esperanza y nuestra meta. Ser fieles a nuestra Madre, la santísima Virgen María de Guadalupe, protectora de nuestro pueblo y ejemplo de vida cristiana.

Los bendice su hermano y servidor,

Norberto Rivera Carrera, Arzobispo primado de México.
México-Tenochtillán a 7 de enero de 1996, Epifanía del Señor.

Notas: 1. Cf. Juan Pablo II, Tertio milenio adveniente, 10 de noviembre de 1994. 2. Juan Pablo II, Alocución al comité central del gran jubileo del año 2000, 8 de junio de 1995. 3. Juan Pablo II, Discurso a los obispos de Iowa, Kansas, Missouri y Nebraska, en visita «ad limina», 28 de mayo de 1993, en L’Osservatore Romano, edición en lengua española, n. 2, 11 de junio de 1993. pp. 11-12. 4. Mons. Franc Rodé, del Pontificio Consejo para los no creyentes, define al New Age como «un supermercado de las religiones donde cada uno toma lo que le gusta y deja el resto». Cf. «Ideologías religiosas y visión cristiana de Dios en Europa», en Ecclesia, n. 6, 1992. pp. 379-387. 5. Cf. Juan Pablo II, Mensaje para la XXV Jornada mundial de la paz, 1 de enero de 1992. 6. Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza, Plaza y Janés, Barcelona, 1994, pp 103-104. 7. Juan Pablo II, carta encíclica Redemptoris missio, 37, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano, 1990, página 64. 8. Juan Pablo II, Alocución al comité central del gran jubileo del año 2000, 8 de junio de 1995. 9. Juan Pablo II, Christifideles laici, 34, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano, 1988. p. 92. 10. Juan Pablo II, Discurso inaugural de la IV Conferencia general del Episcopado latinoamericano: Jesucristo ayer, hoy y siempre, n. 12, en Santo Domingo 1992, Ediciones Dabar, México, 1992. p. 22. 11. Juan Pablo II, Homilia en la catedral metropolitana de la Ciudad de México, 26 de enero de 1979.

Publicado por Human Life International – Vida Humana Internacional © 1998. Se permite la reproducción total o parcial de este escrito con fines no lucrativos y con la autorización de Vida Humana Internacional.

PEQUEÑO CATESISMO MARIANO

 

El benignísimo y sapientísimo Dios, al querer llevar a término la redención del mundo, “cuando llegó la plenitud del tiempo, envió a su Hijo hecho de mujer… para que recibiésemos la adopción de hijos” (Gal. 4,4-5). “El cual por nosotros, los hombres y por nuestra salvación, descendió de los cielos, y se encarnó por obra del Espíritu Santo de María Virgen”.

Para los miembros de la Iglesia católica después del Amor a la Eucaristía le sigue el amor y la devoción a la Santísima Virgen; y es el mejor medio para vivir y estar en actitud de santidad de vida. San Alfonso María de Ligorio lo expresó en su tiempo diciendo: el camino más corto para ir a Cristo es María.

La devoción mariana es uno de los distintivos más claros de los cristianos católicos, en sus expresiones de fe; los fieles encuentran en ella consuelo y fortaleza para sus momentos difíciles, lo mismo que la intercesora espacialísima para las necesidades más apremiantes.

Pero también es la devoción en la que los fieles tienen poca preparación Bíblico-teológica y en la cual cuando son cuestionados por los protestantes, quizás no tienen los argumentos necesarios y seguros para la respuesta oportuna. 

Sea este pequeño Catecismo Mariano el que ofrezca unos elementos de formación para los laicos  y puedan estar seguros en su espiritualidad mariana; además puedan también dar algunas respuestas a los interrogantes que se les presenta en su cotidianidad.

Lo básico que un católico debe saber sobre María la Madre de Jesucristo

¿QUIÉN ES MARÍA?

1.   ¿Quién es la Santísima Virgen María?
   La Santísima Virgen María es la Madre de Jesucristo y Madre de la Iglesia.

2.   ¿Por qué decimos que la Santísima Virgen María es Madre de Dios?
   Decimos que la Santísima Virgen María es Madre de Dios porque es Madre de Jesucristo que es verdadero Dios.

    3.  ¿Qué significa el nombre de María?
    En hebreo es Miriam, que significa doncella, Señora, princesa.

    4.¿Qué profecías aparecen en el Antiguo Testamento acerca de la Virgen?.

Génesis 3,15: “Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te     pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañal”.                                                                                Isaías 7,14: “Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: he aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel”.
Miqueas 5,1: “Y tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti                                                                                                                                                                                                              saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial”.

5.¿Cómo se llamaban los padres de la Virgen María? 
   Según una antigua tradición, se llamaban Joaquín y Ana, que eran descendientes de la tribu de Judá, y más concretamente, de la familia de David.

6. ¿Cuál fue el saludo del ángel a María?
   Dios te salve, llena de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres. No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, concebirás en el seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús… (Lc 1,28-38).

7. ¿Cuál fue la respuesta de María?
   Cómo será eso, pues no conozco a varón?. Y el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el hijo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. Y ella respondió: Hágase en mí según tu Palabra. (Lc 1,34-35)

8. ¿Cómo sabemos que Jesucristo es verdadero Dios?
   Sabemos que Jesucristo es verdadero Dios por la enseñanza de la Palabra de Dios: “Tu Hijo será Santo y será llamado Hijo de Dios” (Lc 1,35b) “Cómo he merecido yo que venga a mí la Madre de mi Señor” (Lc 1,43). En la Biblia la palabra “Mi Señor”, se refiere sólo a Dios. “María de la cual nació Jesús llamado Cristo”. (Mt. 1,16). “Los apóstoles estaban reunidos en el cenáculo con María la Madre de Jesús” (Hch1,14).

9. ¿Por qué decimos que la Santísima Virgen María es la Madre de la Iglesia?
   Decimos que la Santísima Virgen María es la madre de la Iglesia porque Cristo antes de morir, nos la entregó cuando dijo a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19, 27). Según los Santos Padres, Juan en ese momento, nos representaba, al pie de la cruz. La Iglesia siempre ha ense­ñado que, con estas palabras, Cristo proclamó la maternidad espiritual de María (para todos los hombres).

10.¿Por qué decimos que la Santísima Virgen María fue concebida sin pecado?
   Decimos que la Santísima Virgen María fue concebida sin pecado porque el Án­gel la llamó “Llena de gracia” y le añadió: “El Señor está contigo”. (Lc 1,28).
Isabel la proclama “bendita entre todas las mujeres” (Lc. 1,42). Esto quiere decir que la Santísima Virgen María nunca estuvo sin Dios; que el pecado no la mancilló.
La Iglesia ha llamado siempre a la Santí­sima Virgen María “purísima”, “intacta”, “sin mancha”, “completamente libre de peca­do”, San Efrén, escritor que murió en el año 373, hablando de Cristo dice: “No hay en Ti mancha ni la hay tampoco en tu Madre”.

11.¿Por qué decimos que la Santísima Virgen María está en el cielo en cuerpo y alma?
   Decimos que la Santísima Virgen María está en el cielo en cuerpo y alma porque a Ella ha aplicado la Iglesia palabras proféticas de la Biblia. “Levántate, Oh Señor, a tu lugar de descanso, tú y el arca de tu santificación” (Salmo 138,8). Esa arca que llevó a Cristo en sus entrañas es María.
“Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas” (Ap 12,1).
Si conocemos a Cristo, el mejor hijo que ha existido, tenemos que concluir que preservó de la corrupción del sepulcro a María, la mejor de las madres.

12. ¿Por qué decimos que la Santísima Virgen María intercede por nosotros?
   Decimos que la Santísima Virgen María intercede por nosotros porque es nuestra Madre. Si en las Bodas de Caná inter­cedió por los novios en cuya fiesta se había agotado el vino y alcanzó el favor de Cristo, con mayor razón seguirá supli­cando en favor de todos nosotros, sus hijos.
San Efrén escribió: “A ti acudo, mediadora del mundo; invoco tu pronta protección en mis necesidades”.
En el cielo María no ha dejado de ser nuestra Madre. En consecuencia, es natural que interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo.

VIDA DE MARÍA

13.¿Dónde podemos conocer la vida de la Santísima Virgen María?
   Podemos conocer la vida de la Santísima Virgen María en los Evangelios.
Lee el Nuevo Testamento y encontrarás los principales momentos de la vida de la Santísima Virgen María.

    * La Visitación y el canto del Magníficat: Lucas 1,39-56.
    * Los Desposorios con José: Mateo 1,20­-24.             
    * El Nacimiento de Jesús: Lucas 2,1-21.       
    * La Presentación en el Templo: Lucas 2,22-38.
    * La Adoración de los magos: Mateo 2,1­-12.
    * La huída a Egipto: Mateo 2,13-23.
    * La pérdida y el hallazgo de Jesús: Lucas 2,41-52.
    * La vida de familia en Nazareth: Lucas 2,51. 
    * Las bodas de Caná: Juan 2,1-11.                                   
    * La vida pública de Jesús: Mateo 12,46­-50.
    * Alabanza tributada a María: Lucas 11,27­-28.
    * María al pie de la cruz: Juan 19,25-27. 
    * María en Pentecostés: Hechos 1,14.
    * Presencia de María en el nacimiento de Jesús: Gálatas 4,4-5.
    * María glorificada: Apocalipsis 12.

QUÉ DEBEMOS CREER Y ENSEÑAR LOS CATÓLICOS SOBRE MARÍA

14.¿Cuáles son las verdades dogmáticas que la Iglesia nos enseña sobre la  Santísima Virgen María y que los católicos debemos aceptar?
   Las verdades que la Iglesia nos enseña sobre la Santísima Virgen María y que los católicos debemos creer son cuatro:

      * La Maternidad divina.
      * La Perpetua Virginidad.
      * La Concepción Inmaculada.
      * La Asunción en cuerpo y alma al cielo.  

      * LA MATERNIDAD DIVINA: La Santísima Virgen María es Madre de Dios  porque es Madre de Cristo que es Dios.
La Iglesia enseñó esta verdad en el Concilio de Efeso, celebrado en el año 431. Recuerdo de este concilio es la segunda parte del Ave María: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”.

      * LA PERPETUA VIRGINIDAD: La Santí­sima Virgen María se conservó Virgen antes del parto, en el parto y después del parto.
Esta verdad fue definida en el Concilio de Letrán en el año 649.

      * LA CONCEPCIÓN INMACULADA: La Santísima Virgen María estuvo libre de pecado original desde el primer momento de su concepción.
Esta verdad fue proclamada por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854.

      * LA  ASUNCIÓN EN CUERPO Y  ALMA: La Santísima Virgen María goza de Dios en la gloria, en cuerpo y alma.
Definido por el Papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950.

AUTÉNTICA DEVOCIÓN A MARÍA

15.¿Cómo debemos mirar a la Santísima Virgen María, nosotros sus hijos?
   Debemos mirar a la Santísima Virgen María como Madre, como Modelo y como Reina.

   COMO MADRE: Lo primero y más importante que desea una madre es el amor de sus hijos. Si no la amamos, nuestra devoción no es sincera.
   COMO MODELO: Un modelo es para ser imitado. María, nuestro Modelo, nos invita a imitarla en su amor a Cristo y a los her­manos; en sus virtudes y en su vida plenamente consagrada al servicio de Dios y de los hombres nuestros hermanos. 
   COMO REINA: Las reinas tienen sus manos llenas de bienes para socorrer a sus súbditos.  María es Reina porque es la Madre de Cristo-Rey. Ha recibido de Dios muchas gracias para ayudarnos.
Pero, atención! Que no la busquemos sólo para pedirle: También debemos amarla e imitarla.
Están muy equivocados los que imploran la protección de María para hacer el mal. Por ejemplo, portando su escapulario en una vida de vicios y pecados. Invocándola para acertar en el disparo con que se busca dar muerte a un prójimo. Llevando su imagen en la cartera pero con un corazón lleno de odio.

16. ¿Entonces, cómo debe ser nuestra devoción a la Santísima Virgen María?
   Nuestra devoción a la Santísima Virgen María debe ser interior y comuni­taria, devota, santa, filial, constante y desinteresada.                                       
   INTERIOR: Es decir que salga del corazón y no consista sólo en prácticas exteriores.
   COMUNITARIA: Rendirle culto en comu­nión de Iglesia.
   SANTA: Es decir, que por medio de ella nos preocupemos por dejar el pecado y practiquemos las virtudes cristianas. 
   FILIAL: Es decir, llena de cariño y confian­za como el que tiene un hijo a su madre querida.
   CONSTANTE: Es decir, que no sea de momento o pasajera sino que perdure a lo largo de nuestra vida. 
   DESINTERESADA: Es decir, que busque ante todo la gloria de Dios y la honra de la Santísima Virgen María, no sólo en provecho propio.

PRÁCTICAS DE DEVOCIÓN A MARÍA

17. ¿Con qué prácticas podemos manifestar una verdadera devoción a la Santísima Virgen María?
   Una verdadera devoción a la Santísima Virgen María se puede manifestar de distintas maneras:
      a. Llevando una vida verdaderamente cris­tiana, distinguida por el amor a Dios y al prójimo; por el cumplimiento del deber, la práctica de las virtudes y el servicio a los demás.
      b. Dando en todas partes testimonio del Evangelio y siendo testigos de Cristo Resucitado para construir la civilización del amor.
      c. Frecuentando los sacramentos con los que crecemos en la vida de la gracia.
      d. Celebrando sus fiestas en las cuales nos invita a conocerla mejor, amarla más, colocarnos bajo su protección y agradecer sus favores.
      e. Venerando sus imágenes que nos recuer­dan sus prerrogativas y nos llevan a reconocer su protección maternal.
      f.   Con especiales prácticas que la Iglesia recomienda entre las cuales ocupan lugar importante el rezo del Santo Rosario y del Ángelus (Salutación Angélica).

18.¿Cuáles son los meses, los días y las fiestas consagradas a la Santísima Virgen María? 
      Son los siguientes:
Mes: Mayo, llamado el mes de las flores.                                                                       Octubre, mes del Rosario.
Diciembre: Mes de la Navidad, es decir, nacimiento de Jesús en el pesebre en Belén         

Día: El sábado. Así como la Santísima Virgen María fue la aurora que anunció a Cristo, el sábado, consagrado a la Virgen Santí­sima, nos prepara para celebrar con gozo el domingo, día del Señor.

      Fiestas:
      Enero 1:          La Maternidad divina. 
      Febrero 11:      Nuestra Señora de Lourdes.
      Marzo 25:        La Anunciación.
      Mayo 13:         Nuestra Señora de Fátima. 
      Mayo 24:         María Auxiliadora.
      Mayo 31:         La Visitación a Santa Isabel.
      Julio 16:           Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Chile. 
      Agosto 15:       La Asunción de María. 
      Agosto 22:       María Reina.
      Septiembre 8:   El nacimiento María.                                                 
      Septiembre 12:  El nombre de María. 
      Septiembre 15: La Virgen de Los Dolores. 
      Octubre 7:       Nuestra Señora del Rosario.
      Diciembre 8:     La Inmaculada Concepción. 
      Diciembre 12:   Nuestra Sra. de Guadalupe, patrona de América Latina. 
      Diciembre 25:   El nacimiento de Jesús, nacido de la Virgen María.

19. ¿Por qué hay tantas imágenes y advocaciones de la Santísima Virgen María?
   Las imágenes y advocaciones de la Santísima Virgen María corresponden a las gracias especiales que Dios le concedió; a los diversos momentos de su vida, a los misterios de Cristo, su Divino Hijo, a favo­res especiales concedidos a la Iglesia por su intercesión y a las devociones de cada nación.
   El arte ha procurado plasmar en distintas imágenes su santidad excelsa y la piedad de los cristianos le ha dado títulos con que expresan su amor filial.
   En un hogar, los hijos gustan de conser­var distintas fotografías de su mamá: niña, joven o anciana. Con traje de fiesta, de calle o de casa.
   En el hogar de la Iglesia, la familia de Dios se comporta de la misma manera con la Santísima Virgen María, su Madre espiritual.

20. ¿Cuáles son las relaciones de la Santísima Virgen María con la Santísima Trinidad?
   Son únicas y extraordinarias. La Santí­sima Virgen María es hija predilecta del Padre; Madre amorosa del Verbo encar­nado, Jesucristo, y Esposa fiel del Espíritu Santo.

LOS PROTESTANTES Y MARÍA

21.Algunos protestantes dicen que no necesitan de la Santísima Virgen María. ¿Qué les pode­mos responder?
   A los protestantes que dicen que no necesitan de la Santísima Virgen María les debemos responder que Jesucristo sí necesitó de Ella. Necesitó de la Santísima Virgen María como todo hijo necesita de su madre. De ella necesitaron los Apóstoles, los santos; todo el pueblo cristiano. Nosotros también la necesitamos para no ser huérfanos.

22.Otros preguntan: ¿Por qué tengo yo que honrar a la Santísima Virgen María?
La tengo que honrar:
Porque Ella nos dio al Salvador. 
Porque es la Madre de mi mejor amigo, Cristo.
Porque es mi propia Madre.
Qué lamentable error es honrar a las madres de los grandes héroes y no honrar a la Santísima Virgen María, Madre de Jesús, que está por encima de todos.

23. A veces oímos que los protestantes afirman que nosotros adoramos a la Santísima Virgen María. ¿Es verdad eso?
   Es mentira. Los católicos sólo adoramos al Dios que nos reveló Jesucristo. A la Santísima Virgen María la veneramos, con especial honor, por ser Madre de Cristo, Dios y hombre, nuestro Redentor.

24. También dicen que adoramos imágenes. ¿Qué podemos responderles?
   Podemos responderles que están equivo­cados. Los católicos tenemos respeto por las imágenes y las honramos así como respetamos el retrato de nuestro padre o la estatua de un héroe.
   Nuestra veneración no se queda en la imagen sino que llega a la persona que ella representa. De la misma manera que un beso dado.

  1. Advocaciones

Determinados hechos históricos que señalan la intervención especial relieve que se le atribuye a ciertos misterios de la Virgen en sí, o en relación con Cristo o con nosotros, y, en fin, momentos especiales de su santísima vida, de su muerte y de su glorificación, son la fuente de las «advocaciones» o modalidades diversas de invocar y honrar a la Virgen.

De la preferencia que se pueda sentir por una u otra de estas advocaciones de Nuestra Señora, nace en los fieles la particular «devoción» o consagración de su voluntad a honrar a la Virgen Santísima con correspondientes actos internos y externos en honor de su advocación predilecta.

Existen advocaciones UNIVERSALES, cuando la Santísima Virgen es invocada bajo ese respecto en todo el mundo; y otras que son REGIONALES, que son especialmente las relacionadas con santuarios e imágenes milagrosas, y son de extensión más o menos amplia, según el influjo que llegan a irradiar.

Las advocaciones más universalmente extendidas son, por lo general, aquellas que han sido propagadas por diferentes Institutos Religiosos, y que, ordinariamente, constituyen su más preciado patrimonio. Es imposible establecer en términos absolutos cuál devoción a la Santísima Virgen es más excelente, bástenos con la condición establecida por el Papa Pío XII: Cada uno ha de elegir entre sus advocaciones preferidas de Nuestra Señora, aquella que lo haga más cristiano.

El culto rendido a María es UNICO e indivisible por parte del sujeto a quien se tributa: la persona gloriosa de la Virgen. Puede sin embargo, revestir formas y características múltiples, según las diversas causas o títulos en que se inspira. Las devociones a la Virgen pueden, por tanto, ser múltiples. Lo que importa es que a través de esa diversidad de aspectos siempre se vea claramente a la UNICA, la MADRE DEL SEÑOR.

La primera entre todas las devociones en orden de tiempo y de dignidad es, indudablemente, la que tiene por objeto y por motivo la excelencia de la Divina Maternidad. La imagen de la Virgen con el Niño en su regazo maternal domina en el arte mariano de todos los siglos.

  1. Devociones

En un empeño natural de «concretizar» la presencia de la Madre de Dios en nuestra vida se reviste a María de una determinada advocación, y se concreta una práctica devocional en algunos actos religiosos que lleven consigo el «signo sensible». Esto se debe a que desde el punto de vista pastoral es muy difícil inculcar entre los fieles, sobre todo entre gente de poca ilustración religiosa, un culto más espiritual, basado en el conocimiento de Nuestra Señora, en el amor que inspira tan excelente grandeza, en el deseo de imitar sus virtudes ejemplares y en una devoción racional que tienda ante todo a conseguir de ella la ayuda para la salvación del alma y para llevar una vida cristiana mejor.

De allí deriva la inmensa popularidad que han lanzado en nuestro ambiente las devociones del ROSARIO, del ESCAPULARIO DEL CARMEN, de la MEDALLA MILAGROSA y en grado un poco menos notorio la de FATIMA, las TRES AVEMARIAS, los DOLORES, EL PERPETUO SOCORRO, las MERCEDES y MARÍA AUXILIADORA.

  1. Santo rosario

Se le ha llamado también «Salterio mariano» o «breviario mariano» y es una determinada forma de plegaria en la que se reza quince decenas de veces la salutación angélica (el Avemaría) intercalando en cada decena un Padrenuestro, y para cada decena se señala la meditación de un misterio de nuestra redención» Los misterios que han de meditarse están previamente ordenados en tres series: gozosos, dolorosos y gloriosos. Valeroso propagador de él fue el fundador de la Orden Dominicana, que divulgó esta oración por todo el mundo, por primera vez con el nombre del Santo Rosario.

El Papa León XIII dedicó diez encíclicas a propagar esta devoción tan eficaz, que la misma Santísima Virgen en la mayoría de sus apariciones inculca a sus devotos el rezo piadoso del Santo Rosario, así por ejemplo, en Lourdes y en Fátima. El mes de Octubre está dedicado especialmente a esa devoción y la solemnidad anual se celebra el 7 de dicho mes.

  1. Escapulario

En esta popularísima advocación se honra la devota tradición según la cual el profeta Elías vislumbró desde el Monte Carmelo, en la visión de la pequeña nube que luego se convirtió en fecundo nubarrón que a su vez derramó abundantes lluvias sobre la tierra reseca de Israel (l Re l8, 42-45), la imagen de la Virgen Madre de Dios, Inmaculada y Fecunda a la vez; también se honra la devoción del Escapulario o Hábito de la Orden del Carmen, al que según tradición propagada por dicha Orden, van adjuntos dos privilegios: uno, el que promete la salvación eterna a quien muera llevando dignamente dicho Escapulario o Hábito, y otro, el llamado «sabatino», que consiste en la pronta liberación del purgatorio para los que, habiendo vivido según el espíritu de la regla del Carmelo y cumplido fielmente con las obligaciones inherentes, murieran vestidos del mismo hábito que, para facilidad de los fieles seglares se reduce a dos pañitos unidos con dos cordones, de manera que uno vaya sobre el pecho y otro sobre la espalda. Los papas, Pío XI, y Pío XII refrendaron esta devoción, tan propagada en todo el mundo, especialmente en el ambiente hispánico y latinoamericano

Para tener el privilegio de la salvación eterna, se necesita llevar devotamente el escapulario, una vez impuesto por un sacerdote facultado para ello. “Devotamente» significa «cristianamente», por lo cual quien presuma que por el único hecho de llevar el escapulario, si a ello no acompaña una vida piadosa, se va a salvar, estará en un error. Para tener el segundo privilegio que es la pronta liberación del purgatorio, se requiere el fiel cumplimiento de los deberes del propio estado – castidad según su estado – y el rezo del Oficio Divino. Esta última práctica suele conmutarse a los seglares por determinadas oraciones vocales, como siete padrenuestros, etc.

Hay otras advocaciones similares que usan también del escapulario, como la de las Mercedes, propagada por la Orden Mercedaria, devoción en la que se honra a Nuestra Señora «por el misericordioso amor, fuente de fuerza y redención hacia los afligidos por la esclavitud del pecado o por la barbarie de los hombres».

RETIRO ESCUELA DE JEFES, CHAÑARAL

“El Oratorio: mi encuentro

 con Dios y los hermanos,

de la mano de María

 Trabajo de la Mañana.

 

Primero lee  Ezequiel 40: “Visión del nuevo templo”

 

1 El año veinticinco de nuestra cautividad, al comienzo del año, el día diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad, el mismo día, la mano de Yahveh fue sobre mí, y me llevó allá. 2 En visiones divinas, me llevó a la tierra de Israel, y me posó sobre un monte muy alto, en cuya cima parecía que estaba edificada una ciudad, al mediodía. 3 Me llevó allá, y he aquí que había allí un hombre de aspecto semejante al del bronce. Tenía en la mano una cuerda de lino y una vara de medir, y estaba de pie en el pórtico. 4 El hombre me dijo: «Hijo de hombre, mira bien, escucha atentamente y presta atención a todo lo que te voy a mostrar, porque has sido traído aquí para que yo te lo muestre. Comunica a la casa de Israel todo lo que vas a ver.» 5 Y he aquí que por el exterior de la Casa había un muro, todo alrededor. La vara de medir que el hombre tenía en la mano era de seis codos de codo y palmo. Midió el espesor de la construcción: una vara, y su altura: una vara. 6 Vino luego al pórtico que miraba a oriente, subió sus gradas y midió el umbral del pórtico: una vara de profundidad. 7 La lonja: una vara de largo por una vara de ancho; la pilastra entre las lonjas: cinco codos; el umbral del pórtico por el lado del vestíbulo del pórtico, hacia el interior: una vara. 9 Midió el vestíbulo del pórtico: ocho codos; su pilastra: dos codos; el vestíbulo del pórtico estaba situado hacia el interior. 10 Las lonjas del pórtico oriental eran tres por cada lado, todas ellas de la misma dimensión; las pilastras tenían también las mismas dimensiones por cada lado. 11 Midió la anchura del vano del pórtico: diez codos, y la longitud del pórtico: trece codos. 12 Había un parapeto delante de las lonjas; cada parapeto tenía un codo por ambos lados. Y la lonja tenía seis codos por cada lado. 13 Midió el pórtico desde el fondo de una lonja hasta el fondo de la otra; anchura: veinticinco codos de una entrada a la otra. 14 Midió el vestíbulo: veinte codos; el atrio giraba todo alrededor del pórtico. 15 Desde la fachada del pórtico donde estaba la entrada, hasta el fondo del vestíbulo interior del pórtico, había cincuenta codos. 16 Había ventanas enrejadas sobre las lonjas y sobre sus pilastras, hacia el interior del pórtico, todo alrededor, e igualmente el vestíbulo tenía, por el interior, ventanas todo alrededor; y sobre las pilastras había palmeras. 17 Me llevó al atrio exterior, y he aquí que allí había salas y un enlosado tirado alrededor del atrio: treinta salas daban a este enlosado. 18 El enlosado que flanqueaba los pórticos correspondía a la profundidad de los mismos: esto es el enlosado inferior. 19 Midió la anchura del atrio, desde la fachada del pórtico inferior hasta la fachada del atrio interior, por fuera: cien codos (a oriente y al norte). 20 Midió después la longitud y la anchura del pórtico que daba al norte del atrio exterior. 21 Sus lonjas eran tres por cada lado; sus pilastras y vestíbulos tenían las mismas dimensiones que los del primer pórtico: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. 22 Sus ventanas, su vestíbulo y sus palmeras tenían las mismas dimensiones que las del pórtico que daba a oriente. Se subía a él por siete gradas y su vestíbulo estaba situado hacia el interior. 23 Había un pórtico en el atrio interior, frente al pórtico septentrional, lo mismo que en el pórtico oriental. Midió la distancia de un pórtico a otro: cien codos. 24 Me condujo luego hacia el lado del mediodía: había allí un pórtico en dirección del mediodía; midió sus lonjas, sus pilastras y su vestíbulo: tenían las mismas dimensiones. 25 Tenía, lo mismo que su vestíbulo, ventanas todo alrededor, iguales que las otras ventanas; dimensiones: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho; 26 su escalera tenía siete gradas; su vestíbulo estaba situado hacia el interior, y tenía palmeras, una a cada lado, sobre sus pilastras. 27 El atrio interior tenía también un pórtico hacia el mediodía; midió la distancia de un pórtico a otro, en dirección del mediodía: cien codos. 28 Luego me llevó al atrio, por el pórtico meridional; midió el pórtico meridional: tenía las mismas dimensiones. 29 Sus lonjas, pilastras y vestíbulo tenían estas mismas dimensiones. Lo mismo que su vestíbulo, tenía ventanas todo alrededor; dimensiones: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. 30 Y el perímetro del vestíbulo: veinticinco codos de largo y cinco de ancho. 31 Su vestíbulo daba al atrio exterior. Había palmeras sobre sus pilastras y su escalera tenía ocho gradas. 32 Me llevó al pórtico interior, hacia oriente, y midió el pórtico: 33 tenía las mismas dimensiones. Sus lonjas, pilastras y vestíbulo tenían estas mismas dimensiones. Tenía, así como su vestíbulo, ventanas alrededor. Dimensiones: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. 34 Su vestíbulo daba al atrio exterior. Había palmeras sobre sus pilastras, a cada lado, y su escalera tenía ocho gradas. 35 Me llevó luego al pórtico septentrional y lo midió: tenía las mismas dimensiones: 36 tenía alrededor, sus lonjas, sus pilastras, su vestíbulo y sus ventanas. Dimensiones: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. 37 Su vestíbulo daba al atrio exterior. Había palmeras sobre sus pilastras, a cada lado, y su escalera tenía ocho gradas. 38 Había una sala cuya entrada estaba en el vestíbulo del pórtico. Allí se lavaba el holocausto. 39 Y en el vestíbulo del pórtico había, a cada lado, dos mesas para inmolar sobre ellas el holocausto, el sacrificio por el pecado y el sacrificio de expiación. 40 Por el lado exterior de quien sube hacia la entrada del pórtico, al norte, había dos mesas, y al otro lado, hacia el vestíbulo del pórtico, dos mesas. 41 Cuatro mesas a un lado y cuatro mesas al otro lado del pórtico, o sea ocho mesas sobre las que se hacía la inmolación. 42 Además cuatro mesas para el holocausto, de piedra de sillería, de codo y medio de largo, codo y medio de ancho y un codo de alto, sobre las cuales se colocaban los instrumentos con los que se inmolaba el holocausto y el sacrificio. 43 Las ranuras, de un palmo de anchura, estaban dispuestas en el interior, todo en torno. Sobre estas mesas se ponía la carne de las ofrendas. 44 Me llevó al atrio interior; había allí, en el atrio interior, dos salas, una al lado del pórtico septentrional, con su fachada al mediodía, y la otra al lado del pórtico meridional, con su fachada al norte. 45 Me dijo: «Esta sala que mira al mediodía está destinada a los sacerdotes que cumplen el ministerio de la Casa. 46 Y la sala que mira al norte está destinada a los sacerdotes que cumplen el ministerio del altar. Son los hijos de Sadoq, los que, entre los hijos de Leví, se acercan a Yahveh para servirle.» 47 Midió el atrio. Tenía cien codos de largo y cien codos de ancho, o sea un cuadrado, y el altar estaba delante de la Casa. 48 Me llevó al Vestíbulo de la Casa y midió las pilastras del Vestíbulo: cinco codos por cada lado; luego la anchura del pórtico: catorce codos; y las paredes laterales del pórtico: tres codos por cada lado. 49 La longitud del Vestíbulo era de veinte codos y su anchura de doce codos. Se subía a él por diez gradas, y tenía columnas junto a las pilastras, una a cada lado.         

 

Ez 41,4b: “Éste es el lugar santísimo”

 

3 Entró en el interior y midió la pilastra de la entrada: dos codos; después la entrada: seis codos; y las paredes laterales de la entrada: siete codos. 4 Midió su longitud: veinte codos; y su anchura: veinte codos delante del Santo; y me dijo: «Esto es el Santo de los Santos.»

 

Ez   41,22b: “Ésta es la mesa de la presencia”

 

21 La estructura del Santo era cuadrada. Delante del Santuario se veía algo como 22 un altar de madera de tres codos de alto, dos codos de largo y dos de ancho. Sus ángulos, su base y sus lados eran de madera. El hombre me dijo: «Esta es la mesa que está delante de Yahveh.»

 

Ez, 47: “Torrentes del templo”

 

1 Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar. 2 Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el agua fluía del lado derecho. 3 El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos. 4 Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la cintura. 5 Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que no se podía atravesar. 6 Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y luego me hizo volver a la orilla del torrente. 7 Y a volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles, a ambos lados. 8 Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada. 9 Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente. 10 A sus orillas vendrán los pescadores; desde Engadí hasta Eneglayim se tenderán redes. Los peces serán de la misma especie que los peces del mar Grande, y muy numerosos. 11 Pero sus marismas y sus lagunas no serán saneadas, serán abandonadas a la sal. 12 A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán: producirán todos los meses frutos nuevos, porque esta agua viene del santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas de medicina.» 13 Así dice el Señor Yahveh: Esta es la frontera de la tierra que os repartiréis entre las doce tribus de Israel, dando a José dos partes. 14 Recibiréis cada uno por igual vuestra parte, porque yo juré, mano en alto, dársela a vuestros padres, y esta tierra os pertenecerá en heredad. 15 Esta es la frontera de la tierra: lado septentrional: desde el mar Grande, el camino de Jetlón hasta la Entrada de Jamat, Sedad, 16 Berotá, Sibráyim, que está entre el territorio de Damasco y el de Jamar, Jaser Hattikón hacia el territorio del Jaurán; 17 la frontera correrá desde el mar hasta Jasar Enán, quedando al norte el territorio de Damasco, así como el territorio de Jamat. Este, el lado septentrional. 18 Lado oriental: entre el Jaurán y Damasco, entre Galaad y la tierra de Israel, el Jordán servirá de frontera hacia el mar oriental, hasta Tamar: Este, el lado oriental. 19 Lado meridional, al sur: desde Tamar hasta las aguas de Meribá de Cadés, hacia el torrente, hasta el mar Grande. Este, el lado meridional, al sur. 20 Lado occidental: el mar Grande será la frontera hasta enfrente de la Entrada de Jamat. Este, el lado occidental. 21 Os repartiréis esta tierra, según las tribus de Israel. 22 Os la repartiréis como heredad para vosotros y para los forasteros que residan con vosotros y que hayan engendrado hijos entre vosotros, porque los consideraréis como al israelita nativo. Con vosotros participarán en la suerte de la heredad, en medio de las tribus de Israel. 23 En la tribu donde resida el forastero, allí le daréis su heredad, oráculo del Señor Yahveh.

Texto: “Un Cáliz colmado de gracias”

 

I.- LAS GRACIAS DEL ORATORIO

 

El Cáliz del Padre se ha llenado en estos años con las gracias que más tarde la Madre del Oratorio iría a regalar abundantemente en su pequeño Oratorio popular. Hemos experimentado una tras otra la abundancia de los dones derramados desde nuestro Oratorio, lo que ha venido a ser para nosotros un crecimiento espiritual que sobrepasa nuestros méritos… es la obra de Dios en nuestra vidas.

 

 

Y QUE HEMOS RECIBIDO…

 

 

 

La gracia del acogimiento, de las llamadas santas, del cambio de vida y de la irradiación apostólica han venido a ser un patrimonio que ya fue profetizado desde la época del paso de pirque, en las vivencias religiosas de autoeducación que tuvo nuestro Padre Fundador por esos años, más tarde descubriríamos la gracia del acompañamiento e intuiríamos la gracia “maravillosa” de la perseverancia final. ( 4/99 )

 

Cartas de 1998   1192    1990

 

 

1° ACOGIMIENTO

 

La Madre Santísima nos acogía; unas veces la gracia de la acogida era más fuerte que otras. Nunca se repetía; no podía capturar las gracias, dármela a mi mismo en dosis por mí estipuladas.

Yo sólo tenía que acudir al lugar de la cita: la Capillita. Hasta el presente sigue siendo algo similar: entrar y quedarme largo rato en el Oratorio. Yo me acerco a la Madre y Ella me acoge en su pequeño Oratorio, donde quiera que se encuentre, donde se han hecho generosos desafíos. Me hace sentir que estoy guarecido en su corazón maternal, que pase lo que pase, Ella siempre me va a amar, si le soy fiel y que no me deja solo.

¡Cuánto tenemos que agradecerte Madre! ¡Hemos venido muchas veces con problemas y dificultades y hemos experimentado tu presencia amorosa! Veníamos con pocas ganas: entrábamos y se nos pasaban nuestras angustias.

Ha sucedido así muchas veces en los distintos oratorios. En muchas oportunidades veníamos trayendo la cabeza arremolinada de problemas y al llegar al Oratorio, la Madre nos hacia cariño y los problemas disminuían o se iban aclarando finalmente. Lo que nos parecía un inmenso tigre que se nos venía encima, no era sino un tigre de papel. Por eso, cuanto debemos agradecerte Madre por lo que has hecho por nosotros.

La monjita, Sor Arbelais, sintió que la Madre la miraba durante una Sta. Misa. El cabo Gatica de la escuela de suboficiales tuvo una conversión repentina; esto ocurrió omentos después de declararse ateo. La experiencia generalizada de la gente que acudía al Oratorio Mariano, también mía, que había una fuerza interior gratificante en ese lugar donde estaba esa Imagen.

 

2° CAMBIO DE VIDA

 

Con el tiempo nuestros amigos empiezan a darse cuenta que hay un cambio en nosotros. Algo se presenta mejor, estamos menos egoístas, nos ponemos más solitarios, por una parte, por otra, nuestra diferencia produce malestar: molesta.

Nosotros mismos nos vamos dando cuenta que hay cambios en nuestra propia conducta. Cosas que antes nos dominaban y entristecían, ahora por lo contrario, en buena parte estamos libres frente a ellas. La Madre Santísima comienza a fluir suavemente en nuestra vida; sin que nos demos cuenta casi, la gracia de Jesús está empezando a actuar en nosotros.

Has cambiado los corazones de tus hijos marianos. En el campo de los matrimonios, por ejemplo, recuerdo una transformación maravillosa, un cambio que ha durado por más de 16 años. En el campo de los jóvenes, que cosas ha hecho la Virgen con los jóvenes y niñas, acá. En parte he podido escucharlos y conocer algo de su historia de vida. Uno quisiera exclamar con voz muy fuerte y cantar con todo el corazón, “viva, viva María”. Efectivamente, ha hecho maravillas en este Oratorio.

Feliz la proclamarán todas las generaciones de marianos. Siempre tendremos que estar celebrando las maravillas que el Señor ha hecho en Ella y que se han manifestado en nosotros. Nos ha regalado verdaderos y profundos cambios de vida en todas las ramas de nuestra familia del Oratorio Mariano.

La gente experimentó cambios, el movimiento con tal experimentó cambios de vida. Se dieron grados, se produjeron transformaciones. Se formaron seleccionados marianos. Vinieron los campamentos de formación llenos de vitalidad religiosa, los retiros y jornadas.

 

 

3° NOS HACE IRRADIAR APOSTÓLICAMENTE

 

Ella enaltece nuestra vida haciéndonos hombres y mujeres históricos, protagonistas de la historia. Enaltece nuestra vida dándonos fecundidad apostólica. Nuestra vida social se vuelve influyente. Influimos en los demás ayudándolos a corregirse y vivenciar la vida de Cristo en ellos.

Va aumentando esta gracia en el  Año de la Campana. Vemos el simbolismo de la campana que nos está llamando a irradiar apostólicamente. Hay una llamada especial porque estamos cumplimiento mayoría de edad. Ya está bueno que nos pongamos maduros y seamos apóstoles. Estamos llamados a ser apóstoles de María. Ella nos invita a ser apóstoles para comenzar una misión mariana que abra la misión cristianizadota. María Santísima siempre abre los caminos del Señor, es la señal de apertura, es estrella y luna que anuncia el sol. Nunca esta separada de Jesús; siempre está con Jesús, y Jesús con María. Estamos muy contentos por su obra en nosotros. Nos llenamos de sentimientos de gratitud por lo que nos ha regaloneado.

El Oratorio Mariano se fue transformando en un Oratorio Misionero. Donde íbamos no sólo nos preocupábamos  de nuestra formación personal y comunitaria, sino que estábamos preocupados de misionar. En los campamentos apareció la procesión de Coñaripe. En el colegio de los SS.CC. de Alameda teníamos el mes del Sagrado Corazón en que había una ayuda espiritual no solo para la gente de nuestro Movimiento sino también otra. Por lo tanto, hemos visto que Dios quiere el Oratorio mariano. Por sus frutos los conoceréis. Los frutos han sido buenos, por lo tanto, tiene que ser obra de Dios esta Obra.

 

 

4° LLAMADAS DIVINAS

La Madre nos llama por medio de signos pequeñitos de la vida diaria; puede ser también en cosas un poco más importantes o tal vez de magnitud existencial, en que se define nuestra vida en sus grandes líneas.

Lo importarte es entrenarse para escuchar su voz. Sus llamadas son siempre para nuestro bien, su yugo es suave y su carga es liviana. A veces, ignorantes, no nos damos cuenta de estas llamadas; pero con los años, nos vamos haciendo más y más expertos en seguir las llamadas que Ella nos hace por transoperancia en las mismas estructuras de las cosas o de las circunstancias o en los consejos de amigos o por el contrario posición de opiniones de la masa… Poco a poco vamos aprendiendo a discernir la voz de Dios y la voz de los malos espíritus.

No podemos dejar de agradecerte por las llamadas que se han dado en este lugar. Hay tantas personas que han sentido tus llamadas que se han dado en este lugar. Desde luego, están las vocaciones sacerdotales y religiosas que se han dado acá.

Que un joven acepte hoy la llamada al sacerdocio es más difícil que antes; cuesta más que en otros tiempos. Sobre todo, cuesta en la actualidad que una niña acepte ser religiosa. Es más difícil que antes. En generaciones anteriores había miles de monjitas y ahora es más difícil que los jóvenes se entreguen al Señor en esta modalidad. Que la Virgen Santísima dé esa gracia aquí resulta muy difícil poder esperarlo, y sin embargo es un hecho que así se ha dado.

Las primeras vocaciones sacerdotales aparecieron cerca y con ocasión del Tercer Desafío en 1976. Después vinieron las vocaciones de hermanas. Paralelamente las vocaciones a la entrega heroica como fue el caso de Bernardita Correa y Rubén Cárcamo.

 

5° ACOMPAÑAMIENTO

 

Sentimos que la Madre está cerca, que se nos hace presente, no en apariciones místicas, sino en las circunstancias normales de la vida diaria.

Ella no nos abandona; está con nosotros amorosamente ayudándonos cotidianamente. Experimentamos que nuestra vida se va tornando como la vida del pueblo del Éxodo, en que una columna de nubes los guiaba de día y una columna de fuego en la noche.

La vamos a visitar, ojala, diariamente en su Oratorio y sentimos su presencia maravillosa aunque escondida. Ella nos va acompañando: estamos de la mano con la Mamá en camino hacia el Padre.

 

ENTONCES: ¡TODOS LLAMADOS A LA SANTIDAD DE VIDA!

 

Acabamos de pasar someramente revista a las gracias que nos da en el Oratorio. Pero es necesario observar juntos la realidad que la Santísima Virgen es exigente, como toda mamá. Ella exige y pide a su hijo, siempre por el propio bien de ellos. ¿Qué nos pide la Madre ahora? Está bien que vengamos a agradecerle sus regalos. Ella nos dice desde su imagen sagrada: “Hijitos, miren, ¿quiero saber qué van a hacer ustedes ahora? ¿Cómo van a programar su vida en adelante? Queremos responderle a la Madre Santísima  Sí, Madre, nosotros queremos aceptar el desafío que significa estar en vigésimo quinto año del 2° Desafío Fundacional que se hizo en el Oratorio Mariano.  Es la segunda piedra fundacional, que se puso el día 3 de noviembre de 1972. En aquella oportunidad era ridículo e imposible pedirle a nuestra Madre que nos diera, en el Oratorio, la gracia de la santidad. Pronto se cumplirán los 32 años de ese Desafío. ¿Por qué sabemos que Dios lo quiere? Han pasado 31 años del Desafío y Dios no ha cerrado el Camino. El Señor nos ha dicho que no hay señales suficientes. Podemos creer que se va a cumplir eficazmente. Vemos las vidas de “marianos ejemplares” de nuestro movimiento. En ellos hay indicios de santidad.

 

II.- LLAMADOS A SER FUENTE DE GRACIAS PARA EL ORATORIO…

 

1 Cor 6,19

 

19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? 20 ¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.

Por el Bautismo hemos sido hechos nueva criatura y por eso lugar donde habita Dios, la Trinidad Santa viviendo en nosotros, Templo es nuestro cuerpo y alma, lugar de la presencia. Nuestra dignidad de hijos de Dios a veces confundido y por caminos equivocados, descubrimos entonces ser: “Llamados a ser testigos del Dios vivo”que acoge, me cambia y me transforma, que me llama y me acompaña siempre con su amor fiel.

 

 Nuestro Corazón: Un Oratorio Vivo

 

En el acta de Radicación del Oratorio Central, (5° Piedra Fundacional), se hablaba de la necesidad de constituirnos en piedras vivas del santuario, en asumir que el Oratorio debemos asumirlo en todo nuestro ser juvenil. La Madre Santísima derrama sus gracias en nuestras vidas y estas gracias quieren ahora derramarse desde nosotros para otros. La Familia es fuente de gracias también, pero cada uno está llamado a ser lugar de encuentro con las gracias del Oratorio para los hermanos a nuestro lado.

 

Oratorio Vivo es donde el se encuentra con María.

Un lugar para el silencio, debemos salir y romper con lo cotidiano para encontrar a Dios y para encontrar al hermano (silencio para escuchar su corazón – inquietudes y aspiraciones).

 

Veamos que significa esto para nosotros…

 

Peregrinemos al Oratorio Vivo de mi hermano!!!… un encuentro y caminar fraterno…

 

1.- La primera gracia es la ACOGIDA…

 

Primero… Sentirse querido, aceptado y cobijado… demostrar cariño. Pero también…Sentirse parte integrante, vinculado, con raíces profundas… dar seguridad.

 

Primero…

1.- La experiencia de los santos:

Si miramos la vida de los santos encontramos que el momento clave de sus vidas no se encuentra en sus grandes entregas, ni en heroicas hazañas, sino en haber descubierto el AMOR DE DIOS, personalmente amados. Un amor que nos impacta y que nos hace ver la vida como una sucesión de gracias y regalos… que nos exigen responder.

Descubrimos la gran diferencia del cristianismo y los fariseos que no soportaban la diferencia, ellos pretendían merecer a Dios con sus reglas de perfección cumplidas con puntualidad, sin embargo, es Dios el que nos amó primero, nos ACOGE. En San Pablo encontramos el ejemplo de un fariseo que descubrió que Dios escoge sin ningún mérito.

 

2.-Amor de nuestros Padres en la infancia:

Las preocupaciones y caricias paternas hacen sentir bien, nos dan sentido de dignidad, sentido de hogar. Y si llegaron hermanitos nuevos debimos llegar a superar el sentirlos adversarios, para sabernos iguales, merecedores en derechos del mismo cariño. El padre nos hace sentir hijos. Acogidos en El.

 

2.- Segunda gracia: EL CAMBIO DE VIDA.

 

El cambio es consecuencia de la acogida – una respuesta de gratitud.

Tomar conciencia de lo recibido de Dios y de los hermanos, del don que es cada uno.

 

Nuestra transformación se da:

1.- Desde sus cualidades y virtudes, querer asemejarse con el otro.

2.- y también desde sus defectos (no imitando por supuesto), por la comprensión paciente y la ayuda.

 

Veamos como…

 

                        … desde las cualidades.

 

  • En el pololeo: Siempre cambiamos para darle en el gusto al otro, ¿recuerdas lo primero que cambiaste?… Tu manera de vestir, tu peinado, etc. Los papás saben que ocurre algo por esos cambios. ¿Qué te pasa? Hasta más estudioso a veces… hay de todo.
  • En los demás: imito costumbres, gustos, estilos y modas de los que conviven cerca. La responsabilidad y el orden se pegan… Los valores morales se comparten… Sentimos felicidad al compartir lo nuestro, y nos lleva a poner al servicio, dar consejos, dar ánimo!!!… Su capacidad de orar, lo espiritual se contagia rápido.

 

…desde los defectos.

 

Lo que más nos disgusta es cuando el defecto del otro se contrapone a los míos… ja ja ja… Si eres polvorita (Activo) y yo introvertido (Pasivo), tus pataleas y yo me quedo callado desesperándote. Si eres meticuloso y yo un chocota… vamos a chocar.

 

  • Las diferencias son fuentes de diálogo, hay que regular exigencia y ofrecer perdón.
  • No todos necesitan lo mismo (asesores: hay que ser odológicos!!!), regular la mano.
  • Los defectos que son pecados debes decirlos, (mentiras).
  • Tremendo respeto por las personas y sus cosas también.

 

EL AMOR ES FUERZA TRANSFORMADORA,

PONGAMOS LO MEJOR POR EL OTRO Y CAMINEMOS JUNTOS.

 

3.- Tercera gracia: IRRADIACION APOSTOLICA.

 

Es consecuencia del cambio de vida interior, personal y grupal.

 

El Bien difusivo, así como la luz (se contagia, se dispersa por todos lados).

La alegría es para compartirla.

Todos hemos llegado por un amigo al grupo.

Influyeron en ti su testimonio, sus palabras, porque eras diferente a los demás, a la masa.

 

Revisemos nuestro apostolado…

 

                                               ¿Cómo crecimos en la vida espiritual?

                                               ¿Invitas a otros a Misa, a cumplir juntos?

                                               ¿Que lugar ocupa el Oratorio en tu vida hoy? y proyéctate.

 

Sin saber como la Madre nos hizo sus apóstoles.

Has tomado conciencia de la necesidad de otros que no conocen a Dios.

 

Hay más alegría en dar que en recibir.

 

¿Se puede ser apóstol sin ser asesor hoy? Sí y de muchas maneras…

 

Que nos detiene, el miedo, la inexperiencia, la falta de formación, soy tímido…

Respondemos a nadar, se aprende tirándose al agua, es decir, nadando.

Los papás se casan sin saber criar bebés, y dando cariño aprendieron a ser papás, y más aún, la guagua les enseñó a ser papá y mamá…

En el apostolado ocurre lo mismo, no necesitamos un diploma anterior.

 

Contagiémonos, es inevitable, si uno comienza todos iremos detrás, la entrega se hace un vicio.

 

Apostolado en la Familia: Con los hermanos chicos es más fácil, luego la mamá y sin hablar los hermanos mayores van a ver consecuencia de lo que decimos y hacemos. Lo que entra en el corazón de chico no sale más. Enseñar amando a María, que te vean rezar, que te vean sacrificarte por amor a Dios.

 

Apostolado en la Rama Juvenil: No necesitas ser jefe de la rama para hacer algo… debemos asumir diversos compromisos, sin miedos, llenar la agenda es lo mejor, pequeñas jefaturas: El que es fiel en lo poco se le confiará más”. Tener disposición a los servicios que se te piden, los esporádicos primero y los estables luego. Aprender a organizar jornadas activamente, no esperar que el asesor religioso lo haga todo, lanzarse a las empresas más locas. Ella, nuestra reina va contigo. Predicar en reunión, rezar en voz alta, todo es apostolado y testimonio.

Hacia fuera todo: El apostolado laical es indispensable, un cura no puede meterse en tu ambiente, tu debes evangelizarlo, quizás sin decir nada al principio, callando ante lo inauténtico y masificado, y luego serás ejemplo y palabra que se respeta, o por lo menos que molesta. El mundo y las realidades temporales, el colegio, la U, el trabajo, en la disco también se puede. Vivir el Evangelio simplemente, si eres honrado, solidario y justo todos verán tu luz.

 

El Reino de María

(Tema grabado por el Padre Sergio Mena, nuestro Fundador)

Decía Pío XII: “la paz de Cristo en el reino de María, Reina del universo”, el reino de Jesús por María. Todos esperamos y aguardamos el triunfo de Cristo y un gran reino del corazón de Jesús sobre el mundo  y  de las almas, tal vez sobre el de las naciones. Numerosas son a este respecto a las indicaciones del antiguo y del nuevo testamento  que han sido precisadas aun por las predicciones de los santos, especialmente por las confidencias del Sagrado Corazón de Jesús a Santa María de Alacoque, Jesús verificará esta palabra, que continuamente hace oír al oído de mi corazón: “yo reinaré a pesar de mis enemigos”. San Luis María de Monfort, heraldo del Reino de María, como Margarita María de Alacoque  lo es del Sagrado Corazón de Jesús, repite las declaraciones de su Santa compatriota pero en  los umbrales de un pequeño libro “El tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen” , donde incontestablemente está el soplo de Dios, declara solemnemente con  cierta autoridad, que se impone que el reino de Cristo no vendrá si no es por el Reino de María, por la Santísima Virgen ha venido Jesucristo al mundo, por Él ,debe también reinar en el mundo. si como es cierto el conocimiento y el reino de Jesucristo vienen al mundo, no será sino una consecuencia necesaria del conocimiento y del reino de la Santísima Virgen, el gran reino de María entra incontestablemente en los designios de Dios, la lógica de las obras divinas o reclama como sería fácil según San Luis  María Grignon de Monfort, demostrarlo por múltiples argumentos, así este reino vendrá proclama él y vendrá pronto y acaso no vemos desde Pio IX, sobre todo la impresionante  realización de sus palabras. “Dios quiere revelar y descubrir a María la obra maestra de sus  manos, María debe brillar mas que nunca en misericordia en fuerza y en gracia, en fin Dios quiera que su Santa Madre sea al presente, más conocida, mas amada, mas honrada que nunca, siendo la verdadera devoción a la Santísima Virgen, enseñada por San Luis María de  Monfort, el último esfuerzo del amor, del culto a María, el punto culminante y la nota dominante de este concierto que todas las edades hacen subir hacia el trono de la Madre de  Dios, que fue profetizada ya como la  bendita entre todas las mujeres”. Se comprende que el gran reino de la Santísima Virgen no podrá realizarse sino por el conocimiento y la práctica universal de esta devoción sólida y profunda que se apodera del ser entero y penetra toda la vida. Dice San Luis María Grignon de Monfort, Dios quiere que su Santa  Madre sea al presente más conocida mas amada, más honrada que nunca lo que sucederá sin duda. “Los predestinados entran en Gracia y la luz del Espíritu Santo,  en la practica interior  y perfecta que yo les iré descubriendo”, y más formalmente todavía dice: “Ah, cuando vendrá ese tiempo feliz en que la divina María sea establecida dueña y soberana  en los corazones para someterlos plenamente al imperio de su único y grande  Jesús, Cuándo las almas respirarán a María, como los cuerpos respiran al aire, ese tiempo no vendrá sino cuando se conozca y se practique la devoción que yo enseño y esos grandes hombres que vendrán, esos grandes santos esos apóstoles de los últimos tiempos que María formará por orden del Altísimo, para arruinar el Imperio de Satanás, y establecer el de Cristo, por su Madre, llevarán a todo el mundo; por sus palabras y sus ejemplos,  a su verdadera devoción, por medio de esta devoción a la Santísima Virgen, esos santos personajes llevarán a cabo todo y por este mismo medio, aplastarán donde quiera que vayan la cabeza de la antigua serpiente.” (1)

El Oratorio dice:

 “¡Viva , viva María¡ Viva , viva María, tu eres nuestra alegría Virgen Madre Querida, bienaventurada tú que fuiste pobre de adentro, y el Señor obró en Tí maravillas ¡Viva  viva María¡ Viva  viva María, tu eres nuestra alegría Virgen Madre querida.”  

El Oratorio entero se refiere a nuestra querida Madre,  quiere tomarla en serio, a fondo. Es la raíz de nuestro movimiento mariano,  que se queda simplemente en llamarla para que esté Ella presente con nosotros: “Madre quédate en nuestro Oratorio, imagen bendita del pueblo, quédate  junto a nosotros, no te alejes nunca Madre del Oratorio”, eso es lo que  nosotros queremos vivir plenamente, este ideal de que María Santísima sea la respiración del Oratorio, sea el aire que nosotros respiremos. El Oratorio le reza a nuestra querida Madre diciendo así:

“Querida Madre la masa extiende sus redes por todas partes, la masificación es obra del demonio, en última instancia, está avanzando por todas partes, nosotros en parte hemos estado en la masa y fuimos sacados de allí por tí, gracias muchas gracias querida Madre, has que nunca volvamos a ella, ni a ser juguetes manipulados a larga distancia por el príncipe de las tinieblas, como agradecerte suficientemente. Te agradezco Madre de todo corazón por el amor que no has tenido, por que somos  tus regalones, somos tus predilectos, porque nos libraste de la masa al darnos el Oratorio Mariano, donde te hemos aprendido a conocer, hemos aprendido a descubrir nuestra personalidad y entregarnos totalmente a ti, por que nos has dado la fe para no ser como Prometeo, un titán,  que se busca a si mismo, y que termina aniquilado totalmente, por eso quiero entregarme a ti sin reservas, que llegues a ser la respiración de mi vida, quiero encadenarme con un amor fiel a ti y a tus planes, quiero que el Oratorio, poco a poco se vaya haciendo el gran amor de mi vida, mi gran bandera, el modelo que yo sigo. Cuando fuiste a ofrecer al niño Jesús al templo, Simeón te dijo que una espada atravesaría tu propia alma, Madre sin lugar  a dudas que derrotar al demonio fue una tarea difícil, que te cubrió de dolor, había que hacerse obediente al Padre, hasta ver a Jesús en la cruz sangrando por nosotros, y perdonar junto a él cuando él perdono. Sí Madre,  la semilla que no muere no puede dar la vida a una nueva planta, es preciso morir, Madre en la cruz estabas llorando, una espada de dolor atravesaba de dolor tu corazón, pero yo no te he estado  consolando porque he sido cobarde y me he dejado arrastrar por la masa y por los  instintos. Madre mía me da pena verte llorar, quisiera enjugar tus lágrimas, tu la más bellas de las mujeres, tú inocente,  ningún pecado había en ti, Madre mía cuanto amor. Esa espada de dolor te atravesó en el Gólgota el alma, la cruz que está sobre el altar queremos tomarla y conquistarla, en todos los grupos esa es nuestra gran bandera, vamos a ir conquistándola poco a poco, con la entrega de nuestra autoeducación firme, nuestras metas nuestros grados y los compromisos en concreto para sacarlos adelante.”

NUESTRO IDEAL

Seamos sacerdotes o religiosos o simples fieles de buena voluntad, laicos comprometidos en el mundo, ¿quién de entre nosotros no ha sentido la necesidad de un ideal, de un modelo? Se necesita tenerlo para no deslizarse en las pendientes, para no rodar por los barrancos, y tumbarse en los abismos, para que la masa no nos coja en sus redes y terminemos siendo uno más del montón. Nuestra vida,  aunque  esté consagrada a las funciones más santas y a los deberes más preciosos… nuestra vida pronto se vuelve banal. Ningún gran pensamiento que nos fascine, alguna gran empresa que nos arrastre, algún gran amor que nos eleve sobre las pequeñeces y mezquindades de nuestra existencia cotidiana, para que no nos pongamos tibios.  Si no tenemos un ideal para iluminar, transformar, consolar y elevar nuestra existencia, termina todo en una hojarasca que se lleva el viento. (2)

San Pablo había reconocido está necesidad y cuando quiere obtener de alguno de sus discípulos algún gran sacrificio, exigirle algún poderoso esfuerzo, les indica un ideal y apela a forma mágica,  irresistible: “en nombre de su advenimiento y de su reino”. Demasiado pocas son las personas que tienen un ideal digno de este nombre, en el mundo cristiano y piadoso, y aún en el mundo sacerdotal y religioso, nosotros queremos proponernos y recordarnos a todos nosotros que somos inclinados al amor a María, un ideal grande y sublime,  avasallador. ¿Cuál es éste gran ideal? “Para que llegue tu reino, Oh Dios mío, que llegue el Reino de María”. Para ello me voy a esforzar,  dice el canto (Por María a Jesús) del Oratorio:

 

“Te prometemos Madre que vamos a cumplir, contigo iremos a la lucha, defenderemos tu misión, yo se que cuentas conmigo, yo se que quieres confiar en mi. Madre hoy te prometo que voy a luchar, conquistaré tu amor.

Bendita eres María porque creíste al Señor, por eso fuiste plenamente Madre de Dios, creer no es simplemente creer, sino creer entero y hacer lo que dice el Señor: he aquí la esclava del Señor…  he aquí la esclava del Señor

 

Por eso, es que también hay que decir:

 

“Una cosa es muy cierta para  nuestro Oratorio, y en esto no cedemos, la semilla que no muere se queda sola y no da su  fruto, no se convierte en un nuevo ser, nosotros queremos abrazar fuertemente tu cruz.

 

¡Que  llegue el Reino de María! , ¡Para que llegue tu reino, Dios mío!

 

Realmente un inmenso ideal, noble bello, bellísimo, que pueda repletar y dominar totalmente nuestra existencia, lo único que importa siempre es la gloria de Dios, solo Dios, ese es el fin único de la creación el fin de la redención, y de todas las obras divinas. Pero Dios no será glorificado sino por el Reino de Jesucristo , y Dios ha puesto como condición necesaria y asignado como medio infalible para el Reino pleno del reino de amor,  el reino de su Madre Santísima, el reino del corazón de Jesús, por el reino de la Santísima Virgen, estableciéndose, por la práctica de la devoción perfecta. Esto tiene que ser entonces el ideal, la gran bandera,  por la que nosotros nos entreguemos, entregando toda nuestra vida, ser santos con la santidad de María…

 … “quieres que ponga una gran exigencia en mi vida Madrecita, una sola gran meta que he de seguir, procurando hasta la muerte, tú eres Santa con la vida de Dios, yo también he de ser santo con esa misma vida. Afuera con lo vicios, con lo pecados,  todo orgullo, egoísmo y planes engañosos que destruyen la vida divina en nosotros. La verdadera inteligencia es semejante a la tuya saber que lo único inteligente, verdaderamente inteligente es buscar conocer, cumplir la voluntad de Dios.

 

¡Que venga el Reino de María, para que venga el Reino de Dios!

 

“Por eso es que nuestra gran preocupación es saber  interpretar lo que Dios quiere, tal como tú, hay que meditar un y otra vez las palabras y los hechos de Dios, guardándolos como un tesoro, el mas precioso dentro de nuestro propio corazón “

 Almas, grandes personas con grandes deseos. Lo primero, es necesario adoptar este ideal, es decir,  de preferencia en los retiros al escuchar el cassette, hacer del reino de Jesús por María,  el pensamiento, la preocupación dominante,  la pasión de la vida y la fecha de esta orientación definitiva y decisiva deberá quedar para nosotros como la de un acontecimiento de la más alta importancia, qué no perderemos jamás de vista. Desearemos el reino de Cristo por su Madre en nosotros, y alrededor de nosotros, lo desearemos fuertemente, ardientemente, únicamente. Lucharemos con toda el alma para que nuestra Madre se establezca en el Oratorio, y el Oratorio se manifieste y se establezca en todos los pueblos de la tierra hasta el fin de los confines, hasta todos los puntos del mundo, y hasta el fin de los tiempos, para que María penetre en el pueblo, por todos los pueblos, esté completamente enraizado en todo pueblo por medio de pequeños Oratorios donde se manifiesten las bondades el cariño de esta tierna Madre. Esta educadora extraordinaria, maestra de la vida, que va a ir guiando a su pueblo hacia el corazón de Jesucristo el Salvador. Pasaremos indiferentes a todo el resto,  a todo lo que no está en conexión con nuestro ideal, lo iremos cortando, echando fuera todo lo que estorbe, no habrá para nosotros verdaderamente sino una cosa necesaria, veremos todas las cosas bajo este ángulo visual, pesaremos todo en esta balanza, sobre este punto se concentrarán todas las energías de nuestra alma: Nuestro Oratorio, donde podemos lograr que se establezca, se entronice  María Santísima, cada vez mas en el pueblo, tendremos hacia este fin todos lo resortes de nuestro ser, haremos converger hacia ese ideal todas la irradiaciones de nuestra vida, lo que nos concierne importa poco, que si seamos ascendidos en un cargo más alto, o rebajados a un cargo más bajo, si somos enriquecidos con mas dinero, con más poderes, o empobrecidos, enfermos o sanos, nada nos importa, con tal que Él reine, con tal que Ella sea glorificada, con tal que Ella encuentre su Oratorio en medio del pueblo , todo lo demás no nos importa. El reino de Jesús por María en nosotros, y alrededor de nosotros, basta Señor, basta, ¡es necesario que Él reine, es necesario que Ella reine, es necesario que ellos reinen, es necesario, es necesario!

Por eso,  tenemos que llegar a ser almas de deseo, hombres de deseo, con grandes deseos: anhelantes, ansiosos. Con un sano fanatismo de entrega completa, total a Ella, para que Ella reine por medio de su Oratorio, en medio del pueblo. Almas de deseos que alaban la Escritura, como  el profeta Daniel, se le dice que es un varón de deseos, pues fue un hombre de deseos. Pero estos deseos han sido muy agradables a Dios y omnipotentes también sobre su corazón divino, y a estas almas de deseo son reveladas siempre las manifestaciones y designios de Dios De estas almas de deseo, de las cuales cada suspiro es una oración, cada respiración una llama, cada latido del corazón un llamado, cada acción un clamor irresistible que sube hasta el trono de Dios, ¡que venga el reino de María!, que triunfe María en medio  del pueblo!!, que se establezca por medio de miles y miles de Oratorios, ¡miriadas de Oratorios!, en medio del pueblo para que venga el reino de Cristo.        

Es necesario que Ella ¡reine! He aquí nuestra divisa, he aquí nuestro lema, he aquí el llamado irresistible y esta divisa como un sello misterioso, la llevaremos sobre nuestro corazón, y la llevaremos también sobre nuestro brazo, estaremos marcados, tatuados por esta divisa, es necesario que Ella reine, es necesario que se corone como Reina del pueblo, como la Madre del Pueblo. Marcaremos con este deseo cada una de nuestras obras pues deseando inmensamente, únicamente nuestro ideal, queremos realizarlo en cada momento de nuestra vida. Un célebre pintor habría tomado por divisa no dejar pasar ningún día, del que no subsista al menos alguna línea. No transcurrirá un día, una hora de nuestra vida que no deje su huella para el Reino de Dios por medio de su Santísima Madre. Para que Ella triunfe por medio del Oratorio,  que no pase ni una hora, ni un segundo de nuestra vida sin que sea totalmente para el Reino de María,  la Madre del Pueblo. 

Fin primera meditación

(Al final del texto hay indicaciones para el trabajo personal)

 

Segunda Parte dela Meditación “Líneas del Apostolado”

 

APOSTOLADO DE ACCÍON

La primera labor requerida para el reino de María es el apostolado de acción, de esto no diremos sino una sola palabra, hablarlo largamente nos haría salir de nuestro marco, recordemos primero las palabras de San Luis María de Monfort, como buen siervo y esclavo no hay que permanecer ociosos, sino que apoyado en su protección, emprender y hacer grandes cosas por esta augusta soberana, es necesario  atraer a todo el mundo si es posible a su servicio y a esta verdadera y sólida devoción. Apóstoles de la Santísima Virgen  su verdadera devoción lo seremos en el sitio en que Dios nos ha colocado y en la medida que lo permitan las circunstancias. No podemos contentarnos con ser Marianos a medias, Marianos minimalistas, o Marianos tibios, mediocres, ¡No! Marianos hasta la medula de los huesos, apóstoles de la Santísima Virgen y de su verdadera devoción, lo seremos en el sitio en que Dios nos ha colocado y en la medida  que lo permitan las circunstancias, lo seremos y poderosamente, por  el ejemplo arrastrador de una vida toda dependiente de María, apóstoles del Reino de María, lo seremos los sacerdotes, valientemente, incesantemente, predicando en el confesionario el catecismo, en las reuniones, en las clases, en donde estemos por la palabra, escribiendo, por el micrófono, apóstoles del Reino de María  lo seremos todos en todas partes donde quiera que nos lleve la obediencia y la caridad,  a la cabecera de los enfermos, en las obras de  la juventud, junto a los pequeñitos, niños en las misiones , a todos ellos, los más pequeños a ejemplo de Jesús, que  tanto ama su divina Madre.

Daremos a María, ese “corazón dolorido” que tenemos que consolar, esa alma extraviada que queremos atraer, esa buena voluntad vacilante que queremos sostener, ese moribundo que va a afrontar la lucha suprema. Apóstoles del reino de María lo seremos por la propaganda mariana, por la prensa mariana, por la difusión de los escritos de los santos marianos, de San Luis María de Monfort, de las obras de, de las revistas que explican la devoción mariana. Nada nos detendrá, ni la fatiga, ni el fracaso, ni las burlas, ni los rechazos, ni la persecución misma. En los límites de la obediencia siempre avanzaremos a través de todo, oportuna e inoportunamente. No nos admiremos de ser tratados mal como muchos santos han sido maltratados.

También a San Luis María de Monfort la predicación de la santa esclavitud de Jesús en María le atrajo muchos enemigos y él a sus sucesores les predice idéntica suerte. Participando de las labores  y de los sufrimientos de este apostolado tendremos derecho a esperar sus maravillosas bendiciones. Ese es el secreto de la acción profunda que los santos ejercen sobre los hombres de su época y de la acción inmensa que continúa ejerciendo toda la iglesia de Dios en cada uno de ellos, los que han marchado sobre sus huellas han experimentado mil veces la eficacia increíble de apostolado netamente mariano.

Este ha sido el secreto de los hombres más poderosos en las obras sobrenaturales, y  que fue  produciendo el siglo pasado. Esa ha sido la fuerza del cura de Ars, del Cottolengo, y de y de tantos momentos donde se nota el sacerdote Belanger, el hipnotizado de la Madonna, cuya vida hace pensar irresistiblemente en el retrato de los verdaderos apóstoles de María trazados por San Luis María de Monfort humildemente, violentamente constantemente marchamos nosotros sobre las huellas de esas almas grandes para extender el reino de Dios por María.

Nuestra lucha es por la liberación del pueblo para que Cristo ayude a salvar a los hombres de la peor esclavitud, el pecado.

 

APOSTOLADO DE ORACÍON

Hay un apostolado que es oculto, íntimo, continuo y también tal  vez más eficaz que el apostolado externo. El de  una vida entera de deseo, de trabajo, de oración y de inmolación ofrecida por el reino de nuestra bendita soberana.

Ya la mitad de nuestra existencia está forzosamente dada a una multitud de banalidades, que si no son elevadas y santificadas son indignas de nuestra condición, no solamente de seres divinizados, sino aun de seres inteligentes. Pues bien, el “arriba los corazones” que señala la iglesia, vibraran sin cesar en el fondo de nuestras almas y recordaremos el precepto del apóstol; “sea que coman, sea que beban, sea que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” y nosotros decimos junto con el apóstol, interpretando lo mismo; “Hagamos todo para que María triunfe y que Jesucristo venga al mundo”

En esas horas tan fácilmente desperdiciables y perdidas pensaremos en nuestro ideal y ofreceremos por el reino de Dios, por medio de María nuestras comidas y nuestro reposo, los cuidados que hay que conceder a nuestro cuerpo que algún día tiene que morir. Los momentos consagrados a la sociedad, a la recreación, a la distracción; nuestras idas y venidas, todos nuestro momentos perdidos y a la Santísima Virgen nuestra Madre del Oratorio le estaremos diciendo sin cesar: “Oh mi querida Madre y Señora, por ti, por tu reino yo hago esto y aquello, voy aquí y voy allá”. Pensaremos en nuestro gran modelo aun en las horas de trabajo. Este trabajo puede ser de naturaleza diversa, sea manual o intelectual, de educación o de administración, de oficina o de lo que sea, del taller o del campo, en una sala de hospital o ante el horno de una cocina. Todo nuestro trabajo, de cualquier género que sea lo vamos a ofrecer para que llegue al reino de Él, el reino de Ella, por la realización de nuestro ideal.

Es a menudo penoso, a veces agobiador, casi siempre a la larga, al menos fastidioso y monótono, horas, sin embargo que se transforman en horas preciosas, porque nuestro gran modelo lo va tornando todo como una varita mágica que toca aquellas cosas banales y las transforma en luz, en perlas, en brillantes, en diamantes preciosos. Jesús y María han trabajado y lo han hecho solo por el reino de Dios. 30 años de vida oculta, nosotros  trabajaremos siempre por el reino de su Madre muy amable. Este pensamiento nos dará fuerza en la lasitud, en la flojera. Nos  hará desempeñar  valientemente nuestro trabajo y  en el momento mismo en que su cumplimiento nos parecía muy duro, casi imposible. Algo grande nos va a movilizar para seguir adelante.

Apostolado también de la oración. En todas partes debe estar el Oratorio, Oratorio central, Oratorio como María Reina, Oratorios de las familias, Oratorios más chicos, Oratorios del corazón de cada uno. Más preciosos que nuestras horas de trabajo son en nuestra vida las horas de oración  y estas también las dedicaremos integralmente a nuestro único ideal “que llegue el reino de María” para que llegue el reino de Cristo y Cristo se siente en el trono de su pueblo. Ahí es donde nos quiere ver venir el maestro, a la oración. Debemos buscar, pedir ante todo el  Reino de Dios para que esta llegue al pueblo. Todo el resto nos será dado por añadidura.

Así es como Él nos enseña a orar, “Padre nuestro que estas en los cielos” cuando su mirada se pasea por el mundo donde en vastas regiones bloquean y se pierden inmensas cosechas de almas donde los pueblos están afligidos bajo el peso del error, del colectivismo, de la mentira, de las falsas ideologías. Le oiremos constatar tristemente a Jesús, “la mies es muchas, los obreros son pocos”. Entonces él nos dirá lo mismo que le decía a los apóstoles  “suplicad al dueños de la mies que envíe obreros a su mies”, a nosotros nos toca responder a esta doble invitación del Maestro.

 El reino de la Santísima Virgen, el Reino de la Madre del Oratorio en medio del pueblo será nuestra primera petición, nuestra gran petición, que se extienda  hasta los confines del mundo y hasta el fin de los tiempos a todos los pueblos de la tierra. La tendremos en vista en el santo sacrificio, en las oraciones programadas de la Iglesia, en nuestro rosario, en nuestras meditaciones, y oraciones, marcando nuestro ADP, escribiendo la bitácora. Este será el tema fundamental de toda nuestra suplica, será verdaderamente nuestra oración jaculatoria habitual: “que llegue el reino de María al Pueblo”, nuestro suspiro incesante y nuestra respiración, “que llegue tu reino Madre”  que llegues a entronizarte en medio del pueblo”. Así Jesucristo estará verdaderamente sentado en el trono de su pueblo y con grandes ardores de suplica que vengan por fin los “hombres” que deben venir. Esos valientes, esos irresistibles caballeros del Rey del amor  y de la Reina de los corazones que deben derrocar el trono de Lucifer para edificar el de Cristo y de María: “Ciñe tu espada valiente, avanzar o morir”, dice el canto del Oratorio. “Bordado de sangre está tu pecho “, por eso ciñe tu espada valiente, avanza, no te quedes, largo es el camino hay que vencer…

 

“Bordado de sangre está tu pecho, tu Madre se enorgullece de ti, volveremos firmes  a ala carga. Ciñe tu espada valiente, avanzar o moría”,

 

Sí,  que vengan esos caballeros que deben derrocar el trono de Lucifer. Nos complaceremos en decir y repetir todas las semanas o todos los meses, todos los días, la incomparable oración de la Iglesia  para pedir misioneros de María. Esta oración que por excelencia ha merecido ser llamada la oración abrazada.

 

La cara  al frente compañía, cortando el aire más helado, con la sonrisa abierta a derrotar el mundo, que aplasta a muchos hombres”, a derrotar el mundo colectivizado.  A derrotar el fenómeno del mecanicismo que separa el orden de ser. Que destruye al hombre, porque lo separa de Dios.

 

Murió en ti la tiranía de aquellas fuerzas que destruyen y que revientan siempre las ansias juveniles, venciste ya la masa. Bordado de sangre está tu pecho, tu Madre se enorgullece de ti, volveremos firmes a la carga. Avanzar o morir”

 

Es necesario que recemos día y noche. Que cantemos el himno del Oratorio, “Sí Madre mía sí.” “Quédate Madre en nuestro Oratorio”, no te vayas nunca. Para que llegues a todo el Pueblo. Humildemente, sencillamente, revestida del ropaje de la pobreza del pueblo, para que el pueblo se sienta en casa.

 

APOSTOLADO DEL SUFRIMIENTO

 

Mejor que nuestro trabajo y nuestras oraciones hay que darle a nuestro gran modelo, a nuestra gran bandera, a nuestro gran deseo, nuestros sufrimientos y nuestros sacrificios. No hay apostolado sin humillación y sin sufrimiento. Esta ley ha sido netamente marcada por el maestro con una de esas palabras de debían revolucionar el mundo: “En verdad les digo, si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, permanece infecundo, pero, pero si se muere produce fruto en abundancia”

Jesús mismo es la aplicación viva de esta ley. Sin el calvario, nada se habría hecho y solamente cuando aniquilado de sufrimientos es elevado de la tierra en cruz, entonces atrae al mundo. María, es la primera de los apóstoles junto a Él.  Reina de lo Apóstoles, Madre de los vivos y esto solo porque es Madre de los dolores. Los apóstoles han sido todos grandes pacientes. Todos los apóstoles de María han sido grandes sufrientes también. Monfort, por ejemplo, por sus palabras y por sus escritos ha sido un gran arrastrador de almas y al mismo tiempo fue uno de los mas agobiado de dolores y pisoteado por todos. Por eso, si te rechaza y te quitan tus puestos, si te sientes abandonado, si te sientes humillado piensa que con eso tú estás construyendo mas que nunca, porque con eso tú estás construyendo mas que nunca … “la semilla que no muere no puede dar fruto, permanece infecunda.”

Nosotros queremos ser los apóstoles ocultos del gran Reino de nuestra Madre, no retrocedamos ante la austera ley “la vida es la muerte”. Es necesario morir para vivir. Es necesario morir sobre todo para hacer vivir, hacer vivir a las almas a la vida a la vida de Cristo  y de María. Para que el Oratorio pueda llegar a todas las partes del mundo tiene que haber muchas semillas ocultas, escondidas, que hayan muerto en la tierra, que se haya  muerto en la tierra, que se hayan entregado totalmente. No una oficina de sociólogos que organicen el triunfo de la Madre, sino aquellos que reclamen del cielo la gracia. Esos son los que están dispuestos a morir todos los días y a tomar la cruz de Jesús.

Por el reino de Jesús, por María aceptemos y ofrezcamos todo lo que nos parece contrario, todo lo que es penoso, todo lo que es sufrimiento, lo que es cruz.

Aceptemos el tercer desafío del Oratorio, Tomémoslo en serio, “Madre, el día  en que no haya nadie que busque tomar la cruz, te pedimos que te vayas de nuestro Oratorio”.  Por ella ofrezcamos la lucha incesante por la virtud y los esfuerzos constantes que reclama la santidad. La negación que es necesario imponerse. La violencia que hay que hacerse, los desgarramientos, los quebrantamientos que algunas veces exige la victoria sobre la tentación. Cortar la mano si fuese necesario, pero no ir con las dos manos al infierno. Separarse de aquel ser querido, de aquel puesto que te agrada, de aquella actividad que te gusta, pero que te hace mal y que impide realizar verdaderamente lo que Dios quiere. Por María especialmente aquello que nos oculta, lo que nos disminuye, lo que nos abaja, las humillaciones exteriores e interiores, libremente deseadas y queridas, o generosamente aceptadas. Es inmensamente conmovedor que a la espléndida palabra del gran precursor y  que nosotros debemos hacer nuestra aplicándola a María: “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” .Sí  querido hermano, es necesario que Ella crezca y que yo disminuya. Yo la haré crecer en la medida que yo desaparezca, en que me humille. Ella no reinará plenamente, no triunfará gloriosamente en el mundo, no podrá llegar a todos los pueblos de la tierra, mientras yo no esté dispuesto a abajarme; si no cuando las almas consientan en ser por ella, aplastadas, aniquilados. Por ella y su Reino toda pena moral, los duelos, las separaciones, los abandonos, las traiciones. Por ella, el aislamiento voluntario del corazón al que  por amor a Cristo nos hemos condenado. Por Ella la abdicación continua de nuestra voluntad, que exige la obediencia. Por Ella, el aburrimiento, el disgusto, las sequedades, las tinieblas, el silencio y la ausencia aparente de Jesús. Por ella, las voces cotidianas de la vida común, las equivocaciones, los malentendidos, los mil pinchazos de la vida de cada día. Por ella lo que tan justamente se ha llamado “el martirio a alfilerazos”. Por Ella aceptaremos y llevaremos  con  una sonrisa todo dolor físico, todo sufrimiento corporal, los rigores, la incomodidad , las privaciones de la pobreza, la fatiga, dolores de cabeza, de muela. Las flaquezas, las humillaciones y los debilitamientos de la vejez. Por el reino de María, nos aprovecharemos de todos los sufrimientos, físicos y morales, aún de los más pequeños, de los más insignificantes y esos irán construyendo la entrada triunfal, gloriosa de María en medio del mundo. Para que la Madre del Pueblo haga que su hijo sea el gran guía, el gran Salvador, el gran Maestro, el gran Jefe de su Pueblo, el cual había sido destronado por  la acción diabólica de las ideologías, especialmente del colectivismo en medio del mundo.

Decía Monfort: “saquen santo provecho de los pequeños sufrimientos, como de los grandes, y aun más, saquen provecho de todo y no dejen perder la menor partícula de la verdadera cruz, aun cuando fuera sino la picadura de una mosca o la pinchadura de un alfiler o una pequeña contradicción de un vecino, o una pequeña injuria por descuido o la perdida de  un poco de dinero, o una pequeña turbación en el alma, o un poco de flaqueza en el cuerpo, o un dolor en alguno de nuestros miembros”.

Es para nuestro ideal que reservaremos sobre todo y economizaremos  celosamente ciertas horas de nuestra vida, horas graves, horas de tinieblas y de turbación, horas de duda y de angustia, horas de agotamiento y de tedio o de abandono de todas las criaturas o  abandono aparente del mismo Dios. Para Ella y su reino nuestra ultima enfermedad, cada minuto de esas horas dolorosas de tanta sujeción, para ella la lucha suprema, nuestra agonía, nuestra muerte para María la Madre del pueblo… Que cuando sintamos venir nuestra hora, cuando las tinieblas de la muerte nos invadan, entonces nos recogeremos en un grito supremo, será necesario acumular todas las energías de nuestra alma y condensar la plenitud de nuestra existencia, un grito desgarrador de indecible dolor, pero sobre todo grito irresistible de amor mas fuerte que la muerte, y nos oirán decir  ¡Oh mi Cristo amado mi vida entera que te ofrezco de nuevo, el ultimo soplo de mis labios que siento, ya que ya voy sintiendo que se enfrían, por el último latido de mi corazón que ya va a quedar sin movimiento, por las angustias de mi agonía que estoy sintiendo por la muerte que ya viene, Oh Cristo, oye mi oración, la ultima, que llegue el reino de María, que la Madre del Pueblo entre a su pueblo atraiga los corazones para transformarlos en su Oratorio de gracia, por el ideal de nuestra vida aceptemos ofrezcamos desde ahora el sacrificio de nuestra muerte y para ese mismo ideal mendigaremos esta sublime limosna a los moribundos que tengamos que asistir, con el mismo fin tendremos el valor de imponernos sufrimientos libres, y voluntarios, este pensamiento nos hará más fácil la mortificación, esta grande y austera ley de la vida cristiana, por su reino no nos costará trabajo privarnos de una mirada, suprimir  un pensamiento  inútil, una palabra vana o salida de pronto. Por ella sabremos suprimir una lectura por simple curiosidad y las relaciones inútiles en el mundo, las horas perdidas mirando tonteras que de nada sirven, horas malgastadas ante el televisor, escuchando cosas que no son debidas, sabremos restringir todo lo que es puramente placer o satisfacción o la comodidad excesiva, lo superfluo, en fin en todo sentido y bajo todo  punto de vista. Por ello sabremos mortificar nuestras facultades interiores e imponerlas bajo el  yugo de Cristo, sabremos crucificar nuestra carne, reducir nuestro cuerpo a servidumbre como decía San Pablo. Siempre dentro de los límites de la prudencia y de la obediencia, sabremos gustar de los instrumento de penitencia, tomar penitencia, que cueste, que duela, hay personas que van mas lejos. El corazón de Jesús, decía a Santa María Margarita de Alacoque, “yo busco una víctima que quiera sacrificarse al cumplimiento de mis designios”. Por poco contacto que se tenga con las almas se siente con toda evidencia que la Reina también busca víctimas que consientan el ser inmoladas por su glorificación y su reino y muchas almas generosas responden a este llamado, por eso es que  le dijo a Santa Bernardita: “ no te prometo hacerte feliz aquí  en la tierra” y lo mismo también le dijo a los Pastorcitos de Fátima, Ella busca una víctima si no ¿cómo va a poder ser la Madre del Pueblo, la Reina, como podrá reinar ella sobre su pueblo?. Sin embargo, siempre será verdad que lo que se necesita para ser irresistible el ejercito de los apóstoles de María es que este ejercito pueda reclutarse inmenso sobre todo inmensamente generoso, entonces estaremos próximos al reino de Dios, que venga el reinado de María, llene todas nuestras acciones, inspire todas nuestras oraciones, que endulce todos nuestros dolores mas de un alma ha encontrado en él, un estímulo poderoso y una oración definitiva para su vida sobrenatural, en él se encuentra valor para el trabajo, el ardor para los ejercicios de piedad, impulso para el sacrificio, alegría en medio de las angustias, es verdaderamente el secreto de todos los heroísmos, ¡que triunfe la Madre del Pueblo, que reine sobre sus hijos! , nadie dudará sobre  toda la eficacia inmensa de este apostolado oculto del deseo, de la oración y del sacrificio, muchas veces la escritura asegura que Dios realiza el deseo de sus fieles y hace la voluntad de los  que le temen por sus ardientes oraciones, por su vida pura, santa y enteramente oculta. Por sus inmolaciones, la Santa Virgen ha merecido la primera venida de Cristo, colaborado a  redención del mundo, nosotros debemos y podemos ser para el segundo advenimiento de Cristo lo que  nuestra divina Madre ha sido, para la venida del redentor Rey. El poder de la oración ardiente, del sacrificio generoso. Una Santa le pedía a Jesús que por amor a Ella le diera tal alma, ¡una alma hija mía!  fue la respuesta del maestro  ¡una alma hija mía ¡, si por amor a ti yo te daría  un millón… No pongamos  límites a nuestros deseos, ni límites a nuestras nobles ambiciones.

 

¡Que venga el Reino de María!

Ego  mitto te ite et incendite mundum

¡Sí Madre mía  sí, lo que quieras Madre mía sí!

 

TRABAJO PERSONAL

 

Primera Meditación

Trabaja el texto en tu Bitácora, subraya y medita lo que mas te llego.

 

1.- ¿Cómo conseguir que María sea mas conocida, amada y venerada?

     ¿Podremos ser nosotros de esos apóstoles de los últimos tiempos que María formará?

2.-  ¿Que gran ideal ha iluminado tu vida alguna vez? 

       ¿Cómo enfrentar los malos momentos de  pruebas y crisis  en nuestra juventud  sin perder el camino?

 

Trabaja elaborando un modelo personal, desde tu temperamento, considerando tus capacidades, intereses y limitaciones, un gran ideal que te mueva a lo grande.

 

Segunda Meditación

1.- Trabaja cada línea del apostolado (acción, oración y sacrificio), asumiendo posibles compromisos y metas.

2.-Descubres en la vida de Rubén, ¿cómo vivió y consumió su vida en este gran ideal?

 

Redacta una oración personal en donde te comprometas a ser el apóstol que el Oratorio necesita, una oración que sea el fruto de este retiro, que te recuerde la llamada recibida hoy.

 

Segundo, lee y medita  cada una de las cinco gracias y de cada una, haz estas preguntas, tratando de escribir tus respuestas, en una bitácora.

 

Preguntas:

 

1.-Reflexiona, como has experimentado esta gracia, en algún momento de tu vida. Lo que ha cambiado en ti desde que conociste el Oratorio.

 

2.- Sobre la lectura del capitulo 47: Que significa “que brote del templo un torrente de agua que da vida, en medio del desierto. Con respecto al Oratorio, ¿cómo se derrama la gracia desde ese lugar santo?

 

3.- Recordar mi primera oración a la Madre, cuales fueron mis sentimientos, que ocurrió de nuevo, que fue lo más lindo. Me costo expresarme en publico, o te costo decirle una oración  a la Madre con tus palabras y agradecerle.

 

 

SEGUNDO MOMENTO

 

Se trabaja con las otras hojas  entregadas (II, 1-3)

 

Primero, en general, veremos las gracias desde nuestra Perspectiva y de cómo Dios a través de María derrama estas gracias.

Lecturas  1Cor 6,19  ¿acaso no saben que son Templos del espíritu?

¿Como podremos ser nosotros vertiente de gracia para los demás, en el Oratorio?

 

Luego…

Haremos un trabajo especial. De cada gracia, las tres que profundizaremos, tienes que escribir tu propia oración a la Madre, pidiéndole esta gracia, y expresando la manera en que vas a vivir, comunicándola a tus hermanos. Esta Horacio será muy importante en tu espiritualidad personal, en el futuro, hazla de corazón.

Segundo: Acogida

Lectura Lc. 15,11  Dios es Padre que acoge (v20b)

Sientes que Dios te salió al encuentro  en algún momento de tu vida, como y cuando?

Haz experimentado el amor de Dios, de que manera concreta.

Enumera las actitudes del Padre “acogedor”

De que manera nosotros debemos recibir a cada hermano?

 

Tercero: Cambio de Vida

Lectura Lc 14,25  las condiciones del Discípulo, ser como Cristo

              Juan, 15,11 El verdadero discípulo

            Mateo, 18,15 Corrección Fraterna.

 

Jesús nos llama a seguirlo, a dejar muchas cosas, a dejar muchas ideas contrarias al Evangelio, a dejar los valores contrarios al Reino, ¿qué te cuesta cambiar aún?

Al mirar a tu hermano, ves más defectos que virtudes, porqué?

También de sus defectos puedo aprender, diciendo “eso no es para mi”, sin descalificar, sino ayudando.

Elige un modelo a seguir, una vida heroica y ejemplar para imitar en tu vida.

Cuarto:  Irradiación Apostólica.

Lectura: Lucas 16,8  Los hijos de la Luz (quienes somos?)

                Mateo 5,14  Ustedes son la luz del Mundo (nuestra gran tarea)

 

Medita la canción antorcha de María en el cancionero. Escríbela en tu bitácora.

 

 El Fundador del Oratorio ha querido asumir este ideal y modelo, ser antorcha de María, lo ves encarnando este ideal, o solo es palabrería sin contenido?…

 

Piensa el en el fuego, primero hay que encenderlo, y consume todo lo que hay alrededor, se transforma y se hace luz, no primero sin consumirse a si mismo, da calor y nos ilumina todo.

Como piensas iluminar tu, en que aspecto, donde, de que manera?

Algún compañero de entre nosotros te parece imitable, un ejemplo, una luz?

Todos llamados a ser luz por Cristo!!!

 

La Cuarta Gracia… Llamadas santas, se trata de tu vocación, es un tema más largo de meditar, pero todo lo que hemos hecho si que te ayudará a comenzar a pensar en lo que Dios espera de Ti…  Pídele iluminación al Señor y Conságrale a la Madre tus decisiones importantes. Escribe tu oración sobre este tema.

La Quinta gracia, es Acompañamiento, La Madre no nos abandonará nunca, haz también tu oración sobre esto, hazla de corazón, con cariño y profundizando en ti.

1ª. Reflexión: “La disponibilidad del Jefe: hasta entregar la VIDA”

INTRODUCCIÓN:

a) ¿Qué es una escuela de jefes?

  • El Oratorio necesita líderes
  • La rama de jóvenes no puede crecer sin líderes auténticos
  • Necesitamos jefes

b) ¿Por qué una escuela de jefes itinerantes?

  •      Meditar en la vida de Jesús
  •      Encarnación-Resurrección

 – A la luz de este itinerario descubrir en nosotros la vocación de jefe

 – Jesús es el Buen Pastor

 – María la Pedagoga del Evangelio

 – La Hodoghitria “la guía en el camino”

c) La escuela de Jefes es una esperanza para el Oratorio

  • el Oratorio tiene puestos sus ojos en nosotros
  • Jefes del movimiento saldrán de estas iniciativas
  • Aceptar el desafío de la Nueva Evangelización – Nuevos Métodos – Nuevo Ardor – Nueva Expresión

I.-¿Qué es un jefe?

  1. Visones negativas -el que manda  – el poderoso  -el déspota
  2. El jefe es una autoridad

– Autoridad autos augere (el que hace crecer)

  • Si engendra vida se responsabiliza de ella
  • Al modo del Buen Pastor
  • Servir abnegadamente la vida

 

  1. El jefe es un padre
  • La falta de personalidades paternales desmorona la autoridad
  • Tiempos sin personalidades paternales, son tiempos sin Dios
  • La raiz del ateísmo es la falta de personalidades paternales

 

II.- María forma el corazón del Jefe

  1. La actitud de María en la Anunciación
  • Apertura a la Gran Tarea
  • Disponibilidad: “Hágase según tu voluntad
  • Enamorados de la Gran Tarea “He aquí la esclava del Señor
  1. María es un compendio de toda la fe
  • María, Madre despierta el corazón filial
  • Nos lleva a desarrollar la vida de nuestro bautismo
  • Ese carisma maternal hará nacer en nosotros la fraternidad
  • María hará que la Iglesia sea familia
  • En el plano de la fe a María, es la que nos enseña a decir Abba-Padre
  1. María educadora de la fe
  • Educa hermanos serviciales y solidarios
  1. La Hora de María
  • Tiempo de un nuevo Pentecostés
  • Ella preside con su oración

 

PREGUNTAS MEDITACIÓN PERSONAL

1.- ¿Qué expectativas tengo de esta Escuela Itinerante de jefes?

2.- Cómo puedo hacer realidad en mi vida y en el Oratorio esta Nueva Evangelización?

3.- ¿Qué significa para mi formarme como Jefe Paternal?

4.- ¿Cómo me ha formado María desde que entré en el Oratorio?

 

2ª. Reflexión:

 El Jefe es una personalidad que se compromete

 

I.- El Oratorio forma jefes

 

El fin de la autoeducación

    • los grados del jefe
    • compromiso para toda la vida con la misión del jefe
    • partiendo de mi realidad, hasta formar una personalidad paternal

 

Auteducación desde el punto de vista esencial

    • ex educare: conducir desde dentro (sacar de dentro)
    • conducción de la vida de alguien en lo que respecta a la forma de vida
    • hecho por si mismo con la ayuda de la gracia
    • de la comunidad, de los acontecimientos, la cultura, etc.

 

Autoeducación desde el punto de vista teológico

    • es la libre cooperación hecha por uno mismo
    • en cooperación operante respecto a la iniciativa transoperante de Dios
    • especialmente por la gracia divina
    • para construir al hombre auténtico en la comunidad auténtica

 

Autoeducación desde el punto de vista Bíblico

 

  • La semilla que cae en la tierra: el sembrador
  • El corredor que se prepara para llegar a la meta 1Cor 9
  • El camino estrecho y el amplio: Mt 7

 

II.- La pedagogía de los Grados

a) Grupos Marianos Metas, compromisos el mínimo

  • 3° Grado salir de la masa
  • 2° Grado Bautismo
  • 1° Grado Confirmación

 

b) Grupos Seleccionados Compromisos

                  –    Iniciación quiero ser santo

  • Entrega de Bandera modelo personal y de grupo (que quiere Dios de mi)
  • Pacto de Confianza Mutua Yo confío en Ti, confía Tú en mi

 

c) Grupos de Jefes

– 1° grado de jefes   comprometerme con los consejos evangélicos

– 2° grado de jefe    participar activamente del círculo de jefes

– 3° grado de jefe     colaborar con la propagación del Oratorio Mariano

 

PREGUNTAS PARA LA MEDITACIÓN PERSONAL

 

¿Cómo he experimentado la autoeducación en mi vida?

¿De qué manera he asumido los grados?

¿Estoy dispuesto a tomar los grados que me faltan?

 

 

3ª Reflexión:

 “El Jefe: Destinado a Grandes Tareas”

 

1º ¿ Cuál es la grandeza de una persona?

Podemos responder que SU MISION , la TAREA que Dios le muestra en su vida.

  • Miremos la vida de San Pedro, · El pescador que Jesús escogió como cabeza de su Iglesia · Su fe débil, su arrojo, su apasionamiento…Lc 5….Mt 16….Jn 21.

 

Una mirada actual:

 

  1. Juan Pablo II , misionero incansable Madre Teresa de Calcuta, haciendo de la caridad su vida Padre Alberto Hurtado, apóstol de los pobres San Maximiliano Maria Kolbe

 

 

Miremos nuestro Oratorio:

  • Nuestro Padre Fundador – Nuestros Asesores de grupos, – Los primeros misioneros marianos al extranjero

 

2° La Gran Tarea nos exige el compromiso

Debemos cultivar la perseverancia Un gran ideal Generosidad a toda prueba

¿Por cuanto tiempo, seremos capaces?

En algunos momentos claves…. . son buenos · Por un año de entusiasmo……..son mejores · Por toda la vida…………..son los imprescindibles

COMPROMISOS = Significa desarrollar la creatividad, nuevas formas, métodos y ardor – Significa romper con la superficialidad del ambiente masificado – Continuidad, como una carrera, sí vas rápido al principio..¿después?

3~ La Gran Tarea nos exige humildad (mas verdad)

  • Especialmente hacia los demás , vencer la incomprensión y la critica destructiva.
  • También consigo mismo , con las debilidades personales, sabemos incapaces.

 

4ª  Reflexión:

El Jefe vence las tentaciones del mundo

. 4: Las tentaciones de Jesús.

1.- El jefe está llamado a aprender a vivir:

  • El ser humano nace sin un proyecto de vida. Es como una mochila vacía.
  • Tiene una dignidad muy grande: la de ser hijo de Dios, pero todo por hacer.

Los animales, en cambio, traen su proyecto de vida en los genes.

  • El ser humano, al nacer, es absolutamente dependiente del medio. Sino recibe ayuda, está condenado a morir irremediablemente. Todo lo tiene que aprender: a hablar, a comer, a caminar, a leer, a tener valores, etc.

Recibimos de Dios la vida. La forma es la familia y, la sociedad.

2.- La cultura está cambiando:

Se trata de un cambio de época. Cada vez que esto ocurre, se resienten los valores.

Por ejemplo, en el siglo XV también cambió la época: se inventó la imprenta, se descubre América, el mundo se concibe como redondo, los marineros recorren el Oriente trayendo otros alimentos, pero también otra visión del mundo.

Hoy cambia la cultura: – Comunicación vía satélite Computación Ciudades gigantes El rol de la mujer.

  • Se quiebran los valores: discos sexo seguro familias desintegradas violencia drogas.

el ejemplo claro del cambio de cultura son los supermercados:

Antes era el almacén de la esquina, un lugar donde todos se conocían, se pasaban las “copuchas”, se vendía “fiado” y se compraba a la “medida” (1/2 de aceite, etc).

Ahora:

iluminado, limpio cada uno con su carro: soledad los domingos son para ir al Mall. Lleno de ofertas engañosas

¿Cómo ser libre frente a la masa, la propaganda y la moda?

¡Ahora todo viene hecho; falta creatividad, hasta en la forma de jugar.

Ahora todo es desechable:

las botellas, las bolsas, las cajas antes se guardaban hasta las cajas de galletas. ‘Hoy no hay espacio.

En EEUU y Europa se botan hasta los sillones.

Lo peor es que todo empieza a ser desechable: la vida, la familia, los abuelos, la lealtad, etc. Se prueba primero y después se bota, Todo se reduce al Marketing, a la apariencia exterior: bonito y agradable, pero sin interior, Por ejemplo, Una caja de bombones, preciosa, trae 15 bombones dentro.

  1. – Hay 6 grandes quiebres en nuestra cultura:

-La esperanza: mucho trabajo, goces rápidos, depresión, angustia.

-La comunicación: mucha soledad.

-La libertad: ya no hay conciencia, sólo se hace lo que la masa manda.

-la racionalidad: todo es relativo, no hay verdad objetiva

–  Individualismo, pluralismo, la norma: coarta la libertad. Cada uno tiene su propia moral. 

-Lo trascendente: se busca con sed lo místico: droga , sexo, alcohol, horóscopos, etc.

-La secularización ignora a Dios. No lo combate, sino que lo ignora.

4.- El pecado está desde el principio y destruye la obra de Dios en nosotros:

“Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista Y excelente para lograr la sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.”

  • Eva se queda sólo en el aspecto positivo: era apetecible el fruto, pero no es capaz de reflexionar sobre los aspectos negativos: la desobediencia a Dios que trae siempre malas consecuencias.

 

El pecado aparece aquí como una falsificación del bien. Se hace pasar por apetecible, lo que es malo para el ser humano.

Es el nuevo método del actuar diabólico.

Hitler, en 1944 mandó hacer millones de libras esterlinas falsas, para asestar un golpe mortal a la economía inglesa.

  • El pecado siempre es atrayente. Se “viste” de bien, Si 110 fuera así, nadie caería en él. Nadie elige lo malo por sus frutos malos, sino que Se deja engañar por las apariencias.
  • Es fácil embellecer el mal. Se hace llamar bien al mal Es fácil captado en temas como: las relaciones prematrimoniales, los dispositivos intrauterinos, el divorcio, la guerra, la tortura, etc.

 

“¡Ay! los que llaman mal al bien y al bien mal;

que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;

que dan amargo por dulce y dulce por amargo.”(1s.5,20)

  • Generalmente se ridiculiza el bien:

Causa risa general el que un matrimonio tenga varios hijos, o que un joven hable de virginidad, o que se respete el pudor o que se valorice la honradez, etc.

  • Jesucristo no falsifica la verdad El nos hace humanos de verdad Desenmascara 10 malo, con valentía.
  • El Demonio es el autor del pecado. El se rebela contra Dios. Su virtud máxima es la mentira:

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira. Pero a mi, como os digo la verdad, no me creéis. (Jn 8,44-45)

  • Hay dos errores: o ignorar la existencia del Demonio o sobreestimar su poder. El Demonio no quiere delatarse en su mal. Actúa en silencio, casi sin salirse de la normalidad.
  • Así, Adán Y Eva no se percataron que trataban con un enemigo de sobremanera astuto y siniestro.
  • El pecado será presentado por san Juan como andar en tinieblas, porque ya no hay capacidad de discernir el bien del mal: ~ “y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.” (Jn 3,19-21)
  • María será la mujer sin falsificación alguna. Ella va a recibir el don de ser Inmaculada, y va a permanecer fiel a ese don, sin jamás pecar.
  • Los Obispos reunidos en Puebla dirán: .

“En la Iglesia confirma su instinto evangélico según el cual María es el modelo perfecto del cristiano, la imagen ideal de la Iglesia.” (DP n.285)

  • El pecado aparece como una exaltación del “yo”.
  • Es cierto, que el “yo” es la única manera de captar la realidad En este sentido, el “yo” es el centro del mundo.
  • Sin embargo, vemos como dos “yo” en nuestro ser. Ellos luchan a muerte por imponerse el uno sobre el otro.
  • ¿Por qué el mal en nosotros? La parábola nos muestra esta realidad, tan fuerte en el ser humano.
  • Nuestra naturaleza humana está dañada por el pecado original. Hay una inclinación al mal.
  • Lutero llegó a afirmar que la naturaleza humana estaba absolutamente corrompida. Es salvada por los méritos de Jesucristo, aunque sigue siendo mala.
  • La doctrina Católica dirá que los méritos de Jesucristo, van haciendo al ser humano bueno desde dentro.
  • En esto consiste la autoeducación que el Oratorio nos enseña: ir cambiando desde dentro, a partir de nuestra propia realidad a la máxima meta de la santidad – Nuestra inclinación al mal no es una decisión, por lo que no es pecado. Una cosa es sentir el deseo por un mal y otra cosa es consentir ese deseo y llevarlo a cabo.

 

  • La parábola dice que el que siembra el mal es el enemigo. ¿Cómo sentir el mal como enemigo?
  • La inclinación al mal llega a ser dramática. San Pablo nos lo confirma:

 

“Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley en que es buena; en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el p<::cado que habita en mí. Pues bien sé yo que nada bueno habita en mi, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí. Descubro, pues, esta ley: aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta. Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Pobre de mi! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte? (Rm 7,1524)

  • El mal aparece espontáneo después del pecado original. La espontaneidad es un valor máximo en los días de hoy. Sin embargo, requiere de una curación previa.
  • La espontaneidad de un niño espiritual debe ser nuestro Modelo. Como María, que siempre dice que sí al Plan de Dios, espontáneamente. Como nuestro Fundador, el P. Sergio, que a lo largo de la historia del Oratorio, va mostrando una apertura tranquila y confiada a la acción divina impresionante. Vemos, especialmente, su espiritualidad reflejada en los cuatro Saludos del Oratorio.
  • Jesucristo es la fuente de nuestra autoeducación. María es el Modelo.
  • Si lo espontáneo no se purifica del pecado, del desorden, siempre los valores aparecerán como una cuestión de prohibiciones.

 

Esto se refleja en el pecado de Adán Y Eva. Tornan el mandato divino como una prohibición. No son capaces de profundizar en que está prohibido porque es un mal para el ser humano.

“Respondió la mujer a la serpiente: Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte. Replicó la serpiente a la mujer: De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.” (Gen.3,2-5)

  • El mal está prohibido porque es mal y no es mal porque esté prohibido.
  • Cristo destruye el pecado:

“Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante; sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado. (Rm 6,4-6)

  • Lo destruye con su muerte. María será la que lo acompañará, junto a la cruz, con su obediencia. Será la primera en recibir la gracia _ ese momento, al ser preservada del pecado original.
  • Ahora un pequeño test para descubrir el poder del mal en nuestra vida.
  • Una manera inteligente de desbaratar los embates malignos es detectar y combatir sus signos más característicos. Estos signos son básicamente seis:

 

1º  Soberbia: Este fue el gran pecado del Demonio. Luzbel (ángel de la luz, sumamente inteligente) se rebela contra Dios. Lo típico de la soberbia es la desobediencia. Primero en el Demonio, luego en Adán y Eva.

2º Envidia; Es la tristeza que nos causa el bien del hermano. El Demonio no nos trata como hermanos, y se enfurece en vemos en el camino de la alegría.

3º’ Mentira: Es la falsificación del mal por el bien y del bien por el mal.

4º” Odio homicida: Caín mata a su hermano Abel por envidia.

5°  Desunión; Se siembra la discordia entre dos. Se calumnia, se desacredita a las personas.

6º  Tristeza depresiva: Ya no hay esperanza. Se pierde el amor. Ya no se siente b persona amada. No se puede vivir sin amor.

 

5ª Reflexión:

 “María es el gran amor del jefe”

 

San Luis María Grignion de Montfort

 

  1. a) Nació en Francia el 31 de Enero de 1673
  2. b) Era un gran atleta físicamente
  3. c) Toda su energía y fuerza la pone al servicio de dios cuando descubre el gran amor de su vida: María
  4. d) Escribió el Tratado de la verdadera devoción a María
  5. e) “Los santos de los últimos tiempos serán santos marianos”

                  –     San Bernardo: “Los mayores santos, las personas más ricas en gracia y virtud son los más asiduos en rogar a la Santísima Virgen”

                  –     Acontecerá especialmente hacia el fin del mundo, porque el Altísimo y su Santísima Madre han de formar grandes santos que superarán en santidad a la mayoría de los otros santos

                  –     Santos escogidos por Dios para oponerse a sus enemigos

                        + excepcional devoción a la Virgen

                        + esclarecidos

                        +alimentados

                        +sostenidos

                        +protegidos

                        +combatirán con una mano y construirán con la otra

                        +con sus palabras y ejemplos atraerán a todos a la verdad

                        +aplastarán a los herejes y a las idolatrías

  1. f) La salvación del mundo comenzó por medio de María y por medio de Ella debe consumarse
  2. g) Dios quiere revelar y manifestar a María, la obra maestra de sus manos, en estos últimos tiempos
  3. h) Quien halla a María, halla la vida, es decir a Jesucristo

                –      no se puede hallar a María se no se le busca

                  –     no se puede buscar a María si no se le conoce

                  –     no se puede conocer a María si no se le ama, si no se es un ferviente enamorado

  1. i) María debe resplandecer en misericordia, poder y gracia

                  –     en misericordia, para recoger a los pobres pecadores y a los extraviados

                  –     en poder contra los enemigos de Dios

                  –     en gracia para animar y sostener a los valientes soldados y fieles servidores

 

II.- Hacia el Pacto de Confianza Mutua con María

  1. a) Aceptamos ser esclavos de María

                  –     absolutizar a Dios en la propia vida

                  –     ser incondicional de María

                  –     darle el sí más completo que podamos

                  –     que Ella pueda contar con nosotros: PACTO DE CONFIANZA MUTUA

                  –     Cuenta conmigo así como yo cuento contigo

 

 

III.- Los efectos del amor a María en nosotros

                 

  1. a) María nos ama

                  –     es una Madre verdadera y una Madre siempre ama a su hijo

                  –     nos ama porque nos ama Dios

                  –     nos ama porque nos hemos consagrado a Ella

                  –     nos ama con amor afectivo y efectivo

  1. b) María nos alimenta

                  –     Nos nutre especialmente por la eucaristía

  1. c) María nos conduce

                  –     nos enseña los caminos de la vida

                  –     nos sostiene cuando estamos a punto de caer

                  –     nos reprende cuando fallamos

                  –     ¡Si Ella te sostiene, no caerás!

  1. d) María nos defiende

                  -nos defiende de la tentación y del pecado

  1. e) María intercede por nosotros

                  –     Ella nos une y conserva unidos a Jesús con un vínculo estrecho

                  –     La bendición que se consigue con María se pierde lejos de Ella

      

6ª Reflexión:

La misión del jefe: llevar a María a    todo el pueblo”

 

Qui me elucidant elucidentur (Los que me esclarecen serán esclarecidos)

 

  1. No tener miedo a hablar de María
  2. Toda iniciativa debe ser encomendad a Ella
  3. María es la encarnación de la unión armónica de lo divino y lo humano
  4. María contradice toda idea o concepción de que Dios es enemigo del hombre
    • el sometimiento a Dios no le quita su dignidad, se la aumenta
    • no la saca del mundo, en ella viene al mundo y habita en ella en medio del mundo
  5. María vence todo pasivismo y activismo

             – Ella gesta historia, pero en total dependencia de Cristo

  1. La concepción individualista del hombre capitula ante la imagen de María
    • responsable y solidaria
    • su consagración a Dios no la aprta o la hace indiferente del hombre, al contrario, le acerca aún más a éste
  2. María disipa, con su luz y calor la frialdad, la distancia, el odio y la discordia
    • crea espacios de cercanía entre los hombres
  3. Nuestra Gran Tarea principal es llevar a María todo el mundo
    • que todo nuestro trabajo trasunte la alegría de ser marianos

 

Por la vinculación mariana a la actitud mariana

 

  1. Un hombre vinculado
    • El Oratorio quiere un cambio verdaderamente profundo y radical
    • Un movimiento de autoeducación y de transformación de la persona human
    • El hombre auténtico es aquel que ha sido redimido por Cristo
    • Cuando hablamos de hombre auténtico hablamos de un hombre vinculado, con capacidad de amar a Dios y a los hombres

 

  1. ¿Qué es un vínculo?
    • cuando se establece una relación personal, libre
    • cargado de afecto
    • que brota de la interioridad de la persona
    • y lo comunica en forma estable o permanente con aquello que ama

             + no hay vínculo cuando se trata de una relación pasajera o esporádica

             + no hay vínculo cuando no hay un don libre de si mismo

             + una permanencia o fidelidad en el lazo afectivo

  • el hombre vinculado es aquel que a partir de la iniciativa de su amor es capaz de despertar amor como respuesta
  • es el hombre capaz de amar y de recibir amor personal
  • un hombre profundamente personal o interiorizado
  • profundamente social
  1. Constante revitalización de nuestra vinculación con María
    • oratorios personales
    • bitácoras
    • rosario
    • saludos del Oratorio
    • peregrinaciones al Oratorio Central
    • ser enamorados de María en todo nuestro quehacer
    • que todo nuestro quehacer esté consagrado a María
    • lucha constante por nuestra autoeducación y por nuestros grados

 

 

  1. Una actitud permanentemente mariana
    • ¿Qué haría María en mi lugar?
    • María nos forma con sus propios rasgos

 

 

  1. Actitud permanentemente apostólica
    • no descansar hasta que todo el mundo esté consagrado a María
    • atraer muchos jóvenes al Oratorio
    • formarse como asesores del Oratorio

“LA ALEGRIA DE SER DISCIPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTO”

Vida, dignidad humana y familia son las principales causas de la alegría de ser discípulos y misioneros de Jesucristo. ¡Sígueme: vamos a conocer cómo fue que nuestros Obispos llegaron a tal descubrimiento! Pon mucha atención al dialogo que mantiene el grupo de niñas, niños y adolescentes que a continuación se va a presentar. Lo que opina cada quien será de utilidad.

 

ORACIÓN

Padre Santo, te damos gracias por el don de la vida y porque has coronado al hombre de gloria y dignidad. Te pedimos que, como discípulos misioneros de Jesucristo, vivamos con alegría la vida que nos has dado y, así animados por el Espíritu que da vida, seamos testigos de tu amor en medio de nuestra sociedad. Te lo pedimos por Jesucristo, tu hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. 

OBJETIVO

Mostrar a los niños y adolescentes por que decidimos que ser discípulos y misioneros de Jesús es causa de alegría para el ser humano. Motivar para que esta alegría los comprometa a luchar por una vida digna para ellos y para los que los rodean.

Desarrollo del tema

 

  1. EL SENTIDO DE LA VIDA Y LA FELICIDAD

Daniela, Manuel y sus amigos volvían de la escuela y caminaban lentamente mientras conversaban. Al llegar a la explanada donde esta una fuete, se detuvieron, como siempre, ante el atrio de la parroquia para mirar a las personas que pasaban y a las que entraban a rezar, en aquella ocasión, pusieron mucha atención a una conversación que mantenían dos personas adultas, las cuales se veían profundamente trastornadas: “¡Qué pena lo ocurrido con la muerte de aquellos jóvenes! ¡Lo que causan las drogas!”, era el comentario central de la conversación. Las dos personas comentaban lo sucedido con dos amigos que habían sufrido una sobredosis.

Todos, en el grupo de amigos quedaron muy impresionados por la plática que escucharon, tanto que poco fue el aliento que les quedo para seguir conversando entre ellos.

-¡Que tremendo! –Dijo Daniela-¿Que les habrá llevado a eso?

 

-Sí. ¡Qué extraño!-dijo Claudia-.No entiendo por qué hay gente que opta por ese tipo de cosas.

 

-No sé que hay detrás de eso –respondió Daniela-, pero tal vez tenían algunos proyectos que querían realizar y al no poder hacerlo, pensaron que era lo mejor tomar drogas.

 

-¿Crees que les pasó eso porque consideraron que su vida encontraba sentido de ese modo?, preguntó Manuel.

 

-Pues no lo sé –Dijo Daniela.

-Yo pienso que más bien se sentían solos, creían que a nadie les interesaba lo que hacían o querían, y por eso encontraron una especie de refugio en las drogas –dijo Claudia.

 

-¿Por qué piensas eso?- Pregunto Daniela.

 

-Porque en la vida nunca se puede lograr lo que uno quiere –dijo Claudia-. Eso es lo que dice mi abuela. Es por eso que yo creo que muchas personas se cansan y se dan por vencidas cuando las presiones y las dificultades son muy grandes, y buscan en los vicios algún camino mejor.

 

-¿Crees que las personas se dejan arrastrar por los vicios para tener una vida mejor?, -preguntó Salomón-. ¡Eso me parece absurdo! Yo creo que entregan al vicio para intentar escapar de una vida sin sentido.

 

-No. Lo que Claudia está diciendo es que la única vida que tiene sentido es la vida en la que no te das por vencido y buscas ayuda en los demás. ¿No es verdad, Claudia?, -dijo Daniela.

-Sí –dijo Claudia-, yo creo que lo único que le da sentido a nuestra vida es la vida en convivencia con los demás.

 

Daniela esperó, recordó una ocasión en la que habló con su tío y se preguntó cómo una persona que es obligada por las circunstancias a vivir de un modo determinado su vida puede soportar ese modo de vivirla.

 

-Pero no todos piensan igual-dijo Enrique-. Mucha gente dice que ésta es la única vida que tenemos y que hay que tratar de pasársela lo mejor posible.

 

-Es verdad –dijo Claudia-, mucha gente dice eso, pero, para serte sincera, yo no puedo imaginarme  que se pueda llegar a ser feliz si se piensa así.

 

 

-Yo pienso que la vida es muy breve y que la muerte nos puede llegar en cualquier momento –dijo Salomón-. Por eso creo que uno tiene derecho a gozar lo más que pueda de la vida. Además, quién sabe si uno pueda seguir disfrutando después de la muerte.

 

Daniela se quedó pensando en las opciones de sus amigos. En realidad no estaba muy segura de cómo juzgar lo que ellos pensaban y se preguntaba si sería posible encontrarle un sentido a su vida dentro de la vida misma de una manera sana y sin vicios. Se había hecho tarde y el grupo se tuvo que separar. 

  1. LA BUENA NUEVA DE LA VIDA Y DE LA FAMILIA

-Mamá –dijo Daniela cuando estuvo devuelta en su casa-, ¿Consideras que tu vida tiene sentido?

-Yo creo que sí –respondió su madre, un poco sorprendida por la pregunta-. En realidad no lo había pensado, pero me parece que el tener a tu padre como esposo y a ti como hija me hace muy feliz. Supongo que por eso me da el sentimiento de que mi vida tiene un sentido. Además, estoy segura de que nosotros, como miembros de una familia católica, “bendecimos a Dios por la dignidad de la persona humana, creada a su imagen y semejanza. Pues Él nos ha creado libres y nos ha hecho sujetos de derechos y deberes en medio de la creación. Le agradecemos por asociarnos al perfeccionamiento del mundo dándonos inteligencia y capacidad para amar; por la dignidad, que recibimos también como tarea que debemos proteger, cultivar y promover”.

 

-Pero –dijo Daniela-, ¿Qué significa exactamente que tu vida tenga sentido?

 

-No te podría dar una respuesta directa –respondió su madre-, pero me parece que cuando las personas son felices sienten que sus vidas tiene mucho sentido, y cuando son infelices, muchas veces no encuentran el sentido de su vida. La mejor manera de encontrarle sentido a la vida ha sido a la manera de los discípulos y misioneros de Jesús, quien nos ha enseñado cómo vivir plenamente. “Es propio del discípulo de Cristo gastar su vida como sal de la tierra y luz del mundo. Por ejemplo, ante el individualismo, Jesús convoca a vivir y caminar juntos. La vida cristiana sólo se profundiza y desarrolla en la comunión fraterna”.

 

-¿Y qué significa ser feliz?, -preguntó Daniela- ¿Quiere decir pasarla lo mejor posible?

 

-No, eso no es lo decisivo para la felicidad, -dijo el papá de Daniela, que estaba escuchando la conversación -. Pasarla bien quiere decir sentir placer, pero el placer es algo momentáneo o, al menos, pasajero. La felicidad en cambio, es un sentimiento que está presente en toda nuestra vida. Por ejemplo, “en el seno de la familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia de una vida familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos”. Ésta sería una perspectiva más completa de la felicidad humana, concluyó el papá de Daniela.

 

-No entiendo del todo esta diferencia –dijo Daniela.

 

-Los placeres no son duraderos; llega un momento en que se terminan, como el jugar algún tipo de juego, bailar o ir a la piscina – le explicó su papá-. Es cierto que contribuyen en algo a la felicidad de la vida, por que la hacen más alegre y divertida, pero no hacen que tu vida sea realmente feliz.

 

-¿Por qué no?, -preguntó Daniela.

 

-Porque “el ser amados por Dios es lo que nos llena de alegría. El amor humano encuentra su plenitud cuando participa el amor divino, del amor de Jesús que se entrega solidariamente por nosotros en su amor pleno hasta el fin” –le respondió el papá de Daniela.

 

 

-Pero, ¿Entonces por qué hay gente que dice que hay que pasarse la vida lo mejor posible?, -insistió Daniela.

 

 

 

Hay personas-intervino su mamá- que consideran que el placer y la diversión es lo único que vale la pena, porque consideran que su vida no tiene objeto o es demasiado rutinaria. Sin embargo, nosotros sabemos que “Jesús es el Hijo de Dios, la Palabra hecha carne (cf.In I, 14), verdadero Dios y verdadero hombre, prueba del amor de Dios a los hombres. Su vida es una entrega radical de sí mismo a favor de todas las personas, consumada definitivamente en su amor y resurrección. Por ser el cordero de Dios, Él es el Salvador. Su pasión, muerte y resurrección posibilita la superación del pecado y la vida nueva para toda la humanidad”. En esto Radica la felicidad del discípulo misionero, y no solo en juegos y diversiones.

 

 

-Sí, es verdad –dijo el papá-. La fe en Jesús como Hijo del Padre es la puerta de entrada a la vida. Los discípulos de Jesús confesamos nuestra fe con las palabras de Pedro: “Tus palabras dan vida eterna” (Jn 6,68).     

 

-Mira, Daniela, a tu pregunta sobre el sentido de la vida realmente no tengo muchas respuestas –agregó su madre-. Pero lo que siempre me ha parecido claro es que cuando dos personas se enamoran, dicen que ahora su vida tiene sentido y que son felices porque ambos estarán en una relación que tiene que ver con la totalidad de sus vidas. Ellos no sólo piensan con un momento pasajero, y es por eso que desean formar un hogar, para prolongar su relación en el futuro. Ya el papa Benedicto XVI afirmó que la familia es “patrimonio de la humanidad, constituye uno de los tesoros más importante de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Ella ha sido y es escuela de fe, palestra de los valores humanos y cívicos hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente…la familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de sus hijos”.

 

 

 

  1. LA BUENA NUEVA DE LA ACTIVIDAD HUMANA: EL TRABAJO, LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA

 

Daniela comprendió muy bien lo que dijeron sus padres. Pero había algo que todavía la inquietaba:    

Si la vida se planteaba de ese modo, ¿Por qué existían injusticias y desigualdades que atentaban contra la dignidad humana? Ella veía en el desempleo, en la injusta remuneración del trabajo y en el vivir sin querer trabajar situaciones contrarias al designio de Dios.

Al día siguiente, el grupo de amigos fue a la parroquia para ver si allí encontraban respuestas a sus interrogantes. En silencio y oración se encontraba el Padre Francisco Xavier, sacerdote de la comunidad. Se acercaron a él y le plantearon sus inquietudes. Los escuchó con mucha atención y les dio muchas respuestas sabias. Comentó que el discípulo y el misionero, respondiendo al designio divino, promueve la dignidad del trabajador y del trabajo, el justo reconocimiento de sus derechos y de sus deberes, y que desarrolla la cultura del trabajo y denuncia toda injusticia.

El Padre Francisco Xavier comentó, además, que es justo alabar a Dios por los hombres y mujeres de América Latina y El Caribe que, motivados por su fe, han trabajado incansablemente en defensa de la dignidad de la persona humana, especialmente por los pobres y marginados. En su testimonio, llevado hasta la entrega total, resplandece la dignidad del ser humano.

Caminando hacia el patio de la parroquia, el P. Francisco Xavier y los niños seguían la conversación:

-“Alabemos a Dios por el don maravilloso de la vida y por quienes la honran y la dignifican al ponerla al servicio de los demás; por el espíritu alegre de nuestros pueblos que aman la música, la danza, la poesía, el arte, el deporte y cultivan una firme esperanza en medio de los problemas y luchas”, -comentó el Padre Francisco Xavier-.”Con los pueblos originarios de América, alabamos al señor que creó el universo como espacio para la vida y la convivencia de todos sus hijos e hijas y nos los dejó como signo de su bondad y de su belleza”. Además, alabamos a Dios por los talentos, el estudio y la decisión de hombres y mujeres para promover iniciativas y proyectos generadores de trabajo y producción que elevan la condición humana y el bienestar de la sociedad.

Por último, con mucha ternura abrazó a los niños y les comentó que los discípulos de Jesús reconocían que Él es el primer y más grande evangelizador enviado por Dios (cf. Lc 4,44) y que era al mismo tiempo el Evangelio de Dios (Rm I, 3).

-Asimismo, creemos y anunciamos la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios (Mc I, I). Como hijos obedientes a la voz del Padre, queremos escuchar a Jesús (cf. Lc 9,35) porque Él es el único maestro.

 

Lectura bíblica (Ef. I, 3-6)

Dios nos dice:

“Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor

Jesucristo, que desde lo alto del cielo nos ha

bendecido en Cristo con toda clase de bienes

espirituales. Él nos eligió en Cristo antes de

la creación del mundo, para que fuéramos su

pueblo y nos mantuviéramos sin marcha en su

presencia. Motivo por su amor, él nos destinó de

antemano, por decisión gratuita de su voluntad,

a ser adoptados como hijos suyos por medio

de Jesucristo, y ser así un himno de alabanza a la

gloriosa gracia que derramo sobre nosotros, por

medio de su Hijo querido”. Palabra de Dios.

Reflexionemos

 

Estas preguntas de reflexión pueden ser respondidas primero individualmente y después en grupo:

  • Según la lectura bíblica de la Carta de los efesios, ¿para qué nos creó Dios y nos dio la vida?
  • ¿Qué puedes hacer para vivir tu vida en ese sentido de amor que nos dice la palabra de Dios?
  • ¿Cómo se puede decir a los que pierden el sentido de su vida que vale la pena vivir?

ACTIVIDADES

Para la dinámica del primer tema se sugiere trabajar con un sociodrama. Debido a las variantes que pueden existir en cada grupo, no se propone un guión, aunque puede recrearse la historia del tema I. Los miembros del grupo pueden representar a cada personaje. De todas formas, por si se quiere representar otra historia, aquí se proporciona información sobre lo que es un sociodrama, el objetivo que se busca con él así como posibles pasos a seguir. La información es proporcionada por la pedagoga Mercedes Riera Rosero en su libro La magia del juego en la educación.

Para pensar en el sociodrama el catequista se reunirá con los niños y adolescentes y decidirán cómo hacer el sociodrama.

Objetivo del sociodrama: El sociodrama es una actuación, en la que utilizamos gestos, acciones y palabras. En el sociodrama representamos algún hecho o situación de nuestra vida real, que después vamos a analizar.

Primer paso: Escogemos un tema. Debemos tener muy claro cuáles el tema que vamos a presentar, y por qué lo vamos a presentar, y por qué lo vamos a hacer en ese momento. En este caso, el tema es “La alegría de ser discípulos misioneros de Jesucristo”. Los puntos a destacar son: a) La buena nueva de la dignidad humana: el trabajo, la ciencia y la tecnología.

Segundo paso: Conversamos sobre el tema: las personas que van hacer el sociodrama deberán dialogar un rato sobre a) lo que se conoce del tema, b) cómo se vive y c) cómo se entiende.

Tercer paso: Se hace la historia o el argumento. En este caso ya hay una propuesta, de lo que se trata es que los niños y adolescentes reconstruyan los contenidos desde su propia comprensión y vivencia.

Ahora bien, el sociodrama existe una fase que se domina <<utilización>>. Esta fase es un recurso pedagógico muy valioso para estudiar un tema, como diagnóstico o para ver qué conocemos de un tema. En nuestro caso la utilización será para ver qué es lo que hemos comprendido de lo estudiado o para ayudarnos a sacar conclusiones.

CANTO «ALMA MISIONERA»

Señor, toma mi vida nueva

antes de que la espera

desgaste años en mí.

Estoy dispuesta a lo que quieras,

no importa lo que sea,

tú llámame a servir.

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras,

necesiten mis ganas de vivir;

donde falte la esperanza,

donde falte la alegría,

simplemente por no saber de ti.

Te doy mi corazón sincero

para gritar sin miedo

Tu grandeza, Señor.

Tendré mis manos sin cansancio

tú historia entre los labios

y fuerza en la oración.

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras,

necesiten mis ganas de vivir;

donde falte la esperanza,

donde falte la alegría,

simplemente por no saber de ti.

Y así en marcha iré cantando,

por calles predicando

lo bello que es tu amor.

Señor tengo alma misionera,

condúceme a la tierra

que tenga sed de ti

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras,

necesiten mis ganas de vivir;

donde falte la esperanza,

donde falte la alegría,

simplemente por no saber de ti.

 

 

“LA VOCACIÓN DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS”

 

“Tu vida, Padre Maldonado, a la misión nos ha enviado”. Así dice el lema del Congreso y debo comentarte que sentí una gran dicha al enterarme de ello. Pero te puedo asegurar que no solamente yo, sino que todos hemos sido llamados a ser discípulos misioneros de Jesús. Quiero que conozcas la forma que Dios tiene para invitar a cada uno a seguirlo. La biblia será nuestra principal herramienta, estoy seguro que leer la biblia desde esta perspectiva te sorprenderá.

 

 

 ORACIÓN

Padre eterno, te alabamos y te bendecimos constantemente porque nos llamas a ser discípulos misioneros de Jesucristo. Te pedimos para que seamos generosos y podamos decir “Sí” al llamado que tú nos diriges de ser colaboradores de tu Hijo Jesucristo en la construcción de u Reino. Derrama tu Santo Espíritu para que, floreciendo las vocaciones misioneras, llevemos al mundo la Buena Nueva: el Evangelio que da vida. Te lo pedimos en nombre de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Amén.

OBJETIVO

Descubrir el llamado que Dios nos hace a todos para ser discípulos misioneros, a fin de que cada uno de nosotros lo viva y lo comunique a los demás.

Desarrollo del tema

Todos los bautizados somos discípulos misioneros, pues hemos sido incorporados por medio del bautismo a participar de la vida eterna y de la misión de Cristo como parte de su cuerpo que es la iglesia.

Sin embargo, es muy importante darnos cuenta de que, si somos discípulos misioneros, no es por voluntad nuestra, porque seamos muy inteligentes o simplemente porque queramos serlo; somos discípulos misioneros por vocación: Dios nos ha llamado y nos ha invitado a serlo. De hecho, no puede haber discípulos verdaderos si no son llamados, ni misioneros verdaderos sino son enviados (cf. Rm 10, 14-18).

Pero esta realidad vocacional no solo forma parte de las vidas de los sacerdotes o religiosos o religiosas, como muchas veces se piensa, sino de todos y cada uno de los bautizados. En verdad todos somos llamados por Dios, quien se acerca a nosotros y nos invita, como Samuel en el Antiguo Testamento (cf. I S 3) o a los apóstoles en el Evangelio.

  1. LLAMADOS AL SEGUIMIENTO Y CONFIGURADOS CON EL MAESTRO

El llamado de Dios a ser discípulo y misioneros tiene todo un camino, al que se le llama “historia de Salvación”. En él siempre vamos a Dios acercándose a la vida del hombre para invitarlo a colaborar con él a llevarlo a la salvación eterna. Este deseo de Dios se llama “Plan de Salvación”.

La historia de salvación comenzó desde hace muchos siglos. En el antiguo testamento “Dios padre sale sí, por así decirlo, para llamarnos a participar de su vida y de su gloria. Mediante Israel, pueblo que hace suyo, Dios nos revela su proyecto de vida. Haciendo un recorrido de toda la historia de la salvación, vemos que:

  • Llama a Abraham para que salga de su tierra y conforme el pueblo de Dios con su descendencia igualmente hace un llamado a su hijo Isaac y a su nieto Jacob (cf. Gn 12, I-9, 26, 23 -24;28, 13-15);
  • A Moisés lo llama para “sacar a su pueblo de la esclavitud de Egipto” y conducirlo a la tierra prometida (cf. Ex 3);
  • A Josué lo llama para introducir al pueblo de Israel, pueblo de Dios, en esta tierra prometida (cf. Jos 3, 7-8);
  • A cada uno de los jueces de Israel Dios lo llamó para hablar al pueblo de Dios en su nombre y guiarlo según su voluntad (cf. Jc 2, 11-19). Entre ellos destaca Samuel, a quien ya hemos mencionado;
  • A David lo llamó para ser Rey de su pueblo (cf. I S 16, I-14);
  • A cada profeta lo llamó para hablar en su nombre y anunciar el bien y denunciar el mal (cf. Is 6, I-13; Jr I, 4-19; Ez 2, I-15; Am 7,10-17; Jon I, I-2).

En fin, toda la historia de la salvación puede ser presumida en una frase: Dios llama a los hombres concretos a formar parte de su plan de salvación, a colaborar con Él en ese plan de salvación que ha pensado para nosotros.

Pero no olvidemos una cosa importantísima: cada llamado particular es siempre y en toda forma un llamado específicamente a favor de su plan de salvación, que es uno y único y a favor de su pueblo, el pueblo de Dios; un llamado nunca es para un beneficio individual o para formar realidades alternas.

En el evangelio Jesús mismo llama a sus discípulos, uno a uno, para que estén con Él y “para enviarlos a predicar con el poder para expulsar demonios” y curar toda la enfermedad y dolencia (cf. Mc 3, 13-19). Pero “el llamamiento que hace Jesús, el Maestro, conlleva una gran novedad…Jesús invita a encontrarnos con él y a que nos vinculemos estrechamente a Él, porque es la fuente de vida y solo Él tiene palabras de vida eterna”. En esta convivencia con Jesús los discípulos descubren y aprenden dos cosas:

  • Que no fueron ellos los que escogieron a su maestro, sino que fue Jesús quien los escogió a ellos (cf. Jn 15, 16), y
  • Que no los llamó para algo (para purificarse, para aprender la ley, etc.) sino para alguien: “Elegidos para vincularse íntimamente a su persona” (cf. Mc I, 17, 2, 14; 3, 14), para estar con Él y compartir su vida con Él.

Por eso Jesús nuestro Señor, más que “siervos” nos llama “amigos”  porque nos ha dado a conocer todo lo que le ha oído a su Padre (cf. Jn 15,15). Todos entendemos lo que significa ser amigo: no significa hacer cosas o simplemente estar de acuerdo o compartir algunas cosas o algunos momentos; ser amigos significa compartir la vida por amor. Esto es lo que Jesús hace con nosotros, por eso las imágenes que usa son:

  • La del amigo: “A ustedes los llamo amigos” (Jn 15, 15b);
  • La de la familia: “A todos los que creen en su nombre , les dio capacidad para ser hijos de Dios” (Jn I, 12-13);
  • La de la vid: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos” (Jn 15, I-8); y
  • La del pastor: “Yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí” (Jn 10, 14).

Todas estas imágenes, sin excepción dan a entender la cercanía de Jesús con sus discípulos y la vida que comparte con ellos más allá de los pensamientos, palabras y obras.

Pero no olvidemos que esta cercanía y seguimiento de Jesús implica todas los momentos de su vida, hasta la muerte, y una muerte de cruz (cf. Flp 2,8) y, por supuesto, también su destino final en la resurrección y la vida eterna. El discípulo misionero no puede querer  compartir la vida de Jesús y no su muerte y resurrección.

El discípulo misionero está llamado a identificarse con Jesucristo  de tal manera que también comparte su destino: “si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie de sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga” (Mc 8,34), y “donde yo esté estará también el que me sirve” (Jn12, 26). Por eso Jesús promete y ora al Padre celestial: “Padre, yo deseo que todos estos que tú me has dado puedan estar conmigo donde esté yo, para que contemplen la gloria que me has dado, porque tú me amaste antes de la creación del mundo” (Jn 17,24).

La configuración con Jesús es, entonces, vivir con Jesús, hablar como Él, actuar como Él y morir como Él. Pero sólo podemos aprender a hacerlo estando con él, es decir, viviendo nuestra vida cristiana en sentido cristiano.

  1. ANIMADOS POR EL ESPIRITU SANTO

Pero esta realidad de ser llamados a seguir a Jesús y a configurarnos con Él sólo es posible por el Espíritu Santo, que se nos da en el Bautismo y en la Confirmación, y que es quien nos vivifica y nos santifica por medio de los sacramentos.

Los apóstoles mismos no habían entendido las cosas que Jesús les dijo y les daba miedo proclamarlas. Pero después de que vino sobre ellos el Espíritu Santo, entonces sí comprendieron todas las palabras de Jesús, entendieron su misión y la cumplieron hasta el martirio, hasta morir por Jesús.

Los discípulos misioneros no podemos vivir sino animados por el Espíritu, iluminados por el Espíritu. Querer dejar a un lado  de nuestra vida al Espíritu Santo es como si quisiéramos que una llanta de coche se infle sin aire, o como si quisiéramos que una fresa sepa a tamarindo, o si quisiéramos que el agua no moje. Sin el Espíritu Santo los hombres nada podemos, como dice la secuencia de Pentecostés.

Así, los discípulos y misioneros somos hombres y mujeres colaboradores del Espíritu Santo en la construcción del Reino de Dios. 

 

 

  1. ENVIADOS A ANUNCIAR EL EVANGELIO DEL REINO DE VIDA

Pero el seguimiento de Jesús para estar con Él no es algo para que nos lo quedemos solo para nosotros, como una realidad egoísta que solo nos beneficia a nosotros. ¿Apoco no compartes con los demás el amor que te tienen tus papás?; por ejemplo, ¿no dices a los demás cómo han sido buenos contigo? ¡Cuánto más estamos llamados a compartir la alegría de ser amigos de Jesús, y de que estamos con Él!

Nos dice el Papa Benedicto XVI que “el discípulo fundamentado así en la roca de la Palabra de Dios, se siente impulsado a llevar la Buena Nueva de Salvación a sus hermanos. Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él salva”.

Ser discípulos misioneros implica compartir  lo que hacemos para seguir a Jesús y ayudar a que lo hagan los demás. Ésta es precisamente la misión de un discípulo, y por eso es también un misionero. Si el ser discípulo y misionero de Jesús son las dos caras de una misma medalla, entonces nadie puede ser discípulo sin ser misionero, y nadie puede ser misionero sin ser discípulo.

Pero también, si Jesús nos llama a participar de su salvación, el envío misionero es para anunciar esa misma salvación (cf. Mc I, 15), la Buena Nueva del Reino que llega y trae salvación a todos los hombres. Esta Buena Nueva de salvación es la que nos hace felices y nos lleva a participar de la vida eterna que se nos prometió en el bautismo (cf. Ef. I, 3-14).

Así es que piensa: como misionero que eres, ¿de qué modo compartes a Jesús? ¿De qué modo renuevas tu fe en Jesús todos los días para amarlo más y ser mejor discípulo? Todos tenemos esta tarea cotidiana: ser mejores discípulos de Jesús para crecer en la capacidad y posibilidad de proclamar con nuestras vidas el Evangelio en donde quiera que estemos.

Lectura bíblica (Mc 3, I3-19)

Dios nos dice:

“En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él. Designo entonces a Doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios. Designó a estos doce: a Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro; a Santiago, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el que lo entregó”. Palabra del señor.  

Reflexionemos

Según el tiempo y experiencia del grupo, sugerimos que el tema sea estudiado buscando y leyendo las citas bíblicas que aparecen en él, sobre todo si los niños y adolescentes mismos pueden buscar las citas en sus propias biblias.

Además proponemos las siguientes preguntas para la reflexión:

  • ¿Qué pasos puedes decir que ha seguido Dios para llamar a sus discípulos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento? ¿Cómo llama Dios?
  • ¿A qué nos llama a nosotros como discípulos misioneros?
  • ¿Cómo puedes realizar tu vocación de discípulo misionero?

CANTO «ALABARE»

ALABARE

 

ALABARE, ALABARE, ALABARE,

ALABARE, ALABARE A MI SEÑOR  (2)

 

Juan vio al número de los redimidos.

Todos adoraban al Señor.

Unos oraban, otros cantaban.

Todos alababan al Señor.

ALABARE, ALABARE, ALABARE,

ALABARE, ALABARE A MI SEÑOR  (2)

Todos unidos, siempre cantaremos

glorias y alabanzas al Señor.

Gloria al Padre, gloria al Hijo,

gloria al Espíritu de Amor.

ALABARE, ALABARE, ALABARE,

ALABARE, ALABARE A MI SEÑOR  (2)

 

Somos tus hijos, Dios Padre eterno,

Tú nos has creado por amor.

Te adoramos, te bendecimos.

Todos cantamos en tu honor.

ALABARE, ALABARE, ALABARE,

ALABARE, ALABARE A MI SEÑOR  (2)

 

“LA FORMACIÓN DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS”

 

Ven, te invito a descubrir las características de una espiritualidad trinitaria. Pon mucha atención, pues de lo que se trata ahora es que relaciones las etapas de formación que llevas en la escuela con las que se llevan en el proceso de ser discípulo y misionero.

 

Oración

Padre bueno, que no llamas a los más capacitados sino que capacitas a los que llamas, te pedimos que, dóciles al Espíritu Santo, nos formemos como discípulos misioneros a los pies de tu Hijo Jesucristo, el Maestro y, a ejemplo de María, discípula misionera, estemos atentos a la escucha de la Palabra. Señor, permítenos ser discípulos misioneros perseverantes en la oración, por tu Hijo Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Amén.

Objetivo

Identificar las características de una espiritualidad trinitaria y, asimismo, relacionar las distintas etapas de formación que hay en nuestras vidas con el proceso de ser discípulos misioneros.

Desarrollo del tema

Hola, amigo discípulo misionero de Jesucristo. Hasta ahora hemos estudiado y reflexionado dos temas de este instrumento, que espero que hayan sido de mucha ayuda en tu crecimiento y preparación para vivir intensamente  el 14º Congreso Nacional de la infancia y Adolescencia Misionera.

Pues bien, siendo así, ahora nos toca estudiar y reflexionar en torno a la formación que debe tener o aspirar todo aquel niño o adolescente que quiera ser discípulo misionero de Jesucristo. Por ello, te invito a que, desde este momento, te preguntes “¿qué discípulo misionero quiero ser?” ésta es la pregunta clave, es la pregunta que debe guiar nuestro caminar formativo. Ahora bien, otra pregunta que te invito a hacerte es “¿qué formación tengo?” esta pregunta te permitirá descubrir la necesidad de formarte a los pies del Maestro. La respuesta que des te abrirá un amplio panorama que te permitirá ver la disponibilidad para formarte.

Demos un paso más y vamos a ver el primer punto de la formación misionera que tú, yo y todo discípulo misionero debe tener. Nuestros Obispos lo proponen como la espiritualidad trinitaria, que nace del encuentro con Jesucristo vivo.

  1. UNA ESPIRITUALIDAD TRINITARIA DEL ENCUENTRO CON JESUCRISTO

Pues bien, amigo, el primer punto que quiero compartir contigo es que, para ser un verdadero discípulo misionero de Jesucristo, es fundamental un encuentro personal con Él. Este encuentro es el punto de arranque de la formación de aquél que quiera ser discípulo misionero de Jesucristo. Este encuentro da nuevo horizonte a la vida y una orientación decisiva. Se trata de un encuentro de fe con la persona de Jesús, como nos lo dicen nuestros Obispos. De este encuentro nace una espiritualidad trinitaria.

Me imagino que has oído hablar de la Santísima Trinidad. Si no es así, pregunta a tu catequista, a tus papás o a algún sacerdote –te daré alguna pista, pero que no se te olvide preguntar-. Se dice que del encuentro con Jesucristo nace una espiritualidad trinitaria porque no podemos vivir el encuentro con el Hijo sin que nos remita necesariamente al inmenso amor que Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo? Si es así, vamos bien.

Ahora bien, hablar de una espiritualidad trinitaria que nace del encuentro con Cristo nos enseña a ser como Dios Padre: cuidando la creación, cuidando tu vida  la de los demás, creando cosas nuevas; nos enseña a salvar al mundo a la manera de Cristo: visitando a los enfermos, predicando el amor de Dios, mostrando, con nuestro ejemplo de vida, cómo llegar a Dios padre, siendo obedientes al ejemplo de Cristo que obedeció hasta la muerte y muerte de cruz; y nos enseña a recibir los dones del Espíritu Santo, que nos invita a hablar con la verdad, a ser santos y a hacer de nuestro mundo una ofrenda santa agradable a Dios.

Nuestros obispos nos dicen que es necesaria una experiencia o una espiritualidad que esté fundada en la Santísima Trinidad, pues es a partir de ella que salimos de nuestros egoísmos y vamos al encuentro del otro, especialmente del hermano más necesitado. Pero lee el texto para que compruebe lo que aquí te digo: “la experiencia del Dios Uno y Trino…nos permite superar el egoísmo… y ponernos al servicio del otro”.

Un servicio que se da desinteresadamente cuando sentimos, sabemos y vivimos el amor que Dios tiene para cada uno de nosotros, es un amor trinitario que “renueva la vida de las criaturas” y nos hace salir de nosotros mismos. Ésa es la actitud que debe tener todo aquel que quiera ser discípulo misionero de Jesucristo.

El verdadero discípulo sabe reconocer a Dios en los que más sufren, en los más desprotegidos, pero no sólo los reconoce sino que, viendo a Dios en ellos, los ayuda, los socorre, los ama y les sirve, haciendo de estas acciones un modo de vida. Ésta es una espiritualidad, y no cualquier espiritualidad, sino una espiritualidad trinitaria que brota del encuentro con Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.

Tal vez te preguntes “¿dónde puedo tener ese encuentro con Jesús vivo?” los lugares son muchos; nuestros Obispos nos ofrecen algunos lugares donde tú puedes tener ese encuentro con Jesucristo: la Sagrada Escritura, la Liturgia, la Eucaristía, el sacramento de la Reconciliación, la oración personal y comunitaria y de un modo especial en los pobres, afligidos y enfermos. Estos lugares están a tu alcance en tu vida diaria. Así es que, querido discípulo misionero, no hay pretexto para no encontrarte con el Señor; Él llama, por eso, hay que estar atento a su voz.

Éste es el primero de tres puntos que quiero compartir contigo sobre la formación misionera de todo discípulo misionero. Demos un pasito más y veamos ahora cómo debe darse este proceso formativo para llegar a ser un verdadero discípulo misionero de Jesucristo.

  1. EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LOS DSCÍPULOS MISIONEROS

El proceso está implicada la persona, es decir, se respeta la decisión que ella elige. Es Jesús quien llama a seguirlo, y quienes aceptan seguirlo son formados por el Maestro. El proceso de formación requiere tiempo. Es una escuela donde a diario aprendes algo nuevo, una escuela que forma y educa para el amor. Por eso, la primera etapa es aprender de Jesucristo pacientemente, es aprender a ser discípulo, a conocerlo, a estar con Él. Como ya sabes, amigo misionero, un discípulo hará lo que el maestro hace y enseñara lo que el maestro le enseña.

Ya nuestros Obispos nos hacen ver el método de aprendizaje que Jesús propone: “Vengan y Vean”. Es una invitación hermosa, ¿no crees? Una invitación a ir y a constatar lo que pasa, esa es la invitación personal que Jesús te hace. Tú, ¿quieres ir a la escuela de Jesús? ¿Quieres ser un discípulo misionero a quien no le dé miedo decir que tiene como Maestro a Jesucristo? ¿Un discípulo que se comprometa a respetar a las demás personas y ayudarlas cuando se requiera?

¿Un discípulo que quiera orar y encontrarse una y otra, y las veces que sea necesaria con su Maestro Jesucristo? Ya te hemos dicho algunos lugares donde puedes encontrarte con el Maestro, ¿Lo recuerdas? Pues bien, si aceptas la propuesta y los compromisos, manos a la obra y sé bienvenido a la escuela de Jesús.

Ahora veamos algunos aspectos que son importantes en este proceso formativo, algo así como los requisitos que piden en toda escuela. Me imagino que donde estudias la primaria o secundaria también se piden algunos requisitos, o ¿no? Bueno, en la escuela de Jesús no son tantos requisitos, además, son muy sencillos; pero eso sí, si tú los sigues llegarás a ser un excelente discípulo misionero de Jesucristo.

Recuerdas la primera pregunta de este tema ¿verdad?, ¿no? Va de nuevo, pero ahora sí no la pierdes: “¿qué discípulo misionero quieres ser?” No la olvides porque lo que a continuación sigue te dará pautas, luces, o como tú quieras llamarlo, pero es algo que guía, algo así como las vías que guían al tren, o las luces de una pista de aterrizaje que hacen que los aviones lleguen bien, o como el faro de un puerto que previene a los capitanes del barco para que no encallen, o… ¿Cómo qué otra cosa se te ocurre? Si quieres, puedes compartir. Pues bien, nuestros Obispos han pensado en cinco aspectos fundamentales que debe tener este proceso formativo para alcanzar nuestra meta; algo así como el barco al puerto, o el tren a la terminal central, etc. En nuestro caso, la meta es llegar a ser verdaderos, valientes y arriesgados discípulos misioneros de Jesucristo.

  1. El primer aspecto, que ya he desarrollado un poco anteriormente, es el encuentro con Jesucristo, ¿lo recuerdas verdad? ¿Te acuerdas de la emoción que sentiste cuando lo recibiste en tu primera comunión?, ¿o la alegría que sientes cuando vas al grupo parroquial a hablar de Él?, ¿o el momento de oración íntima cuando vas al sacrificio o en tus oraciones antes de dormir o al levantarse?, ¿o cuando realizas una obra de caridad por amor a Jesús?, ¿o la preparación que realizas, en tu grupo, para vivir intensamente un congreso misionero o un retiro espiritual?, ¿o los momentos en los que te has puesto a pensar cuál es tu vocación? Pues bien éstos son algunos momentos de los muchos encuentros con Jesús que has tenido en tu vida.

Este encuentro debe renovarse constantemente conociendo más a Jesús, pues es un encuentro que cambia tu vida, como dicen nuestros Obispos, pero, además da tanta alegría encontrarse con Jesús que lo andan diciendo a todo el mundo, pues te sientes amado por Dios y sabes que eres alguien muy valioso. De ahí que no puedes callar para ti esta inmensa alegría, y la quieres compartir con medio mundo. De hecho, cuando tienes ese encuentro se nota, pues andas súper contento al saber que Jesús te ama. ¿Quieres saber más de esto? Pide a alguien o tu mismo lee el documento Aparecida en su número 278. Si no tienes este documento, pregunta por él a tu párroco. Él te ayudará.

  1. El segundo aspecto que remarcan nuestros obispos es el de la conversión. ¿has escuchado de ellas? Pues bien, nuestros obispos nos dicen que la converción es “la respuesta inicial de quien ha escuchado al señor con admiración, cree en el por la acción del espíritu santo, se decide hacer su amigo e ir tras él, cambiando su modo de pensar o de vivir…”.

¿Verdad que está claro? Parece que no hay más que decir así es que el signo de que tu vida esta cambiando es el compromiso que desarrollas en los diversos campos de tu vida: familia, iglesia, escuela, amigos, etc. Es hora de hacerlo, dialoga con tus amigos o grupo las siguientes preguntas: “¿Cómo sé que me estoy convirtiendo?”, y “¿Cuáles son los signos que me dice que estoy cambiando?” recuerda que todo amigo de Jesús y todo aquel que quiera entrar a su escuela debe ser mensajero de la paz. Ahora vallamos al tercer aspecto.

  1. El Discipulado, es el tercer aspecto que nuestros obispos nos marcan en el camino formativo del ser discípulos misioneros de Jesucristo. Aquí hay que decir, aunque ya lo decíamos anteriormente, que el discípulo se hace a los pies del maestro crece con él viendo, escuchando y haciendo lo que él hace. Recuerda que para ser misionero antes debes ser discípulo atento al maestra; por eso son importante, como dicen nuestros obispos, “la catequesis permanente y la vida de los sacramentos…que permiten que los discípulos misioneros puedan perseverar en la vida cristiana y en la misión en medio del mundo que los desafía”. Por tanto, amigos discípulos misioneros de Jesucristo, ¡A preparase para hacer la primera comunión y, los que ya la hayan hecho a frecuentar la confesión y celebrar la eucaristía! Pero, ante todo no se te olvide prepararte para ser misionero de Jesús.
  1. El cuarto aspecto, y ya casi terminamos, es la comunión. Un verdadero discípulo misionero de Jesucristo no actúa por su cuenta o aislado, ni quiere hacerla de supermán o de otro héroe, sino que en la escuela de Jesús actuamos y celebramos siempre en comunidad, como los primeros cristianos que se reunían para orar, compartir el pan y salir a predicar la palabra de Dios. Tú también puedes hacerlo, por ejemplo, a través de los grupos de la infancia y adolescencia misionera o a través de otro grupo parroquial o con la misma familia. Este es el reto: actuar y vivir en comunidad fraternal.
  1. Finalmente, el quinto aspecto es el de la misión. Recuerda que para ser misionero es necesario ser antes discípulo. No podemos quedarnos en el mero discipulado, es decir, también el auténtico discípulo de Jesucristo es, necesariamente, misionero. Un discípulo misionero es el que, después de formarse a los pies de Jesús, siente el deber y la necesidad de anunciar aquello que ha vivido y escuchado del Maestro y quiere que los otros también conozcan el amor de Dios. Así, confiado en el Señor y animado por el Espíritu de Dios, el discípulo misionero se lanza a construir el Reino de Dios, a predicar a Jesucristo, muerto y resucitado. Por eso, nuestros Obispos nos dicen que la “misión es inseparable del discipulado”.

Queridos amigos, éstos son algunos aspectos que debemos tener en cuenta en nuestro proceso de formación si realmente queremos ser discípulos misioneros de Jesucristo. ¿Qué discípulo misionero quieres ser? ¿Aun estás dispuesto a seguir? Pues bien, vamos adelante y veamos los lugares donde se pueden formar los discípulos misioneros de Jesucristo. 

  1. LUGARES DE FORMACIÓN PARA LOS DISCÍPULOS MISIONEROS

Es momento de ir cerrando este tercer tema de ‘la formación de los discípulos misioneros’.

Vamos a terminar señalando los espacios de formación que nos proponen nuestros Obispos en el documento de Aparecida, que ha sido el documento base de todo este instrumento de trabajo. Sin duda, no habrá pretexto para decir que no hay donde formarte como discípulo misionero. Por eso, te invito a que estés atento, descubras, valores y promuevas estos lugares de formación.

Algo que nos puede ayudar a entender mejor estos lugares de formación es no verlos aislados uno de otro; si bien es cierto que corresponden a diversos ámbitos, es cierto también que se encuentran interrelacionados. En nuestro caso, no podemos ver una parroquia deslindad de la familia, ni la familia de la parroquia, ni ambas del ámbito escolar, sino que todos estos lugares forman parte del mismo y único proceso formativo que requiere todo cristiano para ser un auténtico discípulo misionero de Jesucristo. Así, cada lugar de formación tiene como meta ofrecer una formación integral, kerygmática y permanente, como nos dice el Documento de Aparecida en su número 279. ¿Verdad que no lo sabías? Pues ahora ya lo sabes.

Pasemos a ver estos lugares más detenidamente en donde puedes recibir tu formación.

  • El primer lugar de formación que nos proponen los Obispos es la familia. De ella se beben los primeros valores que harán de ti un buen discípulo misionero. Tu familia funciona en su tarea de ser “escuela y espacio de comunión, fuente de valores humanos y cívicos –pero sobre todo-, un hogar en el que la vida nace y se acoge con generosidad”; en pocas palabras, la familia debe seguir siendo “escuela de fe”. No ahondaremos mucho sobre este lugar de formación que será desarrollado más ampliamente en el siguiente capítulo, basta decir que, como discípulo misionero de Jesucristo, te corresponde ser centinela y guardián de la familia. Por eso, te invito a que apliques más con tus papás, a que compartas con tus hermanos, a que frecuentes a tus tíos, primos y abuelos y hablen sobre los valores de la familia y lo que te gusta o no de ellas.
  • El segundo lugar de formación que nuestros queridos Obispos proponen es la parroquia. Éstas son células vivas de la iglesia y lugares privilegiados en los que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia. Me imagino que es aquí donde has recibido gran parte de tu formación en la fe, pues has asistido al catecismo, has escuchado la Palabra de Dios cada domingo, te has confesado, etc., Por eso, nuestros Obispos exhortan para que las parroquias sigan siendo “lugares de formación permanente” y, sean así, fuerte de resplandor misionero.
  • El tercer lugar de formación son las pequeñas comunidades, movimientos eclesiales y nuevas comunidades, que se reúnen “para escuchar la palabra de Dios, para vivir la fraternidad, para animar en la oración, para profundizar procesos de formación en la fe y para fortalecer el exigente compromiso de ser apóstoles en la sociedad”. Amigo discípulo misionero de Jesucristo, esto está al alcance de ti: puedes ir asumiendo esta bella tarea; invita a tus amigos y comiencen a formarse en estas pequeñas comunidades.
  • Nuestros Obispos señalan otros lugares de formación: la educación católica, los centros educativos católicos, las universidades y centros superiores de educación católica y los seminarios y casa de formación. Te invito también a que descubras los valores cristianos que hay en tus materiales de civismo y ética. Así es que, discípulo misionero de Jesucristo, manos a la obra: busca, investiga, estudia, aprende y anuncia.

Bueno, espero que con este tema te haya dado luces para que ahora puedas responder más ampliamente la cuestión de “¿qué discípulo misionero quiero ser?” Te invito a que te pongas en marcha y sigas aprendiendo de Aquél que te llama a seguirlo y, animado por la vida de los santos y mártires, puedas ser un autentico y verdadero discípulo misionero de Jesucristo. Sin miedo a predicar en donde te encuentres, siempre debes estar seguro de que eres amigo de Jesucristo Camino, Verdad y Vida.

Lectura bíblica (Lc I, I-4)

 

Dios nos dice:

“Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando

 terminó, uno de sus discípulos le dijo:

-Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.

Jesús les dijo:

-Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre;

venga tu reino; danos cada día el pan que necesitamos;

perdónanos nuestros pecados,

Porque también nosotros perdonamos a todo el

Que nos ofende; y no nos dejes caer en tentación”.

Palabra del Señor.

Reflexionemos

Para la reflexión en grupo, sugerimos compartir las siguientes preguntas:

  • Comparte alguna vez que hayas sentido la presencia de Dios mientras orabas.
  • ¿Cómo puedes darte cuenta de que Dios te escucha? ¿Cómo puedes darte cuenta de qué te dice cuando rezas? –para apoyar las respuestas, san Ignacio de Loyola es un experto en esto. Él nos habla de “luces” (lo que Dios te dice) y “mociones” (lo que te hace sentir para que sepas que es Él: cuando Dios te dice algo sientes emoción, paz, alegría, gozo, deseos de hacer el bien, dolor de tus pecados, etc.) Éstos son los signos de que es Dios quien te habla-.
  • Repite los 5 pasos de la formación de los discípulos misioneros.
  • Aplica estos mismos pasos a tu vida: encuentro-conversión-discipulado-comunión-misión. ¿De qué manera te ha ido guiando Jesús en tu formación como discípulo misionero?

 

CANTO «SI TUVIERAMOS FE»

“Si tuvieras fe como un granito de mostaza”,

Eso dice el Señor. (2)

Tú le dirías a las montañas,

Muévanse, muévanse, muévanse.

Y la montaña se moverá,

Hu, hu

Se moverá

Hu, hu,

Se moverá.

            “LA FAMILIA”

 

En este tema te sentirás como en familia. Pon mucha atención, pues tendrás que identificar en tus familiares el gran tesoro que Dios te ha regalado. Te invito a reflexionar y a encontrar en este tema pistas para relacionarte de un modo nuevo con tus familiares.

 

Oración

Padre amoroso, que por medio de tu hijo Jesucristo nos invitas a formar parte de tu iglesia, comunidad de bautizados, hermanos en Cristo, te pedimos que, como verdaderos discípulos misioneros, seamos promotores de la vida y de la familia. Envía tu Santo Espíritu para que, aun desde nuestra pequeñez, no tengamos miedo a ser testigos de la verdad. Encomendamos a tu infinito amor a todas nuestras familias. Bendícelas para que, en medio de las amenazas que las rodean, puedan ser signos de tu amor. Te lo pedimos, por la intersección de la siempre Virgen María de Guadalupe, modelo de madre amorosa, y por su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Objetivo

Ayudar a que los niños y adolescentes misioneros identifiquen a su familia y la de los demás como un gran tesoro que Dios les ha regalado, y así puedan descubrir los valores que se viven en ella.

 

Desarrollo del tema

  1. EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

Esta vez hablaremos –como se hizo en Aparecida- para ti de la importancia de la familia y de los miembros que la constituyen.

La familia, “patrimonio de la humanidad constituye uno de los tesoros más valiosos de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es espacio y escuela de comunión, fuente de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge responsable y generosamente”.

Como ya sabes, todos los bautizados hemos sido bendecidos con regalos que Dios nos ha dado. Esos regalos tú los conoces muy bien: se llaman “dones”; a través de los dones, Dios se hace presente y brota para nosotros su gracia divina. La “gracia” no es otra cosa que la expresión más bella y sublime del amor que Dios tiene por nosotros, sus hijos. Esa gracia la recibimos por medio de los sacramentos.

Un día, cuando todavía no nacías, tu papá y tu mamá tomaron la decisión de compartir sus vidas y manifestaron su amor a través del sacramento del matrimonio, “porque la familia cristiana está formada en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa, la iglesia”. A partir de esa manifestación nace la familia cristiana.

Aparecida nos dice: creemos que “la familia es la imagen de Dios que, en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una familia”. En la comunión de amor de las tres personas divinas, nuestras familias tienen su origen, su modelo perfecto, su motivación más bella y su último destino.

¿Tedas cuenta? Nuestras familias son semejantes a la Trinidad. ¡Qué bonito!, ¿verdad? Ahora que comprendes el alcance del sacramento del matrimonio, entenderás que desde esta alianza de amor se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, y el compromiso tanto de padres e hijos por una sociedad mejor.

Después de repasar lo anterior te encontrarás brincando la felicidad, ¿cierto? Tus papás optaron por formar, junto contigo y tal vez con algunos hermanitos, una linda familia cristiana. Debes enorgullecerte de ellos, amigo misionero, pues al vivir el sacramento del matrimonio te pusieron el ejemplo para comprometerte con el prójimo.

Nuestros Obispos están preocupadísimos por ayudar a todas nuestras familias, y para ello propusieron impulsar proyectos que promuevan familias, y para ello propusieron impulsar proyectos que promuevan familias evangelizadas y evangelizadoras, así como establecer programas de formación, atención y acompañamiento para la paternidad y la maternidad responsables.

Ahora que tú también has recibido el sacramento del bautismo, y que eres consciente de la importancia de la familia, tienes la responsabilidad de ayudar a preservar la que Dios te dio. Recuerda que eres pieza fundamental de tu familia.

Existen muchas formas en que puedes contribuir a la permanencia de las familias; una de ellas es hacer oración por las familias, obedecer a tus papás y estudiar con ímpetu para formarte como un excelente hijo, discípulo misionero. Ten presente que en unos años tendrás la oportunidad de formar una nueva familia, de la cual tú serás cabeza.

  1. LOS PADRES DE FAMILIA

Sobre los padres de familia recae la responsabilidad de proveer a los hijos educación, sustento y una formación cristiana. Es un deber de los padres educar con su ejemplo a los hijos para el amor, que es donación de sí mismos y ayudarlos para descubrir su vocación de servicio en la vida laical, en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. “De este modo, la formación de los hijos como discípulos de Jesucristo se opera en las experiencias de la vida diaria en la familia misma. Los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y la madre para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la plenitud de vida”.

Un integrante primordial en la familia son los varones, quienes se convierten en padres de familia, “ellos están llamados por el Dios de la vida a ocupar un lugar original y necesario en la construcción de la sociedad, en la generación de la cultura y en la realización de la historia. Profundamente motivados por la hermosa realidad del amor que tiene su fuete en Jesucristo, el varón se siente fuertemente invitado a formar una familia”.

El padre de familia, por su parte, está convocado a asumir la responsabilidad no solo de amar a su esposa e hijos, sino que, además, debe fomentar un crecimiento en la fe de quienes conforman su familia. De no cumplir estos compromisos, la familia sufre. Pero el varón no está solo: en toda familia, la mujer es el otro integrante primordial. Su relación mutua de amor hace realidad la familia.

La madre es igualmente imprescindible en una familia. Debes tener muy presente que durante nueve meses te guardó en su vientre y, el día en que naciste, fue de ella de quien recibiste el primer alimento, te bañó, te cuidó y abrazó como nadie. Y cuando la madre no hace esto, también la familia sufre.

  1. LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

 

Desde que fuiste concebido en el ceno materno te convertiste en protagonista de tu familia; te informo que la cosas no han cambiado mucho desde entonces, pues ahora, como niño y adolescente, sigues siendo una persona muy importante. Te preguntarás: “¿Po qué?” La respuesta se halla contenida en las siguientes palabras: “Los niños son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo por su capacidad de aceptar con sencillez el mensaje evangélico”.

El enunciado anterior fue escrito por nuevos Obispos e Aparecida, y describe a profundidad la especial atención que dedicaron a los niños y adolescentes. ¿Sabes por qué? Ellos concuerdan en que la niñez hoy en día debe ser destinataria de una acción prioritaria de la iglesia, de la familia y de las instituciones del Estado, tanto por las posibilidades que ofrece, como por la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesta.

Sin embargo, no todos opinan de la misma manera. La prueba está en que, de seguro, conoces o has oído hablar de niños que sufren violencia o maltrato físico, de niños que son privados e una familia y un hogar digno, de niños abandonados en la calle o de pequeños que deben trabajar para contribuir con la economía familiar y que, por ello, no van a la escuela, o de niños que padecen enfermedades incurables o de los que mueren de hambre.

¡Y qué decir de los adolescentes, quienes están en la edad de la búsqueda de su propia identidad, de identidad frente a sus padres, de descubrimiento de gripo! Los adolescentes se enfrentan a una sociedad que les impone ciertas modas y por eso se sienten atrapados, porque los adolescentes, como lo afirma Aparecida, no son los niños ni jóvenes. Algunos se sumergen en la soledad y atentan contra su propia vida; otros están perdidos en las drogas y comienzan a cometer delitos. En cambio, tú puedes mirar a tu alrededor y descubrir que el contexto que te rodea es distinto, porque tienes una familia que te quiere, estás en una iglesia que quiere ser madre y maestra, cuentas con amigos que te apoyan en tu grupo parroquial, etc.

Seguramente también tienes problemas que te aquejan: tal vez no te va muy bien en la escuela o algún compañero te molesta en clase, quizás no tienes el juguete que te gustaría y, para colmo, tus papás te regañan todo el tiempo. Es posible que en momentos sientas que no te entienden y que son muy exigentes contigo, quizás hasta piensas que tratan mejor a otras personas. Pero lo que tienes que hacer cada vez que te sientas así es mirar a Jesús y tomarlo como modelo: “¿Qué haría Jesús en mi caso?”, “¿cómo actuaría él?”, podrías preguntarte.

En Aparecida los Obispos se inquietaron por ti y por tu bienestar y por eso le sugieren a los adultos, entre muchas acciones,

  • “inspirarse en la actitud de Jesús para con los niños, de respeto y acogida como los predilectos del Reino, atendiendo a su formación integral. De importancia para toda su vida es el ejemplo de oración de sus padres y abuelos, quienes tienen la misión de enseñar a sus hijos y nietos las primeras oraciones”.
  • “promover procesos de reconocimiento de la niñez como un sector decisivo de especial cuidado por parte de la iglesia, la sociedad y el Estado”.
  • “valorar la capacidad misionera de los niños y niñas, que no sólo evangelizan a sus propios compañeros, sino que también pueden ser evangelizadores de sus propios padres”.
  • Y por último, “fomentar la institución de la Infancia Misionera”.

Espero de verdad que, después de escuchar lo anterior, te sientas motivado a contribuir con la frescura de tu fe y el entusiasmo de tu edad, para ser el líder activo de la “civilización del amor” anunciada por el Evangelio. Porque los niños y los adolescentes son capaces, como nadie, de recibir abiertamente el mensaje de Jesús y anunciarlo.

Recuerda que la oración es importante y que no por ser pequeño debes de tener miedo de pedirle a Dios: Él siempre nos escucha, ésta atento de nuestras necesidades y nos da lo que más nos conviene.

  1. LA DIGNIDAD DE LOS ABUELOS Y LOS ANCIANOS

Desde el momento en que fuiste bautizado te convertiste en miembro de la iglesia y de una familia cristiana; tu deber es ayudar para que tanto en tu casa como en otros lugares impere siempre el respeto, el amor y la promoción por la dignidad de los hombres.

Algunos miembros de nuestras familias sufren el desprecio de la sociedad, porque no cumplen con las expectativas que la sociedad les exige. Pero nosotros, como discípulos misioneros, marcaremos la diferencia al conocer que existen miembros que son indispensables en las familias: “los ancianos” y “los padres de familia”. Ellos son personas fundamentales de la sociedad, pues es a quienes debemos la familia que hoy tenemos y tal vez la casa tan bonita en que vivimos.

Los ancianos, por ejemplo, con sus consejos formaron y educaron a nuestros papás. Aparecida nos recalca que muchos de nuestros mayores se han gastado su vida por el bien de su familia y de la comunidad desde su lugar y vocación. Sin embargo, la sociedad los ha abandonado y los miran como una carga.

Todos los abuelos y ancianos que conoces merecen nuestro cariño y respeto, al igual que nuestros papás, primos o amigos de la escuela. “La iglesia se siente comprometida a procurar la atención humana integral de todas las personas mayores, también ayudándoles a vivir el seguimiento de Cristo en su actual condición, e incorporándolos lo más posible a la misión evangelizadora”.

Por eso te invitamos a que realices el siguiente ejercicio: trata a tus abuelitos y a los ancianos como tratarías a tu papá y a tu mamá, y a poco a poquito verás que otros empiezan a hacer lo mismo. Así tus abuelitos, la gente mayor y, sobre todo, Jesús, te lo agradecerán.

En conclusión, tu tarea, amigo misionero, consiste en ser consciente de la enorme misión que tienes en tu familia. Por eso debes permanecer atento a las cosas que ocurren al interior de ella y ser siempre testigo fiel de Jesucristo, nuestro Señor, pues sólo tomados de su interior de ella y ser siempre testigo fiel de Jesucristo, nuestro Señor, pues sólo tomados de su mano lograremos afrontar los retos del camino.

Lectura bíblica (Col. 3, 18-20)

Dios nos dice:

“Esposas, respeten a sus maridos, como corresponde a cristianas. Maridos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.

Hijos, obedezcan en todo a sus padres, pues es lo que agrada ver entre cristianos. Padres, no irriten a sus hijos, no sea que se desalienten”.

Palabra de Dios.

Reflexionemos

 

  • Tomate un tiempo para pensar en tu familia: ¿qué te gusta de ella y qué no?
  • Ahora piensa: de lo que has estudiado en este tema, ¿qué puedes hacer para ayudar a tus papás y hermanos (as) a ser más felices y dejar a un lado lo que no los hace felices?
  • ¿Cómo te puedes preparar para ser verdadero discípulo misionero de Jesús en tu familia y con las demás familias que están a tu alrededor?

CANTO «IGLESIA PREGRINA»

Todos unidos formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la pascua nació:

Miembros de Cristo en sangre redimidos

Iglesia peregrina de Dios.

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu

que el Hijo del Padre envió:

Él  nos empuja nos guía y alimenta,

Iglesia peregrina de Dios.

Somos en la tierra semilla de otro Reino,

Somos testimonio de amor, paz para las guerras

y luz entre las sombras:Iglesia peregrina de Dios.

Rugen tormentas, y a veces nuestra barca

parece que ha perdido el timón.

Miras con miedo, no tienes confianza.

Iglesia peregrina de Dios.

Una esperanza nos llena de alegría:

presencia que el Señor prometió.

Vamos cantando, Él viene con nosotros,

Iglesia peregrina de Dios.

Todos nacidos en un solo bautismo

unidos en la misma comunión

todos viviendo en una misma casa

Iglesia peregrina de Dios

Todos prendidos en una misma suerte

ligados a la misma salvación

somos su Cuerpo, y Cristo es la cabeza

Iglesia Peregrina de Dios

 

“NUESTROS PUEBLOS Y SUS CULTURAS”

 

Cultura y educación tienen mucha relación, puesto que en el corazón de toda cultura se encuentra la educación. Por eso, los Obispos de Latinoamérica y El Caribe han planteado posibles caminos para evangelizar las culturas y que de ellas surjan caminos de desarrollo, de integración y de paz. Te invito a descubrir los desafíos que se le presentan a la evangelización desde estas realidades.

 

Oración

Padre misericordioso, te amaos, te alabamos y te bendecimos por la diversidad cultural presente en nuestro querido México. Permítenos descubrir en cada cultura el rostro de tu presencia. Que seamos capaces, como discípulos misioneros de Jesucristo, de encontraren la diversidad de formas de pensar tu Palabra, que es la que nos une. Que sea el Espíritu Santo quien guíe nuestros pasos y conduzca a nuestros pueblos por el camino del amor y de la paz. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo, luz y vida para nuestros pueblos. Amén.

Objetivo

Que niños y adolescentes profundicen en el amor y respeto hacia los pueblos y sus culturas. Que puedan identificar los diferentes modos de evangelización que la Iglesia ha implementado en su acercamiento a cada uno de ellos.

Desarrollo del tema

Cuando echamos un vistazo a nuestros pueblos y su cultura, nos damos cuenta de que todo ha cambiado muchísimo. A finales de la primera década del siglo XXI podemos ver muchas cosas con más facilidad y rapidez que como lo hacían nuestros papás, tíos y abuelos hace varios años. ¿Se han dado cuenta de toda la variedad de países, culturas y religiones que hay en el mundo? ¿Alguien ha tenido la oportunidad, por ejemplo, de ver la fotografía o la imagen de un musulmán o de un budista? ¿Se han encontrado alguna vez en la televisión o en el cine aun africano? ¿Han escuchado cómo se oye el holandés, el tailandés o catalán? ¿Se han fijado cómo se viste una mujer de la india, o un muchacho de la Polinesia? ¿Han escuchado hablar de los mapuches o de los tutsis? Bueno, pues ahora nos encontramos con esa variedad de personas, culturas y religiones.

Pero la diversidad no sólo está presente en el mundo, sino también en Latinoamérica y en nuestro país: México. Los pueblos de nuestra nación también son muy variados y diferentes. ¿has visto lo que es un huipil?, ¿has comido chilate, huanzontle , huitlacoche o cabrito?, ¿Has visto cómo celebran el día de muertos en Pátzcuaro?, ¿has tenido la oportunidad de visitar las zonas arqueológicas de Tikal, Uxmal, El Tajin, Teotihuacano Tula?, ¿has visto las artesanías de talavera, de barro negro, de obsidiana, de palma, de palta o de chaquira que se hacen en distintas regiones de nuestro país?, ¿has escuchado a personas que hablen en náhuatl, en purépecha, en tojolabal, en mixteco, tzeltal o en chinanteco?, ¿has comido tortillas de maíz de casi un metro de diámetro, o tortillas de harina de trigo? Bueno, esto es apenas un botón demuestra de la diversidad de nuestros pueblos y sus culturas.

Podemos ver en nuestras ciudades cómo todos somos diferentes; esto se debe a que en ellas habitamos personas de diversas culturas: indígenas, mestizas, campesinas, urbanas, suburbanas, etc. Todas cuentan con algo peculiar que las identifica. No obstante, estas diferencias no deben provocar separaciones, pues todos somos hijos de un mismo Dios, y esto nos debe llevar a actuar como verdaderos hermanos, ayudándonos los unos a los otros, no importando la condición social o la cultura de la que procedamos.

Por otra parte, ¿a ti te gusta mucho ir a la tienda, a los supermercados y centros comerciales? ¡Pues cuidado!; ten en cuenta que muchas veces la fuerza del mercado descontrola el deseo de las personas: la publicidad promete que todo deseo puede ser satisfecho por lo que se vende. Se cree que la felicidad se alcanza nada más con bienestar económico y con la satisfacción de nuestros antojos. Esta manera de pensar es la llamada cultura del consumo, y las nuevas generaciones como la tuya son las más afectadas por esta cultura negativa. Así es como todo México ha venido cambiando muchísimo, y las culturas de todos nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños también.

Desgraciadamente, no todos estos cambios son buenos y a veces llegan a perjudicar a las personas. Por ejemplo, algunas comunidades hoy en día no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones; hay jóvenes que reciben una educación de baja calidad y no tienen oportunidades de progresar en sus estudios ni de encontrar trabajo para desarrollarse y constituir una familia; hay muchos pobres, desempleados, migrantes, desplazados, campesinos sin tierra, quienes buscan sobrevivir en la economía informal; hay niños y niñas sometidos a la prostitución infantil ligada muchas veces al turismo sexual; también hay niños víctimas del aborto. Millones de personas y familias mexicanas viven en la miseria e incluso pasa hambre. También los ansíanos que a demás de sentirse excluidos del campo laboral productivo, se ven muchas veces rechazados por su familia como personas incomodas e inútiles.

  1. LA CULTURA, LA EVANGELIZACIÓN Y LOS NUEVOS AREÓPAGOS Y CENTROS DE DECISIÓN

En muchas ocasiones se habla de las culturas de nuestros pueblos, pero, amigo, ¿sabes que es la cultura? Bueno, no necesitas responder a esta pregunta, porque eso es muy difícil. De hecho, ni siquiera muchas personas sabias y estudiosas se han puesto de acuerdo en que cosa es la cultura. Pero más o menos todos nos imaginamos de qué estamos hablando cuando decimos la palabra “cultura”.

Bueno, pues cultura es el modo como los hombres y los pueblos cultivan su relación con la naturaleza y con sus hermanos, con ellos mismos y con Dios, con el fin de lograr una existencia plenamente humana. En este caso del continente en el que vivimos, esta realidad se ha expresado de muchas maneras, en el arte, la música, la literatura y, sobre todo, en las tradiciones religiosas y en la idiosincrasia de sus gentes, unidas por una misma historia y por un mismo credo, y formando una gran sintonía en la diversidad de culturas y de lenguas.

Sin embargo, este patrimonio cultural latinoamericano y caribeño se ve confrontado con la cultura actual, que presenta luces y sombras, cosas buenas y cosas malas. Ella presenta muchos y sucesivos cambios, provocados por nuevos acontecimientos y descubrimientos de la ciencia y de la técnica. Por desgracia muchos católicos se encuentran desorientados frente a este cambio cultural, por que en muchas ocasiones se pone en el centro de todo al dinero, a la comodidad, al bienestar, al poder, etc. Ante esto, es necesario presentar la persona humana como el centro de toda la vida social y cultural, resultando la promoción y el cuidado de la dignidad de ser imagen y semejanza de Dios, y la vocación a ser hijos en Jesucristo, llamados a compartir su vida por toda la eternidad.

  1. LA EDUCACION COMO BIEN PUBLICO

Ahora bien, en el corazón de toda cultura se encuentra la educación, porque es el medio por el que ésta puede transmitirse. Pero hoy en día, en nuestros países, tanto la educación como la cultura enfrentan un grave problema: “Ya no se transmiten de una generación a otra con la misma fluidez que en el pasado. Ello afecta, incluso a ese núcleo más profundo de cada cultura constituido por la experiencia religiosa, que resulta ahora difícil de transmitir a través de la educación y de la belleza de las expresiones culturales”.

En muchas ocasiones la movilidad humana contribuye a la pérdida o modificación de estas expresiones culturales. ¿Tú tienes a algún familiar o a migo que haya tenido que irse a Estados Unidos, por ejemplo? Esto es muy común en nuestro país, y desgraciadamente, es un factor que provoca la pérdida de muchas tradiciones y costumbres muy bonitas y profundas, como el festejo de los cumpleaños en familia, la celebración del día de muertos, la procuración de la misa dominical, el encuentro para comer o pasear en familia, etc.

La educación y la cultura pues, tienen que “adaptarse a la nueva exigencias que se van creando en el cambio global”. Por esta razón, todos los discípulos misioneros que conformamos el pueblo de Dios tenemos que luchar por que la educación sea siempre una prioridad en nuestras preocupaciones y nuestros esfuerzos. La educación siempre ha ayudado a la humanidad a superar todos los problemas y dificultades, y por eso debe estar al alcance de todos y a lo largo de todas sus vidas. La educación debe apuntar al encuentro del hombre con Dios, y no solo preocuparse por las necesidades económicas y del trabajo. Una educación autentica debe poner en el centro a la persona, a sus necesidades, a su crecimiento y felicidad, y por ello debe tener presente a Cristo, fuente de vida plena y felicidad. Por esta razón nuestro Obispos han pedido cuidar este precioso tesoro como un patrimonio para la humanidad y como un bien público.

Como discípulos misioneros debemos de estar convencidos de que la educación, en principio, debe ser accesible para toda persona, trátese de quien se trate. Los esfuerzos educativos que la humanidad ha realizado y que la iglesia ha promovido tienen como motor un ideal: que ninguna persona esté privada en principio, voluntaria o involuntariamente de los medios que le permitan descubrir el sentido de su vida y de lo que está llamada a ser y a hacer.

  1. LA EDUCACION COMO BIEN PUBLICO

En America Latina, y especialmente en nuestras comunidades de México, el discípulo misionero no debe olvidar cómo el evangelio llegó, a estas tierras donde, aunque no se conocía a Jesucristo, ya había una cierta presencia de Dios en nuestros pueblos; aun cuando no se había escuchado hablar de Cristo, Él era el Salvador esperado silenciosamente. La visitación de nuestra señora de Guadalupe fue un acontecimiento muy importante para esto, porque allí se anunció y se reconoció a Jesucristo, nuestro seños.

Ahora, después de tanto tiempo, agradezcamos a Dios como discípulos y misioneros por que la mayoría de los latinoamericanos y caribeños, y en particular los mexicanos hemos recibido el evangelio de Jesucristo y estamos bautizados. Así, todos: indígenas, mestizos, campesinos, citadinos y de más, pertenecemos a la iglesia por el don del bautismo que nos ha hecho miembros del cuerpo de Cristo, pueblo de Dios que vive en tierras americanas desde hace más de 500 años.

Hay una multitud de niños, compañeros de ustedes jóvenes con muchos ideales y familias que son indígenas y que, a pesar de las crecientes dificultades, siguen siendo fieles al amor de Jesucristo vivo. Nosotros tenemos que integrarlos, sin distinción alguna, en todos nuestros espacios de convivencia: en nuestras escuelas y comunidades, en nuestros grupos de amigos, en nuestros pueblos, que resplandecen en la devoción al Cristo sufriente en la cruz y a su madre bendita, en la veneración a los santos con creciente fervor en el amor al papa y a los Obispos, Sacerdotes, religiosos y religiosas, en el amor a la iglesia católica como gran familia de Dios.

Lectura Bíblica (Lc 2,41-52)

Dios nos dice:

“Sus padres iban cada año a Jerusalén a la fiesta de pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre. Terminada la fiesta, cuando regresaban, el niño Jesús se quedo en Jerusalén sin saberlo sus padres. Éstos creían que iba en la caravana, y al terminar la primera jornada lo buscaron entre los parientes y conocidos. Al no encontraron, regresaron a Jerusalén en su búsqueda.

Al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, no solo escuchándolos, sino también haciéndoles preguntas. Todos los que le oían estaban sorprendidos de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo se quedaron asombrados y su madre le dijo:

-Hijo ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados.

El les contestó:

-¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi padre?

Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Bajó con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos. Su madre conservaba cuidadosamente todos estos recuerdos en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en apreció ante Dios y ante los Hombres”.

Palabra del Señor.

Reflexionemos

Comparte en grupo las siguientes preguntas:

  • ¿Quién enseño al niño Jesús las tradiciones propias de su pueblo? ¿Qué palabras del Evangelio nos lo enseñan?
  • Platica a tus compañeros acerca de alguna tradición propia de tu familia o de tu comunidad que te guste mucho celebrar. ¿Quién te la enseñó?
  • ¿Qué puedes hacer para que las buenas tradiciones de tu comunidad y de tu familia sigan adelante? ¿Cómo puedes iluminarlas con la luz de la fe para que sean más de acuerdo a lo que Jesús nos dice en el Evangelio?

CANTO «TENEMOS TANTO»

Tenemos tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto (eh eh)
para estar agradecidos (2)

Tenemos al padre (shu bi du bi du bi da)
tenemos al hijo (pom pom po)
tenemos al espíritu (eh eh)

Tenemos tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto (eh eh)
para estar agradecidos (2)

Tenemos al padre (shu bi du bi du bi da)
tenemos al hijo (pom pom po)
tenemos al espíritu (eh eh)
para estar agradecidos (2)

Tenemos tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto (eh eh)
para estar agradecidos (2)

Tenemos sacramentos (shu bi du bi du bi da)
tenemos a la iglesia (pom pom po)
tenemos a maría (eh eh)
para estar agradecidos (2)

Tenemos tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto tanto
pero tanto (eh eh)
para estar agradecidos (2)